Poemario Hojas Sueltas.

A nada me acostumbro y es así mi presente
miro el ayer como un vuelo de paloma.
Persiguiendo un hoy, en una volada de su amor ausente,
aún no me acostumbro verte lejos y tener tan cerca tú aroma.


No me acostumbro andar sin tus manos ayuda,
recorriendo cada rincón, buscando las tuyas.
Y encuentro en cada espacio dejado, mi alma vacía y muda
¡Ya nada es nada!…Porque mi vida fue suya.





No me acostumbro, y solo tengo que encontrarte en el recuerdo
“Y acaricio tus objetos y sigue todo en su mismo puesto”…
No me acostumbro a esa ausencia que tanto muerdo
¡Que se hace pedazo, sombra y desvelo en todo esto!


No me acostumbro a no tener tus besos en mi cara
a no oírte, queriendo tapar el ruido para solo escucharte.
No me acostumbro a nada y mis oídos ya parecen lámpara,
queriendo encontrar todo sentido de luz para verte.


No me acostumbro acostar las noches debajo de una cama vacía
“No me acostumbro al silencio de tu almohada fría”
A nada me acostumbro, y es como ver rasgada nuestra habitación muy sola…
Tan desierta cada mañana…Sin ti, ante la mirada desconociéndola.


No me acostumbro a no escuchar tu canto, risas y carcajada
¡No me acostumbro, a ese injusto vacío eterno!
A nada…A no estar ahí, a mi lado para cualquier escapada…
¡No me acostumbro para nada, a ese viaje sin retorno!


No me acostumbro para nada que haya sido la muerte
la causa de tanto dolor, era como un mundo distante.
A nada me acostumbro, solo mi amor se hace fuerte
…Y que nunca se preparó para vivir sin su presente.

SOL.



​

....Jugando al escondite.....





Te das cuenta que el tiempo
no es más que eso,
Saberlo compartir…
¡Cada minuto, es estar vivo!
Cada momento lo hacemos fugitivo
Ruidoso y tan alejado.
Y es el mismo tiempo
que te aclarara el porqué
y sus tantos atajos.


La faz se hace taciturna
¡Débil y abatida!
Se encierra un tiempo…
¡Vientos de profecías!
¡Tiempo de reflexión!
Un tiempo de mucha advertencias...
Y tantos arrebatos y detenimiento
¿Acaso es una paradoja?
¡El tiempo del mal!
…Sobre el viento humano….
Razas queriendo ocultar sus trazos...
Solo nos queda un tiempo para pensar
el verdadero valor de tu viento.


Armas, bombas y guerra
Se llenaron los espacios
Y un virus jugando al escondite
¡Dónde no hay besos ni abrazos!
Y el tiempo nos permite
A reconocer que no somos humanos.
Porque hay microbios no solo en las manos
sino en el alma y en esos odio de tierra,
El tiempo anda solitario,
para quién lo medite.



Qué raro todo...
¿Será fantasmas o pecado?
¡O sendas engañosas!
...Mal viento que daña,
que se van imprimiendo en cada espacio
y cada quien tiene sus rugidos
atrapados en sus manos.
¡Despierta!...Que hay auxilio
que sea tu fe, la montaña
para el nuevo tiempo que viene.
Que aquel error... Sea solo eso
...Un tiempo de escondite,
¡Pero debemos estar blindado!




MARISOL PÉREZ.

....de un tiempo....





​

Solo viaja el viento de la poesía
es obvio los sentimientos.
Hojas sueltas caen del día
al compás de su viento...


Como aullido de lobo lleva el caminero
a la mano del gorjeo de la tristeza.
Y tomó el corazón como asidero,
rompiendo su real corteza.


Espinas y cicatrices
todo parece mezquino...
¡El Amor perdió sus raíces!
Como ramas secas de un triste pino.


Y mudo está el silencio
como desnudo está el viento...
Hojas sueltas que van al río
mojando su duro tormento.


El dolor se oculta en lo profundo
con ojos de pena y espina.
Teñida de venganza confundo,
¡Si es amor o odio lo que empina!



SOL.


​

Tu hoja se perdió...
se fue con el viento en su brisa
trasmontando el difícil adiós
y borrando de el rostro la sonrisa.

Y sin retorno ni regreso
ya no hay lugar para las caricias
ni las horas de los besos
sin olvido vivirán las cuitas mías.

