1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Color
Color de fondo
Imagen de fondo
Color del borde
Fuente
Tamaño


  1. Soy una nube que no abdica
    ante un viento de pupilas claras
    en medio de una tempestad
    llena de alquitrán
    en tránsito de descomposición.

    Esqueleto que resiste a los siglos
    y derrumba el tormento de la nostalgia,
    en un corazón que sangra ante el espejo,
    herido, en un hondo lamento
    como un lienzo sin paleta que mostrar.

    Mis huesos son la carcoma
    de un maniquí embriagado
    en delirios de su propia sangre
    bajo una noche de pensamientos
    de velada débil.

    Hay en mí un poco de huracán ahogado,
    náufrago buscando un hueco en una playa
    donde el agridulce frío del alma
    ya no sienta dolor.

    El lamento de un sueño bañado
    en un último temblor huidizo,
    la duda del corazón es mi luz
    y el grito del silencio mi destino.

    Entendí, al fin,
    que no hay luz sin sombra,
    ni risa plena
    sin un llanto oculto.


  2. No se quema la bala con el llanto,
    hay vidas evaporadas
    en fragmentos de metralla
    ocultos entre niebla sin rastro
    sobre ciénaga envuelta en dolor,
    desolado paisaje volando hacia lo eterno,
    donde los ecos de mis sueños
    se ahogan en silencio.

    Vestigios de último aliento
    adherido a palabras descompuestas
    en lenguas desgajadas de abominable himen,
    lágrimas desvanecidas en las mareas
    de los falsos rezos.

    Exterminadores que no enseñan nada,
    holocaustos de sangre derramada en tierra seca,
    breve tiempo en hoguera de voces apagadas
    en las sombras de un mundo olvidado.

    Oración perpetua que se eleva
    como incienso a la divinidad del pecado,
    orando entre cadáveres velados por nubes
    desolados, sin rostro;
    se pierden en la marea de trazo débil
    entre las polillas en la luz de la madera
    que se desvanece.

    Vidas mustias flotando como sombras
    adheridas a un tiempo cansado,
    inexorable paso a un mar sagrado
    que sostiene el instante
    en ojos de infinito dolor y rojo clavel
    que deslumbra la brevedad del mundo y su luz
    que siempre vuelve a resurgir de sus cloacas.

    Églogas del tiempo,
    sándalo disipado en grandes zanjas
    llenas de cuerpos frágiles en silencios sagrados
    que entran en sus rendijas.

    Enjaulada la vida
    en sus más frías costuras
    caminando sobre cosas donde las confesiones
    son la luz que tamiza la brevedad del cáliz,
    las sombras se tragan mis gritos
    donde fallece el pulso de la existencia
    expandida por el vacío.



  3. Tus ojos se apagan
    ante los filamentos de los lirios
    cuando la noche juega con la paloma.

    En la niebla vespertina
    muerden las alas de mi espíritu
    quiebran mis pupilas donde el sol reposa
    bajo arcos de luz
    entre racimos de flores enteras.

    Mariposas de luz vuelan
    con alas azul mar
    en tu jardín resplandece la llama
    donde el tiempo no transcurre
    se apoya en mi breve despertar.

    Ahora todo es aurora
    manoseo el agua salada
    en ese lugar que se imprime la vida
    y saboreo las efímeras montañas
    donde se alimentan esos seres
    que tanto aman las gargantas
    llenas de senos.

    Entonces el mundo se transforma,
    el azul se vuelve fuego
    y el rojo predomina en tu firmamento.



  4. Tú nunca te irás
    porque duermes en mí,
    entre pausas de manuscritos
    respirando en la sombra
    secretos diseminados
    en monte que sube a la zona
    ondulada de lo entrañable.

    Vives oculta en rincones
    de guirnaldas herméticas,
    en el aliento de la luz
    resguardada entre la brisa
    que no deja sonido.

    Yo te guardo en mis lágrimas
    en el reflejo de un espejo roto
    en los jardines donde duermen las horas
    en la convulsa cintura
    de un cuerpo sin playa.

    Te ocultas en mi pecho,
    donde todo son penas,
    como voces perseguidas
    por un acero helado
    que arrasa con el calor
    que aún te transita.

    Cuando te busco
    las horas se estiran,
    eres sueño y tormenta,
    misterio oculto
    en los pliegues de tu firmamento.

    Nunca entenderás
    los destellos de la agonía
    que mueren sin saber lo que es querer
    frente a este mar
    de cielos hambrientos.


  5. Soy una nube que no abdica
    ante un viento de pupilas claras
    en medio de una tempestad
    llena de alquitrán
    en tránsito de descomposición.

    Esqueleto que resiste a los siglos
    y derrumba el tormento de la nostalgia,
    en un corazón que sangra ante el espejo,
    herido, en un hondo lamento
    como un lienzo sin paleta que mostrar.

    Mis huesos son la carcoma
    de un maniquí embriagado
    en delirios de su propia sangre
    bajo una noche de pensamientos
    de velada débil.

    Hay en mí un poco de huracán ahogado
    náufrago buscando un hueco en una playa
    donde el agridulce frío del alma
    ya no sienta dolor.

