Nueve simientes parte VII 1 Pensamientos cabalgan muletas desordenadas insomnio del padre arrendado. Violeta dicta de su ausencia avalentada, distancia, orfanato, de estrellas un prisma de viento. Caleidoscopio de azares mis retinas son, dormí en la grama, me nació un fantasma que ama de verdad. 2 Ventanas de el último tren mi vida inmersa sobre raíles solariegos campos me mueven la sonrisa. Verdor al candor de regueros, molinillos me llevan, estatua de quien fui. Colorín no tuerzas tu alita en reverencia a quien gobierna aquel. 3 Esperando para el nuevo siglo me creo que llegaré con mi cigarro en la mano. Azures queman azucenas de mi tarde, desafiando a esta araña estoy, soy helor de cielos derretidos escarchas de este ayer. Pude pero yo soy único, yo elegí nacer en Castilla y ser padre de mi chulería. 4 Respiro que te miro María Margarita, perdona pero contaré en esta obra maestra, que me hiciste feliz cuatro años casi y los que nos quedan, espejo para ser común, respira mi imagen entre sus cristales porque es otro hombre, no es mi imagen, me desconozco. 5 Cuervos de pitanza corva fieles grajos de la luz que se oculta, nocturno graznido que mi alma crascita. Negra ala color de todos los colores en curva espalda forjado, alienta que nunca más fallaré a mi mujer. Mujer de las flores silvestres, cuida mi cebollino que no es mío, lo adopté de tus campos por si la flor osase. 6 Fuente desnuda, bullir de adjetivas voces, extasía entre palabras mortales, semblanza silvestre por molinos del alba. Mi pueblo sin ser mío es y está en Albacete traigo que llevo, mi cuchillo por veredas de encinas dormidas. Mundo, un río con saliva de amores furtivos, sueña que esta tierra en ocres abre, su despertar la cigarra a este mundo de grillos. 7 Novio de la noche soy, abrazo arcoiris cromáticos de todo lo que vino a ser y se fue, amo su oscuridad. Amo su desliz nacarado y sus gemidos de viento, en persianas y hojas sin tinta sólo con vida, ambi-diestra suerte vapor de candores. Es mi letra una espiga roja de mi sangre que porta, abre mi rabia, saldrán mis lobos, nació mi espiga roja y negra sangre y tinta que espera. 8 Paréntesis es mi destino, mi vida una coma que llora que tiene miedo. A que llegue y sea un punto final, yo que soy hijo del Sol, mi hermana que es hija de la luna. Mi madre que es eterna y mi padre su eterno acompañante, vida te amo porque intenté quitarte mi latido. 9 Arrepentido por no llegar ni a insecto, ningún animal odia su vida, yo no la odié, odié este mundo. Y lo sigo odiando, algunas personas no tendrían, no deberían haber nacido. Camino por este mundo, sendero de penas de abortos porque hablan y respiran. Evasto Tellano El Castellano a 15-11-2016 Editado por errata
Nueve simientes VI parte 1 No estoy en peligro, yo soy el peligro, de este fuego nacido. Se desdobla mi idea, yo soy libre, tijeretas atrás nazco de una ciruela. Mi suplicio es vencido, sin hueso ni eje, estalla mi trompo carcomido. 2 Sueña esta amapola que no fue sangre de tierra, que fue mariposa y abeja. Al fragor de silos espinas hirientes consumen, violan lamentos vespertinos. Descendiente de la luz y de la sombra, hermano, dame tu abrojo consumado, será mi letra mi horca. 3 Parca efímera que desvisto, de hombre luciente me visto, nuevo por fuera sombra y noche por dentro. Crepita este patio en el café de poetas yertos me encuentro mis soledades hablan de sus puñales por sembrar. Oscuro es el fulgor, quemado por no tener mejor, miro al cielo ¿Puedes bajar mi ilusión? 4 Dominado, apoderado, espina al mando, lata de conservas en la que desnazco, insurrección en este recipiente. Corredor de las represalias soy, al destino mío emborracho hoy con nueve litros de absenta. Aguja hiriente brilla mi ser resplandeciente, amo esta vida de cara muerta, vive que muere este sol naciente. 5 Granate trashumante, seguidor del diablo embotellado, acaso no se dibujó esta vida demente. De escritor surrealista, con su ojo de prisma cual arista febril idealista. Cerrajero universal con casa sin cerraduras, perfección inmortal. 6 Caminante de fríos hielos perdonen que me ría primero, realidad de ratas sumergiendo. Solsticio bisiesto por apostar, es mi Sol mi religiosidad un Dios como miles de años le vieron pasar. Esta es mi vida esta es mi azada, soy funesto clavo en la sangre esta empalizada postrada. 7 Era mi suerte como un retel de cangrejos, era mi amor como una ataraya, pero se fastidiaron soy hombre como años lejos. Fumando mi cigarrillo no miro de su ceniza su caminillo, me asusta ser brujo cuervo certero. Puertas dos para atrás al pasado una ventana sin cuerda, veintisiete años de rebelión mirarás. 8 Pureza éxtasis en vena, nirvana en escritura trasquilada, talento que a diario me reta. Disfruta estos sueños, no tengo miedo, yo estoy hecho de miedo. Estoy flotando en las olas, siendo evidente sonará mi diente, entre sal y arena de caracolas. 9 Entre montañas de azores y valles de ríos dulces, mis versos serán de grama un nido. Abriré de mi mujer sus cerrojillos, el placer navegará por sus muslos como molinillos. He nacido soy perfecto, por algo soy completo con el amor a mi flor que en mi corazón se clava directo. El Castellano Evasto Tellano a 15-11-2016
Argos de estrellas Túrbase esta luz habitante de mis lares, entre crujidos dolientes prendido mi Sol queda henchida mi clara sombra, entre mis cuencos derrama, la verdad deshojada, cumbres de filos, estrellas de este surcado cielo, quisiera labrar las nubes de tus labios, hacer surcos de mí en tus ribarzos que el campo se me clave, que tu vida me arranque de esta tierra, fada, fadita morena, es la hora labraré mi siembra, vestirán tus cabellos este viento manchego, surcará mi azada tu barbecho gallego, présaga tierra en dicha, en alcanzada, desnudada caricia que eclipsa y se eclipsa, por nudos de hiedra, por abrazos de savia, luna morena, luna de piel y sábanas de mujer, humilde mi celo te envuelve, vive, este huésped de Arganza vid que tres álamos ciñe, yedra mujer que los chopos trepa, entre riberas me tumbo a sosegar, el cristalino riego de mi sangre, va el río Mundo desconociendo sus pasos, quién te puso tal nombre digno Oh gran río, entre mis tierras de cuchillos calizos de Albacete tu rúbrica transparente dejas, desnudos tus juncos el Segura te acompaña, pájaros dormidos entre árboles nacidos, hacen tus aguas el amor con estos habitantes, con mis yunques combatientes, clavo estos sentires, esperando abrir el fruto del amanecer, esperando mi vida por enternecer, allí donde el sol no se pone, reluce mi túmulo estigmata del sentido, iris en fulgor de astros en cadenas, era o no era me tocó rajar mi crisálida de cuerpo, para que hable mi alma que te ama mi fada gallega, mi ser de vida quieta rompe sus cadenas naciendo un hombre de mí que te mueve las montañas hasta encontrar de tu boca el te quiero, mi fiel desespero que conociéndote te espero, con el calor de un lucero mi fiel cuerpo de espejos, iris en sangre del sentimiento, broté de mi sombra, buscando esa luz plena, verdadera, vives ya en mi sangre cariño, por si un día despierto en este camino que viva siempre nuestro cebollino. Y nuestro jacinto ofrezca su ramillete a la noche que envuelve. Evasto Tellano El Castellano