Arrancó del alma cada pedazo de la vida
¡Y separó lo que tanto quería!
Vaciaré el corazón para no dar más cabida
la completa soledad desnuda de los días.


SOL.
Marisol Pérez. ​

Ya estoy llorando de nuevo,
¡Ah,como grita tu corazón!
....El Sol se quedo lejos...
La tarde triste,quebró su honda fortaleza.
dejando escrita una canción.

Hundido está tu pecho,
cada ojitos son perlas de ilusión.
Suspira con tristeza mi lecho....
es el eco de su voz....Aquí en mi rincón

El viento abanica con dulzura y amor,
Ya no tengo madera....¡He perdido el llanto!
tus nudos en la garganta...me hacen dolor,
Solo abrazada a tu ternura...¡Como crece el amor!
Todo huele a ti.....Todo tiene tu olor.


SOL.



​

No digas nada.....Que son hojas del tiempo....





No digas nada…¡Déjame que te ame!
aunque sea callada, viviendo en silencio
Deja que te ame….Para saber que aún vivo,
y humedecer los secos labios míos.


No digas nada…¡Déjame que te ame!
con esta fuerza que no tiene medida.
Y cada día es un sueño que causa encamé
... Y requiebra mi vida.


No digas nada…¡Déjame que te ame!
Para despertar y saber que no estoy muerta.
Déjame mirar tus ojos y ámame
y así tocar las estrellas despierta.


No digas nada…¡Déjame que te ame!
no hay nada que cambiar, solo tengo la brisa
de quererte….No digas nada, solo avisame,
y deja en tu cuerpo ese viento que baña tu sonrisa.


Ámame en ese rumbo de horizontes perdidos,
No digas nada!....Y cierra tu boca.
Que solo los aparejos nos lleve a lo vivido,
y así sumergir los deseos a mis ansias loca.


SOL

.....Abrir una
poesía
es mirarnos en dos espejos....



Cuando leas mis hojas
¡Leerás mi alma!
Tendrás una hoja de ella
¡Leerás los llantos!
¡Leerás sus penas!
Verás sus lágrimas
colgando en cada una de ellas
sus dedos de calma,
...Sus huellas...



Y seguirás viendo
como se siembra…
Un árbol con las manos mías,
mil ramas de versos
Verás un jardín de palabras,
con flores recién cortadas
y seguirás leyendo mi canto,
con sus manojos de poesías.
...Cada hoja amada...


SOL.


MARISOL PÉREZ.
​

....No escondo el escribir...Ni las caídas hojas....

​

Contemplo cada ciclo de mis hojas
y cada vez mis letras se sujetan
En esos lóbulos que deja
de esa brisa que pinta.
…De las hojas que mis manos atajan…


El tiempo es una luciérnaga peregrina
que recorre cada espacio
como pinceladas teñidas…Quizás divina
Posiblemente cedida a la luz y sin cansancio
¡Pero el árbol despeina!
Cada hoja de su silencio.


Hojas que caen
del vuelo frío
ojos que ven…
Caer el infortunio
¡Hojas que viven...!
Sembrar un árbol es un origen
derramar letras es un refugio.


SOL.








Marisol Pérez.

Hay días que se me hacen extraños
días donde se estremecen mis horas silenciosas…
¡La verdad no es otra cosa!
…No tengo esos ojos que besan mis sueños.


Y escribo en mi compasión sincera
…Tu amor me perfuma por dentro…
Y unas cuantas lágrimas corren en mi rostro,
guardando para siempre tu huella entera.


…Hago callar las miradas,
aquel rincón de amor rompió su encanto.
Solo soy… Una nota de ese canto,
quizás la línea o el fragmento del alma sembrada.


Con mis manos riego y recojo las hojas…
Sembré un árbol de mil poemas
…La soledad deshoja,
y el viento se lleva…Lo que yo regué...Lo que hoy me quema.


Pero siento la sombra y es el motivo
los pasos puro sobre mi mente soñadora.
De un tiempo acá la indiferencia de las horas,
incrustaron un jardín distinto…Quizás como el olivo…


Mustias hojas y flores
en los cendales de la compasión
¡Oteros de olores!
Cada aroma, es una leve canción.


SOL.

​

Gracias te doy porque me distes un sueño......







