1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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Telares, guirrios, atropajos, garabatos y cosinas varias

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  1. El león entre nubes.

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    ¿Sólo cambia el paisaje del modelo?
    Es de lino y algodón el nuevo trono
    acometer rapaces su desvelo
    la melena de nubes un icono.

    Agazapado aguarda alzarse en vuelo
    quizás su majestad sea colono
    el rey de la sabana surca el cielo
    con el fiero rugir de trino el tono.

    Se aburría infeliz entre gacelas
    le provocaban lágrimas de tedio
    las leonas cazadoras en manada.

    La tierra y gravedad fueron cancelas
    levitar desde el suelo buen remedio
    los nimbos esponjosos la coartada.

    ¡Adiós, selva mellada!
    ¡Hasta nunca, cachorros y felinas!
    He de ir a perseguir mis golondrinas.
  2. La sirena

    Vigila el horizonte del paisaje
    de veleros, espuma y mar bravía
    anclada la silueta que porfía
    engullir a través del oleaje.

    La sirena que rinde vasallaje
    al dios Neptuno, célebre vigía
    de las profundas aguas y su arpía,
    sierva que le prepara el abordaje.

    Me sumerjo feliz tras la corriente
    sin escuchar el cántico atrayente,
    conozco su belleza inigualable.

    Difícil resistir, tan adorable,
    la ninfa que desnuda piel turgente
    y tapa con escamas su simiente.
    A libelula le gusta esto.

  3. Conjuros de Verano

    Verano de jardines infinitos,
    se despliegan las flores del cerezo,
    nos envuelve el olor a miel y brezo,
    podamos los rosales ya marchitos.

    Calor abrasador, aires ignitos
    provocan el silencio del bostezo,
    sosegada aventura del tropiezo
    convocado en la fe a viejos mitos.

    Enturbian los sentidos amapolas
    para soñar despiertos con amores,
    pasiones imposibles sin futuro.

    Ondean en la fiesta banderolas,
    pintadas las mejillas de rubores
    auguran de las meigas el conjuro:

    ¡Atraviesen tu muro!
    Efluvios y vapores inhalados
    de embrujos y queimadas hechizados.
  4. Pasiones y Cizañas

    Clásica discusión que se enmaraña,
    góndolas sobre arena movediza,
    granos de trigo en pasta quebradiza,
    acrobacias en lámpara de araña.

    Pasiones convertidas en cizaña,
    candado roto en puerta corrediza,
    desinterés que vuelven ojeriza,
    al alba mezclan lágrima y legaña.

    Tempranero vaivén en cuerda floja,
    otra vez el furor y sus excesos,
    ímpetu que perder por la congoja.

    Equilibrio perdido sin sus besos,
    humilde margarita que deshoja
    y mece los amores tentetiesos.

    Aun persigue tus huesos,
    abrirte los corchetes del corpiño,
    gozar del tobogán de tu cariño.
  5. Me desdigo
    He libado licor desde su ombligo,
    resacoso martirio que madruga,
    rebusca la belleza de la arruga
    y acrecienta el recuerdo que maldigo.

    Se nublan los sentidos que prodigo,
    rechinan los maitines de la fuga,
    subsiste su sabor que me subyuga,
    de lo dicho me olvido y me desdigo.

    Era dulce, era amarga. Sal menuda,
    era jugo de néctar que vulnera,
    era triste, era bella. Piel desnuda.

    Era sol, era playa en albufera,
    me tocó desterrar aquella duda,
    era flor, era ardor de primavera.
  6. Versos a una guerrillera.

    Querías unos versos, lisonjera,

    piropos y requiebros de Sabina,
    un fresco de pintura florentina,
    una Venus de Milo, zalamera.

    Portabas un arpón de ballenera,

    saliste de princesa campesina,
    volviste con arrestos de zarina,
    se forjó necedad en tu bandera.

    Quisiste ser la oscura golondrina

    y acabaste pardal en una esquina,
    te creías un pétalo de rosa,
    posabas de perfecta y de divina,
    tus lindos pies pusiste en polvorosa,
    ahora no te quiero por airosa.

    Quisiste ser de Bach la sinfonía,

    no lograbas balar la melodía
    al volver borrachina, verdulera.
    Sufrido tu carácter, guerrillera,
    disparaste cañón de artillería
    al llegar de verbena a mediodía.

    Quisiste ser los clásicos sonetos,

    correctos consonantes los cuartetos,
    simulas no enterarte de la rima,
    te regalo a mayores dos sextetos,
    agradezco el apoyo de mi estima,
    se pega la estulticia que se arrima.
  7. ¿Por dónde?

    ¿Por dónde quebrarán tus lloriqueos?

    ¿Por dónde escaparán falsos amigos?
    ¿Por dónde rasgarán estos bloqueos?
    ¿Por dónde zarparán tus enemigos?


    Quisieron disfrutar los jubileos
    cansados de aguantarte los castigos,
    hartos de soportar tus chismorreos,
    ahítos de esperar a tus abrigos.


    Arramblaron lo suyo sin pecado,
    te amaban, les creías fariseos,
    no exigieron de vuelta lo robado.


