La bruma te oculta, el aire frìo salta. La bruma te olvida labrando la oscurecida noche del otoño. Lo màs triste es la indiferencia Me propuse irradiar con mil besos pues, acunada estaràs plena. Mis noches se funden en las sombras de tu rostro, no es preciso estar entre muros. Durante los abrazos sin tregua, afrontamos el inclemente amanecer: igual a las nubes ennegrecidas, sin aflicciòn, nuestros cuerpos deberan separarse.
de los desgarrados velos, se desprende de las tinieblas y se fuga una silueta quebratando este silencio. ¿Quièn serà la bella joven que mira con estupor y guiña al deshacer invisibles cadenas?
En esas noches con almas, en esas horas con cuerpos, te vi arquearte en la penumbra, y al arquearte suspìrabas suspirabas de amor porque mis suspiros te llenaban, porque entornabas tus ojos con el matiz explicable del pudor caìan tambièn los mìos de tanto amarte, de tanto besarte, ascendiò al cielo lo abismal. Guardamos memoria. Tus manos y tu cabello humedecido por ansiedades se reconoce en mis ansiedades, clandestino dibujo fracciones de horas por mis seductoras audacias que te fecundaron. Amame cada vez porque serà irrepetible, el silencio serà la herencia que guarde nuestro recuerdo de espìritus aunados.
La soledad que atrapa, me encierra en la guarida: apresa la emociòn de ser a tu lado de estar y no estar de ser el presente en la odisea, vencido hasta la nàusea y errante serè el vagabundo del cristal avistado, serè el jaspe de los fulgores ciegos. Sè que ahogarè el fruto cernido en tu presencia; la verdad escaparà al apretar mi sed, sè que desearas el torrente amoroso de ayer en las visceras del agua; sè que derrotaràs tus embestidas dàndote vuelta sobre ti misma, o fugàndote... Sè que amaràs la torre del silencio y en ese àmbito todo tendrà significado...
Al precipitarse en el silencio, escuchas el adagio, retumba en nubes poderosas, acaricia tu piel no sè en cual galaxia. Los sembrados del planeta elaboran sueños, hay un niño de ojos atentos, lejanìa para rememorar de este cìrculo de vida èl busca con empecinamiento, anonada clamores y, cuando retorna, una lluvia desnuda sus senos, sus labios beben del pequeño ocèano azul que sube y amontona el oleaje.
La brisa se deslizò en la sombra del pasado dejò una huella profunda en la piel del tiempo. Apenas intuida, suspirò en la bruma dejò rastros en el sabor del viento, bajo aquel cielo antes soñado de plata lìquida, nuestra alma bailò al ritmo de un tiempo olvidado. Y yo, en mi encierro, sigo incompleto, lanzando imprecaciones, ahogando sìlabas en el rìo mi mano se escurre hacia las nubes con el amor profundo que no deja de amarte.
Si un misterio esconde otro misterio, y ninguna expectativa alcanza, si las sombras del pasado pisotean y por fin entrelazan, pero el tiempo ya no avanza. Una encrucijada de notas buscan sueños en calma y el corazòn halla un puerto donde el corazòn se traba; errante de añoranzas entrega por fin, la pena que escapa... Si a cada paso disuelve las certezas, en el espejismo donde descubre la esencia. Y como estrellas fugaces de un cielo incierto se pone de rodillas, halla lo deconocido, latiendo y que vibra. igual que las huellas del pasado en los murmullos del tiempo. Intuye apenas como un suspiro en la bruma dejando rastros a los susurros del viento, Se disuelven entonces las certezas, en el espejismo y en el errar sin rumbo descubre la esencia del viaje...
Unida a las lìridos de abril, como destellos silenciosos perfumados en el ocèano universal, me olvidas, soy mero copiôn de eones, Aùn cuando te amè, y me inmolè por tì en el fuego, no fue posible crearte de nuevo. Renuevo la calidez de tu mano, la sombra de un beso, el tenue abrazo... ¿porquè no fue posible crearte de nuevo? Intento recordar y veo una diosa impudorosa de papel...Pero me inquieta no poder crearte de nuevo. Hiciste de mì tu esclavo, el pordiosero de las calles arenosas, el trepador de los senderos helados, el que se sumerge nadando junto a las patas de los elefantes, el que se alza en todos los calvarios... Pero, nada importa si no puedo crearte de nuevo.
