1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. DESPIÉRTAME

    Despiértame, te imploro, si traes de regreso
    contigo las esquirlas que arrancaste de mí,
    sin siquiera saber cuán valiosas pretendí
    brillaran en tu alma manteniéndome ileso.

    Cuando las nubes filtren la luz por el avieso
    y lóbrego sendero y tú ya estés aquí,
    te ruego me despiertes del sueño al que caí
    si tu magia transforma quimera en embeleso.

    Espero aquí en mi lecho se apaguen las bengalas
    que me queman por dentro al tiempo que acrisolo
    el humo que desprenden sabiendo que lo inhalas.

    No me dejes dormir por mucho tiempo, solo
    te pido me despiertes y envuelvas con tus alas
    mi ilusión y conviertas en calma tanto dolo.
  2. TEMPESTAD

    La densa tempestad llegó sin dar aviso
    en olas de amargura, y en una extensa bruma
    sin penas, sin piedad, hundió lo que ella quiso
    para atibar un sueño y hacer que se consuma.

    Sintió en la piel el cencio de origen impreciso
    en una oscura noche con lágrimas de espuma
    y solo en su maleta cargaba el compromiso
    de ver la claridad el tiempo que le insuma.

    Navega turbulencias de océanos y mares
    perdida en la calígine mordaz contra los vientos
    que intensos amenazan recónditos lugares.

    La luz de la esperanza se enciende por momentos
    y en esa paz inmensa olvida sus pesares
    clavados en su ser en finos filamentos.

    Resiste a los sedientos
    endriagos del camino flotando en la añoranza
    guardada muy celosa de aquella lontananza.
    A ti, José Valverde Yuste y Juglar español les gusta esto.
  3. SIN MATERIA
    Regreso por las noches sin llaves, sin materia,
    no sé si en una luz o un haz de mil colores
    e ingreso para verte dormir sin contumeria
    capaz de detener antiguos conectores.
    No adviertes mi presencia y caigo en la miseria
    de no poder llorar negándome a que ignores
    que estuve allí a tu lado; si he visto yo a una arteria
    salirse de tu cuello por besos seductores.
    No veo otra salida que atravesar la luna
    y en su regazo encuentre la frágil utopía
    cegada en el recuerdo de un rostro sin fortuna.
    Dormías entre lágrimas de amor y yo un espía,
    pero hoy decido irme y no volver ninguna
    eterna noche más al ver tu compañía.
    Y no es melancolía,
    tan solo son espejos clavados en los muros
    que rompen en cristales tornándose en oscuros.​
    A ti y a José Valverde Yuste les gusta esto.
  4. A SOLAS CON LA LUNA


    En esta noche tibia donde la calma suena
    a susurros del viento he venido dispuesto
    a contar mis secretos, luna de plata llena,
    para que los ocultes sin verte ningún gesto.

    A solas, sin temores, sin ecos de una almena
    ni el fastidio insolente de ese vicio molesto
    que emana una caterva, yo quiero hacerte amena
    mi extensa confesión y brille como un tiesto.

    No es fácil ser distinto si empuja una vivencia
    acorde con el mundo si algunos cortan flores
    y siguen sin tener su propia penitencia.

    A veces me consuelo si siento los dolores
    de los remordimientos que atrapa mi consciencia
    y me hacen declarar: “humano con errores”.

    Yo sé, los hay peores,
    pero bajo tu luz prometo serle fiel
    a la vida asombrosa labrada con cincel.
    A ti y a Modest les gusta esto.
  5. CÓMO OLVIDAR

    Cómo olvidarme, viejo, si fuiste el escarceo
    para andar los caminos desde que la razón
    hizo impacto en mi vida, y su cascabeleo
    fue devorando mis entrañas con su arpón.

    Cómo puedo olvidar el constante zureo
    en noches intranquilas sintiéndome un pichón
    protegido, sin miedos, sin temer al apeo
    porque en su arrullo claro sonaba una canción.

    No podría jamás olvidar el pasado,
    los momentos frenéticos en los que tu sonrisa
    desataba los nudos de un ovillo enredado.

    Hoy te veo tan frágil y el cielo tanta prisa
    por robarme tu mano que dejo aquí plasmado
    el sabor de una lágrima, pues mi vino se embrisa.
    A ti y a José Valverde Yuste les gusta esto.
  6. LUNA EN SOLEDAD

    Cuando pudo la luna dar su brillo
    y quiso reflejarse en su energía
    ya era tarde. Los dientes de un rastrillo
    habían devastado un nuevo día.

