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  1. Queridos lectores: “”el terror y el horror se había apoderado con más saña de Nicaragua””.
    Solamente están leyendo parte de mi historia, pero les aseguro que, como esta, hay muchas más escondidas en algún rincón, las que no salen a la luz por temor a recordar o a ser victimizados apareciendo “”suicidados”” por algún otro lugar.
    Y las zanganadas continuaron… Censuraban todo tipo de prensa. Los nicas apodaron los lunes de cada semana como “”negros”” porque el “”córdoba”” se devaluaba cada semana indiscriminadamente. En algún momento de la historia fuimos millonarios, llegamos a almacenar dinero papel en la bolsa hasta para tirar hacia arriba, más sin embargo, en el comercio no habían productos básicos para cubrir cada necesidad personal, tan sólo eslóganes en las tiendas rezando: “”hay que consumir lo que el país produce””, lo cual era muy poco, o sea que simplemente había que conformarse con el paquete de arroz, frijoles y azúcar conocido como AFA el que distribuían mensualmente los jefes de los sindicatos.
    Los “”nueve comanches”” repartieron tarjetas de alimentación a cada familia para controlar los alimentos; instalaron los tales Comité de Defensa Sandinista, en donde los “”cedesistas”” no eran más que lame botas, ojos, pestañas y cejas de los grandes Sandino-comunistas. Eso sí, quiénes teníamos familiares fuera del país, principalmente en el norte, pues éramos más afortunados, pues con $20.00 dólares, podíamos ingresar a cualquier “”diplo-tienda”” (tienda diplomática) y comprar los productos que no encontrábamos en el mercado y, pueden imaginarse quiénes eran los dueños.
    Y así pasaron los años entre miserias y racionamientos. Contar con los servicios básicos de agua, energía y teléfono… era lujo en ese tiempo. Estos señores proletarios eran más burgueses que los Lacayo, los Chamorro, los Benard o los mismos Pellas. Hicieron de Nicaragua la digna tierra de nadie y por lo visto desean quedarse para siempre a gobernar; la diferencia hoy día es que, aunque se cuentan con los dedos de las manos, hay unos cuantos sensatos que hacen oposición y los sandinistas se han dividido en el “”Movimiento Revolucionario Sandinista”” o MRS (que aglomera a los sandinistas que no son “”danielistas””) y el “”Frente Sandinista de Liberación Nacional””, plagado de seguidores del actual Presidente de la República Sr. Daniel Ortega Saavedra y aquí está el pegón, pues “”gallina que come huevos ni que le quemen el pico””.
    Entre los opositores, no hay muchas opciones para poder elegir, pues tenemos al Sr. Arnoldo Alemán Lacayo que todos saben que ha estado en prisión por fraude y robo a las arcas públicas y Don Fabio Gadea Mantilla, dueño de una de las más famosas radios del país… La Corporación, el único defecto de Don Fabio es que además de estar ya entradito en años, es consuegro del funesto de Alemán.
    Yo sólo sé decir que la patria lloró el exilio de los hijos que parió. La patria se tragó el odio del demonio que engendró. La patria sufrió en silencio por su desintegración. La patria exige justicia por la sangre que derramó y con seguridad no quiere más de lo mismo.
    La opinión que tengo del Señor Ortega Saavedra es que es un hombre perseverante y ambicioso y como tal, sigue embaucando a unos cuantos para lograr sus objetivos. ¡Pobre el pueblo nicaragüense!.
    La neta –como dicen los hermanos mexicanos-, cuando uno ya vive afuera del ambiente, puede hasta compadecer las decisiones de los muchos, porque “”la necesidad hermano, tiene cara de perro””, pero eso no significa que no tengan sueños que deseen cumplir. Lo que si puedo asegurar es que todos los que apoyan a este señor, fueron aquellos que se beneficiaron en los ochentas (como decimos vulgarmente, mamando la teta), lucrándose con buena carne, tarjetitas diplomáticas o de la tienda militar, carritos LADA soviéticos, becas a los países comunistas, estar detrás de un buen puesto por “”oreja”” y no por su educación, un terrenito con su casita por vitorear y gritar consignas o por hacer bulto en las manifestaciones, o simplemente afiliándose a la JS19J (juventud sandinista 19 de julio) u obteniendo la placa de afiliación del partido FSLN.