Crascita la belleza Un rayo de Sol iris de su párpado cabalga el albor de un cielo de plomo la belleza abre sus alas de amor se desliza el sueño en color por los que estuvieron y nunca estarán cicatrices carmín mecen los ojos de un tiempo desvanecido, tejidos en el esfumino del estridente grillo por un horizonte de sangre se forma, gotea y sostiene lo que el ser alcanzó a ver pálpitos de estrella que dibuja la floresta yo lloré sobre una montaña allí sostuve mi alma colmada fuego que destapaba la libertad del hombre era pintada sobre ascuas del miedo volátil que avanza nunca para hacia más lejos de la novena estrella iba la conquista destellos fugaces del ser cobijaban mis manos el reino vivo lloraba en mitad de la mar su pena que crujía con las olas ecos de su destino informe ojos de sus ojos que en cristales bañan su osadía de cerrojos la tierra en silencio grita lo que ella habita baila y juega en inocencia un fulgor se abría pasó del cielo tormentas ceñían su pensamiento hijo del rayo conquistaba su corazón un resplandor de la nube se abrió su vida clamaba perdón por su alma sentía insuficiente su respirar por esperar, una flor abrió en la montaña paciencia le dijo no hay razón para la belleza ella nace incausada sin más así el cauce de tus actos abrirá en besos carmín cuando tu destino tome forma crepitando su felicidad, cabalgando más lejos de donde se ocultaba el alba cada planta despertaba con él siguiendo el camino del amanecer sus miedos quemó en una hoguera y de sus cenizas surgió la belleza con forma de mujer, ardían sus ojos con el candor del Sol ni la caléndula más bella alzaba el color de sus cabellos, un cuervo posó en su hombro y le dijo: -Ha llegado tu momento. Es la hora de bajar el firmamento, y tomar tu lugar hasta tu desvanecimiento. El Castellano
Förüq breve recopilación, seis entregas Hablo desde esta sombra que me habita, un cielo noctámbulo me cuelga la caricia, mi vida que jamás se consume en desquicia, rajo este sol que visita tu retina, espacio derredor acaricio en agujas que te cuelgan el techo, flor con flor brilló nuestro corazón, una luna tejida por su alarido a galope del viento en mi mundo te alzo en piel de piedra crepitando tu rayo que me cuenta de tu vena y su carcoma muy lejos de la tierra hilvano tus ganas con destello furtivo de sed de abrojo cambio tu vida a mi antojo sí tu pecho en rojo, sabes quien soy soy fantasma que sólo tú ves flagrando el viento a tu merced, háblame del puerto y su negro sentimiento, háblame del cuervo, de tu alma sin cuerpo, ven, ven a mí veremos el amanecer en la sangre de mis ojos, acabaremos con el destino inerte que cruza mi suerte, ven de nuevo quiero verte, apoderarte, alimentarte de mis rosas desangradas, es por tu roce que mi sangre bulle y jamás de ti se esconde te siento en cada silencio seco, en cada eco de oscuridad que a mi espíritu sucede cómo no tenerte si por tu idioma me florece el verso, piel con alma simiente del atardecer, umbrío cae su sonido; Tu cuerda que afina el grillo y cigarra con su guitarra acantonando nuestro oído, es por ti que mi suplicio cae investido fiel a recorrer tu segunda vida, ninguna mentira me dijiste, el miedo ahuyentamos juntos de la mano, la noche llega de nuevo en tu pupila de esferas yertas y sus paraísos de hielo que cruzo al verte quiero que me sigas sonando eternamente la noche para todos los siglos que empieza nuestra condena sintiendo hoy la lluvia bajo tus ojos. Förüq II Tumbado el horizonte se acuesta mi ilusión, este mundo arde en un verso, la decencia queda volcada, la gente se pierde en el alambre que sujeta el verso, mirada a la tijera y que suene la campana, todos mis sueños quedaron amados detrás, yermo el terreno mecía un alarido por la tierra que no estaba muerta, vuelo sin suplicio dormido, la acequia mi sangre lleva, pierdo el control por quemarme con su luz, resumen de lo vivido en la esfera de su retina más que un crujido de mi ventana, al viento le pido me acerque su latido, camino por fuera del límite, anudado el tiempo y sus cuchillas doradas, sol tras sol, día tras día, todo lo haría para que te quedaras en mi vida, graznando viene la noche por el círculo dibujado por la luna se cava la llegada del día, desde el lugar que yo amé antes, te escucho gritar, la oscuridad me sostiene con su manto templado, vuelo al alfeizar, tu habitación muerde mi pupila, el tiempo me vio nacer cuervo, jamás rendido desde una torre a otra exclamaba el perdón de los Dioses por alimentarme de sangre, llegada la hora que luciérnagas cuelgan noches en los robles, se abría el reguero de mi sed de abrojo, la araña tejía su cena, yo te esperaba como cada noche, los minutos derretidos en mi colmillo, granate albor se deslizaba por la tercera campanada, tibio, parco, sumiso, el sentido, se vencía mi sed de nuevo, concluida la estampa de la sombra, que araña cada grito en su cama, danzando mi calma. Hoy no será una noche cualquiera, se prende la hoguera, la sombra me abraza cayendo de nuevo el sentimiento yo no me acuesto, limo mis nervios con acero, la lluvia canta en mis oídos, será otro amanecer violeta postrado, mírame soy el alba de tu amanecer hoy no me verán perecer, mírame voy por ti. Soy förüq. III Estupor nacido tus brazos no están lejanos a través de los tiempos todo lo que siento es un ramillete de estrellas esperándote en la cruel avenida de ángeles estrellados en sus caricias puedes verme caer en mi subrepticia vida que para en vivo y me deja verte resumen de lo vivido cuando la noche comienza a sonar yo vengo por el camino de las espinas hoy que no se bendiga me mantendré esperando con mi