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Códices para el tiempo, la memoria y la vida.
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  1. la comida se agota:
    leones, hienas y gepardos
    asesinan a sus crías
    en el silencio de las praderas

    la lucha es silenciosa
    el espacio se reduce
    y produce

    las calles
    plazas y calles
    el equilibrio roto
    muestra un rostro desbordante

    ¿quién puede limpiarse el rostro
    y vestirse de asceta?

    malos tiempos son estos
    cuando los usureros
    por fin llevan los erarios a sus arcas


    la tierra
    al fin se ha reducido a un predio
    con escritura
    y alambrada

    el ideal humano
    no es el niño
    el hombre
    la mujer
    el anciano
    la familia
    el planeta

    felicidad es:
    saciar el apetito financiero.
  2. hay preguntas por doquier
    en muchas lenguas

    todos escuchan
    y esperan

    las palabras son pasos de cartero
    en tiempos de guerra

    y quisieran decir:
    no vive aquí.
  3. amo esa escultura humana
    de la mujer que anhelan mis sentidos
    no me interesa si es soltera o es casada
    solo quiero mirar
    deleitar mis instintos

    confieso mis pecados capitales
    el pecar con la mente
    y el pecar por volverme indiferente
    al respeto que tiene la persona
    de no ser vista
    como objeto sexual
    aunque no quiera sexo ni amorío
    solo quiero mirar


    pecador soy de ambas injurias
    inevitablemente acrisoladas
    a mis genes endocrinofundida
    y neuronofemenino programada
    a mi instinto animal


    no soy perfecto:
    ¿o sí?
    ¿eso será imperfecto?
    para este propósito:
    no quiero
    no puedo serlo

    solo quiero admirar
    la visión más hermosa que el universo ha concebido
    exclusivamente
    -presumo de certeza-

    para mis personales
    y especiales sentidos


    ni el viento tiene ese andar
    ni el cielo tiene esa hermosura
    ni la esencia más deliciosa
    tiene ese aroma
    nada hay que me produzca mayor placer
    que mirar
    el cuerpo de una mujer desnuda
    evolucionar
    ante este universo
    que denomino


    quiero mirar y vibrar profundamente en la mirada
    reducirme al encanto
    de ese intenso e incomparable paraíso
    fenecer en mis remolinos ardientes que borbotan
    más allá de mi alma
    cuando miro
    a esa mujer desnuda
    con las formas perfectas
    para saciar mi instinto
    y mi mente infernal

    pecado mío contra el ser que es femenino
    que se roba mi mente
    sin emitir sus labios
    una sola palabra
    que la vuelva ser vivo

    mirar desde mi noche
    como miro a la luna,
    quiero mirar mi luna
    solo quiero mirar.

  4. Sobre el nopal, la lucha de dos mundos:
    la deidad que se arrastra y la que vuela
    materia contra espíritu.

    La gran Tenochtitlan se funda
    la prometen los dioses como herencia de grandeza eterna


    ¡Dioses mentirosos!

    A causa de la fe
    de la profecía divina
    la gran ciudad se entregó sin combate
    Tardía en su respuesta:
    la sangre de sus héroes no pudo rescatar su alma
    el todo de todo fue perdido


    Sale el sol sobre el Anáhuac e ilumina el cuerpo de la gran ciudad
    Ahí donde destellas los muros y los techos, todo es bien extranjero
    Ni grandeza ni gloria para el pueblo fundador que ahora vive en las ciudades perdidas.
    Judios, libaneses, europeos
    son los dueños de los sueños de gloria que alimentaron el padecer de sus fundadores por 300 años de peregrinaje

    De las promesas falsas de sus deidades...
    por ellas se creó y por ellas se perdió la gran Tenochtitlan
    siempre en el lecho de una laguna.

    El águila y la serpiente han quedado bordadas sobre un lienzo tricolor como símbolo patrio.

    Sobre el espacio nacional, la sierpe -en su acepción maligna- ha ganado la batalla.
    Hoy sucumben al trueno las sierpes callejeras organizadas
    y también las sierpes de cuello blanco.

    En el mundo animal,
    ése que no se borda en mantos sagrados,
    ni se funde en las monedas de cobre o níquel
    o en los billetes portadores de bacterias y de miserias

    En ese mundo real, donde se repta o se vuela
    las águilas casi son una especie extinta
    y las serpientes
    las amas y señoras
    del poco universo paradisíaco que aún nos queda

    Se ha quedado cojo el mito
    débil el nahuál* dual de la patria
    la serpiente domina;
    y el águila
    sufre anemias al volar.


    * según la mitología preshispánica, cada hombre tiene un alma dual con otro ser del mundo animal.

