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  1. De nuevo comparto un soneto que ha sido generosamente acogido en este espacio.
    Apapachos para todos.

    Tiene el amor

    Tiene el amor su espacio y su cadencia
    sus ecos musicales y sus gritos
    sus ágapes paganos y sus mitos
    y el ávido flüir de su conciencia.

    Suele ayuntar virtud y decadencia
    en espejos frontales e infinitos,
    o acompasar con sueños manuscritos
    la danza del encuentro con la ausencia.

    Asciende por las lúbricas escalas
    de un abrazo, buscando su aposento,
    con secuencia de acordes y de pausas.

    Expresa en la vehemencia de sus alas
    el cielo de su canto y su argumento:
    Tiene el amor su espíritu y sus causas.
    A Alde le gusta esto.
  2. Hola queridos amigos munodpoetosos. Comparto ahora este soneto que subí a este generoso espacio en 2012.
    Apapachos para todos

    Al filo

    Al filo del relámpago y el beso,
    ondeando en el cielo sus cintillas,
    porta el amor sus siete maravillas
    de turbada virtud y de embeleso.

    Todo el placer enciende en el exceso,
    igual que con descaro, a hurtadillas,
    es la caricia guerra de guerrillas
    que avanza por la piel, sin retroceso.

    Son siete sus colores y sus notas,
    sus dulces agonías, sus esperas,
    las huellas de su baile en la memoria.

    De las voces recientes y remotas
    despliega en la existencia sus esferas,
    al filo de la muerte y de la gloria.
    A Alde le gusta esto.
  3. Hola a todos, de nuevo comparto el presente soneto con eco, forma que, por cierto, no he vuelto a practicar.
    Apapachos.

    Confín
    Soneto con eco

    Tiene el poema que provoca, boca,
    para la llama que lacera, cera,
    galante flor de primavera vera
    firmeza antigua de barroca roca.

    Su fuego el corazón trastoca, toca,
    busca la gloria en la postrera era
    cura la herida con que fiera hiera
    con una idea que disloca, loca.

    Si me devela su bagaje, gaje
    el cual mitigue sin aviso, viso,
    se irá la pena que acerroja, roja.

    y alas pondrá entre mi equpaje, paje
    cuyos pendones sin permiso izo:
    Brevísmo confín que aloja hoja.
    A malco y Alde les gusta esto.
  4. Hola, amigos munopoetosos, es hora de compartir otro soneto con esta generosa comunidad.

    Definición


    Ah, que tú escapes en el instante
    en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
    José Lezama Lima

    Quisiera percibir su forma exacta
    el éxtasis de luz que la circunda,
    su esencia originaria más profunda
    y devolverla en el papel, intacta.

    Que no engañara el rayo que refracta,
    el verbo que la nombra y no la funda
    la mirada vulgar y nauseabunda
    ni la mano mortal que la contacta.

    Mas no la encuentro en todo cuanto escribo,
    no late en mis palabras con su esencia
    ni su rostro dibuja ante mi vista.

    Y sin embargo sé que en cuanto es vivo
    ella tiene su reino y residencia
    aunque a nombrarla siempre se resista.

    A Alonso Vicent, Alde y Bernardo de Valbuena les gusta esto.
  5. Hola a todos, sigo compartiendo los sonetos que este espacio virtual ha albergado.
    Apapachos

    Botón

    De plástico, madera, piel o hueso,
    los usan cada día por millones,
    tienen simples y prácticas funciones:
    cerrar, abrir, vedar cualquier acceso.

    Su labor realizan sin gran peso,
    nadie espera que tengan distracciones,
    pero a veces producen turbaciones
    si el acaso los lleva a algún exceso.

    No falta aquel que, asido de una blusa,
    se escape del ojal que lo ceñìa
    relajando un instante su firmeza

    y que deje, del cielo de la musa,
    con ingenua y total alevosía,
    asomar de su pecho la terneza.
    A Alde le gusta esto.
  6. Hola a todos.
    Vuelvo a publicar este soneto que parte de una visión localista de nuestros antepasados, para hacer un homenaje a unos ojos.
    Saludos.