soledad por ti ecos de un tiempo que se desvanece en el vértice si ese por el que colgar mis ilusiones gana el horizonte yo era más viejo a la entrada de las nuevas visiones yo cambiaba el tiempo en la hoguera al parpadeo estaba besándote al fulgor crepitando la estrella en amor latidos sordos de penumbra me cuelgan las pestañas todo te lo di y te di más que nada me enraizan las malvas en mi nicho hoy seré yo quien muerda tu cuello al son de la luna seré el vampiro despierto a través del tren de la noche atravieso zarzas y cardos hasta llegar a tu ventana el azabache es llorado de nuevo queda tu corazón de cuarzo la noche se mueve mis grillos cantan un réquiem por la flor se despierta un cuclillo en amor eres mi fuerza, eres mi hombro me deslizaré en tu cuarto cuando las sábanas arropen tu cuerpo y yo beberé de ti el sentido hálito de vida en hierro esta noche de primavera que corría hacia atrás seré espectro en oración hasta llegar a tu puerta y devolverte a la nueva vida tiempos negros me trepan cuando su eco sordo baila en mis pestañas me fumo un cigarrillo a la hora que lechuzas despiertan se oye el resquemor de tu ventana mis colmillos brillan tú dormida sientes frío desde tu cuello a tu sentido visiones de tu nueva vida te entran despiertas y yo ya no estoy en tu cuarto por las violetas nocturnas recorres la grama de tu patio comienzas a explorar tus nuevos sentidos y escuchas en tu cabeza bienvenida a mi mundo. Förüq IV Resueno en el borde del papel la condena dilecta que marca un futuro en subrepticia subyugada a la luz vuelta oscuridad del alma deseos de sangre que jamás se cumplirán solo la sed de vida por gastar besando en la noche la sed de vida ganar asesinando creencia, aliento y latido en la oscuridad vuelta luz un silencioso lugar sólo el latido escapó, el espejo no refleja lo que reconozco y mi vida va quedando atrás solo tu mente atrayendo para sentir el aliento. Deshaciendo este frío hojas y hojas de pensamientos van cayendo cuando me paré a mirar tus ojos que ahora no puedo borrar ni en oscuridad. Te voy viendo llegar, tu calor y corazón latiendo estáticos dueños de su tejida existencia, te veo en paciencia y me voy adueñando de tu pensar mas que sangre quiero cerca tu vida para yo sentirme con otra que hasta alma tiene, y se va desgastando el camino, los pasos trazados se vuelven ilusiones. Un día derretido, el segundo quedó en vacío eterno sin manipulación de un ser superior no puedo ayudarme en este frío y vacío espacio cada noche deseo sentir tu amor algún día para siempre. Förüq V Avanzo despierto las sombras por carretera del mundo inerte que vive en la sangre por brotar yertas espinas grazna el cuervo del lugar y los altares gotean sangrando murciélagos ojos ausentes de sus ojos que juzgan en su mentira superficial qué necesitas cuando todo suena a final y el circo de la sociedad mece y teje tu actividad rojos al mirar guerreros del abismo soñados no cielo para vivir eterna batalla espiritual del interior de la tierra llueve de nuevo nubes se derriten plano elevado en vida único libre de acto y pensamiento al océano de hierro y construcción solo un deseo que se pudra en albor y el resurgir venga brillando sangres mas lombrices maldiciéndose por haber acabado su hogar, desaparece y viene la oscura noche a pesadilla mece el sonámbulo devenir de quién me habla en mi cabeza diáfano cuarto donde se clava el sembrado silencio donde el respiro cuelgo del techo crujiendo paredes el sentido me nubla los ojos hay algo que me llama es el hambre de la caza. Förüq VI Iba la tiniebla bajando mi escala, iba vestida como florece una roca de anchas y hondas calzas, desertora de la mundanal zozobra que me acusaba, bajaba y se preguntaba si la luz estaba con hambre, entonces abrí la ventana y apareció su madre, azogada, cansada de ocultar la luna, abrió sus oscuros párpados y una espectral sonrisa se dibujó en su cara, para decirme: -Esteban su Sol ha muerto. ¿cómo? Entonces encendí una lumbre, y lentamente devoró aquella madre oscuridad, mientras yo escribía una elegía, posó mi ventana un cuervo, que dijo: -Noche siempre. entonces un vil recuerdo de mi Sol cruzó mi mente, yo que le creí invencible ahora la luna era una esfera negra, un espectro se colaba por mi ventana era una mujer sembrada en sábana, me acarició el hombro con su manecita helada, ella que dudaba más de su existencia que la propia duda, entonces miré mi imagen en el espejo y la imagen me devoró el rostro, ahora lucía una piel pálida como la arena y unos colmillos que atravesarían la madera, era el inicio de mi condena. Förüq VII Mi polilla desvencijada nace del espejo que crepita una boca de esfera y su artificio, revoloteos en torno a la bombilla que más quisiera ser ella la estrella que te atrae tu noctámbula sed de espinas blandidas, un viento lunar se reposa en mi ventana, siega del mar oscuro que todo tiñe de malva nocturno, hoy estoy aquí ante ustedes cigarros para latir y que vuestro color sea expulsado, recibo que acuso ponlo en mi pierna caminaré el infierno por si consigo pagarlo con mi sangre algún día, serrana se torna mi almohada de su musgo y lozano rostro, por el canto de este caracol que ya no late se quedó seco en su intento, es una luna menguante y su aguacero litigio áspero, un iris y un prisma lejano es mi hombría un surco en mi jardín de cementerio por el estío rígido y sus cristales de hueso de un sol que le enfadaba su luz. Evasto Tellano VIII Seco y duro, seco y umbrío, corría el linde quieto por la arboleda despejada daban las tres y treinta de la madrugada que se marcha por oscuro diván de la sombra, un espejo tímido sonaba, el reloj paraba, con un grito de estrella, su alcoba fría en la que despertaba, no quedaba viento de palabra, ni pensamiento agil que en eco no quedara, lanzó aquel espejo contra el suelo, y rápidamente sangró un borbotón de sombras, se abría la noche y sus quimeras despiertas, brotaba de su ceniza de pulmón, el irisado que la oscuridad clama, quedando para siempre su alcoba fría y vacía, sombra de aquel que sonaba una noche que ya escapa. Evasto Tellano IX Una flor vino del cielo a la puerta de este mundo. De sombras libró los sentimientos puros de corazón, la señora de las flores silvestres la adornó del color de la noche. Luz de luceros caía a ella sangre de oro, polvo de estrella quién era la más bella dormida su nota suspira única dama de la noche gustaba la flor llamarse