1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Color
Color de fondo
Imagen de fondo
Color del borde
Fuente
Tamaño
  1. Mejor fue ignorar cierta moda del astracán,
    me regocijo desde ahora pues siento la calma,
    olvido la tempestad del amor y la tromba laboral
    tengo cierta preferencia pero no quiero beber,
    ni tampoco cantar, ni sentirme estregado.
    Sabias son tus estrellas
    y tu apresurado, que te alejas de la maraña, escucha:
    sustituyamos las causas,
    vayamos detrás de la caravana y soñemos.
    La multiplicidad de las situaciones es interminable,
    parece polifónica ( o algún pensamiento sistemático,
    exacto y deductivo).
    A la hora vital en la intensidad de la noche platinada,
    ella echó un vistazo taconeando ante la multitud,
    El : siguiéndola lo valuó como el sonido gravitante
    de la poblada avenida cegadora en sus iluminaciones.

    Un momento antes observó fascinado el suave lunar en
    la parte alta del brazo -predominando como un emblema-,
    ella bajó taconeando por las escaleras a buscar su regalo navideño.
    Había cavilado pues bien podía ser la ofrenda de un corazón
    mullido sobre plumas acolchadas y rojas y un ángel fractal,
    con un sublime estampado en la dedicatoria sellando el pacto de amor.
    Mientras recorría la atestada avenida y los locales, se dijo que tal
    obsequio sobrepasaría las limitaciones. Era emblemático y sellaba
    el pacto amoroso pues sobrepasaba las limitaciones y lo admitió
    atemporal ( bendecido por el universo).
    El lunar parece una flor pequeña, o tal vez
    un pequeño yuyo, insignificante, inocente, innombrable.
    solo reconocido por los mensajeros de la luz...
    ( Ambos fueron felices y gentiles después del brindis de
    la medianoche).
  2. mejor fue ignorarlo,
    ahora me asiento en la calma
    y prefiero no beber,
    tampoco cantar, ni verme entregado
    Sabias son tus estrellas
    y tu que te alejas escucha:
    te sigo como al sonido gravitante
    Observo tu suave lunar en el brazo
    parece una flor pequeña tal vez
    un pequeño yuyo, insignificante.
    Sin nombre
    eres inocente, e innombrable.
    Solo conoces los mensajeros
    de la luz.
  3. Los pasos por la planicie
    la sinuosidad de los mojones
    estrellando mariposas;
    insisto: Quien me dirá,
    el comienzo de la tribulación,
    el final del escarnio y de
    la apelación ensañada,
    la mísera bestia fustigadora,
    el desvarío del cocodrilo
    la placidez del sol ralentizado
    en las sombras de la figura
    púrpura
    - Y llega tu embriagues sanadora
    asistiendo los sueños,
    recogiendo desafíos del manto
    y del beso,
    incluso del olvido...
    ¿ Quién pronuncia con mentiras
    rumores ficticios?
    A José Valverde Yuste le gusta esto.
  4. Revoloteos.
    revoltosas y fiel a
    su alimento principal,
    la tribu indígena africana
    a diario trepa cuarenta metros
    hasta la cúspide
    para proveerse del alimento.
    Es la miel el alimento a toda hora,
    si no la logran padecen la escasez.
    Pierden sus familias y son vedados.
    Un indio de gran fiereza no logró
    el sustento de miel para su familia
    (Debía mantener cuatro esposas
    y la pequeña prole ya debilitada
    por la escasez), terminó execrado,
    burlado, difamado; martirizado y
    aislado.
    Decidido a vengarse: mato cincuenta
    ocho personajes de la tribu y después
    se ensañó con las mujeres y la prole,
    luego ejecutó su inmolación en la
    repulsiva fogata...

