El blog de Mary Mura

Mamá no puedo

Quiero mi mano posar
en esa frente marchita,
que con el paso del tiempo
se hace mas arrugadita.

Cual es la fuerza interior
que impide tal movimiento,
como tornado feroz
me va envolviendo por dentro.

Quiero mirarte a los ojos
que se achican por momentos,
pero no puedo lograr
que tu centro sea mi centro.

Pagare por esta culpa
todo esto en carne propia,
¿Se irán corriendo mis hijos
para no tocar mis ropas?

Profundo llanto interior
por no lograr mi deseo,
lo he intentado una y mil veces
pero acercarme no puedo.

Laberinto de raíces
van envolviendo mi mente,
hasta hacerme a mi creer
que el pasado es el presente.

A veces pienso en huir
enterrando esos momentos,
echar mis velas al mar
pues no tengo mucho tiempo.

Pero siempre agazapada
la culpa vuelve a existir,
porque de algo estoy segura
yo le debo estar aquí.

Si tan solo de la mano
yo la pudiera tomar,
pero no puedo,no quiero
solo me pongo a llorar.

¿Sentirá lo que yo siento
cuando no quiero tocarla?
solo al pensar me estremezco
pues siento temblar mi alma.

Este largo laberinto
recorrido por mi vida
¿encontrará alguna vez
el camino de salida?

Recuerdos de tu infancia
En un viejo lavarropas de paredes herrumbradas
armabas allí tu mundo de fantasía inventada.
Siempre elegiste los libros a cambio de las muñecas
lo que te daban las letras para vos era una fiesta.
Cuando algo te fue injusto y tus lágrimas brotaban
escondías siempre el llanto para que no se notara.
A veces esa coraza hacia verte muy fuerte
Costaba así descubrir que estabas pronta a romperte.
Como oso de peluche amuchado en su almohada,
siempre te ha costado esfuerzo bajar los pies de la cama.
Amiga de tus amigos en las buenas y en las malas
aunque te faltara el tiempo aún así te encontraban.
Una vocación muy fuerte, te puso en este camino
has de ayudar a la gente a que encuentre su destino.
Psicóloga desde el alma siempre fue tu vocación,
es lo que tú elegiste aquí va mi bendición.

Dedicado a mi hija

¿Por qué los otrora dueños de las tierras mas fértiles ,fueron desterrados por la avaricia del hombre a tierras secas sin agua fresca para tomar, ni lugar para cazar sus alimentos en ranchos llenos de vinchucas que los van matando de apoco Sin luz con niños desnutridos que mueren de hambre con una cantidad de enfermedades evitables si tuviesen alimentación y cuidados médicos? ¿Por qué el hombre se transformó en animal al que no le importa la muerte de nuestros hermanos .No llegaron a pensar nunca ,que la mortaja no tiene bolsillos. Dios nos ilumine

Amor

Te vi esa tarde amor con tu cabeza cabizbaja entre tus manos, alejado de lo que te rodeaba, tal vez haciéndote preguntas, tal vez buscando esa pequeña luz en la salida, te miré con mis ojos asustados no te reconocí y en ese instante mil pensamientos se agolparon en mi y solo supe hacerte una pregunta, recuerdas amor la fuerza que me dabas cuando tantas veces la vida me agobiaba? Siempre estabas allí brindándome cobijo entre tus brazos recordando la anécdota del viejo Pablo que sabía decirme muchas veces, pobre gorrión de vuelo corto que apenas te levantas para emprender el vuelo ,la vida te voltea en un instante y fuiste tu amor el que curó mi herida día tras día poniendo tus caricias y tu garra.
Hoy te vi abatido e indefenso y te abracé fuerte muy fuerte .para solo ofrecerte mis alas de gorrión hoy ya más fuertes.
Te pido amor que te recuestes porque así como siempre nos daremos la fuerza del amor que se agiganta ante la adversidad y así podremos juntos tal vez por un momento remontarnos muy alto hasta el lugar deseado.
Porque sabes amor, solo abrazados saldremos adelante porque si somos dos que se hacen uno todo será más fácil.

