El blog de liliana leoni

Para mi hija Valeria yo quisiera
darle aquel sentimiento de ese día,
cuando vi de mi cuerpo que nacía,
grande amor de sirena a mí volviera.
Como puedo soltar aventurera
tras de mi alma lanzada en el vacío,
por tomarla en mis brazos donde ansío,
ser de nuevo su arrullo en primavera.
Eres mi ángel que dulce jugaría,
en mi seno tomando ufana fiera,
bebe cada rocío y caloría.
Llanto sordo del sueño que perdiera,
dulce sol del que tengo su afonía,
fue tan bello su tiempo que me diera.

liliana leoni© Todos los Derechos reservados

Yo te miro y miro en el valle tendida,
de noches estrelladas en que los grillos
cantan y refrescan la brisa,
fiel como el agua que se bebe de la mano.
Pura donde todo ríe con el ritmo del canto,
bajo la tierra virgen, desmenuza tu cuarzo
como la savia hasta las rosas
de estambres asombrados.
Adolescente que creces con la esbeltez de un pino,
palpitante como una estrella, pura e inocente,
como un sueño de niño.
Descendí a tu espesura, supe de tu secreta ansiedad;
de tu mínimo afán, de tu abierta ternura
"la brillante y real apariencia de un cofre
entre mis manos".

Yo miro el espejo,
tú sigues el reflejo.
Yo, soy fruto maduro
tú, piel al desnudo.
El otoño para mí es mudo,
van cayendo las hojas
de los años que adeudo,
en ti la primavera asoma,
descollando en pétalos de rosas rojas,
como rayos alucinantes,
que ofrece tu hermosura.
Ya llegaste a mi altura,
por el espejo veo tu cintura
pequeña y frágil figura,
estás, dibujada como una pintura
que embellece todo con dulzura.
En tanto yo me aboqué a la lectura,
mi figura va en anchura,
tú sabes que uso tinturas,
y no importa si alguien censura.
Te dejo un consejo criatura,
ya que vives con premura:
¡la vida no es un espejo,
date tiempo y clausura
lo malo y la bravura!
Déjame verte crecer lindura,
tan jovial, alegre y tan pura.

liliana leoni© Todos los Derechos reservados"

Perdóname, no he querido
lastimar tu corazón,
perdóname, si en este abrazo
quiero remediar el dolor.
A veces por ignorancia
no le he dado importancia
a culminar el día
con aroma a fragancia.
Perdona que mis manos
no te acaricien tanto,
que al llegar la noche
solo piense en mi almohada.
Perdóname, mi vida,
a veces me siento cansada,
y en noches desveladas,
te miro dormitar tranquilo
y te dejo un beso en la frente
para que sueñes conmigo.
Perdóname, querido,
el amor no se ha ido.
Te amo y con sentido
te digo:
No te sientas herido,
que al culminar el día
haremos el amor,
como hechizo prohibido.

liliana leoni© Todos los Derechos reservados"

Con su sabiduría y mi inocencia

vino el nuevo amor con la primera estrella.

Eres dueña de mi mano y yo tu nueva dueña.

Disfrutemos el gozo de entendernos

como el jardinero a la flor más bella y más fragante.

Nunca sentí la noche tan profunda ni el cielo tan alto,

la esperanza despierta en la mañana con el corazón palpitando.

Es mi pluma preferida que se acomodó en mi mano,

déjame que te mire y contemple tu tinte.

Hoy no quieres apuntar, quizás estés cansada,

¿me vas a enmarañar a mí?

Si conozco lo que escribes,

a veces con tristeza, a veces con pasión,

¡pluma querida!

Mañana seguramente vas a escribir,

compañera latente de todo mi sentir...

¡hoy no escribiremos nada!

Mañana tinta cargaremos

y juntas volveremos a narrar

lo que la vida misma nos hace soñar.

Tu benévolo corazón no es mío
y das a elegir leal está ruptura,
no puedo repicar este dolor:
me vas a escuchar, repetí mil veces.

Es inútil salvar este corazón,
ventolera en mi alma desconsolada.
Besaste mi mejilla dulcemente
y, con calma, quedé detrás de ti.

La niebla pasó por mi vida otra vez,
expirará mi pena sobre un retrato.
El brillar de mis ojos no deja caer
ficción de lágrimas en este papel.

Repicar mi dolor será mi fuerza;
me pondré bella, nadie lo sabrá:
Voy a embelesar otro corazón dulce
y oiré su brillo acústico de poemas.

Bajo la mirada
para que no veas
mis lágrimas caer,
un lecho de río sobre mis pies.
¡Un grito me sobresalta!
Dilataste mis vasos sanguíneos,
un arrebol en mis mejillas,
disparamos antinomia,
no podemos entender:
ya el dolor merma,
la astenia se apoderó
otra vez de mí.
Voy cayendo en tu egoísmo,
¡te adueñas
del rió bajo mis pies!.