    El lamento de un sueño bañado
    en un último temblor huidizo,
    la duda del corazón es mi luz
    y el grito del silencio mi destino.

    Entendí, al fin,
    que no hay luz sin sombra,
    ni risa plena
    sin un llanto oculto.
    A Bernardo de Valbuena le gusta esto.


  6. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: HAY UN LUGAR
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA


    Hay un lugar donde el alma consume luz ,
    las veredas son latidos de sangre
    y los ojos estallidos de eternidad.

    Allí, los abrazos son savia de rosas
    y néctar de caricias.
    Las palabras son ondas azules
    que regocijan al corazón lastimado
    que crece y se estira en trocitos de felicidad
    como rayo en noche oscura.

    La sonrisa besos de amapolas, radiantes,
    que proyectan la pasión
    de una noche enamorada.
    Y yo, pobre de mí
    un susurro de viento adherido a tu voz.


  7. Era verano, al soplar la brisa,
    el sol dormía sobre el agua yerta
    y mis manos buscaban en el aire
    un injerto de miel,
    el habla de un río de muslos
    con meandros suaves.

    Me encontré con un tacto
    en el roce más puro de la vida
    un trazo donde florecía lo imaginario,
    torneada sombra donde surgían
    las crestas altas
    cubriendo de sueños la luna.

    El deseo se selló en un brote de alma
    en el núcleo interno del cosmos
    que adoraba el silencio de la sed
    y la pasión del rayo
    en su corta historia.

    Ondas donde se curva el tiempo
    en mirada de pájaro lacerada
    una inclinación
    en el canto del suspiro
    un sentido sueño en el sol
    de la aurora.

    Una pausa donde el tiempo
    marcaba una hora
    dibujando respuestas,
    y el misterio de lo simple germinaba
    en cantos de suspiros eternos
    donde pernoctaba la orfandad
    del verbo no consagrado.
    A Pi-Radianes le gusta esto.


  8. Amo la ausencia de tus ojos
    cuando sobreviven
    al amanecer despierto de la hoguera
    que resbala sobre la cordillera
    sobre el cielo y el rocío
    del primer aliento de la primavera.

    Me ahogo en los astros
    que resbalan por tus nervaduras
    cuando mis palabras no llegan al río
    son simple balbuceo en las manos
    de los días.

    Tierra inundada sin misa previa
    corazón grosero buscando el puerto común
    donde las flores y el aguacero
    son gobernados por estallidos
    que iluminan el monte de las ánimas
    y beben el ansia de las fuentes
    antes de ser agotadas.

    Ya respira el bosque
    entre la niebla densa
    y la sangre oficia oraciones
    ante los astros
    que huyen en desbandada
    disfrazados de días
    de rezo prolongado.
    A Pi-Radianes le gusta esto.


  9. Hay una cascada soñando
    con el cascabel de la serpiente,
    un nudo de noches sin estrellas
    donde el trigo, celoso,
    ya no se esconde al verte.

    Destellos que doman la ascensión
    de sueños compartidos
    en el universo que habita en tu mirada
    bajo un cielo en tránsito
    entre suspiros y sangre
    que anda con su luz apurada.

    Mórbidos espacios
    donde las palabras
    son eclipsadas por un sol,
    donde sólo importa el ahora
    en este umbral lleno de aguaceros.

    En ese corazón de reposada espera
    se alivia el cantar
    de labios resguardados por hojas
    donde pervive el marfil
    en orilla de soplo permeable.

    En ese pecho oficio mis versos
    con temple breve y suspiros enredados
    en raudales de ubres, donde la lujuria
    se alterna con la luna joven
    y se enredan las lenguas
    en la raíz que depende de la humedad.

    Me descalza como si fuese primavera
    bajo una luz incipiente que deslumbra
    los ojos de un manantial
    que brota del vientre
    donde dios abraza el desnudo
    en los bordes con alas abiertas.
    A Bernardo de Valbuena le gusta esto.


  10. Mis manos hablan con suaves caricias
    movimientos sin prisa
    cuan sílfide abrazando
    a labios cerrados, sin brillo,
    a pluma que flota
    deseando ser brújula.

    Paseos en suelo callado
    en curvas sin ritmo
    canto de fuegos de feria
    artificio en colina blanda.

    Cuando las muevo
    el silencio se quiebra,
    hablan las rodillas,
    los hombros se yerguen,
    la espalda como meseta de sueños
    busca contactos que estremezcan al iris
    en un lenguaje de roce de viento.

    Cicatrices sanando en lengua
    que ondula en mar revuelto,
    espejo donde se asoma la esencia
    de un libro de palabra lenta,
    un canto ligero en flor viva
    una voz entrecortada entre filamentos.


  11. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: ME DUELE EL SILENCIO
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA


    Me duele tu anidado silencio,
    ese dibujo de alma sobreviviente
    que en esos ojos delgados como el tiempo
    giran sobre la horizontal hermosura
    de tus cejas y se despliegan
    en la inestable senda
    donde florece lo irreductible de su sombra.