Amargas sensaciones
Bajo un imaginario sauce llorón, me senté aquella tarde acurrucada esperando que sus lánguidas ramas bailotearan sobre mí, mezclando la caída de sus lágrimas con las mías.
La tarde caía lentamente embriagándolo todo, con el perfume de flores que exultantes caían sobre la alfombra de césped formando una paleta de colores.
Me sentía agobiada, perturbada, inquieta, como si en lugar de estar rodeada por un escenario apacible mi cuerpo yacía allí después de haber sido envuelto por la irreverente fuerza de un huracán. ¿Que significaba esa angustia que oprimía mi corazón de tal manera que hacia entretejer sus fibras en forma desprolija transformándo en un madeja enredada que no podría jamás encontrar su principio? ¿Que nombre se le da a ese desenfrenado latido que me arrastraba inexorablemente hacia un abismo?
¿Como calificar ese dolor lacerante que partía mi cuerpo y mi mente de esa manera? ¿Con que nombre clasificar ese arrebato de tristeza que se deslizaba sobre mí cuerpo como las aguas de un arroyo que embisten la roca hasta dejarla sin vida.
Nunca había sentido tanta confusión, tanta amargura ¿que nombre he de ponerle a todo esto?
Se me ocurre llamarla con mil nombres, desolación, apatía, tristeza, desesperanza o con todas ellas juntas, como un río que sale de su cauce sin mirar que arrastra consigo.
Traté de enderezar mi cuerpo, busque llenar mis ojos con la luz del horizonte que ya estaba desapareciendo, respiré profundamente para llenar mis pulmones de aire fresco, levanté mis ojos hacia el cielo y rogué, rogué hasta perder el sonido de mi voz y seguí rogando por una mañana nueva con esperanza, para volver a ver una luz que emerja al final del camino para perder el miedo a nuevos planes y seguí rogando hasta quedar dormida sobre la hierba húmeda y suavemente perfumada que crecida en esa tierra fértil, tal vez hiciese que la semilla casi desplomada de mi ser, germine con la ilusión de un nuevo día.

Solamente, cuando (Prosa)

Solamente cuando tu cuerpo con la sola caricia de la mano amada, vibre enteramente sin que puedas manejar tus pensamientos, solo en ese momento sabrás que estas enteramente enamorada.
Solamente cuando broten de tus ojos lágrimas de felicidad al ver por primera vez el rostro de tu hijo, solo en ese momento conocerás la emoción incomparable que otorga el hecho de transformarse en madre.
Solamente cuando se vaya del nido el último retoño y tengas vacío el tiempo en que preparabas su comida preferida, solo allí empezarás a darte cuenta, cuan lento corre el minutero de reloj.
Solamente cuando alguien lastime los sentimientos de tus seres queridos, conocerás el significado de la palabra impotencia, al no poder evitar esas heridas.
Solamente cuando te roce el frío del viejo en abandono, sabrás cuan profundo esas astillas de hielo penetran en ti hasta perforar tus huesos.
Solamente cuando sin ser escuchado, sentirás por primera vez el punzante dolor que da la indiferencia.
Solamente cuando hieran a un ser querido inocente y amado y sientas que se abre en tu corazón una herida que sangra como torrente, descubrirás allí el dolor que de a poco hace añicos tu alma.
Solamente allí, te darás cuenta de los momentos de felicidad o de dolor que han transcurrido en tu vida.
Y allí podrás hacer tu propio balance.