A mi ciudad escribo
¡porque ahí he nacido!
Una orquesta te acompaña
cuando entras a mi partido,
melodías de pájaros
trinar de sonidos.
Dos lobos marinos
custodian la plaza
y en las cuatro avenidas
un monumento engalana
y en los días de domingo
un campanario te invita,
la iglesia está abierta
a todos los peregrinos.
Tardes radiantes,
todos reunidos,
en la bella plaza
donde brilla el sol
y te abraza.
Es mi bella ciudad
que te abriga;
se llama Lobería.

Plasmado está en un papel
escrito mi testamento.
Te dejo lo bueno y malo
de este amor y con incienso.
¡Te dejo hermoso corcel!
corredor bravo y muy bello;
con sabor agridulce
de miel, sal y complementos.
Esas manos pegadas
gemido eterno lamento.
Dejo testas coronadas
llenas de un amor inmenso,
racimos de uvas rizantes
de aroma del vino fresco.
Coronas de mujer fuerte,
te dejo en mi testamento
la vacuna inmune al germen
de desdicha y sufrimiento.
Claudiqué con esta lucha,
y haga su camino lento.
Te dejo aquí este homenaje,
potro salvaje e inquieto,
brinca con tu bravura
no te dome a ti los vientos.
Como torrentoso rió,
me levante con esfuerzo
alce mi pluma y papel;
te dejo mi testamento
adiós mi hermoso corcel
quédate con mi recuerdo.

liliana leoni© Todos los Derechos reservados"

Como un cascabel
en noches volveré
trazando caminos
aun en días llovidos,
así seguiré tus pasos
mojada en llanto.
Delirar que me esperas
es mi obsesión,
y en luna llena
voy por tu amor.
Marcando senderos
mi alma va sangrando.
En mi vesania
de volverte a ver
repetiré tu nombre
una y otra vez.
Con mi bonhomía
te enamoraré.
Ya no habrá mañanas
de ensueños,
¡solo noches!
Vagabunda andaré
como cascabel
"buscándote".

Colibrí, que vuelas por mi jardín,
¿quizás busques una flor de alelí?
El cálido calor te ha hecho venir,
leal estilo de su néctar consumir,
paciente esperas, abran los capullos
legendaria danza, abres tus alas con orgullo,
tus colores radiantes y luminosos.
Aún deseo vueles por mi flor
y beber de mi néctar, una y otra vez,
soy la que deja fragancia en mi jardín,
soy la dueña, por excelencia, un jazmín:
ven y bebe mi néctar tierno colibrí.

Hoy vienen a mi memoria

recuerdos bellos de tu niñez,

tu sonrisa transparente

y esos ojos color miel,

chispeantes y brillantes

como sol naciente.

Y esa muñeca que arrastrabas

jugando por el suelo,

¡tan inocente!

Cortabas flores de mi jardín

sabrosas travesuras de niña feliz.

Han pasados muchos veranos,

te he visto crecer.

Hoy eres fruto delicioso

manjar de amanecer

para muchos hombres

que pagan tu desnudez,

te veo en la acera

ya no estás jugando

rompiste tu muñeca,

"volviste a nacer".

Tu delgadez impresiona,

tu mirada también;

¡no dejas que te ayuden!

Caminas con altivez,

llevas tus secretos

en el curso de la vida:

tacones, bolso y una sonrisa.

Caminas de prisa niña de la calle,

maquillada vas cuidando el detalle

de no mostrar la tristeza

que oculta tu alma.

Ha llegado la noche...

¡Te vas a caminar!

Fuiste abriendo un camino en mi vida,

Golondrina feliz, golondrina de un día.

Posaste en mí tu dichosa alma desprotegida;

confundí tus deseos con un amor eterno.

¡Has partido! Te llevaste mis sueños,

te creí solo mío y dejaste una herida

en mi corazón vacío.

Padece en dolor mi alma en flor,

Tu carisma confunde, dices todo con pasión,

te marchas como vienes, una lluvia en el verano.

Aun así,mi vida seguirá esperando,

verte llegar en vuelo desesperado a mis manos.

y besaré tu alma hasta mojar tus alas,

confundiré a tu razón entregando todo mi amor,

y en vuelo fugaz, caerás en picada.

¡Golondrina de verano no serás!

Estarás conmigo hasta la eternidad.

Me dejé caer en la bruma

de la desolación,

una espada clavada

en medio del corazón,

me dejé llevar

por el caudal de un río

envenenadas sus aguas bebí su frío,

el cuerpo ardido, arrugada piel;

lanzó el vómito de aquel dolor.

Me hundí en un espejo roto

que cortará y hará destrozos,

de mi garganta expulsará

la sangre de mi despojo.

"Lo que no necesitas lo desechas".

Caminaste muy despacio
mirando el horizonte
tus pies tocaron el mar
el agua se volvió dulce,
los peces enloquecieron
bailaron alrededor
de tu cuerpo.
Los llenaste de poesías,
sonetos llenos de amor;
las nubes se juntaron
para mostrarte el camino
pompas blancas se abrieron
hicieron forma a tu nombre.
Elevaste tu alma al cielo,
los ángeles te recibieron
alegría hubo ese día,
escucharon tus poesías.
Nos dejaste de herencia
coraje de gran mujer.
Alfonsina, no te has ido
por tierra, mar y cielo
poesías derramaste,
nunca te olvidaré
pequeña y gran mujer.