    De obsidiana
    Mi patria está en tus ojos.
    Pablo Neruda

    Eran las de sus ojos, obsidianas,
    gemas embellecidas de negrura,
    cristal bruñido en ancestral hechura,
    de un recinto sagrado las ventanas.

    En ellos habitaban las mañanas,
    la estirpe de mi raza en su mixtura
    la luz del fuego nuevo y su ventura
    y el vuelo de sus aves soberanas.

    Del sueño interrumpido, la memoria,
    la muerte en en el ombligo de la luna
    y la sangre en el agua y en su duelo.

    Y eran también los dioses y su gloria,
    el barro y el maíz junto a su cuna,
    los de la noche, ojos de mi anhelo.
    A Alde le gusta esto.
  7. Hola, compañeros de viaje poético.
    Comparto ahora este soneto que tuvo la fortuna de recibir el reconocimiento a la poesía clásica en octubre de 2012.
    Apapachos para todos.

    Lo que el poeta quiere

    Quiere bordar estrellas en la nada
    azucenas de luz en el vacío,
    sembrar sobre la estela del navío
    y cosechar un sueño en la alborada.

    Quiere del paraíso una tajada,
    un pasaje redondo al desvarío,
    arañar los pendones del hastío
    y acariciar los sueños de la amada.

    Escuchar las palabras primigenias
    habitando la voz de su deseo
    como vuelo de eterna mariposa.

    Retornar del infierno con gardenias
    y, llevando su afán al apogeo,
    de la obra de dios hacer la glosa.
    A Alde le gusta esto.
  8. Comparto el presente soneto, vio la luz en este portal y posteriormente en mi libro de Sonetos "Hace falta"
    Un apapacho con mucho cariño.

    Luminosa

    La lluvia se ha llevado sus rumores
    en la noche que mengua sus latidos,
    los luceros son párvulos perdidos
    y entre sombras se duermen los colores.

    Ocultas las palabras, tus pudores
    son desalados ángeles caídos,
    reina la irrealidad de los sentidos
    y el rostro se te enciende de rubores.

    En tu espejo florece una azucena,
    la cifra de tu vientre es una brasa,
    una flama, la flor de cada pecho:

    Toda la habitación de ti se llena.
    Bajo la luna ausente, en esta casa,
    tú recreas la luz en nuestro lecho.
    A Alde y Bernardo de Valbuena les gusta esto.
  9. Hola a todos, mi cuenta estaba hackeada y no podía entrar a compartir con ustedes en este espacio.
    Aprovecho la generosa gestión de los administradores para liberarla y dejo aquí el presente soneto, publicado en mi libro "Hace falta" Sonetos 2.

    Sospecha

    A mi esposa

    Vino a bordar con lunas, soledades,
    deshilando del agua sus reflejos,
    a escombrar el rencor de los espejos
    y el bien y el mar atar en sus mitades

    A invocar de la vida sus verdades,
    los amores nacientes y los viejos,
    a exorcizar del alma los cangrejos
    y a regalar el sol de sus edades.

    A esparcir las semillas que le han dado,
    para bailar un vals Sobre las olas,
    y a rebosar mi copa con su vino.

    Sintiéndola dormida y a mi lado,
    inmersa en su cadencia de amapolas,
    sospecho que quizás a eso vino.



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  10. Hola, amigos mundopoetosos.
    Continúo con la publicación de mis sonetos alojados en este espacio.
    Gracias por su generosa lectura.

    Adversativas

    A veces pongo amor en donde dice ultraje,
    las noches en que acosa la penuria
    y digo inmensidad cuando la injuria
    convida a la ceguera de su viaje.

    A veces traigo un mar como equipaje,
    si el desierto se extiende con su furia
    y un verso canto, lleno de lujuria,
    si la aridez despliega su ropaje.

    Sé que este tiempo es duro y es amargo
    que las dichas escasas y elusivas
    pero mi voz apuesta por mi suerte.

