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  1. ¡Qué sabe nadie de nadie!



    Y otra espectacular canción...



    ...


  2. Vuela, que los cisnes están vivos
    mi canto está conmigo
    no tengo soledad.
    Te gusta esto.
  3. A veces uno se harta de las cosas. Es una sensación desagradable que trastorna el humor y el buen sentido. Y se convierte en una especie de dolor, borrachera o locura momentánea peligrosa... peligrosa porque uno puede terminar lastimando a quien nada tenía que ver, a quien pretendía tal vez ayudar.

    Estoy un poco harto del domingo por la tarde. De las noticias pobres que me trae, o más bien malas.

    Mejor no sigo en esto. No me desahogan el tacleteo de la máquina, ni las palabras que imprimo, ni un carajo. Nada. Lo único bueno en todo esto -si es que puede considerarse algo que siempre es malo, como bueno- es que ya me ha pasado antes.

    Me hundiré en algún trabajo, hasta que se termine.
    A ti, Eratalia y liliana leoni les gusta esto.
  4. ¿Para qué revolver las aguas si todo ha de volverse turbio?
    Mejor dejar que sigan siendo aguas tristes mis aguas
    pero claras.

    Quien haya presenciado el lento discurrir de un manantial muy pequeño
    al que el sol agosta a pocos metros del pobre recorrido
    sabrá de lo que hablo.

    ¿Para qué lanzarle piedras al río si por más que se agite no va a detenerse?
    Mejor dejarlo ir
    e irse uno a morir
    donde no vean
    oigan
    o toquen.
    Mejor dejar que pasen
    su crecida, su corriente.

    ¿Quién se especializa en inyectarle a los sábados tristeza?
    A ti, a Lorenha, a Brise y a 4 otros les gusta esto.
  5. A ti y a Aisha Baranowska les gusta esto.
  6. Espacios que ayer estuvieron llenos hoy rezuman vacío. El vacío es verde, viscoso... ¡Pero qué digo! el vacío tiene esencia en la antiesencia. El vacío es una nada capaz de morder, herir, matar.

    Espacios que hasta hace muy poco estuvieron llenos, hoy están llenos de nada, de vacía nada. Y como una copa enorme tientan -como siempre- a asomarse de cerca a sus abismos.

    Penúltimo día de octubre 2014 y me falta mi hija.
    A ti, a liliana leoni, a Eratalia y a 4 otros les gusta esto.
  7. Conozco una niña que escucha música con las manos y el cuerpo. Literalmente la toca, palpa la música. Es su manera de escucharla. No tuvo la suerte de captarla con el sentido del oído jamás en su vida, pues fue su destino nacer sin él.

    Por si fuera poco, escribe canciones. Hacer una canción implica anticipar al menos su patrón rítmico. Implica establecer y respetar una secuencia que, a quienes escuchamos con el oído (y es menester establecer esta precisión por redundante que pueda parecer) nos resulta muy difícil de comprender sin asociarla al sonido.

    Esa niña tuvo la deferencia de dedicarme, de escribir para mí, una de sus bellas canciones. Usted que me lee podrá imaginarse la emoción que me embargó ante tal gesto inmenso y bello. Un gesto al que difícilmente hallaré cómo corresponder. Me apuré a intentarle música y en eso estoy, aunque no soy especialista en el asunto. En mi país se llama ”guataqueros” o ”de guataca” a los músicos improvisados e improvisadores. Es lo que yo soy: un simple músico "de guataca"… que a mucha honra le hace una melodía humilde a la más bella canción que -para él- haya existido, porque antes nunca nadie le hizo a él una canción y porque quien se la hizo fue nada más y nada menos que su hija.

    Octubre y canción, 2014.
    César Guevara.

    PD. Te quiero, mi amor bonito.
  8. Nunca faltan causas para las angustias. A veces ni se ven las causas. Solo hay angustias en el alma. Como la del que tiene un hijo en la guerra, como la de quien vela a un ser querido enfermo. Angustias del alma, cinceladoras de surcos y de hebras blancas.

