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  1. Ceremonial


    Se elevan las delgadas nervaduras
    hacia la solitaria piedra clave,
    e ingrávidas, suspensas, en la nave
    sostienen las pesadas estructuras.

    Un coro diaconal de voces puras,
    al frente, en procesión avanza, grave,
    y entona una salmodia que, süave,
    se mezcla con incienso en las alturas.

    De pronto se ilumina el presbiterio
    y ocupan los ministros sus sitiales
    en torno al facistol donde el salterio

    se abre con los himnos y graduales;
    comienza el Eucarístico Misterio
    que achica a las enormes catedrales.
    A malco y Bernardo de Valbuena les gusta esto.
  2. La palabra enorme

    La fe, palabra enorme que pusiste
    desde siempre en el borde de mis labios
    y allí parece apenas se sostiene,
    mi fe que se sostiene de milagro,
    aquel que cada día Tú me haces
    ungiéndome la frente con tu bálsamo.
    La fe que reservaste desde siempre
    en aguas de jordanes siempre claros,
    la fe de las perfectas tradiciones,
    la fe del corazón de mis ancianos;
    parece que en mis labios se sostiene
    y no comprendo cómo de mis labios.
    Mas ay, cómo resuena fuertemente
    y cómo, cómo, cómo la proclamo.
    A malco le gusta esto.
  3. Esa rosa de la fe

    ¿Qué me hiciste, Señor, en esta herida?,
    ¿me la abriste, tal vez, porque cerraba?,
    ¿o quizás por la costra que ocultaba
    la secreta penuria de mi vida?

    O tu mano de padre que me cuida
    me devuelve el dolor que se alejaba,
    un regalo de amor que no esperaba
    que despierta mi alma encallecida.

    Y otra vez, en la Vía Dolorosa
    me concedes honor de cireneo
    por la senda más dura y pedregosa;

    pues sin cruz sabes bien que no te veo,
    no le quites espinas a esa rosa
    delicada, la fe por la que creo.
    A E.Fdez.Castro y malco les gusta esto.
  4. No hagas memoria

    Aún no, mi Señor, que es muy temprano,
    no me llames aún a tu presencia,
    que temo tu justicia y tu sentencia
    por haberme soltado de tu mano.

    Aún no, Padre Dios, que en mi secano
    crecen tristes ortigas de inclemencia,
    míralo con piedad y con paciencia
    por si nace una espiga y diera grano.

    Aún no, Gran Amor de todo dueño,
    que mis ojos se cierran con el sueño
    pesado, del gran peso de mi historia.

    Mas si acaso, mi Dios, tanto me amas
    que es ahora la hora en que me llamas,
    por tu inmensa bondad no hagas memoria.
    A malco, catia-love y Pessoa les gusta esto.
  5. Dedicado a la compañera Tarde Gris

    A México

    Cruzando va el Atlántico sonora
    mi voz hacia la tierra mexicana,
    la tierra generosa que conquista
    con versos delicados a mi alma.
    España en el anhelo lleva a México,
    y México al hablar pronuncia España,
    y en ese gran vaivén de sentimientos
    no sé con claridad cuál es mi patria.
    A malco, ANTHUA62 y Ligia Calderón Romero les gusta esto.
  6. En Ciento volando de catorce
    Dos puntos suspensivos

    Lo peor del amor, cuando termina,
    son las habitaciones ventiladas,
    el solo de pijamas con sordina,
    la adrenalina en camas separadas.

    Lo malo del después son los despojos
    que embalsaman los pájaros del sueño,
    los teléfonos que hablan con los ojos,
    el sístole sin diástole ni dueño.

    Lo más ingrato es encalar la casa,
    remendar las virtudes veniales,
    condenar a galeras los archivos.

    Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
    cuando, al punto final de los finales
    no le siguen dos puntos suspensivos...

    Joaquín Sabina
    A malco, Halcon 0 y Ligia Calderón Romero les gusta esto.
  7. Hambre de Dios

    Te llamo con un hambre... Pero digo:
    ¡Dios! y de pan la boca se me llena.
    Ven a mi chozo tú. Mira esta pena
    que fiel como un mastín está conmigo.

    Acércate a mi mesa, Dios amigo,
    pues llanto has de comer. Esta es mi cena,
    que la sopa de un pobre siempre es buena
    si se calienta en lágrimas contigo.

    Qué poca cosa tengo para darte:
    Mendrugos de dolor. Hedionda herida
    y un candil que se muere de alumbrarte.

    Qué te daré, oh Dios, qué otra comida...
    Antes de que te vayas a otra parte
    toma mi corazón. ¡Muerde mi vida!
    A malco y Ligia Calderón Romero les gusta esto.
  8. Porque callar no basta

    Porque callar no basta cuando habla cada instante;
    porque el silencio tiene un poso de la muerte;
    porque no es mudo el aire, vertido, de los ojos;
    porque la sangre es grito cuando lude en la frente.
    He de entregaros algo que es mío y que ya es vuestro,
    pues que todos llevamos vivo un mundo que es de otros.
    Basta que la palabra nos retenga un momento
    para quedarse nuestra, aun siendo de otros logro.