llave de este mundo con el mundo de lo inerte la visión de espíritu suplicante, blanco vestía, en traje luminoso sus pétalos abiertos al valle, de la niebla y la bruma, valle de árboles cantores y nereidas como hogueras, de bellas súcubos en las cuevas, rezando los guerreros de ojos rojos, de druidas los lobos, y de las sílfides los prados, las margaritas y las hiedras que las ramas trepan. De las salamandras de fuego el hierro, y de ninfas el agua, dioses combatiendo por el cielo, mientras reyes celtas con el deber de serpientes poblar la tierra como aconsejaba la tradición. Para en prosperidad reinar. Si en sueños llega la 1:30 bien vistosa te veo, bien dulce te siento, bien fiel te oígo dentro, si nací ciego para verte con el corazón, si no todo en la vida vida mía con los ojos se ve, dime sombra por qué has enamorado cada parte de mi ser, si existes por qué insistes en transmitirme como sientes si ya dentro vives, si ya de ti me tienes, si ya has asesinado mi soledad y feliz voy a vivir contigo la eternidad. Con hueso y fuste un fiel desespero, vio reinar el cielo única dama de noche desvelada por ella azucenas nocturnas su pelo acampaban, en oro y sangre se alzaba este lobo por encontrar la paz en su mundo, trémulo desliz nacarado fuego en la piel hierro fulgente de estrella en los ojos, me acompaña tu latido fiel de la noche que cierras con un beso al horizonte, con garra y letra inspiras este ser, por el camino de nunca volver, eco sordo de oscuridad mece tu mirada, al viento que aúlla tu nombre hada fiel de la sombra que tu Hipsípila te llama, cuando todo lo suyo es para siempre un tiempo que se resquebraja dormido, la puerta de este mundo no encontraste cerrada hoy te amo retorciendo tu esencia en mi cuerpo se congeló la maldad derrota su caricia brilló mi bondad refugio de tu latido con el mío a las flores por abrir en mayo es nuestra comunión de estrellas es mi vida en la floresta donde enarbolar tu belleza sin igual, allí solo allí que entone mi grillo, abriendo un suplicio de todo lo vivo. El Castellano
Hijo de la sombra repleta y de la luz avanzo firme en un sentido, cuando mi sol duerme yo estoy despierto y te ansío para florecer el viento mi humor vivo, por si vivo jamás celdas podrán silenciar mi trino, que se alza sobre los mortales, meciendo versos en paz y sosiego, dignos de los altos hombres, afilándose mi muerte sobre la grama, no pedirá que calle, este trino que se blande, fiel testigo de mi sino, que en amor vence sobre lo desolado efímero, hálito hilvanado desde un confín al astro crepitando en albor, hoy soy yo elevado corazón, bajo relamiéndome el alma de cal y brillo, cruzando firme mi sendero que lleva a verte mi amor eterno, retales afilados caen desdoblados, se dibuja mi silueta en la penumbra, oscuro opaco de tu vítreo trasluz, dime por qué sombra no te alcanzo y te abrazo, fiel compañera débil en la oscura tiniebla, se mece en luz mi vida para descubrir eterno el sonido, desmochado mi nido, desmigájame en partes, mantén con vida este corazón que te habla, estoy medio vivo, mantén mis miedos aparte, sólo tú cruzas mi mente, en este nicho de vida voy cavando mi dulce muerte, para resurgir llegada la hora en flor de niebla y trigal, pasada una vereda corriendo por la rambla se mece mi vida entera, encima de los fusiles mi alma deslumbra, sólo la oscuridad entiende de sus crímenes, me ciega la luz del sol al que amo con ardor, destellos al fulgor que bajo de la montaña a la tierra rigiéndome en amor, esperanza oculta hasta fundirme en tornasol, de la sierra a mi valle luce mi talle vestido de caléndula y ababol va mi cuerpo entonado en un caracol, la línea de mi historia la describen horizontes y visiones dentro de mis ojos, va mi alma en destierro buscando su amada, me mantengo seguro pues Margarita, tu persona entraña el amor y el reino que quiero, sueños atrás estoy contigo una vez más, afilándose mi verbo en el ramaje del alma, que clama que sólo contigo este guerrero partiría su alma. El Castellano
Hipsípila completo Entre sierras y montañas de verdes y valles de ríos sangrientos, ven pasar la espada de Hipsipila árboles milenarios asolando a los caídos, ven lejos los astros prepotentes de sí mismos, desconocen el hijo del viento y el Sol que va por los senderos, ¿Dónde irá ese hombre? -Sólo él lo sabe, a una princesa vampiresa le prometió una flor de la montaña más remota y alejada pasada la Torre de Hércules. Con raíces la trajo, sin un solo pétalo perdido ni hoja caída, a la orilla del río la puso, a la orilla del río ella la quiso. Cada primavera iba a visitarla, cada primavera su flor de color distinto vistió. Un año notaron triste a su flor, extrañaba su montaña. Su amada le pidió piedras y tierra de donde fue encontrada, a si lo quiso, a sí sería. Al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor, allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo: Si muere esa flor morirá tu alma, -¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor? Es hija de los cielos como tú, contestó. Sí quieres saber más pregunta a la reina de las mariposas, que yo estoy tomando el sol. Cogió las piedras y tierra y marchó, en el camino una mariposa se posó en su hombro, le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque, allí fue, la reina de las mariposas, le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer después de los helechos, tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos. De ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar. Rodeando la flor puso la tierra y las piedras, decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina mariposa, visitar a la flor cada mañana. Su princesa también se alegró y del bosque un lobo para Hipsipila regaló, en amor juntos vivieron. Un día la flor se cerró, en su interior semillas latieron hasta caer a la tierra con las primeras lluvias; de cada una de ellas, brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en sus hojas, de cada semilla de esa antigua flor despertaron las hijas sidhe; hadas que cuidaron el bosque y cada arroyo, esa fue su leyenda, un cuervo un día en su ventana posó dijo con amplia voz: A la tercera luna llena vuestro mundo caerá en guerra solo el tejo milenario de las runas del padre Tuyo hipsipila tiene las llaves para a los muertos llamar a volver a vivir Y a vuestro lado luchar el árbol inmortal solo pedirá un acertijo para ayudar mi nombre que es Förüq os ayudo