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    MI PATRIA

    Es la casa del cerro,
    donde el barranco asienta su alto vuelo
    y comparto los aires que me rozan.
    Es la casa de piedra
    que acoge los espíritus con cuerpo
    y regala su estancia a mi persona.

    Es allí donde suelo
    acomodar mis carnes y mis huesos,
    y se curten mis pies entre las rocas
    que son en sí camino;
    allí donde me escuchan los silencios
    leyendo de mis labios las estrofas.

    En los muchos senderos
    abiertos por las cabras me requiebro,
    los sigo, las persigo y me demora
    lo furtivo del paso
    y la dificultad de los trayectos
    que elijo, que me eligen y acomodan.

    Allá me llevo el verso
    y me voy con los ojos bien abiertos,
    entre algarrobos, pinos y coscojas,
    para oír los latidos
    que el verano propaga con el viento
    de la tierra que escribo en cada hoja.

    Pronto me iré al encierro,
    dejaré el pueblo, el mundo y sus linderos,
    mas hoy vengo a contaros esta historia;
    mi coartada perfecta,
    esa que ha de ocupar mis entretiempos
    en la casa del cerro que me nombra.


    MON PAYS

    Mon pays est tout petit,
    Il y a une seule maison
    Mais avec deux bâtiments
    Pour accueillir un peu tout le monde
    Que ce soit pour un week-end ;
    Ça ne fait rien à personne.
    Il se compose de montagnes,
    De pins, d’oliviers, de vallons,
    De chênes et de caroubiers,
    De terre, de pierres et d’eau.
    Là y habitent des aigles,
    Des renards, des sangliers et des oiseaux
    Qui au-dessus des chèvres
    Accompagnent mes vols.
    Il y a aussi de minuscules:
    rampants, ailés, qui sautent.
    Il est un libre domaine
    Où la maxime c’est le nord;
    Le nord que chacun garde
    Dedans, pas dehors.
    Qu’on nous foute la paix
    Parce que nous y sommes,
    Ensembles,
    Sous la loi de la raison.
  2. I

    Mi locura no es otra
    que la de vivir
    en un mundo de locos,
    y entre locos seguir,
    y querer saberlo todo
    de los locos y de mí.
    Mi locura no es otra
    que despertar de un sueño
    y olvidarlo despierto,
    como olvida el pájaro
    el nido ya seco.
    Mi locura no es otra
    que pararme en el tiempo
    y no creer en nada;
    Sólo en el viento
    que pasa,
    que deja su aroma
    y se marcha.
    Mi locura no es otra
    que vivir el presente,
    soñar, cantar, llorar
    y morir de repente
    después, con mi alma,
    solo, entre tanta gente.
    1981


    II

    Ser libre no sólo es
    volar
    y andar
    los caminos,
    recorrer el tiempo
    o atravesar el mar,
    jugar a vivir
    y luego parar
    bajo un cielo azul
    a contemplar
    el amanecer,
    amar,
    jugar al amor
    y contar,
    con una sonrisa,
    lo que cierto día pasó;
    Luego reír o llorar
    y querer enamorar
    un corazón.
    1981


    III

    Yo quise un día volar
    y, enamorado de un amor,
    quedar como un beso
    creado entre los dos,
    en el mundo de mis sueños.
    ………………………
    Pero es difícil encontrar
    un amor,
    un cuento
    o una flor
    que no pierda su aroma.
    Es difícil llorar por nada
    o soñar sin alma.
    1981


    MI MUNDO

    Mi mundo es una gran cárcel
    donde como, visto y duermo,
    y donde a veces descanso
    imaginándome dentro.
    Mi vida es, como tantas,
    una historia mal contada:
    una mentira vivida,
    una realidad soñada,
    una suerte, una desgracia
    y un mirar que se termina
    y un creer que nunca acaba.
    Mi tierra es la de todos,
    por desconocida extraña.
    Me suena a fosa entreabierta
    por donde la dicha escapa;
    la dicha de sentirme afuera
    hoy; quizás mañana
    me entierren por efusivo.
    ¡Lástima!

    Mi amor Mi dios
    mi yo. el sol,
    Perdonadme. cuando sale.