    En manos poderosas no es sencillo

    explicar el porqué de esta ironía,
    si la sangre que forja su castillo
    debe ser quién demuestre ser la guía.

    La trémula visión inoportuna

    no supo contener el llanto inerte
    para hacer con su sal una laguna.

    Rasgó la soledad como la suerte

    de un rico cuando pierde su fortuna
    si su guerra es causante de la muerte.
    A ti y a Modest les gusta esto.
  7. DESDE MI VENTANA

    Un día gris se asoma a mi ventana
    y la lluvia resiste a cualquier pena,
    no saldré, seré el sol de la mañana
    oculto sin sufrir una condena.

    En un papel la vida se desgrana,
    mientras tanto se siente cómo suena
    el péndulo del tiempo en su holgazana
    manera de mostrar que nunca frena.

    Un día gris de esos que ilumina
    la pálida visión de una neurona
    y funde al corazón que la imagina.

    Es ver que el cuerpo al alma se fusiona
    y siente la pasión que lo domina
    al tener como aliada una leona.
    A ti, Modest y José Valverde Yuste les gusta esto.
  8. CARENCIA AL DESPERTAR

    Solo existen tinieblas en ojos que no ven
    más allá de la cima, quizás por la impericia
    filosa o por la falta de un beso o una caricia
    sujeta sobre párpados que observan con desdén.

    En un sueño profundo se extiende el paraíso
    entre sombras y luces y en un rayo precoz
    desciende como un ángel tu silueta, y tu voz
    resuena en otro tiempo apenas indiviso.

    Con la ilusión de verte y con mis ganas somos
    tres quienes disfrutamos de un momento irreal
    porque un sueño permite un mundo artificial
    en un espacio donde son cómplices los gnomos.

    Pero despierto y siento perder el oropel,
    exhausto, y un estigma rasgándome la piel.
    A ti y a Modest les gusta esto.
  9. Cómo voy a extrañar un nuevo despertar
    y el sol en la ventana con ecos en mi hogar.

    Sentarme en la mañana en el jardín con flores
    y el beso al corazón impreso en mis amores;
    el ímpetu del tiempo rasgando los temores
    y por qué no también los llantos por dolores.

    Son muchos los matices que invaden nuestras venas
    en este recorrido con tirria a las verbenas.

    Son celos por perennes, quisiera su lugar,
    vivir eternamente sin fin en mis albores
    y así poder tener las manos siempre llenas.

    Atarme con cadenas
    si fuese necesario para evitar se cierren
    mis ojos para siempre y un día los entierren.​
  10. CON MI SOMBRA

    Quisiera ser el aire que abrace tu figura
    al tiempo que descubres el blanco de tu piel,
    poder sentir el fuego quemando mi locura
    y en ese mismo instante beber toda tu miel.

    Quisiera ser la música que al tímpano procura
    llegar sin condiciones, tenerte, serte fiel;
    saberme tu elegido, mover a tu cintura
    al ritmo que ella marca vestida en oropel.

    Quisiera ser la voz que en tono melodioso
    atrae tu atención y muestra gran esbozo
    febril entre tus labios sabiendo que te nombra.

    Quisiera ser color que pinte luminoso
    por dónde tú caminas con paso puntilloso;
    descalza me acaricies tendido entre tu alfombra.

    Y aquí se ve mi sombra,
    no quiere despegarse y no me da descanso,
    por eso es que no puedo tenerte, no te alcanzo.
    A José Luis Galarza y Melementos les gusta esto.
  11. MALA INTENCIÓN

    Sin medir lo que sucede
    se puede
    entre frases o al actuar
    matar
    aunque nunca se denigre
    a un tigre.

    La maldad no es que peligre,
    si un disparo hizo estragos
    ni las flores son halagos,
    se puede matar a un tigre.
    A José Luis Galarza y BEN. les gusta esto.
  12. OTRA VARIANTE

    Qué fue de aquella luna embelesada
    que al brillo de luciérnagas campestres
    cuidaba por las noches la velada
    y hacía tan eternos los semestres.

    Y el viento que ululaba en la arbolada
    imitando a los pájaros silvestres.
    Dejaron la casona abandonada
    o siguen entre bártulos rupestres.

    Preguntas que un adobe no responde,
    ni el ruido del cemento sofocante
    con el triste recuerdo que ello esconde.

    Los años que en desgarro lacerante
    llevaron una vida quizás donde
    el ser feliz encuadra otra variante.

    Ángel César Cocuzza.
    A Melementos y BEN. les gusta esto.