por traerme sustento cada día desde que sigo a vuestro lobo del bosque de la sombra y el manantial eterno. Hipsipila, crisálida azogada, Reflejando su muda, Y a su dueño abandonarla para ver lámina de cielo emplomado, lejano y distante su reino de amor está Como su princesa por capturar, El pájaro único, igual a todos, Blandea en estiaje gris lánguido, Mientras llueve en el jardín inglés Bruñido su color añil. Vientre de hierro Donde crece su flor de difunto. Vaga libélula destinada Al estanque de la vida eterna. Camina, difumina, rige su cenit. Viejo lobo reclama A su enamorada luna Que le lleve, Tordo, de la oliva tu fuste Junto con el córvido tesoro De nueces, El duende su pipa humeando El esfumino del sonido del grillo. El reposo de castilla Sin preludio de su princesa Que no amará su tierra Si no a su hipsipila captor de su vida Alba más preciosa Que su anterior atavio triste Mira los ojos de zinc de su dragón Y la magia vuelve a su Amor. Fúlgido insecto primero en descubrir El estanque y al beber Dragón tornó su ser. Ahora le vendrá el reino De los valerosos hombres Él con ojos de fuego y sangre Mimetizarse puede y en voz Deslizarse, fúlgidas cabelleras Cual hombre del norte, Nada le oculta a su princesa Que ya Más no quiere seguir sus tareas de castillo Ella quiere casarse con su dragón locuaz inmortal que le guiará Al estanque de la vida eterna Un pensamiento divaga Del ser en que ella abrirá El albita de la cuerda Del grillo que marcará su son En violín y oro caracol Con siniestra forma de corazón. Grama fría en la aguja que mece, que sostiene la enhebrada parca de la mente que clama la muerte de la conciencia y su desdoblado humor. Gris el hálito crepitando que cayeron los templos de huesos mientras Hipsipila nacía de la fuente de la vida en reino inerte cobraba lugar él lloraba piedras de montañas subió los montes, los hielos derritió con paso lento y decidido a las plantas les dió voz, el reino del hombre cabalgó sin entender su religión que no era basada en el rayo de Sol Hipsipila cabalgó y cabalgó Sangrando su dolor en rocío de flor. Un día se detuvo en un castillo de las tierras del norte allí descubrió una princesa de ojos color tierra y unos cabellos color de su fulgurado Sol y su ilusión se encendió pidió cobijo y allí conquistó aquella princesa para luego hacerla su compañera eterna compartiendo su secreto del manantial ningún reino pudo más que al de Hipsipila inmortal que a su castillo llevó que traía toda simiente vegetal y todo pájaro trinó Hipsipila siempre vivirá. Legaba su destino a Hipsipila la segunda luna nacarada, repleta en el ojo distante del castillo reino del inmortal albor nacido crepitando en la hoja de aquella crisálida bajo la flor el bosque de la sombra y el manantial con el que despertó aquel inmortal dragón era iluminado en golondrineras y yedras siniestras el lobo corría marcando sendero hacia el tejo milenario puerta de la vida de los muertos un torcaz mensajero llegó al castillo con premisa de ofensa para hipsípila pedía la vuelta de su amada a las tierras del Norte si era negativa la respuesta todo humano reino se alzaría en armas contra ÉL denominado en aquella carta capataz y jardinero del Demonio sólo la sangre le hervía en dorada rabia cuando su origen era el origen de todo lo visible ÉL, último guerrero de la luz ya ante el tejo guardíán presentado humilde le pido ayuda todo nuestro origen peligra el animal humano planea arrasar nuestro reino crecido gran sabio árbol sólo usted posee la llave de la tierra que hace temblarla y despertar todo yerto ser que en ella descansa y reposa y duerme le ofrezco mi humilde vida a cambio para acabar con ésta cruel injuria que nos azoga el alma y amenaza avanza no descansa de la sinrazón del humano -Sólo una respuesta tiene mi pregunta y su recompensa sera escuchada ¿Cúal es el nombre en el idioma más antiguo conocido de cuervo negro que mora nuestras hojas? -Förüq es la respuesta, contestó Hipsipila tomad la llave y salvad este mundo de la maldad del hombre fue presuroso en compañía de su amada y su lobo a la orilla del manantial de la vida eterna sólo allí se encontraba la cerradura del cerrajero universal llamado Hierro al meter la llave se escucharon todos los grillos cantando al únísono del mundo entero y la princesa tropezó del susto cayendo al manantial toda el agua torno color rojo hierro fundido y una silueta en roja sangre se iba dibujando en corazón naciendo del agua abriéndose una mujer dorada con alas de murciélago y ojos sangre dijo al despertar: Hola mi amado Castellano soy la súcubo Leannán-Sídhe dueña de la sombra. Mundo salpicado de colores de líneas decadentes y sumisas al poder del linaje el reino del hombre se alzaba a la tercera luna como un pintor de batallas él estuvo allí combatiendo entre galeras y cañones de fuego los mares teñidos de rojo Hierro tuvo que combatir pero regresó a su castillo allí su mujer le esperó recordó quiénes fueron sus antepasados y un temor le invadía el denominado Diablo y su anterior existencia con el nombre de Caballito del Diablo vaga libélula que zigzagueaba buscando agua. Le esperaba su nueva oportunidad de servir a su padre darle un nieto en albor, la sangre de Hierro le aguardaba y le pidió a su mujer un lecho de flores de estramonio trompetas de Higueras del Demonio aquella noche sin luna cabalgó la pasión de la victoria con todo el reino de fieras yertas a su lado codo con codo contra todo humano guerrero, los animales le ayudaban decía la leyenda, le prestaban sus ojos la verdad él solo lo sabe porque sigue vivo. La pasión le envolvía aquella noche que su mujer se transformó en la verdadera Señora Hada Lhiannan Shee y el deseo cabalgó aquel Hipsipila en dragón de ojos de zinc como su nombre dragón volador voló adentrándose en el cielo encerrado de su mujer todos los murciélagos del mundo fueron a colgarse del castillo del inmortal y su mujer nueve meses nueve días y nueve horas dieron para que naciera de Leannán-Sídhe la más bella hormiga León del mundo conocido esperando hacerse adulta y beber aquel hijo de Hipsipila del manantial ahora férreo de la eternidad, a espensas del ser futuro que avanzará de su muda la joven Hormiga León Nepa Grandis. Pasaron lunas pasaron soles mudó de pupa Hormiga León alimentada por sus padres ya adulta lucía un cuerpo de libélula y alas enormes preciosas de cristal acompañó a sus padres al manantial y al beber fueron naciendo