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  1. El miedo que se esconde tras mi puerta
    temiendo al infortunio del mañana
    no huye prisionero en la ventana
    al resplandor de una ilusión incierta.

    Este Madrid, ayer ciudad abierta,
    hoy se encierra en dolor y se desgrana
    como un río de penas, donde mana,
    el virus sobre un agua que está muerta.


    Resistiré es un himno improvisado
    que se envuelve entre besos musicales
    bajo un afán de marzo y primaveras


    y así dejar de gratitud sembrado
    el trabajo donde en los hospitales
    dan su vida doctores y enfermeras.
    A MARISOL PÉREZ le gusta esto.
  2. Si miro de dentro afuera contemplo un mundo agobiado,
    si observo de afuera a dentro escucho mis soledades,
    por eso mirando al cielo estoy siempre tan callado.
    Y al mirar el Universo con sus únicas verdades,
    percibo que en mis silencios soy un hombre afortunado.
    A MARISOL PÉREZ le gusta esto.
  3. De un olmo gris ceniciento,
    y con la corteza parda,
    gimen hojas, mece el viento
    que en su vejez se resguarda.

    Y en un barbecho arropado
    de verde, naciente el trigo,
    brota un verso de Machado
    como pan para el mendigo.

    Llora de luto el Calvario
    de Soria, que no te olvida,
    y del olmo centenario
    sangra profunda una herida.

    En el patio de una escuela
    los niños al pilla-pilla
    entonan su cantinela
    a esos campos de Castilla.




    A Alonso Vicent y MARISOL PÉREZ les gusta esto.
  4. Esta espuma de mar tan vaporosa
    va estallando en burbujas, cuando suena;
    su vaivén ondulado me encadena
    al compás de una ola caprichosa.

    Contemplando este mar cuando reposa
    su céfiro a mi alma la serena,
    y en un grano de sal que es como arena,
    nos sentimos los dos, muy poca cosa.

    En la orquesta del mar soy como el viento
    que ulula entre las piedras de pizarra
    con un aire de gaitas y campiña

    donde alumbro los versos al momento
    del color y belleza que se amarra
    a este mar misterioso en su morriña.
    A MARISOL PÉREZ le gusta esto.
  5. Anamorfosis se dice
    cuando ves la calavera
    al cabo de mucho rato
    pintada sobre un retrato
    donde escondida estuviera
    y en el ojo te contradice.

    Si observas con la cuchara
    convexa en su curvatura,
    sobre el halo reluciente
    aparece de repente
    la forma, hueso y figura
    de una calavera rara.

    También llaman trampantojo,
    artificio, enredo, engaño,
    treta, intriga o fullería,
    cuando el artista porfía
    para esconder con su apaño
    cualquier mensaje hacia el ojo.
  6. En la aceña de una senda
    molía la blanca harina
    bajo el frío
    la muchacha de la hacienda,
    y en su figura divina
    me extravío.

    En el color de sus ojos
    sumerjo yo una mirada
    distraída,
    responden sus labios rojos
    cuando se siente besada
    confundida.


    Es la joven del molino
    donde en sus manos el trigo
    vuela y vuela,
    la que al final del camino
    cuando su beso consigo
    me consuela.
    A Anamer y MARISOL PÉREZ les gusta esto.
  7. ¡Perdiz y perdigón!
    son pareja
    en San Antón.
    ¡Perdigón y perdiz!
    en su nido
    el mes de abril.
  8. Enciendo mis palabras en la hoguera
    que arden con sus llamas, y se agitan,
    son un ascua de luz, donde dormitan,
    los sueños de esta vida pasajera.

    Luciendo ya estarán la noche entera
    mis versos, que incendiados, decrepitan,
    son cenizas tan grises que marchitan
    los himnos que no quiero por bandera.

    Si canto junto al fuego cuanto quiera,
    la voz y mis palabras resucitan
    recuerdos de otra vida verdadera.

    Me gusta ver su brasa, y que prendiera
    rocíos en el alma, que me habitan,
    y así ponerme al mundo por montera.
    A Anamer y MARISOL PÉREZ les gusta esto.
  9. Siempre aguardo al silencio del ocaso
    para abonar de sueños mi escritura
    con semillas de amor donde madura
    poesía en la luz de mi parnaso.

    Pido ayuda a las musas por si acaso
    cuando escriba, me exceda en la premura,
    y sus brotes, su olor, y su blancura
    solo exhalen aromas de fracaso;

    siempre espero tal vez, y en todo caso,
    que una flor desparrame su hermosura
    al candil de mis versos paso a paso.

    Con esto de escribir los días paso
    tan huraño encerrado en mi locura.
    ¡Sin flores, sin edén y sin parnaso!
    A catia-love le gusta esto.
  10. Los poemas de Campos de Castilla
    voy leyendo en un libro de Machado,
    del envés, en su página amarilla
    brota un pétalo blanco y marchitado.

    Azahar es la flor de la cuartilla
    -terciopelo andaluz enamorado-
    que al naranjo de un patio de Sevilla
    el veintiséis de julio ha iluminado.