    El FSLN al mando del señor Ortega Saavedra, habrá cambiado los colores rojinegros por el colorcito de la Pantera Rosa, habrá cambiado su traje militar por ropa civil, pero deben de estar atentos… “”no todo lo que brilla es oro”” y pues “”la mona aunque se vista de seda, mona se queda””.
    El pueblo nicaragüense… no escarmienta. Tropieza con la misma piedra y cae siempre en el mismo error. Este señor proletario con aire de burgués, decidió pasar por encima de la constitución… pretende reelegirse “”per securum securolum”” y perpetuarse en el poder, como quien dice “”quien tiene más galillo, traga más pinol””.
    Cabe mencionar su círculo de amistades:
    Es yunta de Hugo Chávez, el tirano venezolano;
    es compañero solidario de Evo Morales, el gorila boliviano;
    se identifica de cerca con Rafael Correa, el dictador ecuatoriano;
    es uña y mugre de Fidel y Raúl Castro, los genocidas cubanos
    y guarda luto ajeno por los tiranos sabuesos de Libia, de Irán… y si me he olvidado de alguno les voy pidiendo disculpas y les solicito me auxilien en ayudarme a recordar.
    Ahora su proclama es por la “”Unión Bolivariana””, el legado de Hugo Chávez al pueblo venezolano, quien ya sufre los escarnios vividos por los nicas en milenio pasado y a quienes aprovecho para enviar un mensaje: “”Los errores de los tiranos que gobiernan nuestros países, no tienen que formar parte de nuestra lista de pecados””.
    Este nica proletario aburguesado que de nuevo llegó al poder, le ha regalado varios pergaminos manuscritos de Rubén Darío (nuestro tesoro nacional) al pobrecito de Hugo Chávez, quien retribuye elegantemente con el “”oro negro””, patrimonio de los venezolanos. Y ¿cuánto tiempo más nuestras naciones permitirán estos abusos?. No es necesario llegar a la guerra, basta con luchar diplomáticamente y ganar las batallas desde las urnas.
    Es necesario cambiar de escena… es necesario abrir los ojos y decir “”basta ya””. Los nicaragüenses en vez de quejarse que el país está mal, deben de remangarse las mangas y luchar por su propia libertad; hay muchas maneras de hacer patria. Hay muchas maneras de salir de la miseria. Tan solo hay que tener la fuerza de voluntad. Nicaragüenses, en sus manos está darle un nuevo rumbo a la historia este próximo Noviembre.
    Sabemos que no hay muchos candidatos batallando por la silla presidencial. Tenemos dos que son lo mismo que ya conocemos: “”el antiguo burgués del proletariado”” y el “”señor de los chanchullos””. Me parece que aunque (“”al autor de Pancho Madrigal””) Don Fabio Gadea sea pariente político de Alemán, nada cuesta darle una oportunidad… ¿qué por sus ochenta años de edad no puede representarnos dignamente desde el Palacio Presidencial?, opino exactamente lo contrario. Desafortunadamente mis responsabilidades en estos momentos no me permiten echarme una vueltecita por allá en ese tiempo, pero, les aseguro que si los “”nicas en el exterior”” pudiéramos votar como otros países dentro de sus consulados en Estados Unidos de América o cualquier otro país, con seguridad lo haría.
    Herman@s ahora tengo dos patrias, soy nacionalizada estadounidense y orgullosamente de origen nicaragüense. Me tomo la libertad de solicitarles que al momento de votar este Noviembre del 2011 lo hagan haciendo patria e históricamente. Si de algo sirvió que hayan leído este escrito, recuerden algo de lo aquí dicho. Hagan uso de su sentir patriótico. Pongan a funcionar el radar de su sexto sentido, ese que nos avisa y que casi nunca se equivoca y recuerden que aquellos que prometen mucho, son los que firman y no cumplen, echando un velo de olvido a todo lo prometido y son ellos los que alcanzan la victoria escudados en las buenas intenciones del pueblo que ansía locamente la paz y cambios positivos. Y si el de turno o el que gane no sirve… pues hay que escoger a otro que si sirva.