pelos en su cuerpo que se iba quebrando finalizando en la más bella Araña Lobo con alas de dragón teniendo comienzo el reino de los inmortales Hipsipila y Leannán-Sídhe Iba avanzando el esplendor, de la dibujada primavera de Ostara en resquicios parcos de vidas entre el reino vegetal del castillo de Hipsípila, el otro reino inerte alzado eterno al meter la llave en la cerradura del cerrajero universal, cobraba en fiesta su segunda existencia sin condición hasta duendes y elementales de cinco siglos de vida jugaban y correteaban por las plantas crecidas del castillo dragones volaban rojos amaneceres del cielo en este mundo sin el humano ser sólo reinaba la bondad, no existía envidia ni odio los caracoles hacían carreras con meta el la planta que trajo Hipsipila de la montaña más remota pasada la Torre de Hércules los seres se agrupaban por clanes haciendo sus competiciones y torneos del reino de sus semejantes se daban regalos entre ellos los duendes celebraban coronación ahora en el bosque de la sombra y su río de sangre bañado por el manantial eterno. Suena el río, agua llevaba, alma de fada silva ella, bebía en la orilla alegre flor roja lloró su tierra, blanca cierva a fada triste cazador hiere su flecha, enhiesta espina gemía flor abierta brotó en yerba, fada herida ya descansa latiendo la parca negra, yace en helecho silente suspira su sangre yerta; Enamorado el helecho una flor mágica asienta, tambores suenan la tierra los duendes lloran su fada, ahora el helecho era ella, mueven la piedra ocultada cazador tropieza cerca, el río ya lo llevara, fada flor de helecho yerra duendes cobraron venganza, cantó lo que el bosque alberga, misterio de cierva fada. Fada flor de helecho inverna, cicutas toman la sangre veneno hacen, blanca cierva cuervos la cena discuten, cazador ya río lleva, lleva el río su latido, campanillas suena yerba duendes coronaban fada, fada su vida celebra los espinos la cuidaban; Flor de helecho fada bella. Enhiesta flor fue semilla, altiva plántula fue ella. Quién fuera ella, tan linda. Él fue y es, ella no yerra. Aún plántula fue fada. Valor, honor, sí fue cierta. Él aún duende a ella la ama. Ella la flor, no era yesca ellos cuatro siglos ''juntos''. Los dos sí saben, ''leyenda''. Aquel fauno cazador cayó al río, y el duende enamorado del hada preparaba su entrevista con Hipsípila debido y lanzado a revelar su secreto. Ya en el alfeizar de la ventana del castillo llamó con insistencia al cristal Hipsipila le vio e hizo entrar a qué se debe su honrada y grata visita señor duende -Pues traigo noticias importantes para usted de mi origen, mi único secreto de vida. Muy bien cuente sus nuevas si gusta -Pues resulta que le llevo soñando y todos mis sueños me indican que usted es el origen eterno de mi espíritu en cuerpo usted hipsipila fue y es mi siguiente vida le agradezco despertarme de la entraña de la tierra para poder descubrir con resurgir que mi vida no cayó conmigo, le pido con este mensaje cierto y verdadero que me otorgue permiso para beber de la fuente de la vida eterna para ver mi nuevo cuerpo así como usted luce apuesto, grande y recio cual hombre del Norte. El Castellano y Leannán-Sídhe Afirmativo fue el permiso de Hipsipila al señor duende resurgido desde del umbral, se iban hacia el manantial una semana más tarde de la visita, algo desconocía el duende enamorado y era la sorpresa que le aguardaba... Hipsipila cortó una rama con destino agua eterna para ser injertada en el helecho hada amada por el duende. Llegaron tras cruzar el bosque de la sombra al dichoso manantial ahora custodiado por dragones enormemente armados de fuego vivo su aliento, Hipsípila cogíó con una tinaja de cristal agua para la rama mientras el duende se decidía fue bebiendo y todo su cuerpo se iba rajando por espinas vegetales sus dos brazos eran dos flores enormes blancas de estramonio y su cabello eran ababoles rojos finalmente cuatro alas de libélula en cristal hirvieron bajo rojo color de sangre sus ojos eran como dos botones de hierro fundido. La rama de la planta tan antigua empezaba a abrir en flores de difunto o caléndula a partir de sus terminaciones en hojas era el momento a la novena luna llena haría Hipsípila el injerto como agradecimiento, allí fue, se adentró en el bosque guiado por su lobo injertó aquella rama a partir de la yema de la enorme flor de amapola del helecho hada al entrar en contacto la savia de ambas plantas el agua eterna comenzó a trabajar el tallo leñoso iba dibujando la figura y silueta creciente cubierta de hojas con rostro bellísimo y dos hojas grandes de alas salía de la tierra y la planta un hada con dos ojos turquesa en llamas para decir a Hipsipila: Gracias soy Lhiannan Shee dueña de las entrañas de la tierra, su amado duende al verla no pudo caer en mayor gozo, y quedó preñada Lhiannan shee dando a lúz a los trescientos treinta y tres días siguientes un abejorro enorme eterno de ocho patas y alas de cuarzo, sus dos ojos eran de mercurio y su cuerpo de azabache y vello de hierro. Corría de la vereda a la rambla castellana el inmortal hálito de quien bebíó de ese manantial de la vida, decidieron el duende y el hada Lhiannan Shee llamar a su hijo abejorro Genaro, él iba feliz cumpliendo recados de su madre como picar todas las flores del bosque sombrío y traer el pólen a su madre que fabricaría con él polvo de hadas con el que todo el reino inmortal viviría en amor y bondad sin guerras, un día llegado el verano y su estiaje planificó Hipsípila un viaje de vacaciones junto con su señora hada Lheannan-Sídhe viajaron a la tierra de los mouros gigantes de las tierras del norte allí cenaron y de la simpatía derramada el dragón Culebre mitad serpiente mitad duende se ofreció como escudero guardian del castillo y jardín de Hipsípila a cambio de alimento Hipsipila aceptó, aquella noche en las tierras del norte Leannán-Sídhe reveló a hipsipila que le esperaba incluso antes de conocerlo debido a que aquella antigua princesa que habitaba tenía el alma de la despertada Lhiannan Shee que falleció en cuerpo por aquel cazador fauno del bosque mientras bebía agua y desde el helecho su alma era capaz de mudarse de cuerpo hasta establecerse en el de la princesa que desde pequeña jugaba con duendes necesitando volver a despertar eterna en su cuerpo de hada con el agua e injerto que hiciste el duende que despertaste tu antigua vida murió de soledad regando el helecho con la