1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. Bajo el velo que la luna extiende sobre el mundo,
    en el crepúsculo de la noche, ella está en su puerta.
    Qué la llamó allí? Fue el delicado aroma de la tierra
    silenciosa y lejana?

    El velo que cubre su castidad durante el día cuelga
    junto a su cama ahora que está sola y sin ser observada,
    qué la llamó de su sueño, fue el junco que susurraba
    en la brisa como una risa divina?

    Ella permanece quieta y firme, intacta, donde sólo la luz
    de la luna se acurruca alrededor de sus extremidades,
    ella permanece el el umbral, incapaz de salir, aunque
    dentro de ella ha surgido una inquietud sin precedentes.

    Así se yergue ella, una figura de bronce, bajo la majestuosa luz,
    a través de sus delgados miembros fluye una leve vacilación,
    levanta sus manos hacia la luna - una suplicante que en su
    impasibilidad se rinde a la deidad.
    A Alde y crisantemo les gusta esto.
  2. La noche llega sigilosa con guitarras
    bajo el circular plateado de la luna,
    las palmeras temblorosas se yerguen
    cerca del río como cuerdas de abeto.

    Entonces la noche juega y tiernamente
    las cosas cantan, susurrando suavemente,
    sopranos de cigarras, queja de nostalgia
    en la pluma de la palma.

    La noche canta por la ventana abierta,
    canción vibrante de antaño,
    el corazón deja intacto sus años,
    se detiene en un nombre no escuchado

    y busca perdido aquel canto
    en las paredes de la habitación
    de cuando él era arpa y sus manos tocaban
    una pequeña música nocturna.
    A Alde y crisantemo les gusta esto.
  3. La tierra brilla febrilmente y las aves migran,
    en vano la pradera y el bosque invitarán a quedarse;
    ninguna canción puede cubrir las ramas con verdor joven
    ningún nido de flores puede dar al huerto.

    revolotean, cantan con sonidos de violín
    tropas cerradas y cuñas afiladas,
    ejército inspirado presionando hacia el sur,
    donde yacen los patios abiertos de su nostalgia.

    En el corazón! tú llevas el mismo coraje,
    no tardes cuando las hojas caen y el fruto se vuelve rancio.
    Oh, ruiseñor, el viento y el tiempo te perseguirán
    hasta el fin, si no huyes.

    Extiende tus plumas, concede tu deseo a aquellas regiones
    donde los rayos del sol rompen en joyas sobre los corales
    y las plantas minerales,
    y cuando por las noches las estrellas bromean con el loto.
    A Alde, crisantemo y Niko95 les gusta esto.
  4. A veces debemos imaginar
    que sufrimos un dolor inveterado :
    es demasiado profundo para las lágrimas,
    no encuentra forma ni canción.

    El susurro de los árboles
    no te libra de su hechizo,
    ningún sol sobre arroyos plateados
    puede vencerlo.

    Ni el amar, ni el escuchar
    de lo que es tan encantador :
    el susurro tranquilizador de
    la cálida palabra humana;

    entonces sólo resulta reconfortante
    ese manantial de sonido,
    en una sala luminosa,
    donde el coro de instrumentos
    nos canta en su lengua,