    Mi gratitud a Enrique Fernández Castro, compañero y amigo, por ilustrarme con este poema de la obra del poeta maño, Manuel Pinillos.
    A malco y Ligia Calderón Romero les gusta esto.
  9. Cancioncilla del niño que no nació

    ¡Me habéis dejado sobre una flor
    de oscuros sollozos de agua!
    El llanto que aprendí
    se pondrá viejecito,
    arrastrando su cola
    de suspiros y lágrimas.
    Sin brazos, ¿cómo empujo
    la puerta de la Luz?
    Sirvieron a otro niño
    de remos en su barca.
    Yo dormía tranquilo.
    ¿Quién taladró mi sueño?
    Mi madre tiene ya
    la cabellera blanca.
    ¡Me habéis dejado sobre una flor
    de oscuros sollozos de agua!


    Federico García Lorca.
  10. Noche blanca en las faldas del Cielo,
    ¡y mi Madre Morena!


    En el Día de Asunción.
    Lomafresquita.

    ... nacida para el vuelo y luz, ya río,
    ya nube, ya palmera, ya campana.


    En el día de Asunción.
    Miguel Hernández.


    Assumpta est Maria in coelum

    Assumpta est Maria in coelum:
    gaudent Angeli,
    laudantes benedicunt Dominun!

    Con razón esos ángeles cantaban,
    como tú, aquella noche –¡blanca Luna,
    blanca como la sal de la marina!–,
    perfumada de fuego y yerbabuena.
    Aquella noche, al verla ya dormida,
    devanada en sí misma,
    rebosante de Amor –ya, Gratia Plena!;
    ya nube, ya palmera, ya campana
    resonaba tu canto en la quieta madrugada,
    suspirante, ¡de fuego!
    ¡Noche blanca! En las cumbres de los Cielos
    ¡Nuestra Madre Morena!
    A lomafresquita, pepesori y malco les gusta esto.
  11. Quince de agosto

    ¡Callad, que Nuestra Madre tiene sueño!
    ¿No veis cómo su cara resplandece
    y el rictus de dolor desaparece?
    ¡Cuánto debió sufrir pegada al leño!

    ¿Recordará a Jesús siendo pequeño?
    ¿Qué tiene su sonrisa que parece
    que acuna al Niño Dios y que lo mece?
    ¡Oíd cómo susurra: "Amor, mi dueño"!

    ¡Mirad cómo la nubes dejan paso
    y cómo es todo azul y cielo raso!
    ¡Oled ese rosal que ha florecido!

    ¿No veis la luminaria en las estrellas?
    ¡La quieren coronar con todas ellas!
    ¡Callad! ¡Mejor, cantad que se ha dormido!
  12. El trueque

    Después de ennegrecida y de doliente
    mi vida malpasada, bruna y fría,
    de un ascua sola y una que tenía
    mi anhelo resurgía incandescente.

    Y quise retornar del mundo ausente
    no viendo en el lugar un nuevo día,
    y pude comprobar que el alma mía
    soñaba amaneceres del Oriente.

    Entonces, sin temores del ocaso,
    del cual fuera el cautivo mudo y ciego,
    con brío me espetaba a dar el paso.

    Y fue que al escucharte decir luego
    mi nombre, que el calor aquel, escaso,
    tu voz me lo trocaba en vivo fuego.

    En contestación al excelente soneto que me dedicó la compañera Ligia Calderón Romero, el cual se puede leer en su blog. Dejo el enlace para quien desee.

    http://www.mundopoesia.com/foros/entrada-blog/a-salvador-lesmo.27318/
    A malco y lomafresquita les gusta esto.
  13. A punto de morir estaba un hombre
    pobre como la voz que aun frío escucha
    pidiendo un pan, pidiendo amor. Su lucha
    tal que nieve cayó. Nadie se asombre.

    Antes de ser "lo que la muerte escombre",
    quiso advertir que iba a su fin. No es mucha
    la osadía. Mas grande fue la ducha
    que, heladamente, le caló hasta el nombre.

    Le dijeron: "Despojo, no te quejes,
    no nos tires tu lágrima; es molesto.
    Acaba ya, no importa que te alejes.

    Pero hazlo bien, se fino en ese gesto.
    Que esté correcto el muerto que nos dejes".
    Vomitando murió, torpe hasta en esto.
    A malco, lomafresquita y E.Fdez.Castro les gusta esto.
  14. Noche fabricadora de embelecos,
    loca, imaginativa, quimerista,
    que muestras al que el bien en ti conquista
    los montes llanos y los mares secos;

    habitadora de celebros huecos,
    mecánica, filósofa, alquimista,
    encubridora vil, lince sin vista,
    espantadiza de tus mismos ecos;

    la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
    solícita, poeta, enferma, fría,
    manos del bravo y pies del fugitivo.

    Que vele o duerma, media vida es tuya;
    si velo te lo pago con el día,
    y si duermo, no siento lo que vivo.
    A malco, Callejero60, lomafresquita y 4 otros les gusta esto.
  15. De un recorte de prensa que aparece en la red

    "Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. Sí. ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... El más preciado y maravilloso préstamo ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenece a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos". (*)


    (*) Me ha parecido interesante hasta el extremo este recorte de prensa que aparece en la red acompañado de una fotografía del Premio Nobel portugués, José Saramago. Sin embargo, en la propia red hay alguna entrada que duda de que lo que se vierte en el texto anterior sea realmente de José Saramago por las referencias a Dios que se hacen en él ya que el escritor es conocido estaba alejado de esa concepción de lo trascendente. Aclarado esto, sea o no de su autoría, me parece una reflexión tan cercana a mis posiciones que no voy a prescindir de mostrarla para quien quiera acercarse a este lugar. Gracias pos sus visitas.