flor de su hada y protegiéndolo de toda fiera debemos invitarle esposo Hipsipila a que vivan en nuestro castillo y el duende sea real jardinero tuyo. Así lo hicieron tras regresar con Culebre y todo el mundo deslumbró de felicidad. Canta mi sangre yerta, de agua eterna el hierro de mi tierra por sembrar, trayendo toda simiente hasta desde el umbral canta la amapola vieja, sangre del corazón carmesí, sueña mi semilla despertar, donde el muerto cave su vida, y mi cicuta triste, enraize el paraíso, de pieles sedientas y hojas muertas, corre mi otoño desde la vereda a la rambla, de la fuente eterna corre mi frío desde el infierno al río de esta alma por ganar, encina yerta de mi piel esquiva, beso de tierra y vid, beso de trigo y girasol, canta mi amada Leana en su mirar de cuchillo de espiga mi cante, de zarza y espina mi amor real como intangible nuestra eternidad, áspero y rígido, bravo y valiente, duro y endeble, metal y simiente, pan y niebla, niebla y bruma me desprende, desde la boca hasta el pecho, donde canta mi pasión sin despecho, vive esta sangre caliente, lumbre de mis tocones, nube del cielo por dibujar, a estampa de sed y viveza por entrañar, canta mi umbral, quiere tener soles y lunas sin gemir, invierno llegas, dibujando transparentes los miedos, avanzas cada campo sin permiso, helando hasta el hielo, oda de mi sangre yerta, por mi tierra me arde la siembra, y el beso queda escueto, parco el sentido enamora el hálito, de nuestro feliz mundo quién te viera marchar, vestida de olivo y centeno, de olivo y cebada, de trigo y espada mi guadaña, por la calma abrasas la esperanza, en maldición cantas tu canción, y los cuervos te rinde pleito de negra ala, de grazno escondido en cada roble, del humano yerto ser desde la piedra a la cueva abrasas oscuridad mi entraña, dibujas tu vívida estampa, donde el tiempo yace muerto, y solo los duendes te entienden, solo las hojas buscan su nueva vida, deste sembradío de niebla me avanzas sin piedad, la dicha y la sombra por ganar, desde mi tierra encendida hasta la parca bonita, desde el cante a la maraña, te canta mi vida quieta este amor de la mañana en tu pliegue de sonrisa y en la noche de tu cara, suspira el rojo, quiere ser río de alma y arrojo, quiere nacer abrojo, el espino mece la espina de mi antojo, y la amapola amarilla, solo ella abre a la gran luz, horizonte de mi piel que quiebra como ayer, enamorado suspiro de frío, enamora mi hielo, donde duerme, donde reposa el amor de mi sangre yerta eterna. -Cantaba Hipsipila tras inhalar los polvos de hada de Lhiannan Shee que juntos en armonía vivían en el castillo antigua y nueva vida El Castellano y Leannán-Sídhe
Espejo: Seco y duro, seco y umbrío, corría el linde quieto por la arboleda despejada daban las tres y treinta de la madrugada que se marcha por oscuro diván de la sombra, un espejo tímido sonaba, el reloj paraba, con un grito de estrella, su alcoba fría en la que despertaba, no quedaba viento de palabra, ni pensamiento agil que en eco no quedara, lanzó aquel espejo contra el suelo, y rápidamente sangró un borbotón de sombras, se abría la noche y sus quimeras despiertas, brotaba de su ceniza de pulmón, el irisado que la oscuridad clama, quedando para siempre su alcoba fría y vacía, sombra de aquel que sonaba una noche que ya escapa. Evasto Tellano
El mundo, el nuestro seguirá siendo de esclavos en todo ámbito colores no me quedo con ninguno, desgranas la anarquía que su utopía es acabar con el estado, realidad en cada persona dispuesta a cambiar su mundo interior y ser libre, hablar con conocimiento, fuerza, y espíritu es lo que queda en toda revolución personal, conservacionismo nombre femenino Tendencia a conservar alguna cosa o situación determinada, especialmente el medio ambiente En esta realidad hay cosas, valores, hábitos formas de vida que se deben conservar, las malas luchar por asesinarlas, politiqueo y banalidades de cualquier tipo , hay que irse al fondo y origen de los problemas, el jefe del estado mayor el rey es de quien depende la política y el origen de la constitución, la gente tiene que dejar de ser rebaño voces intelectuales si existen arreglan su casa primero y luego van a la del vecino, soñar es gratis, cambiar si se quiere y si es posible si no a seguir siendo borrego, en todo lo que está bien hecho no es necesario arreglarlo, sin Rey y con república del color que sea cambiarían cosas.
Mariposa nocturna, amiga de las noches que escapadas revolotean en las luces, mariposa blanca, blanca nube, blanca muerte, cristalino rastro, polvo de estrellas, Transmigración de las almas, Vuela mi conciencia, descansa y juega con mi luz, esta noche mi alma es tuya blanca dama alada, avoca tu perdición en mi sendero, olvida tu atracción lumínica, las estrellas nunca se pueden alcanzar bonita ni la luz capturar. II Canto carraspeado, estirando el calor por surcos y grietas de un rayo solar, termómetro yerto, estirado de todo espíritu muerto, rejón de grados tu cuerda de cigarra, cada simple vida de la nota sujetas, por un campo que haces tuyo cantando, que necesitaste medio siglo para florecer en voz, al viento que te dio garra y cimitarra, tu libertad es incuestionable, agarrada a un profundo horizonte, cuando el astro rey hierve, tu crascitas el canto de día porque la noche te puede, para el relevo del único grillo que afila el cuchillo del silencio su fiel gemido sin nombre ni reino. III Armazón de quitina, acorazado capaz de avanzar con sus patas, guardando alas, escarabajo de todo ámbito y lugar, tan variado como único al mirar, desde la flor al desván, tu voráz fauce desde el árbol a la flor, desde el desecho al corage vivo, suerte desde el descender de tu larva al evanescer de tu metamorfósis, azar profuso reconocido en belleza de tu carcasa, vida de calma y pulcritud, apetito que no cesa, muerte que no detiene, ni elemento ni realidad que no ocupes del reino animal Rey insecto desde Egipto a Castilla con su gorgojo de la encina, desde un continente a ningún lugar donde no se encuentre tu nombre de Escarabajo. IV Cuatro riendas aladas un mundo asesino de ojos, corazón en pareja, planear infinito por umbrales de luz y agua, un reposo de la noche en un ser vivo, colores de osadía por los que la belleza pinta tu cuerpo, caballito del diablo, libélula zigzagueante en esfera de mandíbula espuela infernal del ser que acechas, mensajero del cielo, astilla con alas de la puerta que