El blog de liliana leoni

Me veo como en un cuento
de cansancio o madurez,
al ver crecer los niños, hoy siento,
¿cómo vencer al tiempo,
larvas de la sangre?
Y verlos crecer ostento
descubrir en cada momento;
como el jardinero a la flor,
su savia arrogante.
Y mimarlos es mi deseo.
¡Cómo pasa el tiempo! Los hijos crecieron,
son regazos para mis ojos.

1)larvas de la sangre
2)su savia arrogante
3) son regazos para mis ojos

Fui buscando a lo largo de la vida
la esperanza y llegar a ser eterna,
como el mar cobijando el agua tierna
pido a gritos también a ser querida.

¿Y no sé, qué tiempo queda en esta huida?
Y mi figura hoy es una fuga externa
y la magia de la esperanza tierna,
y encontrar el manantial de la vida.

Y el espejo, que mirarlo me obliga
es veneno en la sangre que atosiga
las ganas de buscar otra salida.

Clamo en la noche por lo que he vivido
y no hay refugio, ¡quedó gélido!
Doy el abrazo final hacia otra vida.

liliana leoni Copyright© Todos los Derechos reservados"

Al frente los soldados van cantando,
enfilando de a dos su cruel destino,
el dolor de la guerra es desatino,
en lo alto de la cima está tronando.

Aquí la vida y muerte van pasando:
esperanza de rezo repentino,
de que vuelvan o se arme un torbellino
con repiques de quien lleva el comando.

Ya se escuchan los fuegos del inicio
la batalla emprendiendo con bullicio
arropados, con casco agonizando.

Y termina una guerra sin sentido
como su corazón siempre encendido.
Entregando los cuerpos, desangrando.

Voy a beber de tus manos
las caricias suaves, ¡oh mi amado!
Voy a comer de tu boca
y llenarme con tus besos.
Delineo tu rostro con mis dedos
y llego a tu boca, delicia de amor,
y tentada por un beso
que cobijó a mis labios.
La belleza de este amor tan puro,
ostentar deseo, y cuidarlo prometo.
Amor que fluye hace años
y el fuego encendido quedó.
Seguiré viviendo de tus caricias y besos
el alma llena de amor eterno.

Hoy es mi cumpleaños
Incluso, dure todo el día
quiero hacerme una poesía
con fulgor y mucha alegría.
Hoy cumplo 5 y 3
me gustaría fuera del revés;
si mi estadía fuera breve
no me arrepentiré
minuto a minuto viviré.
Cuando a festejar
lleguen mis amores
con una sonrisa los recibiré,
y cuando sople las velas
tres deseos pediré,
dos que guardaré
y uno a los poetas
bendiciones daré.


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Me complace el amor y tu ternura;
la belleza de ser mujer amada,
la pasión de esa rosa colorada
que me deja plasmada su hermosura.

Y te ofrezco caricias con ternura
entregada a tus brazos muy confiada,
¡tu regalo! Esta rosa tan preciada
que guardaré su frágil donosura.

Con la frescura entrando en primavera
quieras, tú, elegirme como amante
ante Dios ser tu dulce compañera.

Y así concluyendo un sueño abrasante,
de blanco vestida llegar quisiera,
besarte con fuerza, mi fiel amante.

“A veces, solo a veces”
pienso y me dejo llevar,
que ruin y bastardo es aquel
que quiere pasar a la prosperidad,
que solamente hablen de él
en la historia universal.
“A veces, solo a veces”
me pongo a pensar,
que no actúan por bueno
sino para traicionar;
en el enjambre de la tierra
él se quiere hacer notar,
no es por bueno y busca historia
solo para hacerlo y violar.
Que bajo instinto tiene
aquel que no puede pensar.
“A veces, solo a veces”
me hace rabiar,
que una celda es su hogar,
sin ventanas para mirar.
“A veces, solo a veces”
me pongo a llorar.

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Anoche mis sueños se dedicaron a ti,
quizá sin querer, en el día te pensé;
guarde el secreto de lo que sentí
y esta noche aguardaré que vengas otra vez a mí.
Anoche te soñé: eres como un diamante,
tan sólido y brillante
que iluminas con tus colores preciosos
y me encandilas tu luz en mis ojos.
¡Sí! Eres un diamante,
y estas lejos de mi alcance,
quisiera que tu amor engarce
en mi corazón chispeante.
Eres cristalino y rígido,
tan real y tan precioso,
que al cual solo alcanzaré tu amor
en mis sueños hoy.

Nada es fácil
cuando amedrentada
está mi alma,
y la esquirla clavada
en los ojos
no me deja ver.
Y por las venas
corre un líquido sucio,
no es rojo, es moho gris;
envenenado de rabia
el cuerpo febril.
Nada es fácil
el camino a seguir
y llega el agua al cuello
inmoviliza el sentir,
y en el papel de mártir
apoderas mentir.
No creerte es fácil
y dejarte será difícil,
la decepción me alejó
y tu amor guardo en un cajón.

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Puedes visitar mi blog. Poesías de amor, que no salen del corazón,
son como una rosa sin espina.

Déjame que te mire;
tienes los ojos tristes,
quizás yo causé
el dolor que veo en ti.

Déjame que te mire,
dominé todo tu ser,
ofusqué con daño tu querer,
dilaté tu amor, lo vacié.

Déjame que te mire,
quitaré la pena que hallé
en tus sueños que desvelé
y tus lágrimas yo desangré,
y escuché tus reproches
por traicionar tu querer.

¡Oh amor! Quisiera redimir
el dolor de tu sentir.

Déjame que te mire,
por última vez y marcharé,
no mereces este amor infame;
búscate otro querer.

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Cuando haya partido
y mis ojos no te miren
y en el silencio de la noche
soñaras que mis labios ríen.
Cuando haya partido,
¡no te avisaré!
Dejaré que mis recuerdos
grabados en tu mente estén.
¿Y si he dejado huellas
en tu hermoso corazón?
Serán recuerdos bellos
marcados con amor.
Cuando haya partido,
dejaré las sábanas blancas
tendidas en la cama,
bordadas con hilo de seda
y escritas con un “te quiero”;
por toda la eternidad
nuestras almas uniremos
y nunca habrá olvido,
porque un amor verdadero
tendrá vida en cualquier lugar.
Cuando hayas partido,
me encontrarás tendiendo mis manos
y tú me puedas alcanzar.

Con la sencilla humildad
que en mi alma habita,
como luz de libertad
que la Tierra necesita
voy agitando banderas.
Son de todos los colores.
que el sol refleja sediento
mirando abejas y flores.
Más allá de las fronteras
llevo mi pensamiento.
De los pájaros sus trinos
y el crujir de las maderas
me abren paso en los caminos,
hacia montes y praderas
por bosques de verdes pinos.
En noches interminables
cuando no sé donde estoy,
ni si hay bestias indomables,
en mis sueños no hay fronteras,
llevando banderas voy.
Sí, voy llevando banderas.