AGUANTA LA PELUSA Si te gusta el durazno, aguanta la pelusa; un dicho popular que viene como anillo al dedo para quien de la bondad abusa y ve en el ojo ajeno paja y no su cuchillo. Tocar el otro extremo tampoco es buena excusa porque no sirve ser tibio o ser amarillo, pero hay claros modales como cuando la musa nos habla y su voz suena sin eco en un pasillo. Quizás en esa fuente agua no has de beber o tu vil excremento tenga perfume a rosas sin pensar que en un giro de eso debas comer. El otoño, vacías deja a copas frondosas y entre sus hojas secas puede ser menester vislumbrar el reflejo de las piedras preciosas.
SI SUPIERA Si augurara el lugar que rompiese mis sueños podría prepararme y dar un paso atrás, no importa si tropiezo al cargar unos leños, volvería al inicio aunque fuese en ziszás. Si pudiera saber dónde están los despeños hacia el haz del abismo, sin pensarlo quizás, usaría mis fuerzas y frunciendo los ceños cavaría mi fosa con un canto al compás. Y atraviesan espinas con las puntas sedientas por sorber una gota para hacer del destino los más crudos avernos como duras afrentas. El futuro es incierto y al andar un camino la caída es probable en oscuras tormentas cuando sientes latir a un feroz torbellino.
HOY QUIERO ESTAR SOLO No pregunten por qué, pero estoy harto de engaños y mentiras. Es que a veces sin evitarlo pienso en otro parto. Qué anzuelo morderá entre tantos peces. Locas neuronas. Yo nunca comparto sus triviales mensajes. Serán nueces. Nadie las come, nadie en el reparto las compra. Su interior viste con heces. Y no quiero llorar, es un momento. Corazón frágil. Rompe un alveolo y su aire se escapa en el intento. Luces negras se ven de polo a polo. Yo duermo entre las ráfagas del viento. No me despierten, hoy quiero estar solo.
DESPIÉRTAME Despiértame, te imploro, si traes de regreso contigo las esquirlas que arrancaste de mí, sin siquiera saber cuán valiosas pretendí brillaran en tu alma manteniéndome ileso. Cuando las nubes filtren la luz por el avieso y lóbrego sendero y tú ya estés aquí, te ruego me despiertes del sueño al que caí si tu magia transforma quimera en embeleso. Espero aquí en mi lecho se apaguen las bengalas que me queman por dentro al tiempo que acrisolo el humo que desprenden sabiendo que lo inhalas. No me dejes dormir por mucho tiempo, solo te pido me despiertes y envuelvas con tus alas mi ilusión y conviertas en calma tanto dolo.
TEMPESTAD La densa tempestad llegó sin dar aviso en olas de amargura, y en una extensa bruma sin penas, sin piedad, hundió lo que ella quiso para atibar un sueño y hacer que se consuma. Sintió en la piel el cencio de origen impreciso en una oscura noche con lágrimas de espuma y solo en su maleta cargaba el compromiso de ver la claridad el tiempo que le insuma. Navega turbulencias de océanos y mares perdida en la calígine mordaz contra los vientos que intensos amenazan recónditos lugares. La luz de la esperanza se enciende por momentos y en esa paz inmensa olvida sus pesares clavados en su ser en finos filamentos. Resiste a los sedientos endriagos del camino flotando en la añoranza guardada muy celosa de aquella lontananza.
SIN MATERIARegreso por las noches sin llaves, sin materia, no sé si en una luz o un haz de mil colores e ingreso para verte dormir sin contumeria capaz de detener antiguos conectores. No adviertes mi presencia y caigo en la miseria de no poder llorar negándome a que ignores que estuve allí a tu lado; si he visto yo a una arteria salirse de tu cuello por besos seductores. No veo otra salida que atravesar la luna y en su regazo encuentre la frágil utopía cegada en el recuerdo de un rostro sin fortuna. Dormías entre lágrimas de amor y yo un espía, pero hoy decido irme y no volver ninguna eterna noche más al ver tu compañía. Y no es melancolía, tan solo son espejos clavados en los muros que rompen en cristales tornándose en oscuros.
A SOLAS CON LA LUNA En esta noche tibia donde la calma suena a susurros del viento he venido dispuesto a contar mis secretos, luna de plata llena, para que los ocultes sin verte ningún gesto. A solas, sin temores, sin ecos de una almena ni el fastidio insolente de ese vicio molesto que emana una caterva, yo quiero hacerte amena mi extensa confesión y brille como un tiesto. No es fácil ser distinto si empuja una vivencia acorde con el mundo si algunos cortan flores y siguen sin tener su propia penitencia. A veces me consuelo si siento los dolores de los remordimientos que atrapa mi consciencia y me hacen declarar: “humano con errores”. Yo sé, los hay peores, pero bajo tu luz prometo serle fiel a la vida asombrosa labrada con cincel.