  5. mi barro es un silbato
    música de polvo vivo
    voz de cascada
    de corriente de río
    paso de viento entre el cuerpo de la selva

    murmullo de ola soy
    espuma que se sueña nube
    eco viejo de mi vientre indígena
    que recupera su alma
    desde un mundo de sombras

    abre tu corazón de cristal
    oye la voz del hombre
    del que camina sobre lechos de musgo
    y se alegra la vista
    al paso de las garzas

    barro, hijo del sol
    y de una madre que parió hijos de adobe
    cobijados al calor de la leña
    y las palmas que hacen del maíz
    un cuerpo de tortilla

    eco escondido detrás de tu ventana
    alado como el viento
    musical
    amoroso murmullo
    que canta sobre ti
    que te ama
    y te espera

    mírame
    tras los muros de cristal
    y las luminarias encendidas
    espera ese otro yo
    que va en otra vereda
    por esta misma vida.
  6. ¡Ay viento!

    Me has traído tu brisa
    seca

    y tu lengua distante
    parecida al espejo

    Media solo el amor
    para marchar contigo

    en el hábito mío
    de tomar los caminos
    y buscar las estrellas
    con su llanto de brillo

    arpa de viento soy
    para los cantos tuyos

    animada en alientos

    Canto
    Canta
    Cantor

    Eco de mis nostalgias
    hijo mío:

    viento
    aliento
    suspiro

    soy un canto de otoño
    enamorado vuelo

    siempre en pos de destinos

    y de otoños
    y de cielos.

  7. Vuelves y estoy aquí
    Aún aquí
    Pendiente del ocaso
    Suspirando al poniente
    con mis alas abiertas
    entrelazando vientos

    Vuelves y estoy aquí
    Calzado con las pieles
    que dejan las nostalgias
    sobre sendas de alfombras
    de cristalinas hojas

    Vuelves y estoy aquí
    Déjate acariciar
    por mis aromas
    vueltos frascos de té
    entre la tarde sorda

    Cada silencio tuyo
    se me transforma en sombra
  8. Críos de vientos
    Ocaso de nubes

    Una gota se queda mirando desde un cable

    Las hojas de los árboles se pintan amarillas
    apenas amarillas

    Algo le pasa a mi mirada que absorbe las distancias

    Algo te pasa a ti que miras y me miras

    Ha llegado el otoño

    Alas
    Vientos

    ...y algunas despedidas.
  9. Ha vuelto otoño:
    Las hojas secas
    Los árboles desnudos
    Los ocasos prendidos de distancias
    Las esperanzas que se volvieron golondrinas
    Las nuevas páginas del libro de los recuerdos...

    Ha vuelto otoño
    Esta vez volvió más pronto.
    A estos últimos otoños les han entrado las prisas
    Ya no quieren esperar.
    Quieren estar aquí, a nuestro lado.
    Intentando cubrirnos en vano, con esos tallos secos
    y vientos alocados;
    que aunque mucho se esfuercen,
    no generan
    calurosos cariños.

    Vino ayer
    tocó a mi puerta
    De entre sus pechos huecos
    ha escogido una arruga.

    Me miró enamorado, con nostalgia profunda;
    y este oscuro poeta, consoló con sonrisas.

    Dos arrugas
    para que nuestro invierno
    entre luces
    las luzca.
  10. tantos antes de mí
    miraron y adoraron
    los huertos, las flores y las aves cantoras

    tantos antes de mí
    amaron como yo
    una mirada me ha provocado amor
    y el amor ha bendecido mis pasos siempre

    tantos antes de mí

    Tiene su hora el ansia, la temeridad, al marchar por los sueños
    hay un tiempo de proclamarse rayo luminoso
    lumbrera
    haz
    fuente de luz
    lo sabemos yo, y
    tantos antes de mí

    pasos y voces
    risas
    las balas de una guerra
    vienen hasta hoy a mi encuentro
    luego de muerto el patriotismo
    entre las garras hediondas de la demagogia
    los mercenarios reptan
    sobre los campos de batalla
    muerto es
    aquel tiempo de héroes, frutos de la inocencia

    pasos y cuerpos se guardan de la lluvia,
    del barro embadurnado a la planta del pie
    yo he roto mis silencios
    la daga de mi voz degolló mis entrañas
    tu voz se me volvió cicatriz

    antes que yo... tantos como yo

    a ti
    -por amor a la candidez-
    te permito la fantasía
    de sentirte
    único.
  11. Las alas del avión hacían como que se plegaban ante la embestida furiosa del viento; pero luego se volvían a abrir sin perder un ápice de altura y lo enfrentaban de nuevo. Luego revoloteaba sin sentido en un espacio breve, haciendo, más que piruetas, breves nudos en el aire.

    Venía osco y polvoroso el viento del oeste. Hediondo, pestilente.

    El avión le retaba con sus alas cuadradas y el insistente e irregular ruido de un motor aparentemente indomable.

    -Rrrrrrrr

    -Raaaaá,

    -Brrrrrrrr...

    -Pruuuuú

    Duró la fiera batalla casi una hora.

    Dando vueltas y vueltas, alargando a veces hacia el poniente su breve vuelo, hasta que de repente las alas se desprendieron de las manitas morenas que las sujetaban.
    Primero de un lado, luego del otro.

    El Viento se encargó de lo demás.