Como no llorarte,
cuando aún mis ojos lloran.
Y llora en silencio el alma completa
las palabras sobran...
¡Cuando el llanto es voz de poeta!
Y las calladas lágrimas todas mojan…
mi pluma quieta.


Como no llorarte…
Cuando la tristeza es acuesta
y puedo escuchar despacio
su corazón vacío.
¡Cómo no llorar en silencio!
Cuando los ojos lloran tu espacio,
y las miradas se cruzan sin tener respuesta.


Como no llorarte
Cuando veo llorar la luna.
Y cada noche del quebranto,
¡Sin pena alguna!
¡Sin estrellas ni encanto!
…Lloro y lloro tanto…
Aguantando cada gota una a una.


Como no llorarte,
cuando tú me haces falta.
Lloro tu ausencia,
…Así como llora la noche completa,
así como llora la tristeza acuesta…
Sin luces, sin estrellas altas,
y cada rincón del alma mía.
¡Quiero llorar como la lluvia!
Llevando las ronqueras del poeta…
Sin voz y donde el viento beba a costa,
de mis lágrimas sueltas.


SOL.


​

La noche acaricia los hilos infinitos de la poesía,
me abraza la sombra del recuerdo...
En un amargo silencio de noche vacía
...Escucho caer las lágrimas que ya no muerdo...

Me acecha la nostalgia viajera
con la osada musa dentro de mis brazos.
¡Como sopla el viento de mil manera!
...De nuevo la noche rota en pedazo...

No puedo detener el tiempo frío,
ni las acuarelas del recuerdo que moja.
¡Parecen tonos de poemas mío!
Es la noche vacía escrita sobre mi hoja!

SOL.





​

Me domina la brisa,
en el profundo vuelo del recuerdo.
¡Y puedo escuchar tu risa!
Y puedo tocar el llanto sordo…
¡Es como cantarle a la pena sin prisa!
…Es como acariciar mi amor a bordo…
Y es tanto lo que pierdo,
Y todo se desliza…
Corre las lágrimas sin ningún retardo,
Mojando el recuerdo en ceniza.

La noche rasga mi pena,
Desgarrando el alma fría.
Y los ojos de mi amiga la poesía,
con sus ansias infinitas encadena.
¡Y puedo tocar la luna llena!
…Y la crecida montaña que acaricia
el amor lejano, en el fondo de la distancia.
Eres camino de arena.
¡Eres gota de ausencia!
Eres amor y sangre en mis venas.


SOL.
​

Todo queda en la cubierta
sin ninguna envoltura de alegría,
y tengo la brisa de la soledad abierta…
Con esa triste concurrencia
tan abrumadora, que el alma silencia.
Y el frío aire que aprieta
la anochecida melancolía
sobre mi cama desierta.


Y puedo tocar la pena
y cada soplo que lleva el viento…
Transita la soledad, como sangre en las venas.
Envuelta de sombras y de febril llanto
¿Si eres brisa de condena?
¡O soledad del momento!
…Pero te llevo como brisa del quebranto,
escuchando mi lamento.


SOL.

​

Quiero sembrar los más bellos pensamientos
en mi tierra de corazón
Y decirle al viento,
de colores se viste el rincón.

Con azules y azulejo
cada pétalo de su flor
las violetas como manojo
capullo de lila candor.

Llevando un terciopelo
en su piel crecer...
Teniendo un anhelo
de ver su florecer.

Hojas de pensamientos,
de mi jardín interior...
Hojas de enamoramiento,
sembradío de amor.

Y es reverdecer,
hasta las flores de invierno
Se hace eterno,
su olor al nacer.

SOL.

Marisol Pérez









​

....Debemos saber aplicar la metáfora del otoño....






​

Se humedece mi corazón cuando escribo
Puedo ver las huellas del silencio…
Y solo prescribo
el gigantesco vacío…
De la negra soledad que recibo.


Se entrecruza moralejas con lo vivido
más allá de las sensaciones,
y de las emociones sin perder el olvido
Fueron tantas las pisadas de pasiones,
en cada hoja escrita, y con la misma tinta del sentido.
de ese color nostálgico,metafórico que se detiene....


Estando aún al lado de la soledad,
esa compañera que va y viene….
Me hace sumergir en la eternidad,
en el tiempo castigo, con los recargos que la vida tiene.
Nada de particularidad
solo son las hojas que sobreviene.


SOL.

​