Juegas con el collar de perlas y guardas en tus dulces labios el secreto de soledades que acorralan; de dolores en la espina demoledora de mirada cristalina que rehusa y escapa del manto incesante que arrastras en los sueños genuflexos que añoras, sueño de todas las causas, muda, yerta en la hondonada... Huye pues, yo no podrè escapar, serè el fugitivo del corazòn que destiñe y del bongò crepitante... Huye y no vueles con sonrisa de encanto, pule mi oìdo de murmullos de susurros en las ramas, pero no uses tu magia agreste ¿ Para què ejercer tales armas? Mi sombrero de ala grande demolerà los sonidos y pulirà las formas de abalorios enmohecidos en las jaulas donde me encierras sin pausa.
Y cada media noche salìa sigiloso de la habitaciòn y con habilidad y esfuerzo trepaba los desgastados escalones: ¿por què estaban tan lejos los baños? por què tan separados los peldaños? ¿ por què se habìa escapado su mujer? ¿ Por què no le dejaba ver a sus hijitos? ¿ Por què no lo amaba? ¿ por què llevaba aquella vida deplorable? ¿ Y què hacìa aquel ruidoso palomar sobre los recintos? ¿ Por què cojeaba y apenas caminaba ayudado por el bastòn? ¡ Por què mendigaba! ¿ Que tenìa en su cabeza que no le dejaba llevar la vida? ¿Por què bebìa de noche y de dìa sin dormir ni un minuto? ¿por què nadie le ayudaba si èl no era malvado?
1-Arguyes desenfado, abrazas desconsuelos. En el supremo destello del girasol detentas fantasmas... La fragilidad eres tù, eres tus caderas fervorosas, en el desvelo. Y aguijòn, en el ensueño de hierbas retorcidas. 2- ¡Oh jornadas frenèticas! Abejas postradas y devotas migran a tus ojos enlodados de belleza. Apaciguados candelabros velaron las potencias nocturnas. Entonces volvì a mi cuarto. 3- En el entramado de la piedad asediada deglutes cocodrilos. En tu cara de muñeca rota, urdimbre de crespones acunados, arañan tu garganta desechas verdades. Ya era tarde para dormir en la cama resuelta, ya era la noche lastimàndome los ojos... 4-Deshilvanados sueños nos ignoran. Esa trama proclama còmo pasarà la vida: ¿ Seràs el zorzal que canta en vano y huye? 5-Oh,dulce criatura engañada, vìctima escabullida de los tormentos. Puramente sometida aùn procuraràs vencer... 6- La abrumada vegetaciòn dejarà un àrbol por otro àrbol. Afrontaràs pobres y reales experiencias. Ante la puerta de tu cara enmohecida venceràs con la viga y el hacha...
Anidas de pronto en el hueco de los penachos vibrantes en la roja flor libada e incansable, visible brote de la llovizna, luego ampara la acrisolada tarde, reposa con discreciòn y en la quieta penumbra brilla,brilla antes del brote de lluvia y en el aleteo enardecido obtiene la captura del surco de la brisa erizada del sèptimo dìa de las flores
Veo en tus pupilas el dolor en grises làgrimas, y al partir con el estruendo del cielo enmudece tu cara. No hay debajo de tu mirada un muro apaciguado, ese muro silencioso es la ùnica causa. ¿ Adònde el descanso de tu cuerpo de temperatura alta? ¿Adònde la placidez de tus besos penetrada? Me voy: cuando ascienden despacio dos ùnicas làgrimas.
La espalda hierve en el sôlido torrente que retumba. En el desfile vamos detràs de los carros de acero forzando el encierro. Cuando apaguen las ganas de asesinarse, cuando enmudezcan viendo los cuerpos destruìdos, cuando tuerzan su vigor destructivo y las venas se agiten en cada combate, desde las bocas tronantes zozobraran las sombras quietas.
Acosado por los sueños del amor, el silencio huyò de tu boca y ahoga la luz multicolor, con una espada chasquea sobre hierbas secas: ¡oh figuras desoladas! emprendieron el viaje del delirio, hunden el odio y el amor en congeladas grietas, derraman la sangre del culto, ahogan siluetas, oprimen la espesura del espiritu, atraviesan los canales donde paren puercos, donde fuimos antes y seremos siempre. La lluvia de hoy contiene tus sabores, los balanceos inaprensibles y... la carcajada que afrenta en mil formas.