    No se entienda esta prosa como una oda o un discurso proselitista. Les sugiero verlo de otro modo, quizás como un llamado a la reflexión a nuestras futuras generaciones que tienen el derecho a vivir en completa democracia, en aires de libertad.
    Solamente me resta agradecerles por haber leído esta breve narración. Mi agradecimiento sincero por su paciente atención y como dice la Dra. Ana María Polo de Caso Cerrado: “”Sea cortés, ande con cuidado, edúquese lo más que pueda, respete para que lo respeten y que Dios nos ampare””.
  2. La Guardia Nacional del General Anastasio Somoza Debayle, con 45 años de empoderamiento y dictadura... Los guerrilleros respaldados en la leyenda de Sandino. Estos eran los bandos en conflicto. Unos por su lado defendiendo al dictador, los otros por el suyo, decían que peleaban por una patria mejor.
    ¡Fue una guerra indecente, llena de horror y crueldad!. En sus últimos días de mando, Somoza desesperado mandó a bombardear varias ciudades del país (casi toda Nicaragua). Menos mal que Granada no corrió la misma suerte, dicen los viejitos que por ser la protegida de la “”Inmaculada Concepción””, Patrona de la ciudad.
    Antes de huir en su jet privado, Somoza, entregó el mando a un tal Señor Urcuyo…y, los nicaragüenses, tan sólo por unas horas, estrenamos Presidente.
    Muchos fueron engañados en la búsqueda banal de la ansiada la libertad.
    Afuera se escuchaba el bullicio de las voces de la multitud. Eran los jóvenes combatientes sandinistas que levantaban sus fusiles en señal de victoria y gritaban consignas revolucionarias en aras de la paz. Fue hasta entonces que nos atrevimos a dar una vuelta rápida por la ciudad. Las imágenes que vi de los cadáveres hinchados a punto de explotar (un poco antes de llegar al Parque Colón, conocido como Parque Central), aun siguen sin borrarse de mi memoria. Habían banderas rojinegras, hombres y mujeres vestidos de verde olivo, fumando cigarrillos y con sus pesados fusiles al hombro, cantando canciones de protesta y celebrando el fin de una dictadura de casi medio siglo. La bandera rojinegra sustituyó el azul y blanco de la sábana patriótica, porque los soldados de Sandino derrocaron a Somoza. El “”adelante marchemos compañeros…”” (del himno de la revolución), sustituyó el “”salve a ti Nicaragua en tu suelo…”” de nuestro himno nacional; así como las canciones a Carlos Fonseca Amador y a la chinita Arlen Siu –por nombrar algunas-.
    … Y el pueblo fue una vez más vejado y engañado. Nicaragua se convirtió en el país de los parlanchines que no hablan, porque tenían su lengua y boca, pero habían perdido la voz. Los “”muchachos mandamases”” como una vez llamaran a los guerrilleros abanderados como “”sandinistas”” deseaban con locura obtener a la brevedad fama, poder, popularidad, gloria y fortuna. Se encargaron de erradicar el poco amor entre hermanos y echaron a pelear dentro de un mismo costal a todas las clases sociales (sin distinción y por igual); despojaron a los más pudientes apodándoles de “”burgueses””, y los bienes confiscados repartieron como suyos a obreros y campesinos para ganar simpatías. Los que comulgaban con las políticas de Somoza, no podían expresarse, se les había impuesto la “”ley del bozal”” y además sufrieron cárcel, persecución y en casos extremos, la muerte por “”ajusticiamiento”” en la plaza principal de la ciudad, frente a la Iglesia Catedral, como si hubieran tenido la alternativa de escoger para quien trabajar; la escasa inteligencia, acompañada de su inmensa ignorancia, no les dejaba comprender que no se trataba de gusto, sino más bien de falta de alternativas, pues quien diga que en los cuarenta y cinco años de somocismo trabajó para alguien más, con seguridad, en un 90% miente.