    y donde un gran narrador
    cuenta cómo vio el resplandor
    de la luna de Mahler,
    la noche estrellada de Bach.
    A crisantemo y Alde les gusta esto.
  5. Entre las paredes de roca con musgo goteante,
    el agua cristalina se precipita imprudentemente
    en el lago arremolinado, niebla y crepúsculo,
    la luz de la luna penetra en el bosque que se aleja,
    juega riéndose con las cascadas espumosas,
    acaricia la cara húmeda de una piedra rodante
    y los esbeltos helechos que bañan su cabello;
    las lianas sueñan con el vestido nocturno
    de mil estrellas titilantes.
    Exiliado que tiene que dejar esto atrás
    en la joya del Sur de antaño,
    bajo un cielo nublado en calles grises.
    No hay luna brillando sobre el lugar actual.
  6. La luna se eleva más alto,
    soñadora enamorada,
    para descansar en la noche azul.
    Una suave ráfaga de viento
    besa el espejo blanco del lago,
    que ahora ríe melodiosamente
    en un susurro.
    Oh armonía cuando dos se
    pertenecen el uno al otro,
    creada para la unidad de su todo.
    Lamentablemente lo que nace
    para unirse rara vez se encuentra
    en este valle loco.
  7. Dibujo y pinto palabras en mi nostalgia.
    Un campo de juncos ondea como un mar, y
    hilos de perlas de rocío permanecen en las hojas.
    Mis palabras brillan en el papel blanco
    como flores de ciruelos arrastradas por el viento
    en la nieve.
    Me pregunto, cúanto tiempo se puede conservar
    el dulce aroma a mandarinas en la axila?
    Cúanto tiempo brilla la nieve bajo el sol y la luna?
    Sólo esta composición de mis pinceles :
    oh, que dure para siempre, para siempre.
    A Alde le gusta esto.
  8. Se llama vida a un sonido que golpea,
    a una palabra, a una imagen,a un sentimiento
    que me alivia del giro
    de las estrella y de los días :
    está en antiguas canciones y leyendas
    en fuentes de luz, flores y estaciones,
    en una boca, suave al besar,
    en un grito de pájaro, en un soplo del viento.
    A veces, de tarde srde con resplandor indoloro,
    resuena en el valle de plata, el fiel ganado,
    las aguas y las montañas se hunden
    con silbido en una horma cálida,
    en la que se mueve el fruto,
    que pronto dará nueva vida a un grito.
    Luego estalla en una llama berbellón de deleite,
    sobre labios salvajes, los tartamudos caminan
    como el sonido primaveral entre las cañas
    de la orilla, la hierba del órgano,
    la canción que nunca se canta del todo.
    A Ansel Arenas, Khar Asbeel y Alde les gusta esto.
  9. La noche, como un pájaro que ha regresado,
    pasa silenciosa y enamorada más allá de la luna,
    y los primeros que han traído consigo el impulso
    quedan conmovidos en la oscuridad.
    Incluso antes de la magia de los árboles en flor,
    comienzan los profundos susurros que surgieron
    mucho antes en los sueños confusos en anticipación
    solitaria.
    Aquellos que estaban separados unos de otros,
    que no se percataban de lo inestable que es todo
    en la vida,
    de lo inestables que eran ellos mismos en sus sueños,
    esta noche vuelven su rostro sin amor.
    La luna se aleja y deja oscura la sombra del desencanto
    sobre tantas bocas.
  10. Qué se esconde entre los arbustos oscuros,
    detrás de los setos floridos, en los jardines y terrazas?
    Tal vez el rostro frío y deseoso de besos y
    el cabello alborotado por el viento
    después de ráfagas tranquilas.

    Tal vez deslizando las manos de manera fragante,
    sobre la niebla baja y las túnicas frescas,
    alrededor de un murmullo más duradero
    de un ritmo, que se convierte en un ondular más puro.

    Tal vez la alta silueta bajo los abedules,
    todo suavemente plateado y soberano,
    alrededor de la cual se encuentran círculos
    encantadores de visiones jóvenes y alas torcidas.
    A Khar Asbeel, Alonso Vicent y Alde les gusta esto.
  11. Sabía que ya no estaba sola.
    Fue el viento que corría entre la hierba de las dunas?
    Fue la gaviota que me llamó desde lejos sobre el espejo del cielo?

    Nada llena tanto la naturaleza como lo que, esperado,
    da forma a mi corazón,
    flota alado sobre blancos collares de agua y
    se desliza hacía mí como una fina queja.

    Porque dentro está el movimiento del viento
    sobre las nubes, las alas y la marea,
    del oscuro anhelo, del brillo secreto -
    incluso para aquellos que están solos, amados.
    A Khar Asbeel y Alde les gusta esto.
  12. Simplemente se dice con el corazón
    en voz baja, el crepúsculo
    no tolera el ruido intenso
    e invita a susurrar.

    Es un susurro de viento que se balancea,
    un vértigo de ensueño,
    ese juego de la palabra ruido
    en torno al confidente.
    Se vuelve a tejer
    los hilos de la memoria :
    nos hace bien, nos duele,
    en ternura creciente.

    La tarde se vuelve silenciosa,
    silenciosa como ninguna :
    ellos son consangrados en el crepúsculo
    y el enaltecimiento brilla a través
    de sus cuerpos.
    A Khar Asbeel y José Valverde Yuste les gusta esto.
  13. Son

    Ella y él son como la gaviota que,
    ambrienta en el cielo, ataca aún más
    salvajemente en la tormenta?
    A pesar de las amenazas, el ala incansable
    se despliega como una pancarta que
    encapsula el derecho de vivir.
    A Alde le gusta esto.
  14. Por innumerables que sean sus flores,
    nadie sueña con alguien que no mire
    su huerto con encanto ;
    pero cuando los vientos juguetones llegan
    a una velocidad vertiginosa, cúantas ilusiones
    ha conservado el corazón aferrado?
    A DomineCabra y Alde les gusta esto.
  15. Cuando él empieza a cantar
    es como si un pájaro de fuertes alas
    se despertara y de repente
    se le permitiera salir volando
    de la jaula
    en la que constantemente esperara
    con ansias ese momento.

    Cuando él canta
    con los ojos cerrados
    cegado por su luz interior,
    se hace audible un poder,
    un vuelo de fuego,
    una continuación sin miedo

    hasta cruzar el mar,
    aguantar el tiempo y
    librar la batalla.
    A DomineCabra, Khar Asbeel y Alde les gusta esto.