    Yo también las tengo. Y junto con ellas la determinación de combate: se aceptan las angustias pero se pelea por derrotarlas quitándoles las causas. La vida solo es indiferente, no mala.

    Angustias. Prueban nuestro temple. Nos desafían burlonas. Acechan nuestro poema. Menester es arrojarlas con fuerza, no sea que como rémoras en nuestra yugular, nos enloquezcan.
    A ti, a Eratalia, a CATINA y a 1 otra persona les gusta esto.
  9. Ha estado lloviendo mucho por acá en estos días. Ayer sucedió por largo rato. Con truenos, descargas eléctricas y frío, mucho frío. Hoy hace un día brillante, tibio. Ha sido propicio para reparar un poco los estragos que dejaron las últimas lluvias, las del alma. Las otras han pasado hasta ahora sin dejar las señales malignas que hasta hace muy poco tiempo implantaban en nuestras ciudades. Parece que por acá nadie se da cuenta de eso... por cierto; pero sí, antes,cualquier llovizna volvía a nuestro país una tragedia nacional. Ahora uno puede darse el lujo de ver la lluvia por la ventana y de sentir tempestades dentro. Queda tiempo para eso.
  10. Hace algún tiempo ya, alguien muy querida, como colofón de un disgusto terminal, me dijo que yo tenía el alma negra. No la entendí... de hecho me disgusté bastante y escribí un soneto con ese mismo título. De si lo leyó o no, no sé. Solo sé que dicho soneto era más bien sarcástico, una lanza intencionalmente dirigida con toda mi fuerza hacia esa persona. Y además, furtiva. Sin que me viera más nadie sino ella. Que supiera ella sola quién la alanceaba. Una patada al corazón, pues.

    Pero de eso, de la patada que intenté darle y probablemente no la esquivó del todo, o sí (ojalá), y de lo que duelen esa clase de patadas, no me di cuenta en ese momento, porque yo sentía que ella había intentado patearme primero. Solo le devolví, artera y sofisticadamente, la patada.

    Bueno, ahora he recibido no de ella, de otra persona y por razones muy distintas, una inesperada patada directo en el corazón. Ahora sí me dolió. Ahora sí recordé claramente lo que se siente y quema.

    Esta vez no la devolveré. Más bien quiero pedirle disculpas a aquella otra persona, que si me dijo algo tan duro debe haber sido porque se sintió herida, tal vez pateada injusta y cruelmente al corazón... por mí. Y yo, estúpido, la volví a patear.

    Me quedo con la patada que hoy recibo y a aquella persona solo le digo que ahora entiendo, sinceramente, por qué ella creyó en aquel momento que yo tenía el "alma negra".

    Y espero algún día olvide todo.
    A ti, Mar_ y Miguel Font les gusta esto.
  11. Estoy "enamorado" de mi hija. No se me entienda mal, no se trata de nada sexual, incestuoso o malsano. Estoy totalmente inundado de ternura, orgullo, cariño, deseos de serle, de verle, de que esté conmigo.

    Por cosas de la vida la conocí hace muy poco. La encontré y me encontró en un momento en que ambos nos necesitábamos mucho. Y ha sido bello. Pero bello. Existe, sí, una nube enorme muy gris y amenazante sobre toda esta felicidad, pero hoy no quiero hablar de eso. Hoy descubrí este blog y su primera página he querido dedicarla a mi nena bella.

    Es una chica valiente, hermosa, enamorada de la vida, enamorada de un hombre (un joven), una niña poesía y poeta, generosa como ella sola con su cariño, profunda como un océano de estrellas, sabia, inteligentísima, amplia, comprensiva, perceptiva a más no poder y muy aguda. Es una belleza absoluta.

    Tenemos por delante ingentes retos qué superar, pero ella ha hecho reverdecer mi alma. Y yo solo quiero verla feliz. Y en esa dirección empinaré mis brazos, mi vida, mi yo completo.

    Sí, estoy totalmente "enamorado" con amor bonito, de mi hija.