Aquel triste recuerdo
Como todas las mañanas ,desde hacia un par de años se sentaba en aquel banco de la plaza frente a la catedral, rodeado de viejas arboledas que emanaban su natural perfume y miraba hacia la puerta de aquel pintoresco bar casi parisino por su arquitectura, enclavado en medio de viejos caserones ocupados en tiempos pasados por la aristocracia del lugar, y las modernas mansiones recién construidas que contrastaban entre sí. Nada parecía importarle de todo aquello, su mirada se perdía en aquella añosa puerta de entrada al bar que lo paralizaba sin dejar que avanzara un solo paso, sabría solo el que traba en su recuerdo podía más que su razón. Era un hombre elegante, aparentemente ejecutivo de algún lugar, alto, delgado y sus cabellos entrecanos estaban apareciendo en sus sienes como avisándole el paso inminente hacia la madurez.
Un día cualquiera, me senté a su lado temiendo que fuera inoportuna mi aparición ante tan evidente hermetismo, pero lo presentí tan triste que atiné a preguntar si necesitaba compartir con alguien su pesar, me miró casi sin reparar en mi , pero como ahogado por su pena comenzó a hablar.
“Pensaba en ese entonces que ese iba a ser un día común ,como cualquier otro en la vida de cualquier persona, entré muy temprano al bar para leer el diario ante de transitar las dos cuadras que me separaban de mi empresa, ella entro´como todos los días cargando su bolso repleto de libros y pidió como de costumbre un cortado, con el que daba por pago el alquiler de aquella pequeña mesa que era la más iluminada por el sol de la mañana, y en la que desparramaba todo un arsenal de apuntes. Tendría unos 23 años que mostraba al mundo con insolente desparpajo, era diminuta de cabellos muy largos una mirada casi infantil que se mezclaba con una insinuación atrevida, solo en alguna que otra oportunidad habíamos intercambiado alguna palabra, pero yo sentía que tan solo su presencia aunque fuera por unos minutos me perturbaban ,haciéndome olvidar de todas las formalidades a las que estaba atado feliz, pero no sé por que razón en esos cortos minutos las sentía como ataduras.
Esa mañana quiso el destino que su mesa se encontrara ocupada así que sin demora le ofrecí que compartiéramos la mía ,que solo distaba algunos pasos de la de ella, comenzamos a conversar de repente como si fuéramos amigos de años, ella contándome que era estudiante de Ciencias sociales y que distribuía su tiempo entre el estudio y su trabajo, que no tenia familiares en Buenos aires porque era del interior del país, y yo me encontré en un momento contándole mi vida a una perfecta desconocida. Le conté que estaba felizmente casado desde hacia 15 años que tenia dos maravillosos hijos adolescentes, cuando de repente irrumpieron al lugar dos personas de apariencia normal pero para mi gusto de miradas muy extrañas, en un minuto ya habían sacado sus armas y estaban desvalijando el lugar, a varias personas que estaban allí, las encerraron en los baños a otras las hicieron arrojar al piso y a nosotros como una mueca macabra nos ataron frente a frente. En ese momento de terrible confusión no supimos que sentimientos nos unían, si el miedo al maltrato, si la atracción que sentía el uno por el otro o solo el sentir que nuestros cuerpos se transmitían algo extraño que ninguno de los dos había experimentado antes, solo nos miramos no podíamos hablar de repente todo fue terror, comenzó una interminable y feroz balacera y su cabeza cubierta de sangre desparramó sobre mi pecho esos cabellos que tanto yo había admirado. Su perfume quedó impregnado en mi piel durante mucho tiempo sus ojos mirándome en silencio con una mueca de horror, aun me persiguen, tal vez algún día me anime a traspasar esa puerta para dejar definitivamente aquella pesadilla que marcará mi vida hasta el final” Así con sus facciones desencajadas por el triste relato volvió a encerrarse en su hermetismo, lo contemplé un largo rato y luego me alejé pues comprendí que solo el tiempo y la vida podrían darme ayuda.

Sátira Crucero MSC 2012


Dedicada a mis compañeros de cena
Hemos gozado.
Hemos conocido.
Hemos gastado.
Hemos padecido.

Toda experiencia
tiene sus cosas.
caminos suaves
cumbres pedregosas.

Este crucero
nos maltrató.
El último Dls
allí quedo´.

Por un saludo
dos cachetazos,
si pides más
van latigazos.

Será que el mundo
al argentino,
lo considera
siempre un cretino.

No se dan tiempo
de conocernos.
pues en el fondo
somos muy tiernos.