    Vengativo y furioso se llevó las alas como premio a tanto desafío, entre un remolino gris que las revolvía en su seno espiral e invisible (remedo de hoyo negro) junto con bolsas de plástico, papeles percudidos con todo lo imaginable, desechos industriales pulverizados y otros muchos componentes habituales de un tiradero de basura.

    A un costado del área de vuelo estaba la razón del colapso aéreo: se reventó una hélice morenita y descalza.

    Derrumbado en el suelo, el infante andrajoso cubre con una tira de trapo sucia su dedo ensangrentado. Ha tropezado con una roca invisible entre el matorral de hierbas que rodea la choza de cartón y láminas que sirve de vivienda a su familia. Se le levantó completa la uña del dedito gordo de pie derecho. No llora pues sabe que está solo y nadie acudirá en su ayuda. Se porta como los héroes de guerra de las películas que ve en la televisión vetusta que no falta en la casa.
    Le gustan los aviones. Ha dicho a todos que cuando sea grande será un piloto. Es tan enfático en su idea que cuando le duele la pancita por el hambre, mamá le dice que se aguante, que los pilotos no lloran.
    Él resiste con algo más que heroísmo los acosos del ayuno involuntario, como si fuera una prueba de fuego.

    Por ahora la aventura con alas ha concluido. Descuido de navegante bisoño que por mirar los cielos y soñar con las nubes se olvidó de los suelos, desde donde siempre se traza todo vuelo.

    De cualquier forma, no ceso de cantar odas a esa bella aventura que lo llevó a volar más allá de sus plantas descalzas y desnudas, saltando y corriendo tras un trozo de cartón viejo y ajado que tiene el poder de hacer sentir, soñar, a cualquier alma infantil pura, lo hermoso que es volar aunque se viva rodeado de basura.
  12. Hermana de mi soledad
    ven a escribir conmigo un verso de esperanza
    a juntar entre pieles
    los lenguajes hurtados al misterio

    A mascullar
    en cuencos de nostalgias
    por los amores idos
    y los amores viejos

    Ven a reunir conmigo los perfumes amados
    sinceros
    sin mentiras
    lo que ha quedado al fondo
    en nuestros aromarios
    luego de tantos pasos
    y tantas despedidas

    Abre la boca para compartir suspiros
    y el necesario aliento
    que invita a desafiar desilusiones
    en la humedad sagrada
    que nos dibuja el beso
    con las mieles de otoño

    No es hora de llorar
    ni es hora de mentiras,
    huelgan aún tantas tardes
    con sus sábanas frías
    para que nuestros cuerpos
    abrasen nuevas noches
    y albricien tantos días

    Hermana de mi soledad
    deja partir el viento
    en pos de las rendijas
    y los muros helados
    de filosas orillas,
    que no todo ha acabado
    quizá nada termina

    Entra en el aposento

    de viandas escogidas
    con la espuma de mar
    y la arena marina
    Sombra, cobijo y sol
    diálogos de mejillas
    El puerto no está lejos
    es luz que se adivina

    Anidemos en versos
    esa canción sencilla
    bien puede ser de amor
    o bálsamo de vida
    Un arrebato al tiempo
    de eternidad prohibida

    Hermana de mi soledad
    bebe el beso en tu herida
    Desnúdate callada
    Maquilla tus silencios
    Matízalos con besos
    para sentir la vida

    y en este nuestro otoño
    con sus vientos tan largos
    y hojarascas perdidas
    retoquemos el cielo

    con sombras
    y poesías.
  13. algo aprendí del indio

    cuando nada se tiene,
    al amigo que viene bajo el sol
    se le obsequia la sombra
  14. poemas sin musa

    Y, ¿ por dentro?
    por donde pasan y se escriben las melodías del alma
    por donde nunca cruza el puente del olvido
    para llevarse el todo, al mundo del jamás

    Por dentro
    donde cada minuto, continúa en su archivo
    y el viento,
    con sus hojas aladas
    navegando a su otoño
    ha perdido en la tarde,
    las ansias de esperar

    Por dentro
    donde surge mi vida hambrienta de suspiros
    y que al verte a los ojos, puede mirar al mar

    Sí, ahí
    por dentro
    en ése no me entiendo
    en ése no me explico
    en ése no sé dónde
    que se llama pensar

    Donde todo es mi caos
    discerniendo mi mundo
    siempre envuelto en preguntas
    sin poder contestar

    Ahí
    presidiéndolo todo
    la gran interrogante
    en su estatua de fuego
    a quien todo se asume
    el intento de crear.

    Por dentro
    sin que miren los ojos
    o escuchen los oídos
    siempre resultas parte
    de esta mi intimidad.
  15. para una tarde así
    con cortinas de lluvia desde el techo
    y lagunas minúsculas decorando el jardín
    solo falta tu cuerpo aquí en mi lecho
    resbalando en abrazos por mi cuerpo
    encendido
    secreto
    que confía en la noche
    para dejarse abrir

    para una tarde así
    no hacen falta palabras
    solo viene, al encuentro
    nuestro afán de latir