1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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Telares, guirrios, atropajos, garabatos y cosinas varias

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  1. Nimiedad

    Hay quien, cuando contempla las estrellas,

    se siente más pequeño que una hormiga
    y tan intranscendente se fustiga
    sin dejar de fijar su vista en ellas.

    Es la total ausencia de sus huellas
    en las luces del cielo que le hostiga
    la razón del vacío y que le siga
    gustando guarecerse entre botellas.

    Otros miran la tierra y ven directo
    el constante trabajo del insecto,
    se desploman rendidos, es tabú
    reconocer humano lo divino.
    Es en la nimiedad de nuestro sino
    donde encontré mi Dios, tan solo tú.


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  2. A una Amiga Guerrera

    Soldado de un ejército de hormigas
    sin miedo al pisotón de algún zapato,
    sabes, mi capitana, que me ato
    contigo a la mejor de mis amigas.


    Te quiero, no hace falta que me digas
    que en la guerra no existe asesinato,
    me sobran las palabras, por ti mato,
    no me cuesta enfrentar a quien litigas.


    Ganaste con razón cada batalla
    apoyando a los tuyos en las buenas
    y las malas. Ganaste, corazón,
    mi lealtad y compañía al son
    de tu nobleza. Amparo de mis penas,
    sin dudar, tu silbido hará que vaya.
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  3. Perfiles, photoshop y Victoria's Secret

    Cuando la poesía se teclea
    con el pulgar en la pantalla fría
    los versos son banal tecnología
    y el Whatsapp quién provoca la marea.

    En el perfil es bella aunque no sea
    secreto de Victoria por el día
    ni tierra fértil, litigada ería,
    ni una perita en dulce su albacea.

    La electrónica vende caro el humo,
    imágenes borrosas, artificios
    que en pocos meses quedan obsoletos.

    Se venden almas, bienes de consumo,
    virtuales ilusiones que son vicios
    castigan con sus ripios en panfletos.

    También en los folletos
    tenemos Photoshop hasta las cejas,
    tetonas con tres piernas sin orejas.
  4. Un lobo, unas ovejas y castillos en el aire

    Las piedras abarrotan mis bolsillos
    porque a veces mis sueños van en globo
    con los dedos asidos como un bobo
    del hilo que alza al aire los castillos.

    Tengo necesidad de los ladrillos
    que me fijan al suelo ante el arrobo
    de asumir que volar es en un lobo,
    disparate, redil para pardillos.

    Cuando las ráfagas de viento fuerte
    soplen sobre los páramos y Ker
    aceche cruel detrás de un tonto inerte,

    al ser depredador tendré la suerte
    de ver a las ovejas ascender
    al cielo sin tu amor que llamo muerte

  5. Saturación de Metáforas

    Saturé de metáforas mi vida,
    de mi piel supuraban versos vanos,
    al circo le crecían los enanos,
    nunca cicatrizaba nuestra herida.

    Entré en un laberinto sin salida,
    hüían los leones de cristianos,
    rezaban con fervor los más paganos,
    repartía ilusión el homicida.

    Los vasos medio llenos de vacío
    derramaban el líquido elemento,
    agua que resecó los humedales.

    Sin rejas era preso mi albedrío,
    querían liberarlo los fiscales
    perdonando mi falta de talento.



  6. Una grunge al alba en San Valentín

    Me pediste bailar contigo un lento
    aquel San Valentín en nuestra fiesta,
    lucías como punki con tu cresta
    pero sonaba "Al Alba" cual lamento.

    Alentaron tus pies el movimiento
    y no hubo pisotón como respuesta,
    tan extraordinaria fue la gesta
    que olvidaste a Nirvana en ese tiento.

    Acercamos cinturas y suspiros
    y los labios se unieron al convite,
    se confundió el danzar con suaves giros
    con la mano rebelde atenta al quite.
    Así narran la historia los papiros:
    Al alba muere Kurt en tierno envite.
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  7. Amor en lugar prohibido


    Son los viajes de vuelta mis martirios,
    el dolor que se clava en los regresos
    del refugio de paz que son tus besos
    calmantes de mis lágrimas, colirios.

    Impregnadas de olor a blancos lirios
    se quedan las herrumbres de mis huesos
    por transportar los frágiles excesos
    que tapan el aroma de los cirios.

    Te piden mi castigo los malvados
    al envolver mi cuerpo con pecados,
    mientras le hago jirones a estos rotos

    encuentro para el polvo un cenicero.
    Los santos y las santas sin devotos
    que rueguen al domingo venidero.
  8. Sin riesgo

    Nunca me lie la manta a la cabeza
    ni lo quise apostar a todo o nada,
    besé de refilón, de madrugada,
    un amor conquistado en la certeza.

    Mas no hubo de sobrar delicadeza
    en esa petición nunca negada
    con la dulce promesa disfrazada
    de mi gesto con aire de firmeza.

    Mas faltaron tensión y mariposas
    hormigueando dúctiles en mí
    para romper las piedras de mis losas.