El celular

Este invento tan chiquito, que atrajo a grandes y a chicos con una fuerza abismal, ha conseguido acercar las voces de las personas sin los puntos ni las comas apenas quieras hablar.
Todo eso es ideal, pero como en los remedios hay efectos colaterales he indeseables como ser: ha conseguido alejar el mirarse cara a cara alejando las miradas para mensajes mandar.
No hablemos de ortografía, porque solo lo entendemos tratando de adivinar, se ha terminado el abrazo del día de cumpleaños, total con un mensajito lo podemos suplantar.
Además apareció la pantalla delatora, que si el que llama no agrada, no te van a contestar.
Que adelanto tan bonito para alejar a la gente, con un simple llamadito, hace que no se molesten. En las reuniones la gente, cada uno tiene uno en lugar de conversar se dedican a chatear.
En la calle nadie mira al que pasa a su lado, ni si esta el semáforo verde o se puso colorado.
No digo que hay que cortar con la gran tecnología, pero cuidado que así, la sensibilidad se termina. Ojo

Historia real
Los miedos de Alicia
Historia real escrita desde el corazón y desde el recuerdo. Transcurrió alrededor del año 1955 en un barrio común de Buenos Aires llamado Villa del Parque, habitado por gente de trabajo.
Esa noche Lalo su esposa Beatriz y su hijita Alicia se dirigieron hacia la casa de Carlos compañero de trabajo de Lalo para mantener una charla, la noche era muy fría y la casa de Carlos apenas tenía lugar para su familia, los recibieron amablemente y los invitaron a cenar.
Los niños de Carlos y Alicia jugaban alegremente esperando disfrutar
de unas ricas empanadas, acompañada de gaseosas por tratarse de un día de visitas.
Después de cenar y agotados por los juegos, los pequeños se recostaron en sus respectivas camas, Alicia se tumbó en un banco, recostando su cabeza sobre el regazo de su madre, durmió un momento pero al despertar escuchó que el tono de la conversación elevaba su volumen y sintió miedo Se quedó quieta para saber porque discutían su padre y Carlos, se sentía muy confundida por no poder entender de que hablaban. Solo sentía el temblor de las piernas de su madre bajo su cabeza. Después de un rato de discusión, se escucharon los sollozos de las dos mujeres.
El problema en cuestión era, que había una denuncia por parte de la empresa en donde ellos prestaban servicio, por el hurto de unos rollos de papel de los que ellos eran responsables por ser serenos de ese lugar. Si esto era así Lalo y Carlos se verían envueltos en graves problemas, Carlos sugería la entrevista con un abogado y el padre de Alicia envuelto en una terrible confusión, no dejaba de repetir que había tirado una vida de trabajo a la basura y no sabía como salir de esto, comenzaron los reproches hacia su esposa a la que nunca le alcanzaba el dinero que él traía y todo se torno en una pelea insoportable que Alicia había presenciado siempre por razones monetarias.
Luego de un rato se despidieron, acordando esperar los nuevos acontecimientos, que no tardaron en aparecer ya que Carlos y Lalo fueron detenidos en el departamento central de policía.
Fueron días muy difíciles para Alicia y para su mama que no dejaba de llorar porque su esposo estaba incomunicado y por el momento no se lo podía visitar hasta terminar con los trámites que demandan la averiguación de antecedentes.
Por fin llego´ el día del encuentro, Alicia y su mama fueron a visitar a Lalo. Alicia no puede explicar aun la sensación de frió que corre por sus huesos ya adultos, reflejo fiel del sentimiento experimentado en aquel sitio, el maltrato al que fueron expuesta hasta llegar a ver unas casillas separadas por vidrios donde solo podía apoyar sus manos sin poder sentir el calor de las de su papá que estaban del otro lado del vidrio.
Después de algunos días allí, fueron trasladados a la cárcel de Villa Devoto, en ese lugar el maltrato era similar pero el contacto con los detenidos era distinto porque se podían abrazar y besar, pasado alrededor de 1 mes salieron en libertad condicional, por carecer de antecedentes, pero ya nada fue igual para Alicia y su familia pues a pesar de que nunca les faltó nada, Lalo solo conseguía changas por la dificultad de estar fichado en el documento.
Por un largo tiempo en la cabeza de Alicia solo retumbaba el sonido de la palabra cárcel, cárcel, cárcel.
Pasaron los años pero Alicia siguió marcada por aquel recuerdo, terrible para su niñez que se hace presente en cada situación de confrontación, de requerimiento de un documento o cualquier situación que tenga que ver con la autoridad y la obediencia, ella supone que ese estigma la acompañara´ durante el tiempo que dure su vida.