    Mi amigo, Mi enemigo,
    sinceramente yo...
    nadie. Y ya os vale.
    1984


    VOLUNTADES

    Quiero una relación diferente
    en un carácter usual
    que despierte mi mirada y mis sentidos,
    fácil de llevar y de conducirme.
    Quiero algo íntimo
    para el dominio público,
    algo sencillo e intencionado
    que atraiga vuestra miradas sin molestarme.
    Quiero un trozo de cuerpo ajeno
    para privatizarlo,
    que se muestre tal cual:
    con su carne, con sus huesos
    y con su piel morena en verano.
    Quiero un trozo de cielo en el que descansar
    y una sombra fresca en la que reponer mi aliento.
    Quiero notas para la hora del silencio,
    su calor para sentirme vivo,
    para poder resumirme y ampliarme,
    para saber que estoy contento, tan contento.
    Quiero, en la noche oscura,
    luz en los ojos que me miran,
    voz en los labios que me besan,
    susurros de entreacto abiertos a la fantasía.
    Y también quiero
    la locura necesaria para ser feliz
    y la cordura que conlleva.
    1984
  3. SONETO POSTRERO DEL AÑO

    No pido ni el favor ni la tortura,
    ni un cielo más azul del que ya existe;
    me miro en el espejo de lo triste
    sin perder del reflejo la cordura.

    Pienso aún, y lo hago con soltura,
    me ajusto el sobretodo que desviste,
    me asomo a lo que veo y que no viste
    y siento cómo aprieta mi atadura.

    No es el mundo un hogar cuando se pierde
    ni somos más allá de la batalla
    ni fuimos si el recuerdo nos traiciona.

    No es la boca una boca si no muerde
    ni es labio el labio que al besar no calla
    cuando con otros labios colisiona.


    NACÍ EN UNA REPÚBLICA DE BESOS.

    Nací en una república de besos,
    en un estado libre y solidario;
    crecí en puertas con luna y sin armario
    y en ventanas que huían de sus presos.

    Al aire me curé de los decesos,
    me empapé del sabor a vecindario,
    me acomodé el papel y el escenario
    y compartí mis carnes y mis huesos.

    A la carne agradezco mil placeres,
    a los huesos les debo un gran apoyo,
    al vecindario poco, pero gracias.

    Al escenario subo por poderes,
    para la sed me agencio un buen arroyo;
    lo demás, unos saltos y acrobacias.



    SI TIENES QUE DEJARME.

    No me dejes exento de tu boca
    ni preso de un color que sepa a labio
    pintado con la tinta del agravio
    en que el paso del tiempo desemboca.

    Si tienes que dejarme recoloca
    el carmín invisible que es el sabio,
    el que no disimula lo que rabio
    por haberte sentido en lo que toca.

    No me dejes del todo abandonado
    en mitad de la nada que no encuentro
    ni me des por perdido o encontrado.

    O aún mejor; secuéstrame por dentro
    el recuerdo de haberte acaparado
    y déjame salir de tu epicentro.



    SONETO A LA LLUVIA EN LOS CRISTALES Y EN MI ALFOMBRA.

    El día es gris como si el alma fuera
    parte cortante de un fatal acero,
    y de tus ojos el azul que espero
    anclara cielos sobre un mar de cera.

    Llueve en la alfombra de la casa austera
    que te albergó del torrencial enero,
    que cobijó con delicado esmero
    tu transcurrir y mi paciente espera.

    Como de lágrimas que sé perdidas,
    en los cristales martillean gotas
    faltas de ritmos y de bellas notas.

    Trae la lluvia al socavón que anidas
    un mar de lodo que mantiene asidas
    a ras de suelo mis mojadas botas.


    SUPÓN QUE ESCRIBO EN MARTES TRECE ESTE SONETO

    Supón que escribo en martes trece este soneto
    después de un lunes casi inexistente y frío;
    supón que ya no existe nada, ni el vacío
    de verse impar, y falta, íntegro, mi asueto.

    Nadie me espera a la salida de un prometo,
    ni me calienta el borde airoso de un estío
    que la sequía dibujó en lienzo baldío
    para borrar después su trazo y mi boceto.

    Pasó la nube y la locura del que empeña
    a largo plazo la ilusión y su camino;
    quedó el aval, sin firma, dueña ni destino.

    Llegó la hora del balance y, a la greña,
    un despropósito partido y sin medida;
    llegó la noche, con su insomnio y resentida.


    ROSA

    Ando cicatrizando treinta años
    y aún sangra la herida por mi piel;
    nos dieron a beber de nuestra miel;
    después cielo e infierno, dos extraños.

    El tiempo no curó mis cumpleaños
    ni fue el abrazo de la muerte fiel
    al compartido espacio que un garniel
    brindó a la adolescencia con engaños.

