El blog de liliana leoni

De familia sanjuanina, pero nacida en Suiza, Alfonsina Storni fue una de las más grandes escritoras argentinas. Sin duda alguna, la tragedia marcó su vida, pero no siempre se reflejó ello en su escritura. Las recurrentes andanzas familiares, el alcoholismo del padre, la sorpresiva muerte de un familiar, dieron forma a sus primeros versos, impregnados de la temática de la muerte. Alfonsina trabajó de chica como mesera, siguió como actriz, empleada de comercio y luego ejerció como docente en diferentes establecimientos educativos. Pero su temprana vinculación con la actuación y la prosa le abrieron el camino hacia la alta literatura porteña. Alfonsina publicó numerosos escritos, trabó amistad con los más importantes escritores rioplatenses, desde Leopoldo Lugones hasta Horacio Quiroga. Uno de los rasgos sobresalientes de su escritura fue su posición feminista. Algunos destellos de ello se observan en el poema que reproducimos. Afectada por habituales trastornos neuróticos y un grave cáncer de mama, del cual fue operada, Alfonsina no soportó más los fuertes dolores que le producía su enfermedad. A poco de haberse suicidado Horacio Quiroga, su hija Eglé y Leopoldo Lugones, Alfonsina se hundió en las aguas de Mar del Plata, a los 46 años, un 25 octubre 1938. Días antes, escribió su último poema Voy a dormir.

Fuente: Alfonsina Storni, Obra Poética, Buenos Aires, Editorial Ramón J. Roggero, 1946.

Buenos Aires es un hombre
Que tiene grandes las piernas,
Grandes los pies y las manos
Y pequeña la cabeza.

(Gigante que está sentado
Con un río a su derecha,
Los pies monstruosos movibles
Y la mirada en pereza.)

En sus dos ojos, mosaicos
De colores, se reflejan
Las cúpulas y las luces
De ciudades europeas.

Bajo sus pies, todavía
Están calientes las huellas
De los viejos querandíes
De boleadoras y flechas.

Por eso cuando los nervios
Se le ponen en tormenta
Siente que los muertos indios
Se le suben por las piernas.

Choca este soplo que sube
Por sus pies, desde la tierra,
Con el mosaico europeo
Que en los grandes ojos lleva.

Entonces sus duras manos
Se crispan, vacilan, tiemblan,
¡A igual distancia tendidas
De los pies y la cabeza!

Sorda esta lucha por dentro
Le está restando sus fuerzas,
Por eso sus ojos miran
Todavía con pereza.

Pero tras ellos, velados,
Rasguña la inteligencia
Y ya se le agranda el cráneo
Pujando de adentro afuera.

Como de mujer encinta
No fíes en la indolencia
De este hombre que está sentado
Con el Plata a su derecha.

Mira que tiene en la boca
Una sonrisa traviesa,
Y abarca en dos golpes de ojo
Toda la costa de América.

Ponle muy cerca el oído:
Golpeando están sus arterias:
¡Ay, si algún día le crece
Como los pies, la cabeza!

Alfonsina Storni

Tocaste con tus labios
los latidos de mi corazón,
con el susurro de un te amo
mi alma colapsó.
Tantos veranos, tantos inviernos
he soñado este momento;
fueron largos los caminos
y un destino sin sentido.
Te miro y no puedo creer
que estés a mi lado otra vez.
Te he amado de mil maneras
y de mil maneras te he soñado,
te he llorado en los rincones
donde hemos estado,
y en cada lágrima que ha caído
tu nombre he repetido.
Me siento abrumada:
¿será cosa del destino?
Tú sentías lo mismo
y este día llegó con sollozos de los dos.
Nos miramos,
nos buscamos,
nos amamos...
Nos fundimos en un largo abrazo.
Este amor es verdadero,
no llegó para hacer un verso.
Yo llevaba el envoltorio de aquel chocolate
que un día me regalaste,
tú, la flor marchita que del libro sacaste.
El romance fue de los dos,
el pacto ya está hecho,
no podemos separarnos, amor.
La tristeza quedó atrás,
con cada beso que me das
hay una entrega total.
Tus manos recorren mi cuerpo,
solo me dejo llevar,
el hueco de tu palma
justo a la medida de mis senos tersos
y en un grito del corazón
los dos fundidos en pasión.