    La nostalgia guardada en ese aroma
    son los versos de bello colorido
    que el poeta escribió soñando en Soria,

    sin saber que en sus alas, la paloma,
    traería a ese pétalo dormido
    despertando a la luz de su memoria.
    A MARISOL PÉREZ y catia-love les gusta esto.
  11. Es tu letra una voz que, desde Vigo,
    va templando palabras del idioma
    y en su vuelo, al igual que una paloma,
    aletea con versos que bendigo.

    Bajo el pico, la espiga de buen trigo,
    con un grano repleto que retoma
    la raíz en la tierra, y que se asoma
    al universo del abrazo amigo.

    La nostalgia se queda aquí conmigo
    bajo este cielo gris que se desploma
    y el viento que susurra por testigo;

    yo dejaré tras este punto y coma
    mi abrazo de amistad, y si consigo...
    un soneto cargado de tu aroma.




    A MARISOL PÉREZ y lesmo les gusta esto.
  12. El muro del camposanto tan muerto está, que dormita,
    entre la ausencia de vida, y el plástico de una rosa.
    Pared de llagas con frío que entre sus piedras reposa
    el verde azul de la yedra, sobre un ciprés donde habita.

    El muro del cementerio en su humedad resucita
    los líquenes de colores, sobre la roca arenosa.
    Qué curioso disparate es la ofrenda de esa losa
    pues alimentando aureolas, de nuevo la vida agita.

    Bajo el silencio ese muro, su sombra de nuevo ofrece,
    por mor que algún caminante la busque para el descanso
    y de nuevo, solitario, el muro siempre aparece.

    No existe un alma dispuesta a disfrutar del remanso
    de falsa paz y sosiego donde la vida perece.
    Tampoco pienso arrimarme, a reposar, si me canso.
    A malco, lesmo y MARISOL PÉREZ les gusta esto.
  13. Siempre he sido feliz, y en el lamento,
    nunca quise besarme yo la herida,
    la vendimia que llevo recogida
    de otra cepa injertaron el sarmiento.

    Es verdad que mi pluma es alimento
    y escribir es el pan que me da vida,
    las palabras el agua sumergida
    en torrentes de luz y fundamento.

    Siempre he sido feliz, y con mi aliento,
    no daré una batalla por perdida,
    ni entrego el corazón al desaliento;

    no soporto el color gris ceniciento
    de la pava que está ya consumida
    por la lumbre de un fuego largo y lento.
    A lesmo, MARISOL PÉREZ y catia-love les gusta esto.
  14. Al dejar Pontevedra, y madrugando,
    se despiertan las conchas peregrinas,
    y al albor de sus luces vespertinas
    las lágrimas del cielo iluminando .


    Rodear en silencio su empedrado
    la plaza de la leña y la verdura
    son besos de una lluvia que perdura

    y alienta el corazón algo cansado.

    Se atraviesa la ría y de repente,
    paisajes solitarios de la braña,
    y Santiago en su abrazo lo acompaña
    indicando el camino que está enfrente.


    Ya en Poio, el Monasterio y su fachada
    ocultan de un alero a San Benito
    bajo un nicho de piedra ¡Dios bendito!
    que protege el Apóstol con su espada.


    Sigue un paso silente el peregrino
    extasiado en la playa de Combarro,
    y los hórreos callados sobre el barro
    de la arena, comparten su destino.


    Descansando al hogar de una lareira
    en albergues que alojan corazones
    el romero se inflama de emociones
    al saber que ha llegado a la Armenteira.


    Cuando el Salnés brumoso en su paisaje
    de la niebla desviste sus cortinas,
    las perlas de unas uvas cristalinas
    se ofrecen al viajero en homenaje.


    Ya mirando hacia atrás el peregrino
    contempla La Armenteira desde lejos,
    y el agua con sus cálidos espejos
    sobre el Ulla le indican el Camino.


    Vilanova es su próximo parada;
    sobre la ría mira y se complace.
    Y la isla lo recibe, donde nace,
    ese puente que duerme en la ensenada.


    Ya por fin el albergue se divisa
    de blancura alumbrando la otra orilla,
    y en su pincel, la luz. ¡Qué maravilla!
    le dibuja en el rostro una sonrisa.
    A lesmo le gusta esto.
  15. Vuelvo a la intimidad de mis rincones
    y al silencio apartado de la ausencia;
    a la serena luz de mi conciencia
    y a esta mesa algo ajada en sus marrones.

    Vuelvo a la intimidad sin emociones
    que preñen a las rimas con cadencia,
    para escribir de nuevo en la creencia
    que mis versos son bellas oraciones.

    ¡Cuántas veces confundo mi lamento!
    No encuentro el acomodo necesario
    que encienda otra vez a mi poesía

    y el papel de este folio amarillento
    esperará la tinta que a diario
    alimente a mi pluma en su porfía.
    A lesmo y MARISOL PÉREZ les gusta esto.