  5. 1- La agitación del oscilante mar
    desflora tus sucesivas miradas,
    aún con tus pies arenados,
    reviven escozores felices
    acunando en la oscuridad
    el inmenso globo lunar de tono
    satinado y cambiante,
    y acunando en las cabelleras prolijas del
    oleaje nuestros sueños.
    2- Acurrucada en mis brazos:
    te vi yerta y lamí tu dolor,
    ¿Cuánto tiempo bailamos en derredor
    de las fogatas?
    Pero el pensamiento insensato se apagó de pronto,
    la siguiente noche no regresabas...
    3- Construiste un ensamble, una
    extensión de la carpa.
    Desde temprano el aire tórrido
    frecuentó la arena...
    Tenías el ceño fruncido mientras bebías,
    Yo recordaba las noche en la callejas,
    las sardinas fritadas al ajo, el vino
    y ya tarde, los sucesivos clímax: la pequeña muerte.
  6. Desde las tinieblas se desgarran
    velos
    y en el silencio fugaz alguien te
    persigue.
    Un aullido es la causa de tu estupor:
    es que sofoca los giros angustiosos
    es que deshace cadenas de tu mundo.
    En el amor la sed es esencial...
    Ya no quiero escuchar chasquidos
    del menoscabo,
    ni el ahogo platinado de la Luna.
    Entonces saltaré sobre los sueños
    inextinguibles...
    ¿Por qué aceptar el acoso de los
    sueños?
    La delicia de tus labios sobresale
    de un grito
    -que no perfila-
    y me apresa agrietando la compulsión.
    Pero si te vas
    es el amor quien hoy perfilará el odio.
    A Extravagante le gusta esto.
  7. En la incierta quietud de la noche,
    facetas invisibles cierran el ojo
    del mundo.
    Secretos velados por la ventisca
    y los numerosos fragmentos de
    la oscuridad.

    Y el alma se abisma,
    con cada latido
    tu voz resuena,
    es ahora cuando el universo conspira

    ahora es la invocación a las estrellas,
    ahora trazan senderos ocultos
    al amor prohibido.
    A AnonimamenteYo le gusta esto.
  8. Si quieres tú, dímelo...
    pues de mi emanan sueños reiterados,
    sueños y entresueños repetidos,
    fosas centinelas, prófugas y efímeras,
    ornamentadas con profusas ramas;
    minuciosos curiosean la exacta
    mitad de tu cuerpo:
    que fue abarcado por el destemple
    y por la convergencia inundada
    del osado diluvio.
    En el tronante cascabel la niebla
    explora nostalgias mustias,
    y se relaja en ahogadas gargantas...
  9. Parece un día lento e incoloro,
    se supone un día mencionable,
    que persigue las sombras de la
    flor abierta, del gorrión travieso.
    De la flor herida con azufre.
    Un día insignificante,
    donde se desprende la piel del
    crepúsculo colorido,
    o se graba un retrato nunca visto
    en el espejo de afeites,
    o te doblas en el tiempo,
    en ese porvenir que llega a cada
    instante y se esconde detrás del
    telón, cercano al trapecio que
    se derrumbó cuando el ciego
    subió temerario y dio el espectáculo.
  10. Cuando amas te ensañas en extraños
    arabescos.
    después atacas y alcanzas la altura
    ¿ Por qué quieres
    consumirte como un bonzo en el fuego?
    Ahora no prefieres la instancia de paz
    tu forma esquelética es semejante
    a la marioneta.
    Al besarme buscas protección,
    tu sino es parir mediante y con la
    pasión desbocada y expandirte en la
    música virginal: hasta conseguir
    agotar la danza...
    O derrumbarte en el interior del paisaje
    en las extrañas nubosidades verdosas
    tornasoladas,
    con esas fulguraciones de un ángel furioso,
    en el infierno caótico adimensional.
    Y al final te derrumbas y quedas plasmada.
    Eres ya la persecutora, prosigue y vete.
    Sumerges en la transparencia del agua
    de cristal y reiteras tu deseo de amar hurgando
    y aplastándome en la caverna.
    Has logrado atraparme en el centro de tu vigor.
    En tu pasión de ensueño platinado,
    encerrándome en el tejido adonde lloras.
  11. 1. En la asustada quietud de la noche,
    mientras los sueños entrelazan...
    invoco tus pensamientos
    y los secretos velados por el viento.
    Numerosos fragmentos iluminaron
    la noche,
    y en cada latido resuena un quejido,
    el alma abismada,
    la conspiración universal,
    la invocación,
    las estrellas como flores cegadoras,
    los caminos ocultos en los manglares,
    el secreto de un amor prohibido.

