Mundo poético de Jorge Lemoine y Bosshardt © Todos los Derechos Reservados

El asedio que mi voz te silencio
como un cielo de abejas
como abejas de cerrojos
te giran
la flor de cal
luna de jardines
y el polen
harina (arena de gargantas vacías)
golpeado
en molinos de mar
Beberte
la luna
latida de azul
en la memoria obstinada
tus caracoles
Flor
para buscarme abeja
Polen de pianos secos
manos abandonadas
raíces, cangrejos muertos
olor de colores emergidos
y los pétalos dormidos de tu pelo
musgo de estrellas de vino
vaciar mi soledad en tu costado
ah! el asedio que mi voz te silencio
y tu sombra de silencio
y tu dolor a silencio


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Hay hombres raspados por el vino
con la mirada agria
y ya la sangre doble.
Son hombres que se buscan
los ojos
en la fantasía madrugada
que se abren los caminos del
delirio con el alcohol definitivo
que los vive.
Esos hombres que rescinden la
valentía de saberse, de
tener los ojos en quicio de raíz
y abiertos, se
cierran en el sueño finalmente
como una ciudad sin puertas
que tienen las defensas suficientes
y la verdad los merodea por los
ojos donde el alma no se aposta
sobre el mundo
que ya no puede trasponer cerrojos
Y ya se ignoran tantos siglos
de eludir espejos
por tanto ser más verdad por lo
soñado
haberse suprimido
por afuera
como una ceguera repartida
cinco veces
del que sólo existe por adentro
suprimido tanto como se cree.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

se abren largas conjeturas
como espejos de largas gargantas.
¿Quién detiene la profundidad de los
espejos?


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

entraña de corazón
y viento
rumbo crucificado
horno de tablas
en los cementerios
vaso ciego de distancias
en el hueco de los muertos.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Tu sangre de ladrillo y
golondrina derretida
leche de piedra de rosa
y pájaro bandera
medrará la telaraña
de caña
la catacumba redonda
como la hiedra de fuego frío
que te empuja te sube
te vive y te consume.
anda echada a andar tu
tierra
como una nave
vívida de la sanguínea
caldera.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

De las tierras del nunca
Dejo atrás el mar de las
siempre lejanías.
Llegué a tus islas donde
las olas
eran dulces gatos azules
que se refregaban
con las uvas de nieve
de la espuma.
allí amarré mis barcos.
Venidos a tu asombro
como bestias remotas y
finales.
Tú no entiendes mi lenguaje
todavía
Mi ternura te asusta
equivocada con garras
y furor de fieras.
sin embargo me senté
para esperar que madurara
tu espanto.
Despertada ya no seré
tu soledad ni tu distancia
y tampoco el miedo que se tiene de los
que no han sido esperados.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

yo soy pastor de silencio
tu sangre será arrancada de
raíz
tu sangre de raíz,
éste es el verso.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

tu corazón de reloj
y pájaro vacío tu
sangre horaria y
giratoria como un
hilo cuenta el huso
peregrino
la sangre rutinaria el
acceso nutritivo


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

La cuenca de tu savia
circular
la ruta del molino
sin fatiga
rueca de savia tu
corazón de barco
agua luminosa


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Cuando pierda vigencia
tu ojo degollado
ventana sin adentro
testigo ciego
el infinito será el gesto
suplantado
como un lenguaje
desquiciado de silencio
larga noche final
definitiva
, el ojo seco
será el último faro
pescador sin peces
esperante sin barcos
como un hombre vacío
que no puede comprobar su oído
en el silencio


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Cinco casas de cristal y luna
cinco almenas de mármol y maíz
cal y copa
candelabro y pétalo,
cinco alas techos olas
pequeños
en el alero dulce y espigón
de tus uñas
ventanas tibias
sin adentro como conchas
en tus dedos de alfil
como naves de caña y pan


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

De las horas que he vivido de los
hombres
he aprendido una cosa de la gente
que todo lo que piensan o que sienten
no tiene nada de las palabras o los
nombres.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Volver a un sitio que no se ha buscado
nunca, es más difícil que llevar
un camino hacia donde no se
ha estado pero se busca.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

el que encuentra una
razón para volver
ya no parte por la razón
que se fue,

*

las semillas del pan.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

Tu voz de trigo y caracol
que no he bebido nunca.
Los hombres flotan en los
ojos que soy
empapados de sol
rotos de lento alcohol
borrachos
volver nunca es lo
que importa


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT