Soy Claridad Divina

Ayer me preguntaron qué pensaba sobre comentar.

Pienso que comentar es una gran responsabilidad,
pues es la demostración de que sí leíste lo que se escribió
y se trató de entender.
Comentar a alguien significa un aprecio sincero por el esfuerzo,
el tiempo, los sentimientos invertidos, y, obviamente,
ver el gran valor que encierra el mensaje escrito.
Para nada se debe tomar a la ligera comentar,
y me parece que
únicamente con mirar
o con cliquear el "me gusta"
es una muestra amable de que se estuvo allí,
es como un saludo, pero nada más.
Pero no aporta nada en lo absoluto,
no construye,
no crea oportunidad de recibir una buena crítica,
no hace crecer.
Y aunque, nadie está obligado a comentar,
y nadie
está obligado a siquiera pasar a mirar,
ya sea por gusto,
por flojera,
porque no entendió,
o
por quien sabe que cosas más.
Saber esas razones,
sin dejarlas ocultas
hacen más por quienes intentan crecer
e intentan tratar de ser comprendidos
y aceptados
en medio de una sociedad
tan egoísta.
​

Para ti con mucho amor y cariño el libro,
mi libro,
porque leer es mágico.
​

En el lejano mitigar de mis pensamientos,
tratando de buscar una respuesta
para mi vida tan corta
y mi agonía de soportarme,
encuentro en el perfume de lo bello
las aguas quietas del paisaje
que me hacen recordarte.

No recordarte como eras,
sino como una vez,
y sólo una vez
fuiste para mí.
La vez aquella que en el bote me dijiste
que era tu niña
y no ibas a dejarme.

Siempre tengo este recuerdo en mi mente
porque la fue
la única y la última vez
que me hiciste sentir algo tuyo.
Antes de matar a granel
el inmenso amor
que una hija puede por su padre dar.

Estás ahora en el lejano mirar de mis pensamientos,
y hoy cuando los años han pasado
y a mi pasado regreso,
las aguas de río me trajeron nuevamente
al olvido
mi ayer,
porque tú me habías amado.



















Ver adjunto 57901 ​

Son tan bellas las olas del mar,
altas,
abundantes,
imparables,
indómitas.
Buscan ellas mis pies
para atraparme en su dulzura,
y buscan mi cuerpo libre
para llenarme de manos letales
que me desnuden al unísono.

Son tan bellas las olas del mar,
amada de amores,
ciega y sorda.
Con una voz
que no existe,
y un beso que siempre está.

Olas del mar
me tocan
y me hacen el amor
en la orilla
o simplemente
me atrapan entera
para que dibujen
mis profundidades.​

Ver adjunto 57895 ​

La mañana se escribió lejana
en la piscina.
Fue
algo así
como una soledad de espera inherente,
ese algo inevitable
para estar sin compañía,
o tal vez
para encontrarme a mi misma en el agua
que se encontró
suave
en mi piel.
















​

Ver adjunto 57888

En el balcón de la casa
esperé por mucho tiempo
este regreso.
Anhelaba
poder respirar entre los árboles y la lluvia,
la paz y el mar cercanos.

Esperé tanto tiempo
por volver y llegar,
por contar el tiempo
al cantar
que mi espera valió la pena.

Y me acerqué
a los que ya no me hablan
para saber de ellos
porque no están aquí,
no estarán jamás.

Espero a que lleguen
los amigos y amigas de la infancia,
las notas del vallenato nativo
que cantan
la alegría de una esperanza.

Espero en el balcón
al sol,
al presente que sigue hacia al futuro
y a mí
que me creí perdida
y fui encontrada
por tus ojos.

















Ver adjunto 57885 ​

No tengas dudas
de hundirte en mí
y hacerme infinita en tus brazos.
Deshojando mis olvidos,
y mis miedos de la entrada,
la expectativa de la salida
y el ansia nueva de sentir
el arma letal que tienes incorporada.

No tengas dudas del regreso,
ni pienses en el no saber.
No hagas de prisiones la ropa,
ni el corazón espacioso
que late desnudo.
Y empuja fuerte el arte
despegando mis brazos de los pechos,
liberados ellos por los saltos.

No tengas dudas hoy de amarme,
de quererme,
de tocarme...
De irte, de venirte,
de ser universal
en mi color
de atardecer.

​

Prueba con fuego mi cuerpo
haciendo loco mi espacio.
Reduce el tiempo del tiempo
sin temor de que termine el firmamento,
pues dime: "llave",
para abrir el horizonte de tu vida con mi ser.

Ven y pruebame en el área infinita de la cama,
sin decir nunca colinas
sobreviviendo
en mi Venus.​

Cada ilusión mía
es rota.
Pero la pego con cariños puros
para que mi corazón no sangre demasiado.

Cada cantidad de alegría
es vaciada.
Pero la vuelvo a llenar con fortaleza
para que mi alma
la sienta tanto vacío,
mucho peso del pasado. ​

Hicimos la promesa de
volver a juntarnos allí.
Volver a trabajar juntas
y de repetir exactamente
esta noche.
Te extraño amiga.

Cuatro meses ya.
​

Hoy me siento tan bonita,
tan llena de aire fresco
como la caricia de la brisa
que pasa por mi falda.

Hoy me siento tan bonita,
porque estás en mi vida
y porque ya no siento tristeza
en esta espera.
Desde aquí hasta la salida...
Hoy me siento tan bonita.

Hoy me siento muy bonita,
me siento como el sol
y como la naturaleza
que se queda conmigo,
así como tú
que nunca me abandonas.


​

Desde la ventana de mi casa,
en la que sonrío al lente de tu vista,
llamo mi vida a tu pensar
y al gesto del amor
en el unisono .

Un poema de versos
como besos
al verso del poema,
donde blanca y alguna vez tímida
dije mi alegría
desde que estás aquí.






​

El gato espera algo en la noche,
anhela estar con la estrella
al mirar al cielo,
acompañarla en la atmósfera
de aquel espacio negro
y sentirla suya
para no ser inalcanzable.

Poder respirar el aire
ella quisiera,
ser la gata compañera del gato
por la espesura de las calles solas
que no vislumbran las luces lejanas
de este amor ilimitado.​

Mi poema está
en la pagina 20 del libro.
Hasta allí he leído
y no se si continuará.
Mi poema está herido,
como mi corazón
que quiso ser algo ido
y mi paz en guerra
cuando golpearon mi pecho
para revivirme.​

Quiero poder surgir e irme lejos
descubrir el aire nuevo de una vida nueva
y sentir que algo en mí tiene sentido.
Decir adiós a lo que toca
y dejar sin alma
el pesar.​