    Una cosa falló, que fue yo mismo;
    una motocicleta acelerada,
    una pizca de más de egocentrismo.

    Dieciocho; maldición en mi morada,
    precipitada toda en un abismo.
    Pudimos serlo todo y fuimos nada.


    QUIERO DEDICARLE A NANCYSANT ESTE SONETO.

    Poeta que al amor le cante el verso
    como lo hace "my Nancy" no hay ninguno,
    y lo digo, señores, por si alguno
    en sus propias ideas anda inmerso.

    De su palabra soy un buen converso
    y a su timbre de voz mi voz aúno;
    no vayan a creer que soy un tuno,
    si acaso un escritor casi perverso.

    Sabemos que decir siempre hay quien diga
    y también que cantar siempre hay quien cante
    rimando con los pies o en disonante.

    Pero con Nancysant el verso liga
    la estrofa, el sentimiento y el instante;
    ¡Menuda amiga tengo! ¡Qué talante!



    MARGINADA

    Con su vestido de colores viene
    la triste niña que olvidó el futuro,
    huérfana, sola y adosada a un muro
    que en su pequeña espalda se sostiene.

    Ya puede hacer calor, que llueva o truene,
    o que le lancen el peor conjuro;
    es el color de su vestido puro
    reflejo fiel del alma que contiene.

    Llega a mi altura y reconozco el paso
    leve, presente, frágil, dulce; ido.
    Sigue y se pierde, sombra de su sombra.

    Vaga soñando en alas de un Pegaso
    que rescató de entre su propio olvido.
    Vive y subsiste en lo que no se nombra.


    SOMOS

    Eres con mucho el fulgor que me ciega,
    soy el espejo del ojo que mira,
    ciegos los dos por amor en la pira,
    fuego candente que en sangre se riega.

    Todo se pierde con gusto, y se niega
    otro futuro, otra huella, otra lira;
    otra mirada, poema o mentira
    libre de culpa y propensa a la entrega.

    Dos principiantes cosidos a besos,
    dulce en los labios el labio que asoma,
    fuerte el instinto al saberse traviesos.

    Somos con creces el máximo axioma,
    suma de carnes, de sueños y huesos,
    resta que ignora del tiempo la broma.



    ¿QUÉ ES EL AMOR? (soneto blanco)

    ¿Qué es el amor sino una dulce guerra
    en la que intiman los vocablos sordos.
    ¿Qué es, pues, sino el saberse preso, adicto
    a un movimiento ciego y virginal?

    ¿Y qué decir de la anestesia propia
    y de la ajena, del sentirse dos,
    uno con otro, uno simplemente
    entre los astros, sin pisar el suelo?

    Que es para siempre dicen, luego callan;
    para lo bueno a medias y en lo malo
    un frente unido para más poder.

    Que hasta la muerte todo es un vivir
    aunque se muera cada día un mundo.
    Que es el amor una mudanza dicen.
  4. TE LEVANTAS UNA MAÑANA.

    Original(Primer soneto y con muchos fallos)

    Te levantas una mañana y sientes

    más cerca que nunca tus soledades.
    El gentío que llena las ciudades
    te alejan del río y sus corrientes.

    Y en vez de amanecer a tempestades,
    bebes de tu cuerpo y de sus fuentes,
    mal nutres de tu vida los orientes
    y te centras en ti y tus heredades.

    Reniegas del rugido de las fieras,
    del insistente olor a podredumbre,
    de mártires quemados en la hoguera,

    de perjuros tomados por costumbre,
    y piensas que no eran éstas maneras
    Ni formas de alcanzar ninguna cumbre.

    ...Y pides que te alumbre
    otra luz, otro sol, otra mirada.
    Ya sabes que tuyo es todo y nada.


    Revisado
    Al levantarte una mañana sientes
    el amparo que dan las soledades
    y que el gentío llena las ciudades
    huérfanas de tus ríos y corrientes.

    Y en vez de amanecer con tempestades
    alimentas el cuerpo de tus fuentes,
    mal nutres de tu vida los orientes
    y te centras en ti y tus heredades.

    Reniegas del rugido de las fieras,
    del insistente olor a podredumbre,
    de mártires quemados en hogueras,

    de perjuros tomados por costumbre
    y piensas que éstas no eran pues maneras
    ni formas de alcanzar ninguna cumbre.

    ...y pides que te alumbre
    otra luz, otro sol, otra mirada,
    y entiendes que lo tuyo es todo y nada.



    UN ANHELO PROVOCAS EN MI MENTE.

