Poemario Hojas Sueltas.

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Y es tu boca ...

La que juega y me toca.

Son tus besos esa savia que arroja

el desollar de mi piel como una hoja.

Y se agiganta cada vez los antojos

como un ágil meteoro bajo de tus ojos.

Y en la bahía de mi cuerpo gozo

están tus manos amorosas con la sed del retozo.




Desnuda fui sintiendo las ansias

y en cada deseo de ti, las caricias.

Agarrando cada cúmulo de ti...

Tuve un mundo nuevo dentro de mi.

Mi piel sintió el calor de tu cuerpo

y cada virutas aprovechándose más del tiempo.

Entre la magia y el fuego que hoy se atreve,

ardiendo en pasión como agua que llueve.



Corre por mis venas todo lo que te entrego

y mis dos flores de piel, en tu boca de fuego.

Y ver tu cuerpo me resulta un poema...

Un tatuaje de volcán, en tu piel se quema.

Que mi cuerpo siente tanto...Y ardiendo palpita

y solo se calma con el sabor dulce que transita...

Quedando entre sabanas la brisa del aroma

y el tinte maduro de mi poma.







SOL.

Marisol Pérez.



Marisol Pérez.

Marisol Pérez.
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Hojas Muertas.


Mis hojas van a la aurora
sin mirar los ocasos del camino...
Es un trinar que atesora,
las plumas del peregrino.

Así de prisa, como el viento
cayendo a los pies del jardín
con el rocío del sentimiento
con la libertad moviendo su fin...

Hojas quizás muertas...
o moviendo la fuerza viva, tan abierta.
¡Cuanta tormenta!
...Bañan a mis hojas hambrientas...

Muchas mueren en su intento
rasguñando el hambre y la sed...
Y mis hojas pegadas en la pared
se incendian con llama del viento...

Y es toda mi raíz,
y el crisol de adentro.
Mi sangre, la familia ...Y mi gran país
¡Las que crecen en cada momento!





MARISOL PEREZ.







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Hojas del alma​

Te tuve en cada hoja mía

En cada trozo del ensueño y la ilusión

Y al preguntarme con tanta manía

Muchos versos rompieron el corazón.


Y aun así, quise reencarnar lo amado

Mosaico de hojas en mis manos arme,

¡Aquel espíritu de amor reencarnado!

Recobró vida , aquellas hojas que guarde.



Cada poema, y mi alma al igual que el árbol

muchas hojas sueltas cayeron...

¡Algo siempre nos falta!...Y viendo el rostro del sol,

iluminado de amor , los mosaicos pegaron.


Marisol Pérez.
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En una pasión bravía,
tus versos se multiplican...
Trayendo cada día,
un amor que lo glorifica
¡Como un Quijote de alegría!
O como el Rapsoda que dulcifica
las nervaduras de su melancolía.

Marisol Pérez.
​

He querido colgar mis hojas
en cada enramada del querer
...Y es el viento que deshoja
el ramaje de mi ayer...
¡Es la hoja desnuda, vestida de mujer!
con el brillo del SOL y luz de lluvia roja...
Tu presencia me hace estremecer.

MARISOL
... Gracias por su visita...
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