1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. Ella se desnuda en el paraíso
    de su memoria
    ella desconoce el feroz destino
    de sus visiones
    ella tiene miedo de no saber nombrar
    lo que no existe

    Alejandra Pizarnik


    Ella en su barca navega desnudando sueños
    hasta llegar a las costas de las venas
    hasta donde la sangre se vierte sobre la arena

    ella es un pez sin nombre
    nada y nada contra la marea
    buscando perdidas bocanadas de oxígenos
    en las branquias
    en los pulmones
    en los cristales resquebrajados de su era

    ¡ay! querida Alejandra si hoy la vieras
    estoy seguro de que querrías enamorarte nuevamente de ella
    / es tan ingenua / es la mueca perfecta
    de un jardín con flores y albas sin penas

    con pasos de fina inocencia
    anda por los pasillos de un castillo
    al que llamamos tiempo
    buscando sus cofres
    pedazos de cielo
    anda de alcoba en alcoba
    de sábana en sábana
    bajo la almohada
    pintando con el rubor de un rouge
    la sombra del deseo

    ella es tan pequeña / tan frágil ante la noche
    / ante un mordisco de la luna
    / ante la cuna de la historia y sus estrellas

    ¡ay! querida Alejandra si hoy la vieras
    estoy seguro de que querrías abrazarla con las alas de un verdor
    de olivos que deliran la razón
    con un pedazo de mar que sana la herida
    de la soledad y la dolencia

    imagen de un candor
    de alondras y largas primaveras
    de verdes abriles gozando de juventud
    silenciando a la muerte lejana
    y sus campanas de corazón petrificado
    de dagas cercenando la pureza de un velo

    ¡ay! querida Alejandra si hoy la vieras
    estoy seguro de que querrías contenerla en tu pecho
    guardarla solamente para ti
    como un capullo de terciopelo
    ante la mirada codiciosa del viento
    ante el umbral del decoro
    y su preludio con forzada sentencia

    ¡ay! querida Alejandra si hoy la vieras
    estoy seguro de que querrías aferrarte a sus alones
    y volar con ella
    sin ansiedades
    sin vergüenza por sus sentimientos ajenos
    para el frío mundo de la ausencia
  2. En la pluma crispada de los lacerados versos
    en la memoria retratada
    / rostros y sombras de mi alcoba y su silencio
    en la pena huérfana lacrando el latido del pecho
    en la profanada tumba de los Ofelicos besos
    / empolvados deseos del desván del recuerdo
    en los sueños con alas de urnas y lápidas
    en las jaulas de mis petrificados pájaros
    en la sed de una garganta desierta
    que calla el nombre de todas mis muertes
    que espera el río del óbito y su mezquina clemencia
  3. No soy yo quien queda
    atrapado en el trasmallo de mis nervios
    a la espera del pescador de los sueños.
    No soy yo un barco que navega a la deriva
    guiado por el tuerto ojo de un faro ciego,
    un inmenso trasatlántico
    con los únicos pasajeros que son marineros de arena.


    Tampoco soy yo la ave de piedra
    que no puede volar
    ni siquiera rezar
    por los ángeles sepultados en el jardín del tiempo.


    Es mi otro espejo
    que no es tan ajeno a mi cuerpo,
    es mi sombra solitaria
    mutilando las horas
    en la agonía de mi lecho,
    es mi ánimo
    con la perspectiva de la muerte.
    A Miguel Font le gusta esto.
  4. Nombrar a las cosas por su nombre
    sin rodeos ni motes
    sólo nombrarlas con nombre y apellido
    de acuerdo a su estirpe onomástica
    / tratando a la carne como carne
    diciendo que es débil y se pudre
    / a los huevos y al falo
    como los órganos reproductores
    que mientras uno da placer
    al orinar después de aguantar con la vejiga hinchada
    y al coger después de tener la testosterona almacenada
    los otros te traen una baranda que mata a los vecinos
    y un comezón
    como el de la ladilla ligada a la piel
    / también decir que la sangre es sangre
    y por tal se vende ante el billete de mejor color
    / decir todo esto
    no es una tarea nada fácil

    tratar a la poesía como lo que es
    una musa que no sólo habla de amor
    y cosas bellas
    y al bastardo como hijo de la calle
    es más que nuestro deber

    andar sin tergiversar las cosas
    sin emperifollarlas
    / es que no todo es bello en la vida
    también esta lo crudo y directo

    decir que la mierda va al retrete
    y que la princesa por más princesa que sea
    también caga
    es lo correcto

    decir que la rosa es rosa
    pero sin olvidarse de los espinas filosas
    no es nada fácil para estos tiempos
    más en este siglo donde hay tantas caretas
    e intentos de sutileza
    desperdigados
    como pulgas
    sobre el lomo de un velludo perro

    si digo que me enamoré de una concha
    peluda y odorífera
    pero que me trae tantos orgasmos
    como a una polilla en un telar
    es más que correcto

    parece que entre tanto oprobio
    entre tanto rubor
    que intentamos esconder bajo el tapete
    nos olvidamos de los propios nombres
    y terminamos rebuznando
    igual al estertor de un burro
    pero con la elegancia
    y la gracia de un asno
  5. Hoy quiero soñar con la fuente de mi patio
    con su serenata de rocío
    que vierte alas de libre albedrío
    sueños vestidos de aves
    / tal vez sueños que vuelan
    hasta la mañana
    buscando su risueño deseo perdido

    así sentir la frescura del jardín
    el verdor de la huerta
    susurrando a su paso
    la canción de los rosales
    perfumando la vida

    hoy quiero vestirme con la piel de los pájaros
    de la memoria y su olvido
    que abre los candados y las jaulas de mi destino

    así no atar más al presente
    el viejo y luctuoso rostro del pasado herido
    con sus años desechos
    que corren como un fortuito río
    para estancarse en mis venas
    en mis latidos
    A Miguel Font le gusta esto.
  6. Hoy le escribo a la noche sin la luna,
    a las sombras que velan a mi alcoba,

    a los mártires astros de mi cuna,
    a los sueños que un falso dios me roba.


    Hoy le escribo a las lágrimas de un coro
    con las notas grisáceas de la vida
    por la gloria olvidada sin decoro,
    por un cielo ahogado en la bebida.


    Hoy le escribo al pasado sin futuro,

    a los días ajados con plañidos
    que me aferran al dolo más oscuro
    de la mustia vidorra sin latidos.


    Hoy escribo un poema con las penas

    que naufragan y encallan en mis venas.
    A Uqbar le gusta esto.