    Un anhelo provocas en mi mente,
    un soplo en la mejor de las edades,
    un sueño que es deseo en soledades
    y un gris amanecer que no me miente.

    Me dejo deslizar por tu pendiente,
    reniego de mis otras amistades,
    me salvas de mis propias tempestades,
    para alejar después tu alma inclemente.

    Con sentimiento das lo que no pido,
    con gran pasión te entregas en mis brazos,
    me robas tu presencia y desvalido

    pruebo a atrapar luceros a plumazos,
    quedando roto, triste y descosido
    cuando al vacío caen mis abrazos.


    COMO UN PRESENTE.

    Como un presente vine al mundo, huido
    de maternales vientres y gimiendo,
    y vivo en armonía conviviendo
    con un gerundio siempre compartido.

    A un futuro, quizás sea el olvido,
    no empeño mi existencia si no entiendo
    la razón de mi empeño persiguiendo
    lo que en condicional deseo pido.

    Sujeto soy, en parte, de un momento
    y predicado en claras alusiones
    a la espera de un simple complemento.

    Declino a mi manera el pensamiento
    y conjugo mis torpes emociones
    para intentar mostrar mi sentimiento.


    A LA GRUPA DE MIS NUBES

    A la grupa de nubes la adivino
    blanca, serena en la distancia, pura,
    acariciando el cielo con soltura,
    libre para seguir cualquier camino.

    Burlando con sus ondas al destino
    con el agua pegada a su cintura,
    trasluce su reflejo y su frescura
    en ríos y veredas que imagino.

    Montado en una racha de su viento,
    surfeando las olas de mi infancia
    reencuentro mi memoria y sentimiento.

    Todo me huele a libertad, la siento,
    camina hoy conmigo su fragancia
    y la brisa que escapa de su aliento.


    ESTA NOCHE DESCANSÉ DEL PASADO.

    Esta noche he dormido muy arrimado al cielo,
    mi mente a las estrellas ligada y confundida,
    mi cuerpo en la distancia lunar que comedida
    regaló la quietud que lo elevó del suelo.

    El murmullo del viento corrió un ligero velo
    traslúcido en el bosque que protegió mi huída
    hacia el pleno satélite, y su luz compartida
    alumbró la odisea convertida en consuelo.

    Esta noche, tranquilo, descansé del pasado,
    la oscuridad nocturna envolvió mi presente
    y volatilizó a su gusto mi estado.

    Soñé por la mañana mil noches en mi mente
    y me quedó el recuerdo de todo lo soñado
    y el ansia de volver de nuevo a estar ausente.


    ZARPÓ MI VIDA.

    Zarpó mi vida y fui su polizón
    en ríos, mares, lagos y arroyuelos,
    prendida la ilusión de unos ojuelos
    quise robarle al mundo la razón.

    Primero tuve que aprender el son
    y pintarme de tonto cuatro pelos
    para quitar de mi antifaz los velos
    que entorpecían harto la visión.

    Cuando lidié mi vida fui torero,
    anti taurino, al natural y fino
    en las faenas exigidas, pero

    con armas de juguete y un buen vino
    asalté los fortines con esmero
    y compartí el botín con el destino.


    UN DÍA GRIS.

    Aquí me allego hoy con la simpleza
    de un cielo gris que de repente trajo
    un chaparrón de penas y tristeza,
    un hacha brota de su propio tajo.

    Recubre el aguacero mi bajeza
    y empieza a laborarme con destajo,
    a buscar en mi falta o su destreza
    cubrirme la salida o un atajo.

    Una simple tormenta nos derrama
    el alma por el suelo que nos pisa
    apagando del fuego nuestra llama.

    Y un sol espera afuera en la cornisa
    que pase el nubarrón que nos encama
    trayendo en cada rayo una sonrisa.


    MI DOCUMENTO.

    Un nombre, ocho cifras y un te quiero
    en el carnet de identidad que avalo,
    y una letra que dice poco, pero
    que marca el documento con tu halo.

    Desde la redondez firme del cero
    en tu cartera, corazón, lo instalo;
    deja latir su banda gris de acero
    que entre sus magnetismos me intercalo.

    Con mi firma te ofrezco aquí el papel
    para que selles con tu boca el labio
    que prolongue tu cuerpo hasta mi piel.

    No me creas ni estúpido ni sabio,
    sólo pretendo que le des cuartel
    sin temer de mi rúbrica el agravio.



    HOY QUIERO DEDICARLE A MI MORADA EL VERSO.