    El día que un día perdió su nombre,
    el objetivo perdió la carrera de las sombras:
    Una flor abierta fue herida con impiedad
    y en la guerra murieron muchos más.
    Aquel tiempo nada significa,
    en el crepúsculo se desprendió el mal,
    las pieles se deprendieron de los seres
    en el instante quedó grabada la peor
    maldad.
    Fíjate en el espejo sin afeites
    tal vez asciendas a la eternidad,
    te doblaste como doblabas el paso.
    Del tiempo el porvenir ya no existe.
    Detrás del telón, adentro del circo,
    y del trapecio que se derrumbó,
    fuiste el ciego que subió por la escala.
    A Carolina Varela Lopez y Extravagante les gusta esto.
  12. Gravita en la dispersa blancura de
    polvorientas letras, en esos dudosos
    roces de la soledad, y en ese abrumador
    plasma delicuescente de los instintos,
    en el sugestivo alud de nubes arrebatadas.
    ¿ Qué haría sin el hal0 predecesor de la
    luna rozada por las resonancias de tu voz
    en el enjambre de estados adversos y
    versátiles...
    Es esa instancia presentì nuestro amor
    insepulto.
    Y percibí las coronas sin falacias.
    Solo el ansia de la honrosa verdad.
    con el sostén de la sonrisa embriagadora.
    retornando al deseo de sumergir mi deseo en
    tu baño ritual,
    y en el más hondo- profundo- rubor místico.
    Fue entonces arrastrarme en el amor
    pasional que se torna lírico.
  13. Ya no sé cual digito señala
    y restablece la confianza
    de este mundo.
    Alicaídas sombras proclaman
    la insulsa vaguedad y la alarma;
    sonoras pieles, y duras escamas
    nunca faltan para socavar la fe
    caída rama, entonces bebo:
    con el vino bailo, con el vino amo
    con el vino clamo...en el vano
    desierto me proclamo, el afán
    de verte cierto día iluminado...
    A Carolina Varela Lopez le gusta esto.
  14. Los chubascos migran intermitentes.
    Y pregunté por ti: ocurrió con las
    primeras flores; habías desaparecido
    con la nieve; fue como cerrar los ojos
    y no lograr el segundo de despedida
    Solo puedo expresar la sensación...
    solitaria. Busqué en una carta gastada
    y obtuve un lenguaje solitario,
    buscaba una carta que no hallaría nunca
    y cerré mis ojos y palpe mi cara en el olvido,
    hurgar el jarrón fue romper mis pestañas.
    Ahora mis ojos te imaginan sin verte,
    mi queja es la inútil espera en el reposo.
    Los cuartos lucen banderas caídas,
    ahora vuelve a doler el perdón y la ofensa:
    Lo dijiste: " no me veras, lleva flores "
    No te aferres a señales vacías.
    Necesito encontrarte en la caverna
    una lágrima surge de cada ojo de vidrio.
    Estabas exangüe, y me levanté, tu beso era fiero.
    Si... en el amor no hay olvido,
    hay soledad en las primeras flores
    al desaparecer la nieve.
    A Alonso Vicent y Carolina Varela Lopez les gusta esto.
  15. Suenan rechinantes las bocas
    aplastadas por el cieno,
    y los tambores de los ídolos,
    en las retiradas doblegan la
    espesura
    y en el destemple el dolor
    desmadejan.
    Tritura la cizaña,
    La ciénaga despuebla los rencores,
    los aplasta en el desuso.
    Se pueblan de dudas en las marchas
    cansinas.
    Un pueblo es martirizado
    por las fieras voraces y sanguinarias,
    allí la vida se vuela al más allá
    y sus cuerpos se desmadejan...
    ¡Cuánto más?