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  1. Despacio, y caminando por la umbría,
    donde la sombra ampara su flaqueza,
    un hombre por las calles de Baeza
    va en silencio al umbral del mediodía.

    Ni siquiera la luz de Andalucía
    se llevará la niebla en su cabeza,
    habla en alto, ya que a dudar empieza
    lo que espera decirle a Dios un día.

    Entre olivos y soledad se labra
    en el mejor sentido la palabra
    que le dice lo que es un hombre bueno.

    Y sus ojos sin patria por la guerra
    se los dio a la memoria de la tierra
    en un libro de amor y versos lleno.
  2. Despacio, y caminando por la umbría,
    donde la sombra ampara su flaqueza,
    un hombre por las calles de Baeza
    va en silencio al umbral del mediodía.

    Ni siquiera la luz de Andalucía
    se llevará la niebla en su cabeza,
    habla en alto, ya que a dudar empieza
    lo que espera decirle a Dios un día.

    Entre olivos y soledad se labra
    en el mejor sentido la palabra
    que le dice lo que es un hombre bueno.

    Y sus ojos sin patria por la guerra
    se los dio a la memoria de la tierra
    en un libro de amor y versos lleno.
  3. Al olmo en su corteza carcomida
    le llevaré un esqueje tempranero,
    que restañe la brecha de su herida
    esta mañana azul del mes de enero.
    Cantarán los poetas
    su hermoso cancionero,
    y en su concha de cárdenos violetas
    bajo el mar soplarán las caracolas.
    Aladas amapolas
    mecerán a los trigos de Castilla
    con el rumor del Duero;
    y allí, en la otra orilla,
    un corazón de niño solo espera
    volar de nuevo al patio de Sevilla
    y Leonor con él en primavera.
  4. Saben tanto de tierra las hormigas
    que al horadar un agujero en ella,
    en el oscuro túnel de una mella
    almacenan el grano y las espigas.

    De niño contemplaba las fatigas
    de aquel enjambre negro por su huella,
    lentamente ninguna se atropella
    cuando arrastran el peso de unas migas.

    Trabajando, el insecto diminuto
    consigue con su esfuerzo el regio fruto
    que del cielo les llega cada día.

    Y al llegar el invierno con el frío,
    de aquella hilera, que antes era río,
    solo queda la vieja galería.
  5. Saben tanto de tierra las hormigas
    que al horadar un agujero en ella,
    en el oscuro túnel de una mella
    almacenan el grano y las espigas.

    De niño contemplaba las fatigas
    de aquel enjambre negro por su huella,
    lentamente ninguna se atropella
    cuando arrastran el peso de unas migas.

    Trabajando, el insecto diminuto
    consigue con su esfuerzo el regio fruto
    que del cielo les llega cada día.

    Y al llegar el invierno con el frío,
    de aquella hilera, que antes era río,
    solo queda la vieja galería.
  6. Buscando en el mar caracolas que tengan un nácar dorado,

    percibo su claro rumor, en la voz de sirenas ardientes,

    cadencias y voces, estruendo de trompas, y un grito apagado

    también, de tritones celosos que guardan el mar con tridentes.


    Me llega, de lejos, la brisa que anuncia tormentas de espanto

    en broncas tragedias que en locos tumultos los cielos derraman,

    y yo, naufragando, me pierdo en las olas del fondo. Entretanto

    profundos altares marinos de dioses a Tetis aclaman.


    Cabalga en corceles de espuma, la ninfa, queriendo volar

    desnuda y salvaje, llevando en su imagen la estela del mar.
  7. La savia en su raigambre agradecida
    va encendiendo las hojas gota a gota
    con la verde esperanza y nueva vida
    y así alcanzar, el tallo donde brota.

    Su llanto es una lágrima vertida;
    la fuente generosa que borbota
    sobre un suelo de tierra, que dormida,
    despierta con el árbol su derrota.

    Al rasgar su corteza verde y dura
    el corazón del tronco allí supura
    ese milagro de la savia nueva,

    y en el tiempo, su sombra en la colina,
    será la buena sombra de una encina
    que guarde al caminante cuando llueva.
  8. Eva

    Así eres tú, mezquina en tu hermosura,
    una serpiente de ondulante plata,
    con un veneno que, si no me mata,
    me conduce camino a la locura.

    Rodearé tu inicua curvatura,
    que esconde al áspid la maldad ingrata,
    de un cascabel por ver si te delata,
    peligrosa, tu presta mordedura.

    Aunque siga perdido en el dislate
    alerta estoy temiendo me arrebate
    tu sibilino verbo que requiebras.

    Que de tu boca abierta y desabrida
    tengo ya el escarmiento de la herida,
    señora vil de todas las culebras.
  9. Eva

    Así eres tú, mezquina en tu hermosura,
    una serpiente de ondulante plata,
    con un veneno que, si no me mata,
    me conduce camino a la locura.