    Hoy quiero dedicarle a mi morada el verso,
    a sus muros de piedra, sus techos de cañizo,
    sus vigas de madera, su sótano plomizo
    húmedo en sus cimientos, escondido e inmerso.

    No me asustan las almas que viven en su anverso;
    fue cementerio el patio, muerto queda el hechizo
    de enterrados sin vida: caballero, mestizo,
    cristiano arrepentido o judío converso.

    La iglesia, con su torre, vigila nuestro espacio
    abriendo dos ventanas, cerradas por los años,
    que no saben del mundo, que ignoran sus engaños.

    Mi casa es mi refugio, que no es ningún palacio,
    y se llena a menudo de seres muy extraños
    que piensan que a mi hogar le faltan cuatro apaños.



    HOY QUIERO DEDICARLE A MI “MORADO” EL VERSO.

    Hoy quiero dedicarle a mi “Morado” el verso;
    Elena por más señas, de sexo femenino,
    residente en su tierra, que como un torbellino
    arrasa mis poemas leyéndome el anverso,

    dejándome desnudo pero compuesto y terso
    de palabra y espíritu. Que me importa un comino
    y parte de la parte de otro, que aún no domino,
    que me tiendan al sol si en sombras me disperso.

    Ahora sí, te dedico toditas las vocales
    y alguna consonante que se me acalla, “loka”,
    que sin pasar de pobres gozamos los panales

    de rica miel al aire que menos nos sofoca.
    Tráeme tu escayola, te espero en los trigales,
    que tibia y peroné firmo, que ya me toca.


    TORMENTA.

    Del cielo huyo como al cielo imploro,
    estallo en lo profundo de mi sino
    y me disuelvo en esa luz airada
    de lo gris, de lo negro y de las nubes.

    Parto el silencio, el blanco pentagrama
    se quiebra en líneas de energía hueca,
    atona el sístole en la densa noche
    de un corazón furioso y exaltado.

    Siento el temor de los que escuchan sordos,
    de los que ven en su ceguera el miedo,
    de quien corre por dentro y no se mueve.

    Soy la explosión del equilibrio frágil
    que trae tras de sí la recia calma
    y entre dos calmas soy un intervalo.



    UNA HISTORIA SORDA.

    Amanece el silencio y gesticula,
    se adivina su voz, yo la hago mía;
    no se escucha el nacer de un nuevo día
    pero se ve, se huele y estimula.

    La sombra de los labios, casi nula,
    deletrea el instante y es la vía
    que comunica al mundo la alegría
    que en el cuerpo y los ojos se acumula.

    Las pequeñas historias necesitan
    de la complicidad de la sordera.
    De los cinco sentidos cuatro habitan

    en la profundidad que nos libera
    del tono que mal suena y que nos gritan…
    y afloran aunque uno no lo quiera.



    AL PALADAR ME ASOMO DE TU SUEÑO.

    Al paladar me asomo de tu sueño
    para que albergues en tu boca el mundo
    y en tu cama estos labios que confundo
    con tus labios de noche con mi empeño.

    Cuando amanece frunzo al sol mi ceño
    y en mi ventana me cobijo, y hundo
    mis ojos en tus vistas tan profundo
    que me vuelvo ante ti lo más pequeño.


    Por las noches te sueño, por el día
    me acobardo al pensarte tan cercana
    y ver que muere toda mi alegría.

    Sin embargo este hoy, aún mañana,
    sigue siendo un ayer y un todavía
    cuando huelo a futuro y a manzana.



    POR SI NO ME DESPIDO DENTRO DE TREINTA AÑOS.

    Es duro despedirse, yo lo hago,
    me adelanto a los tiempos y a la espera,
    que no sé si será por primavera
    pero ha de ser morir el fin del pago.

    Dudo que para entonces ese trago
    me permita ajustarme la chorrera
    y que salga mi voz, febril o entera,
    para decirte adiós sin empalago.

    Por si acaso ese día no me centro
    y no acudo a la cita para verte,
    me disculpo y despido para dentro

    de treinta lustros más, si es que la suerte
    me acompaña y de bruces no me encuentro
    con la amarga compaña de la muerte.



    SONETO DESPRENDIDO.

    Se me corta el aliento
    si suspiro
    y una lágrima asoma
    por mis ojos,
    y escapan de mi vida
    los arrojos
    por las gotas del aire
    que deliro.

    La oscuridad de un pozo
    gris transpiro,
    océano profundo
    de rastrojos,
    y los golpes de sangre
    rojos, rojos,
    enturbian el color
    de lo que miro.