    No se hicieron esperar y salieron de su guarida los camaleones y las veletas oportunistas. Se veía venir la burla que muy pronto le harían al pueblo, una ironía peor que la que nuestros indígenas hicieran con la danza del güegüense a los colonizadores españoles.
    Hago hincapié en que la idiosincrasia del “”nica”” es la de vivir en armonía y trabajar decentemente para ganarse el pan en paz.
    Siguiendo la narrativa, cuando nos dimos cuenta, ya era muy tarde para derrotar a los nuevos dictadores; sin percatarnos habíamos sido comprometidos a vitorear consignas comunistas y a entregar a los hijos varones para pelear en el frente de guerra por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, desde las filas obligatorias del Servicio Militar que impusieron para “”resguardar la soberanía Nacional””, de los “”gringos””, de la “”cia”” y del “”ejército imperial””.
    Como dije, éramos un pueblo sin voz, atado de pies y manos y sin deseos de luchar. Bajo tal presión … no quedaba más que unirse a ellos y gritar “” las vivas a Sandino y a los nueve comandantes que mangoneaban la mal llamada Revolución Popular Sandinista””; fuimos obligados a asistir “”sí”” o “”sí””” a las manifestaciones para mantener asegurado el bajo ingreso familiar, porque de lo contrario seríamos tildados inescrupulosamente de “”traidores””, de “”vende patria”” o peor aún, alevosamente señalados de “”espías”” de la Central de Inteligencia Americana, conocida como “”C.I.A.””.
    Y los nuevos genocidas, en su mismo ser y estar. Atacando a la iglesia sin piedad. Cambiaron el “”Gloria, gloria, aleluya””, por la “”Misa Campesina”” de Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina; cada día era un amanecer diferente para los nicaragüenses. Amenazas y persecuciones no se hicieron esperar. A los que no comulgaban con sus ideas absurdas, ni con venerar el nombre sacrosanto de Augusto César Sandino, les mandaban a las “”turbas divinas”” a gritar frente a sus casas: “”a los traidores y vende patria…paredón, paredón””. Y el pueblo, “”con la bota en el pescuezo”” –como decimos en buen nica-, de lo contrario, nos podía ir muy mal.
    Se pudiera pensar que estoy sangrando por la herida… pues es algo así. Todo lo que huele a comunismo o socialismo, simplemente “”huele mal””. Mi abuelo Héctor era “”somocista”” y nunca lo negó. Sufrió persecución, confiscaciones, encarcelamiento, tortura psicológica, hambre y pobreza. Recuerdo que lo apresaron el 17 de Julio de 1979, en su casa de habitación y tengo presentes los nombres de quiénes lo hicieron y creo irrelevante ensuciar mi boca con nombrarlos, pues cada uno de ellos ya obtuvo su medio vuelto; aunque algunos de estos fulanos ahora gozan de las “”maravillas del imperialismo norteamericano””, diz que porque no tuvieron otra alternativa más que venirse a rodar por unos cuántos dolaritos a la tierra prometida del querido tío Sam, porque déjenme decirles que “”quien habla de las peras, comérselas quiere””.
    Retomando la narrativa, todos los que estuvimos dentro del país en esa década de infortunios, sabemos que también la empresa privada fue amonestada. Sin embargo, hacían sus protestas pacíficas –a través de ruedas de prensa- desde las instalaciones de la organización que los agrupaba, desde las oficinas del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP). Ellos fueron la esperanza de muchos ganaderos, arroceros, comerciantes, etc. Ellos gritaban a los cuatro vientos las injusticias y las arbitrariedades que los nuevos dictadores hacían en el día a día para acallar las voces del pueblo. Por este gesto de valentía fueron castigados con la muerte de Don Jorge Salazar… pero ellos, siguieron su proclama y nombraron como Presidente de la organización a otro valiente, Don Enrique Bolaños Geyer, que hoy en día figura en la historia como uno de los Presidentes de la República de Nicaragua. Ellos no estuvieron exentos de sufrimiento, persecuciones, cárcel, tortura y amenazas de muerte.