Historias inconclusas
de amores y odios,
de llantos y alegrías,
de guerras con honores
y calzados sin pares,
enterrados en arcilla sangrante,
arpones marcados,
fija palabra "derroten".
Poder de odio sin razón,
noches oscuras de almas,
que caminan a descollar
sus cualidades;
inapropiadas mentes.
Perdurables héroes
que dejan sus huellas
marcadas en sangre
y una medalla:
honor al calzado manchado
con arcilla sangrante.

El aire trae aroma de jazmines

que alegra nuestras almas.

El patio se ha poblado de nostalgia,

los árboles y el nogal también crecieron;

en ellos se mece la torcaza,

como flor amarilla de la rama

en sus copas se columpia el venteveo.

Sólo el ave y la rosa, y la estrella

lejanas alegran nuestras vidas.

Y hacen que en la noche

amemos el silencio

y podamos soñar tranquilos,

cuando los años que nos quedan vuelen.

Quiero amanecer en tus brazos,
solo un día embellecer mi vida.
Mil besos te daría y quedarme dormida,
soñar que me cuidas y tenerte en mi regazo.

Cada mirada, cada palabra tuya
me hacen volar a las estrellas.
Tan dulce, tan tierno ¡que este amor no se diluya!
Mi vida es tuya y en mi alma tu luz destella.

Me sugieres que no me desnude,
que tu amor es sincero y quema hasta los huesos,
para darme las caricias que yo he soñado,
toda una noche con tus manos desarmar mi peinado.

Ahora puedo oírte, sentir tus besos,
ahora puedo sentir tus manos y tus labios traviesos.
Mi amor, mi compañero mi vida te entrego.
Esta noche es de los dos, con sabor a verso.

Amante, compañero,
de tu corazón soy prisionera,
sencillamente bueno,
sencillamente tierno.
Te amo y no lo digo...
El corazón es quién habla,
cuando el beso es de los dos
coronado con un...
"Te quiero amor".
Salpicado de colores
nuestro amor es arcoíris
nos envuelve en un matiz
de acuarelas embelleciendo a los dos.
Es él que me cubre
cuando mi cuerpo tiene frío
es él que me da fuerzas
cuando mi debilidad lo necesita.
Es mi querido esposo
que entregue mi corazón;
por él voy a vivir,
por él es mi existir.
Lo amo desde adentro,
Dios quiso que fuera así.
Es mi amado "Quique",
mi fiel compañero,
embellecidos por su gracia
hemos vencido el tiempo
y la distancia,
y se hizo realidad nuestra esperanza.



liliana leoni© Todos los Derechos reservados"

Condenados a vivir en la miseria,

condenados a vivir bajo cartones

niños que caminan descalzos

-caritas sucias-

que no salen del entorno que nos rodea

¿cómo no querer abrazarlos

y llenarlos de besos?

¡Si son angelitos perfectos!,

tú y yo

queremos para ellos lo mejor.

Que no vean lo malo,

de ese mundo que nos rodea.

¡Pero ahí están, los ejemplos de esa vida,

que seguramente no eligieron!

Una condena que los margina.

Dame tu mano niño,

quiero que pases a la otra vereda.

Con cariño y respeto

¡Serás hombre de bien!

Al entrar en mi habitación

lo primero que miro es su foto

que está debajo del vidrio

de mi mesa de luz,

¡son mis padres queridos!

Cuántas veces vienen a mi memoria,

cuántas veces los extraño.

Se fueron a temprana edad.

Poemas no les he hecho,

porque los llevo en el alma,

y hoy que estoy tan triste

los echo de menos.

Cuántas veces y en especial

los domingos, he tomado el teléfono

y he querido hablar con ellos

como en los viejos tiempos,

y después de sonar tres veces

me acuerdo que no están.

Quizás algún día los vuelva

a encontrar y decirles cuánto

los he amado,

porque nunca se los dije,

y de eso me arrepiento.

Eran otras épocas,

ellos te educaban con una cachetada,

decían que te enseñaban.

Hoy que he madurado,

volvería el tiempo atrás,

solo para decirles

lo mucho que los he querido.

No me dejaron decirlo,

se fueron sin saludar.

Son mis padres que me faltan,

y encuadré en mi memoria.

En esta noche triste

unas lágrimas han de caer.

liliana leoni© Todos los Derechos reservado

Hoy he recibido la noticia de tener un blog, para mí es una gran alegría y quiero compartirla con todos mis amigos, agradezco a todos los miembros de Mundo Poesía por tener está página, donde me siento muy bien; es mi primera entrada gracias.