    Que no es noche la noche
    sin su luna
    aunque renazca el día
    tras la espera,
    ni ha de ser el dolor
    que nos aúna

    ninguna penitencia.
    Ni siquiera
    existe, que yo sepa,
    la vacuna
    que cure la pasión
    de primavera.



    ME ENSEÑARON LO JUSTO.

    Me enseñaron lo justo y me subí a horcajadas
    en una bicicleta sin vergüenza ninguna,
    que paseó mis tardes y me curó la hambruna
    de saber lo no escrito entre dos pedaladas.

    A favor de la adversa corriente, en las bajadas,
    encontré desengaños y también su vacuna,
    e intentando aliarme con mi buena fortuna
    acometí subidas de lo más arriesgadas.

    Fui aprendiendo, sin prisas, el quid de la cuestión,
    llenándome el bolsillo y en parte el corazón
    de lo que buenamente pude y quise aprender.

    Conseguí combinar un cuarto de razón,
    otro de buena fe y un tercio de ilusión;
    del resto no me acuerdo. ¡Qué le vamos a hacer!



    VIENTO.

    I

    Aúlla tras la calma de un segundo
    nacido en el desorden de este cielo,
    acomete al viandante con su celo
    deformando la sombra de su mundo.

    Trastorna la ordenanza y me confundo
    por el amor al aire, ¡qué canguelo!
    Revienta las barreras, me desvelo
    cuando esparce los restos que circundo.

    No respeta oquedad ni un par de ojos,
    y embota los oídos con su canto;
    son espanto y chirrido sus enojos.

    ¡Maldito viento!, eco que no aguanto
    cuando traspasa airado mis cerrojos.
    ¡El día que te pille te asonanto!



    II
    Aúlla tras la calma de un segundo
    nacido en el desorden de los cielos,
    acomete al viandante y a su sombra,
    escondida en rinconessu silueta.

    Trastorna la ordenanza de lo fijo
    por el amor al aire que lo nutre,
    revienta las barreras, las asica,
    esparciendo sus restos y mis sumas.

    No respeta oquedad ni un par de ojos
    y embota los oídos con su canto
    que en espanto y chirrido desemboca.

    Maldito viento que a deshoras vienes
    para enfrontarnos a la vez que tornas.
    ¡Te he de cazar un día!, tengo espera.


    III

    Trastocó el sosiego en solo un segundo,
    nació del desorden cruel de los cielos
    que atacó mis pasos hoy, mis anhelos;
    dos formas que fácilmente confundo.

    Por amor al aire sigo en el mundo
    y por su ordenanza vuelven desvelos;
    este viento ruge fuerte sus celos
    aunque servidor se muestre rotundo.

    Yo que siempre quise calma y no enojos,
    mis oídos tiene sordos su canto
    y ciega la vista fiel de mis ojos.

    Maldigo el fenómeno, no lo aguanto,
    que siempre traspasa mudos cerrojos.
    ¡Tú quieres joderme, yo me agiganto!
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  5. PARA AMY WINEHOUSE


    Oh, "my god", que el baile no fue tu fuerte,
    pero te movías que daba gusto;
    siempre tan, tan ida, y qué bueno el busto;
    el "busto" fue mío siempre de verte.

    Fue quizá el azar, o la mala suerte,
    lo que nos dejó el amargo regusto,
    "my honey", que enorme fue mi disgusto
    al saberte amante de una tal muerte.

    Al soñar tu voz me bailan las piernas,
    al verte tan fría me desespero
    entre tus cien muecas y tus desplantes.

    Deja que me esconda... ¿ya dije piernas?...
    que beba contigo del aguacero
    de un ritmo que sabe a “narcotizantes”.


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  6. VIS SIN VIS

    Propongo que no pares los relojes
    de tu vida,
    que no mires atrás por la mañana
    si te siguen,
    que rompas a reír a trote y moche
    si te animas
    y que sigas jugando con tus cartas
    los envites.

    Te prohíbo que sufras por amores
    cuando quieras,
    aunque sé que es difícil si se ama
    de verdad;
    en las historias sobran los actores
    de comedias
    y en las tragedias nadie nos aclara
    cómo amar.

    Te pido, poca cosa, un par de noches
    con su insomnio,
    un día que acomode nuestras almas
    en sus huecos,
    tres palabras que rimen con el borde
    de tus ojos
    y un pañuelo bordado con la palma
    de tus dedos.