abre la vida. V Ambrosía de ser vivo sagrado, oficios y tareas consumados, albañil efímero tu dicha de genes elaborados, quién a ti te osase, tu esencia tu labor de escuela, miel de tu panal donde forjas hermandad con la Flor, tu tejer de los campos recogiendo, siendo supervivencia de casi toda planta tu legado Hymenóptera familia tanto depredadores como recolectores abeja que ante el peligro osas quitar tu vida, en defensa de lo que amas. VI Reina araña de esta tierra de conejos, ocho patas acecho de los campos, maternal hasta llevar tu prole en el lomo, araña lobo capaz de enfrentarse con el alacrán y siempre ganar, al acecho desde tu madriguera, un hoyo donde vivir a la espera del despistado, tranquilidad serena te sujeta por ser de tierra tarántula lycosa lycosa. VII Danza mi alvéo una sonatina de hormigas famélicas quieren alimentar a sus reinas aladas, con semillas danzarinas en busca de su nueva vida, yo margarita quiero mi vida contigo, para alimentar tu alma con versos, nacidos del fuego en fundición de verbos, recorro tu existencia de la que soy tu hormiga león del signo que me vió nacer, la constelación del cisne, quiero que sientas orgullo de que soy tu hombre asi no te dé un libro te doy sangre para que escribas trece, has demostrado belleza por tu fuente, me verás eclosionar de mi etérea crisálida, mi motivo para escribir a la naturaleza descubrirás porque soy animal de verdad. VIII Muerte disimulada, hasta detener tus funciones vitales, antiguo ser en evolución detenida de insectos primeros, ágil correteas mis pensamientos, muerdes mi azúcar desvelada, habitante de las sobras de cocina, habitante donde haya humedad, como un río que habitas corriendo, como lepisma pececillo de plata, tu longevidad mayor que la de un gato, destello de que lo tuyo es perpetuo. El Castellano
Un reposo de luz, una mandíbula sigilosa de ojos enigmáticos las criaturas de la noche meras fauces del sigilo lumínico, en luna de runas, en bosques de la sombra, como abanicos de oscuridad, abocada a silenciosos instintos, es por ellas que el infierno es una caricia si la perdición la porta la vida, un granate sanguíneo, un evanescer de la sed, oculta por rincones del alba, en la cruz que cada ser vivo zozobra con su destino, es por el Sol que el mundo se amansa, abriendo supervivencia en grito nocturno, a lo largo de los tiempos, un carnívoro suplicio de las estrellas, una vorágine en su gala mayor, un apetito feroz, un descender de la carne en ojos de nácar, es por lo oculto que se descubre el devenir del destino inerte, y mi azar difuso de la sangre. Evasto Tellano
El barbecho de la espiga, la mar me trae la ola, la montaña me trae la cascada mis ojos llevan el color de siglos de floresta destapada, mi tierra se lleva mi espada, el aire mi aullido hondo, redondo crujiendo en las aguas, mi vida lo siente lleva sangre en las venas, arterias de ángeles estrellados en su eco alzado a la Estrella, sostenme en las bocas que mi silencio reverbera, mi montaña bonita será sentida, mi Santa flor en la boca de la abeja, que mi vida maneja, tráeme los pinos de los montes, el aire de las cumbres, tráeme tu boca para nacer en ella, sigo a Luciffer bueno él me sigue a mí, cosas peores habrá como abrir y entornar la puerta para que pase la maldad, siento decirte que arrastro mis demonios creados, para enterrarlos en el campo, al lado de un sigilo de chopo, que a sí estén de ojos abiertos, no me enloquecerán más, estoy hecho de miedo, soy de hielo más fuerte que el don austero, palabras sepultadas en mi zanja, mis padres y mi gato son inmortales, ¿por qué me llevaste padre a la ciudad? que lento muero aquí, sin sentir el viento de mi campo, sin mis flores y su aroma a vendavales desnudos, estos árboles de cemento no suenan con el aire, ni estos cristales atraen abejas, aléjame de rejas, salva mi muerte que es del monte. El Castellano
http://www.esebook.com/product/471314/destierro-del-abrojo--breve-antologia ISBN 978-84-16875-34-4 Un sueño hecho materia, brotado de mi cabeza para ser un libro GRACIAS
XII Luna plateada de mi cielo, en las noches voy a tu encuentro, pero te escondes entre bloques de hormigón y cemento. Quiero verte, pero incluso te escondes, por las violetas ramas. Mas los dragones, del cielo sonámbulo te acarician. Cielo obtuso, de sueños fluorescentes, tú, de color líquido, solo templado con miradas intermitentes , por el tiempo de espera angosto. El murciélago baila con el colchón de tu luz, rasgando sombras, para reposar siendo una más. Oscura nebulosa de tu vítreo trasluz dime, por qué te siento incluso estando solo. flores opaco reflejo de luz violeta incluso de noche; artifficie luzzae. Lucero de ciudad, rompiendo la obscuridad. La noche se detiene para sentir que estás conmigo otra vez más, recuerda que tus ojos tienen sangre recuerda el viento que aúlla mi nombre recuerda la luz que tiembla y cruje la noche en las pupilas recuerda que me hablaste de amor en el tiempo que cae muerto que pactamos con el hielo la vuelta del invierno, recuerda cada latido de oscuridad que llama a tus venas de humo recuérdame en la eternidad del beso, en cada rosa que robe tu cuerpo, recuerda que vivo para ti dando voz a la soledad asesina, la flor vive soñando que fue mariposa y abeja, vive durmiendo la semilla enamorada de la tierra para despertar y enamorarse del sol, clávame estas nubes de sangre en el hierro de mi destino, se me negó la luz encadenada a esta tierra sin cuerpo, solo tú me sientes en este camino que no lleva retorno solo espiral anhelada de renacer el tiempo ya no nos puede sostener camino buscando el frío en este calor que quema el alarido, te encontré perdido hoy vives un amor que sientes soplándote al oído, en la puerta del infierno caído, te casaste con la luna que reinaba en tu corazón, al viento le diste voz, a la lluvia la nombraste lágrimas de mi ayer, le diste ojos a la sombra para mirar, la espina caía herida, la caricia retornó a las polillas, la vida marcha deprisa cuando abras los ojos ya todo habrá cambiado solo encontrarás que seguiré a tu lado aguardando tu otoño y la caída de tus hojas, esperando que seas mi acompañante en los siglos y milenios que nos condenaron, encontrarás esta sed del cielo en cada silencio muerto, en cada raíz que grita en su tierra toma de la vida lo que quieras, siembra tu aliento en cada tierra, tú todo lo tienes yo solo soy una fantasma que sólo tú ves. El Castellano