    Sé que ella ha de ganar y sin embargo,
    me gusta interponer adversativas
    ante el discurso ajado de la muerte.
    A Alde y Carolina Varela Lopez les gusta esto.
  11. Hola, amigos mundopoestosos:

    Comparto este soneto, publicado aquí hace algunos años y en mi libro "Hace falta" hace algunos menos; está dedicado a alguien cuya pluma aún continúa presente ene estos foros.

    A Garcilaso
    Para Jorge

    Guerrero y cortesano fue, poeta
    en esta hora es, en este día,
    y vive aún, Elisa, vida mía,
    en un verso sin mácula ni grieta.

    De Nemoroso encarna la silueta
    sus lágrimas corriendo, su agonía,
    el fiel rebaño que cuidar solía
    y en su pecho por siempre la saeta.

    Su lira tañe aún en el parnaso,
    en la tercera esfera el duelo canta
    y renace el soneto en su presencia.

    Del mismo manantial que Garcilaso,
    quisiera, amigo Jorge, en mi garganta,
    el néctar de su límpida elocuencia.
    A Bernardo de Valbuena le gusta esto.
  12. Hola a todos.
    Es tiempo de compartir este soneto retrógrado que también aparece en mi libro "Hace falta. Sonetos 2"

    Otoñéceme

    De la raíz al tronco hasta mis hojas,
    toda la savia sorbe en mi estructura,
    hazme ocrecer en cada nervadura,
    que se desnuden todas mis congojas.

    Abrásame las blancas y las rojas
    si las flores acechan mi escritura,
    otoñece con gotas de amargura
    en tanto con crudeza me deshojas.

    Que un niño pulverice los fragmentos
    acabando con todo lo que insiste,
    procura que no quede algún retoño

    donde la dicha busque sus fermentos
    Si quieres en verdad ponerme triste,
    no vengas a decirme que es otoño.
    A malco le gusta esto.
  13. Buen día, compañeros de pluma, comparto ahora este soneto publicado con anterioridad en el foro de clásica-
    Apapachos para todos.

    Yerro

    No es error del mar si con su ira
    hasta su lecho porta al navegante,
    ni si el ciclón, con ánimo cambiante
    envuelve a los navíos con su espira.

    Tampoco yerra el sol cuando lo inspira
    el soplo del infierno calcinante,
    ni el rayo, si por caso es el causante
    de convertir los árboles en pira.

    Ni mucho menos tú, si tu cariño
    rechaza siempre al mío con aplomo
    hurtándome el milagro de tu cara.

    La culpa es del invidente niño
    que enviara para ti flechas de plomo
    y el oro para mí se reservara.
  14. Hola, amigos mundopoetosos.
    Sigo con el rescate de mis sonetos hospedados en el este hospitalario espacio:

    Una huella

    Es una traza, un eco sin audiencia,
    materia de un recuerdo que no debe
    vencer la resistencia de la nieve
    aunque cruce en su centro la existencia.

    Una marca, presente de una ausencia,
    ingrávida oquedad en donde bebe
    lo mismo el avecilla inquieta y leve
    que un perro de misérrima apariencia.

    Es intangible flor, nocturna llaga
    haz de sombras que avanzan en silencio,
    sustancia transparente y amatoria.

    Es el golpe implacable de una daga,
    dulcísima crueldad que reverencio,
    la huella de tu ausencia en mi memoria.
  15. Hola, amigos mundopoetosos.
    Comparto ahora este soneto, ya se verá a quiénes fue dedicado.
    Apapachos.

    Aprender a ser joven

    Aprender a ser joven es preciso,
    no importa si a los veinte o los cincuenta,
    de buganvilia usar la vestimenta
    y en la mirada un pájaro insumiso.

    Que la dicha aparezca sin aviso,
    sea el amor aquello que aparenta
    que se tome al dolor como una afrenta
    y se cante a la vida sin permiso.

    Evitar el rencor, la idolatría
    y no comprar felicidad en serie.
    Como Amadís, Romeo, el Quijote,

    volver a enamorarse cada día
    y el corazón traer a la intemperie
    como niño que vuela un papalote.