    Te ofrezco el resto de tu vida, el norte
    de tu brújula,
    horizontes que capten tu mirada,
    los encuentros
    que puedas abarcar desde tu escote
    y una duda,
    razonable, adosada a tus espaldas…
    …y el recuerdo.




    MAÑANA DIOS MENGUANTE

    No le llames mañana, dios menguante,
    si la noche te apura por creciente;
    no le pidas por dar, ni des, contente,
    que es el día la luz y el sol su amante.

    Soy el ojo que dice que adelante,
    que amanezca, ¡Señor!, y que caliente
    tibio el rayo de invierno confidente
    tras un techo que ciega lo apremiante.

    Ponle ritmo y acento a los vestidos,
    corre, escapa del tedio o el engorro
    que te impide amoldarte a los sentidos.

    Salta el muro que aleja del socorro,
    firma en blanco tu hoja de despidos
    y empieza hoy, de cero, un plan de ahorro.
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  8. CANCIONES DE AMOR Y GUERRA


    I La pasión enciende…

    II Te miro y un destello…

    III Soy feliz cuando estoy solo…

    IV Te cuento lo conveniente…

    V Quizás, amor, no te interese…

    VI Ódiame, por favor, a media tarde…

    VII Aprendí la caligrafía del amor…

    VIII Estás pendiente de un hilo…

    IX Con mis patas de gato…

    X Cuando mis ventanas abusen…

    XI Concédeme el beneficio de la duda…

    XII Si alguna vez me pierdo…

    XIII Veo tu expresión, tu cara, tus gestos…

    XIV Ábreme las venas…

    XV Fuerte…





    I

    La pasión enciende
    los besos que se dan
    y quema.

    El amor calienta
    los rincones del invierno
    y pasa.

    El orgullo mata
    las horas muertas
    y duele.

    El sufrimiento huele
    a guerra, a derrota
    y a nada.


    II

    Te miro y un destello
    me ciega en el instante de mirarte.
    Te rozo y siento
    escalofríos simplemente por rozarte.
    Te beso y me enveneno,
    te toco y me contagio,
    y sin embargo quiero
    tus besos y tu tacto.


    III

    Soy feliz cuando estoy solo
    y te tengo en la distancia.
    Soy feliz cuando te añoro
    y busco en mi ignorancia
    ese pedacito mío
    que echo en falta.


    IV

    Te cuento lo conveniente,
    sin preguntar demasiado;
    escucho a medias tus quejas
    porque aún no me he quejado
    y mis silencios, en parte,
    ahogan
    lo que tú me vas contando.



    V

    Quizás, amor, no te interese
    ser la costilla de mis huesos;
    no soy perfecto ni normal,
    de tantos cosas adolezco
    que se me olvida el equipaje
    siempre que parto hasta tu encuentro.
    Hasta desnudo salgo a veces
    para cubrirme con tus besos
    y que tus labios me acaricien
    con el calor de tus adentros.
    Llegué un agosto caluroso,
    nací sin ropa y persevero,
    nada traía cuando vine
    y aquí me encuentro con lo puesto.
    No soy ardiente si me apago
    pero al arder busco mi fuego
    y entre las llamas soy feliz
    cuando me encuentro con tu incendio.
    No soy perfecto, ya te dije,
    pero no dudes, soy sincero.


    VI

    Ódiame, por favor, a media tarde,
    cuando los sueños están al caer
    y la espera es menos angustiosa.
    Quiéreme, sobre todo, al alba,
    cuando despierta mi cuerpo
    confundido por la nada.


    VII

    Aprendí la caligrafía del amor
    con la letra más bonita que pude imaginarme.
    Después vino el rallón,
    la tinta china
    y esta goma de borrar que rasga los papeles.


    VIII

    Estás pendiente de un hilo,
    de un hilo pendiente estamos,
    cuando el suelo es movedizo
    me resbala y me resbalo,
    pero al mínimo latido
    yo me acudo y te rescato,
    quiero mojarme contigo
    y secarme en tu regazo.

    Solo espero una llamada
    y reflejarme en tus ojos;
    si me miras no soy nada
    y todo soy con tu todo,
    compartiendo tus enaguas,
    desgarrándome los forros.
    Soy agua cuando eres agua
    y si me mojo, me mojo.


    IX

    Con mis patas de gato
    me aferro a tu vida y a la mía,
    mis arrugas me sostienen,
    mis huesos no piensan en despedidas.
    Mi luz y mi entorno me vigilan
    cuando hago novillos en tu escuela,
    cuando el pájaro que me anida
    no puede soñar y vuela.