    Arcos con suaves curvas,
    allí nace el brillo entre golpes
    de rayos de sol
    en la bocana de un espíritu hondo
    cénit de la luz donde canta la alondra.


    Acaricio la soledad de tu alma
    la singladura curtida de rojizas horas,
    el tapiz donde el deseo habla
    con la inmediatez del olvido
    cuando lo hermoso sueña con el arrecife.


    Bebo del amor,
    la brasa del pétalo que no se apaga
    sobre la risa descabellada del suspiro
    que va a buscarte y halla
    la voz de la muda tragedia.


    Me adormecen los hechos
    que subsisten en el plano superior
    del recuerdo, en el lado oblicuo
    de las pasiones rebeldes.


    Me matan tus palpitares inquietos
    en la cascada solitaria,
    sobre la armonía de lo nuevo
    que vive al margen del sentimiento.


    Yo fui una vez pájaro
    en tu huerto, hoy muero asfixiado
    por todos aquellos recuerdos
    que hoy son cristales oscurecidos
    por el tiempo.
    A Bernardo de Valbuena y Pi-Radianes les gusta esto.


  12. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: LA ADOLESCENCIA
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA

    Un tiempo de horas inconclusas
    de reloj descubriendo las horas
    mirada brillante, perdida
    en abismo de suspiro impuro.

    Flor que desafía el latido de la prisión
    con un brote de sueños
    en un anemómetro sin usar
    aferrado a un viento sin clemencia
    cuando despierta la mañana.

    Naciente cometa en alborada,
    un estruendo de luz ceñido a la garganta
    que se aferra a la solana de la vida,
    tormenta tocando un trozo de cielo
    ante un silencio que grita.

    El zumo de la inocencia
    adherido a un suspiro azul
    sobre una mirada de infinito contraste
    ante una incertidumbre aún sin oxidar.

    Cuando el arcoíris de la alegría
    ondea en la sangre embriagada
    tiempo de privilegios en la piel
    ante la voluntad de la caricia
    y el estigma acalorado del deseo.


  13. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: AL BORDE DEL INFINITO
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA

    Al borde del infinito
    donde todo se expande
    surge un resquicio de sombra
    que aturde a la luz.

    Un mundo
    entre el ser y la nada
    agoniza y resucita
    en la ausencia del tiempo.

    Una semilla de cálidos suspiros
    rememora el suave morir del destino
    en la memoria de los hechos sin ojos.

    Reverdece el temblor
    la voluntad se acostumbra a la ausencia
    y brota la luz entre las sombras.
    A Pi-Radianes le gusta esto.


  14. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: NOCHE DESTILADA EN VIENTRE
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA

    Esa noche destilada
    no tiene luz en su vientre
    ni nacen primaveras de su ombligo.

    Noche con ojos sin raíces,
    adónde vas temerosa y cauta
    ¿En qué época de tu primavera
    florece tu flor nueva?

    Pétalos se deslizan
    por tu piel de mañana,
    sendas abiertas
    con lúcidos crisantemos
    levantan tu pecho al frío.

    En la transparencia de la luna,
    amaneceres abiertos
    a la luz del valle
    en oleadas de terremoto
    siguen el designio de la corriente
    buscando el puerto sin sombra.



  15. AUTOR: JOSÉ VALVERDE YUSTE
    TÍTULO: YO FUI
    PAÍS: MÁLAGA/ ESPAÑA
    DECLAMADO: MORE DURE


    Yo fui serpiente devorando tu cuerpo
    la mirada de tu angustia
    tus cascadas de lágrimas
    me dejaron extasiado
    no te reconocía temblaba
    hasta el dolor de tus ojos.

    Me subí a tu cuerpo y fui paloma
    surcando tus aires ateridos
    consumé el vuelo en tu mirada
    y vi el azul cielo precipitarse
    por la vaguada de tu escote.

    Yo fui el pistilo de tu estigma
    la fragancia de tu piel
    tu perfume francés
    el aroma de tus deseos
    convertido en amor de joven canal.

    Renací de mis cenizas
    y me convertí en fuego abrasador
    la revolución de tus hormonas
    el pirata que te roba el corazón.

    Yo corrí por la playa solitaria
    y me llamaban las olas
    porque en la espuma de las crestas
    estabas tú, candente
    como un géiser ante la nada.

    Volé enloquecido por las onduladas
    lianas de tus cabellos
    me balanceé hasta las lomas de tus pechos
    absorbiendo el néctar de tus brotes de alhelí.

    yo fui camino
    subí por tus laderas
    esquivé todas las maldades
    sintiendo el milagro del espíritu santo.

    Fui barco navegué entre tus piernas
    sentí tus terremotos
    vi salir la lava de tu volcán
    y yo sediento de ti naufragué en tus océanos.

    Fui río, nací entre tus secretos de alcoba
    donde temblaban hasta los hierros,
    caminé entre tus sábanas y te compuse una nana
    para que saciaras tu sed de amor.

    Yo fui eternidad y volé contigo
    del suelo al cielo.

    https://www.facebook.com/profile.php?id=61553566010352&locale=es_ES
    A bristy, luna roja y Pi-Radianes les gusta esto.