CÓMO OLVIDAR Cómo olvidarme, viejo, si fuiste el escarceo para andar los caminos desde que la razón hizo impacto en mi vida, y su cascabeleo fue devorando mis entrañas con su arpón. Cómo puedo olvidar el constante zureo en noches intranquilas sintiéndome un pichón protegido, sin miedos, sin temer al apeo porque en su arrullo claro sonaba una canción. No podría jamás olvidar el pasado, los momentos frenéticos en los que tu sonrisa desataba los nudos de un ovillo enredado. Hoy te veo tan frágil y el cielo tanta prisa por robarme tu mano que dejo aquí plasmado el sabor de una lágrima, pues mi vino se embrisa.
LUNA EN SOLEDAD Cuando pudo la luna dar su brillo y quiso reflejarse en su energía ya era tarde. Los dientes de un rastrillo habían devastado un nuevo día. En manos poderosas no es sencillo explicar el porqué de esta ironía, si la sangre que forja su castillo debe ser quién demuestre ser la guía. La trémula visión inoportuna no supo contener el llanto inerte para hacer con su sal una laguna. Rasgó la soledad como la suerte de un rico cuando pierde su fortuna si su guerra es causante de la muerte.
DESDE MI VENTANA Un día gris se asoma a mi ventana y la lluvia resiste a cualquier pena, no saldré, seré el sol de la mañana oculto sin sufrir una condena. En un papel la vida se desgrana, mientras tanto se siente cómo suena el péndulo del tiempo en su holgazana manera de mostrar que nunca frena. Un día gris de esos que ilumina la pálida visión de una neurona y funde al corazón que la imagina. Es ver que el cuerpo al alma se fusiona y siente la pasión que lo domina al tener como aliada una leona.
CARENCIA AL DESPERTAR Solo existen tinieblas en ojos que no ven más allá de la cima, quizás por la impericia filosa o por la falta de un beso o una caricia sujeta sobre párpados que observan con desdén. En un sueño profundo se extiende el paraíso entre sombras y luces y en un rayo precoz desciende como un ángel tu silueta, y tu voz resuena en otro tiempo apenas indiviso. Con la ilusión de verte y con mis ganas somos tres quienes disfrutamos de un momento irreal porque un sueño permite un mundo artificial en un espacio donde son cómplices los gnomos. Pero despierto y siento perder el oropel, exhausto, y un estigma rasgándome la piel.
Cómo voy a extrañar un nuevo despertar y el sol en la ventana con ecos en mi hogar. Sentarme en la mañana en el jardín con flores y el beso al corazón impreso en mis amores; el ímpetu del tiempo rasgando los temores y por qué no también los llantos por dolores. Son muchos los matices que invaden nuestras venas en este recorrido con tirria a las verbenas. Son celos por perennes, quisiera su lugar, vivir eternamente sin fin en mis albores y así poder tener las manos siempre llenas. Atarme con cadenas si fuese necesario para evitar se cierren mis ojos para siempre y un día los entierren.
CON MI SOMBRA Quisiera ser el aire que abrace tu figura al tiempo que descubres el blanco de tu piel, poder sentir el fuego quemando mi locura y en ese mismo instante beber toda tu miel. Quisiera ser la música que al tímpano procura llegar sin condiciones, tenerte, serte fiel; saberme tu elegido, mover a tu cintura al ritmo que ella marca vestida en oropel. Quisiera ser la voz que en tono melodioso atrae tu atención y muestra gran esbozo febril entre tus labios sabiendo que te nombra. Quisiera ser color que pinte luminoso por dónde tú caminas con paso puntilloso; descalza me acaricies tendido entre tu alfombra. Y aquí se ve mi sombra, no quiere despegarse y no me da descanso, por eso es que no puedo tenerte, no te alcanzo.
MALA INTENCIÓN Sin medir lo que sucede se puede entre frases o al actuar matar aunque nunca se denigre a un tigre. La maldad no es que peligre, si un disparo hizo estragos ni las flores son halagos, se puede matar a un tigre.
OTRA VARIANTE Qué fue de aquella luna embelesada que al brillo de luciérnagas campestres cuidaba por las noches la velada y hacía tan eternos los semestres. Y el viento que ululaba en la arbolada imitando a los pájaros silvestres. Dejaron la casona abandonada o siguen entre bártulos rupestres. Preguntas que un adobe no responde, ni el ruido del cemento sofocante con el triste recuerdo que ello esconde. Los años que en desgarro lacerante llevaron una vida quizás donde el ser feliz encuadra otra variante. Ángel César Cocuzza.