    X

    Cuando mis ventanas abusen
    de este orgasmo de primaveras
    y asombradas sus hojas miren
    los vaivenes de tus caderas,
    abre tus puertas a la casa
    con alas y correderas,
    que deje de correr el aire
    entre nuestras bocas austeras .


    XI

    Concédeme el beneficio de la duda
    y dudaré a grandes rasgos
    de mis emociones y de las tuyas.


    XII

    Si alguna vez me pierdo,
    no me busques en las autopistas
    del ombligo del mundo.
    Búscame a ser posible
    en los llanos de tu pensamiento,
    si no es pedir mucho.
    Y si no me encuentras,
    no te preocupes cariño;
    posiblemente esté instalado
    en una cortina de humo
    para poder ver sin ser visto
    y escuchar bien mis lamentos…
    y los tuyos.


    XIII

    Veo tu cara, tu expresión, tus gestos;
    tu vulnerabilidad.
    Siento tus preocupaciones
    y sé que no puedo decir nada
    porque al confundirse entre las mías
    transforman el problema.
    Y qué mayor problema
    que tener una razón para preocuparse.


    XIV

    Ábreme las venas
    y verás que es sangre
    lo que corre por ellas.
    Córtame las piernas
    y comprobarás que es imposible
    que me crezcan otras nuevas.
    Sácame los ojos
    y no veré nada,
    pero lo harás tú por nosotros.
    Arráncame el corazón
    y observarás que late,
    con o sin razón.
    Pero si me abres las venas
    y me arrancas el corazón,
    los ojos y las piernas,
    posiblemente no sea a mí
    a quien quieras,
    sino a algo que está enterrado
    y no ha de volver a ser
    ni ojos ni piernas,
    ni corazón ni sangre,
    ni cuerpo ni alma
    donde agarrarte.


    XV

    Fuerte,
    como el aspa del molino
    cuando el viento no sopla.

    Decidido,
    a aguantar el empuje del viento
    si ese viento es una brisa.

    Despierto,
    si la brisa me despeja
    y aguza mis sentidos.

    Alerta,
    cuando en la palma de tu mano
    me veo tan perdido.
    Confiado
    a ratos,
    y a ratos
    confundido.
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  9. A JOAQUÍN SABINA POR EL MORRO.


    I

    "No se me mueran nunca", nos dijiste
    y aquí seguimos dándole al resuello,
    que sólo llega el agua a ras de cuello
    y el maquillaje cubre lo que viste.

    Mojarnos por mojarnos, por despiste;
    besarnos por besar, estoy en ello;
    escribir por amor al arte aquello
    que por escrito queda y que subsiste.

    Cantar hasta en la ducha, ¡ya te digo!
    Beber, si hay sed y a mano un buen amigo.
    Vivir; espérame que te acompaño.

    Bailar con todo el cuerpo o una silla,
    jugar a seguir siendo el cabecilla
    de un complot que no acepta el desengaño.


    II

    Haz que sufra, que espere la fulana
    de frío beso y parca boca negra,
    que deje que sigamos de jarana,
    que se alíe si quiere con su suegra.

    Nos quedan dos muñecas y un mañana,
    mil "ayeres" y un hoy que nos integra
    en el tira y afloja, en la ventana,
    de la ropa interior que siempre alegra.

    Desnúdate las canas, dale fuego
    a esta explosión de abriles por el morro,
    que por pasar, pasar hasta sin forro.

    Pero si hay que quedar, mejor en viernes,
    en la calle o el bar de los alternes,
    para tomarse las de Villadiego.


    III

    Sigue atracando al delincuente a versos,
    aborda a los piratas que es tu fuerte,
    muérete por amor y por perderte
    entre dos senos pecadores, tersos.

    Padre de los agnósticos conversos,
    viudo de tantas, novio de la muerte;
    la voz rasgada ayuda a componerte
    descolgada de un cuerpo y sus reversos.

    ¡Qué bueno, flaco, que entre tanta pena,
    me tenga sin... contigo a la deriva
    en este cascarón que me adjetiva.

    Ayer mismo me dijo mi Jimena,
    ¡deja ya de viajar por los perjuros
    de letras y compases y futuros...

    ...para salir de apuros,
    despéiname la falda , barre el suelo,
    airéame la ropa y mi desvelo!
    A ti, a Ruben Alonso Pepper Cano, a Shalott y a 5 otros les gusta esto.
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    A ti, a Shalott, a CATINA y a 6 otros les gusta esto.