    Y si me contradicen, yo lo siento,
    no estuvo bien dejar que fuera así,
    sin apuros, ahora me arrepiento.
  9. Mineros

    Se tiznan de negrura por dos duros,
    revientan de cansancio en sus rutinas,
    suben, bajan, escalan en las minas,
    construyen y refuerzan contramuros.

    Boquean como ancianos prematuros
    con el alma repleta de toxinas
    que carcomen el agua de las tinas
    donde en la noche limpian sus sulfuros.

    Les asfixia el grisú. Sólo es dinero,
    a veces más, a veces menos. Cuentas
    que salen positivas al del traje
    bien planchado por chachas sin plumero.
    Cobran con excedentes de las rentas,
    plusvalías de un nuevo vasallaje.
  10. Nuestros besos

    Me encontrarán sentado, aquí tranquilo,
    ‎vendrán uno tras otro, con los frenos
    ‎de tus riñas, echándote de menos,
    ‎echándote de más, mi viejo asilo.

    Perdóname, mi amor, si no fusilo
    del pasado los rayos y los truenos,
    las curvas y tangentes de unos senos
    y esta melancolía que destilo.

    Perdóname, mi amor, por ti no mato,
    te veo caminar indiferente
    y no sufro en tu carne un arrebato.

    Perdóname, mi amor, si rompo un plato,
    si creo que prefieres que me ausente,
    si no busco tres pies a ningún gato.

    Sí, indolente y niñato.
    Perdóname, mi amor, esta apatía,
    no darle a nuestros besos fantasía.
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  11. Geisha

    Es tosca la caricia que prodigo
    cada noche a la geisha que sustrajo
    de mis manos ajadas del trabajo
    el dolor de los lances que mitigo.
    En su ligero cuerpo fui testigo
    de las pasiones frívolas que bajo
    las mantas del desliz son el relajo
    en un querer extraño de enemigo.
    Enemigo que en brazos del rival
    no guarda suficiente precaución
    frente a balas de un arma tan letal.
    No aspiro a más peligro que al real
    de los sensuales lazos del cordón
    que anuda nuestro bien con nuestro mal.
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  12. La gula

    Mi gula me domina, me dirige,
    mi apetito es voraz, soy tan golafre
    que me duele el estómago por cafre
    y es la conciencia quien tenaz me aflige.

    Pecado capital el que me exige
    para comer usar un almocafre
    y llevarme portátil el anafre,
    castigo y expiación que se me inflige.

    Y ahora la bendita Navidad:
    almendras, mantecados, polvorones
    y con todo a correr la San Silvestre
    tan gordo, tan vulgar y tan pedestre.
    Higos, dátiles, pasas y turrones
    y sigo salivando, es ansiedad.

    ¡Oh, no! ¡Cuánta maldad!
    No puedo controlar mis apetitos
    y el doctor me ha prohibido los Phoskitos.





    De todos los pecados capitales
    me asignaron la gula, no controlo
    las ansias por tragar, así me inmolo
    por medio de atracones imperiales.

    Almax, bicarbonato y fruta en sales
    conviven día a día con mi bolo

    alimenticio, nunca seré Apolo
    ni volveré a marcar abdominales.

    Otra vez me pidieron comer sano...
    “Es por tu bien”, dijeron muy ladinos.
    Pero buenos consejos son en vano,
    sólo con un catarro toca ayuno.
    Gracias a mis "amados" endocrinos
    sigo más saludable que ninguno.


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  13. El crimen de León

    Fea, fuerte y formal, como Loquillo

    se creía, reloj con tac y tic,
    galante sacrificio del buen Rick,
    si hay chantaje le saca al arma brillo.

    La Mamma es siciliana; droga, armillo,
    remata un ron Cacique y whisky DYC,
    con un plan anotado a boli BIC.
    — ¡Manda huevos! ¡Honduras! —dijo Trillo.

    — No es corrupción del PP, por favor —
    habla otro acólito, gaviota azul:
    — Recibir trece sueldos es muy “cool” —
    ¿Rocío? no, Isabel: Gran Dictador
    sin gracia , ¿sin bigote? y con el frasco,
    para chupar un cargo: “La Carrasco”.
  14. Olvidar

    Vine para olvidar su tez marina,
    deshacer el sabor a playa y sal,
    aprender a cribar el bien del mal,
    abandonar por fin la bella Ondina.
    Al llegar recordé: su piel cetrina,
    el matiz bronceado, lo sensual
    de sus labios carnosos, la señal
    de la cruz y rezar con la doctrina

    de violeta silvestre, hojas de parra,
    anocheceres, dulces cantos, suaves
    quereres, la silueta de guitarra
    y el eco que manaba de sus hilos
    vocales, bajo tono y sones graves
    de sus músicas vírgenes, vinilos

    que escuchamos tranquilos
    bailando tan callados como juntos,
    ayer tan vivos como hoy difuntos.
    A ti y a Bernardo de Valbuena les gusta esto.