    A lo francés marchar desaforado,
    de tu credo y fervor simples ateos

    esquivaron tu adiós decepcionado.
    Otro de los sonetos "novatos", no sé por qué seguí con la rima "eos", pero aquí está con sus anáforas y todo.

  8. A mi bebé.

    Busco en la sencillez de la mirada
    cándido su reflejo azul bisoño,
    álamos de penumbra en el otoño,
    pardos en la pupila ensimismada.

    Lánguida la nostalgia proyectada
    sobre la calidez de un padre ñoño,
    el lloro entristecido del retoño,
    la infinita torpeza enamorada.

    Anhelado el sentir del leve abrazo,
    hallado el escenario del sustento
    recojo a la princesa en su capazo.

    Relumbro disfrutando del momento
    de ver el cuerpecillo en mi regazo
    y aspirar los calores de su aliento.


    Soneto sobre la búsqueda de uno mismo en las miradas y abrazos de los hijos.
    A El regreso de Alfonsina le gusta esto.


  9. Levito entre raíces cara al viento,
    quiero evitar los árboles frondosos,

    hundir en el camino pies quejosos

    regulando el suspiro del aliento.
    Dejo atrás el dolor del movimiento
    en tendones y músculos llorosos,
    se apagan los calvarios engañosos
    al desplazar las causas del lamento.

    Y recorro furioso aquella senda
    que conduce a la meta y el remanso
    inspirando el final de la contienda.

    Y deseo alcanzar ese descanso,
    pues arrecio carácter de prebenda
    si el afán de avanzar aprieta manso.



    Como dije que los iba a incluir todos en el blog a este le toca también, creo que hoy por hoy el que menos me gusta.
  10. A una madre maestra

    Ansia por escuchar tu voz tranquila
    listando los placeres que has vivido,
    frágil en la corriente sumergido
    equilibras el peso en la mochila.

    Sutil alumno, el último en la fila,
    primero en la lección, bien dirigido,
    pasajero a tu cielo prometido
    en el vagón de cola se espabila.

    Prolonga su cerebro ese trayecto
    de emociones, recetas humeantes
    que graban letra a letra al interfecto.

    Armazón contra ofertas delirantes
    de aventuras sin coste ni proyecto
    propicias para mentes ignorantes.
    A Bernardo de Valbuena le gusta esto.
  11. Ejercer de padre

    Hambriento está Carpanta en un banquete,
    profesor y aprendiz, experto en nada,
    avaro en libertad, vencible armada,
    galán de cine o mísero alcahuete.

    Montura de caballo sin jinete,
    redoble de tambores sin parada ,
    absoluta verdad, corazonada,
    instinto de morteros de juguete.

    Mucho ruido y resultan pocas nueces,
    entropía ordenada en el infierno,
    sistema de control que no obedeces.

    Volátil rosa de perfume eterno,
    escondrijo sombrío en el que creces,
    cascarrabias dulzón, anciano y tierno.
  12. Así fue el Adiós
    Abrupto desencuentro en la cornisa,
    separación del bien y el mal, tajante,
    tras golpe de tensión equidistante
    éxodo de costado a toda prisa.

    Enfrentas tu ironía a la sonrisa
    en un adiós de voz titubeante,
    angustia y desazón en el semblante,
    equívoca expresión de Mona Lisa.

    Libramos de tus ojos maleficios,
    se cumplirá sin media vuelta el duelo,
    no hay reparos, conciencia ni artificios.

    Amparará el olvido mi consuelo
    aplacando recuerdos vitalicios.

    Nosotros, nuestra tierra y nuestro vuelo.
    Le he añadido comas y puntos antes de colgarlo en el blog. El resto lo mantengo. Es el primer soneto cuya última versión casi es igual que el original.
    A catia-love y El regreso de Alfonsina les gusta esto.
  13. A los nuevos dioses

    Son endiosados héroes, nuevos mitos
    falsos idolatrados por creyentes
    y ateos con conciencias ausentes,
    participamos necios de sus ritos.


    En prensa sus milagros son descritos,
    enarbolan razones convincentes,
    les convierten en vacuos referentes,
    erigimos modernos monolitos.


    Queremos el modelo ya supuesto,
    aplaudimos sus premios sin decoro,
    el esfuerzo mezquino de un buen gesto.


    Champions League, Copas, Ligas, visten oro,
    nos dan glorioso circo, oculto el resto.
    Alabamos: ¡Los quiero! ¡Los adoro!
  14. A mi pequeña

    Sé que no olvidaré tu amor, pequeña,
    por cuanto me fascina ese momento
    en que mi inspiración contigo sueña
    para forzar tu risa en el intento.


    Sé que siempre serás de mí la dueña,
    no puedo de tu hechizo estar exento,
    no puedo de ti hacer caída leña,
    no puedo, porque eterno embrujo ostento.


    Sé que perdurará mi sangre y huella,
    lo sé porque me extingo en cada encuentro,
    no temo malgastar mi buena estrella.


    Sé que en mi pensamiento eres el centro,
    lo sé porque profundo hiciste mella,
    te llevo siempre Helena, siempre dentro.


    Este es el segundo soneto comenzado, aunque lo acabé mucho más tarde que otros, los tercetos son asonantes con los cuartetos y no me importa. También se nota que buscaba anáforas para mantener el ritmo acentual.