    Rodearé tu inicua curvatura,
    que esconde al áspid la maldad ingrata,
    de un cascabel por ver si te delata,
    peligrosa, tu presta mordedura.

    Aunque siga perdido en el dislate
    alerta estoy temiendo me arrebate
    tu sibilino verbo que requiebras.

    Que de tu boca abierta y desabrida
    tengo ya el escarmiento de la herida,
    señora vil de todas las culebras.
  10. Los recuerdos de infancia es curioso que lleguen de viejo
    apagando los ojos, el alma, la frente y la vida;
    en la faz de mi rostro penetra su huella marchita
    y su sombra persigue a la mía llorando por dentro.

    Si pudiera encontrar la niñez y mi risa de nuevo
    en los gestos maduros de un hombre, que lucha y vacila,
    me pondría a pensar en los sueños perdidos que un día
    se escaparon volando en las grises neblinas del tiempo.

    Me despierto y añoro las cosas vividas contigo
    y aparecen despacio los tiempos que fueron mejores
    en veranos de azules paisajes llevando tu nombre,

    y al llegar silencioso mi otoño en su pálido brillo
    la memoria apagada se queda en la umbría del bosque
    esperando el poema que deje encendida la noche.
  11. Es mi madre Granada, y la tierra andaluza mi pena
    en lugares que añoro en la ausencia agrandando una herida
    :
    el Cortijo del Cura, La Cortes de Baza y Galera,
    o la cuevas que en Huéscar blanquean de auroras la villa.

    Almegíjar, Bubión, Capileira, Jubiles y Ugíjar,
    Alpujarra bendita que bebes del aire la sierra,
    acunada en el cielo pareces la diosa dormida
    por arrullos de nanas y nieve en la hermosa floresta.

    Se divisa el Veleta que viste su luz plateada
    y recuerdo los versos de Lorca cantando a Granada.
  12. Es mi madre Granada, y la tierra andaluza mi pena
    en lugares que añoro en la ausencia agrandando una herida
    :
    el Cortijo del Cura, La Cortes de Baza y Galera,
    o la cuevas que en Huéscar blanquean de auroras la villa.

    Almegíjar, Bubión, Capileira, Jubiles y Ugíjar,
    Alpujarra bendita que bebes del aire la sierra,
    acunada en el cielo pareces la diosa dormida
    por arrullos de nanas y nieve en la hermosa floresta.

    Se divisa el Veleta que viste su luz plateada
    y recuerdo los versos de Lorca cantando a Granada.
  13. Es mi madre Granada, y la tierra andaluza mi pena
    en lugares que añoro en la ausencia agrandando una herida
    :
    el Cortijo del Cura, La Cortes de Baza y Galera,
    o la cuevas que en Huéscar blanquean de auroras la villa.

    Almegíjar, Bubión, Capileira, Jubiles y Ugíjar,
    Alpujarra bendita que bebes del aire la sierra,
    acunada en el cielo pareces la diosa dormida
    por arrullos de nanas y nieve en la hermosa floresta.

    Se divisa el Veleta que viste su luz plateada
    y recuerdo los versos de Lorca cantando a Granada.
  14. He subido un momento a la buhardilla
    a leer el concurso de Machado,
    resulta que el morapio de Jumilla*
    es el vino en la copa que ha ganado.

    Le pregunto a los miembros del jurado
    por Adán, y también por su costilla
    que seguro los votos le ha dejado.
    Se hizo un sayo la capa de Sevilla.**

    "Pa" que el sol te despierte en Antequera ***
    recomiendo el mejor, el de Ribera,
    que al final su sabor te sabe a beso.

    Y para disfrutar el alboroto
    el soneto que tiene mucho voto
    en el complicadísimo proceso.

    No me las dan con queso,
    el gato se escapó por la gatera
    y el ratón se ha metido en la fresquera.

    * Jumilla, región de España, situada al norte de la Región de Murcia, hasta hace poco tiempo producía unos vinos muy duros, ásperos y fuertes, en los últimos años mejoró su calidad pero nunca al nivel de los vinos de Rioja y muy lejos de los extraordinarios Ribera del Duero.
    **Muy sencillo: hacer de tu capa un sayo significa “obrar alguien según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que a él sólo pertenecen o atañen”
    *** Salga el sol por Antequera es un dicho que se utiliza para expresar incertidumbre ante el resultado de alguna acción, pero determinación para llevarla a cabo a pesar de ello.


  15. Del último papel en su libreta,
    brotan versos que guarda en el abrigo
    ---Estos días azules---, que bendigo
    --- y este sol de la infancia---, es mi cometa.

    No ha teñido su sangre la cuneta
    como en Víznar la sangre del amigo,
    fue esa pena que siempre va consigo
    la que hirió el corazón con su saeta.

    Mirando al otro mar, el mar de España,
    navega por los sueños que barrunta
    absorto en el azul de aquella orilla;

    su madre que en silencio lo acompaña,
    en sus ojos se pierde y le pregunta:
    Antonio, ¿ya llegamos a Sevilla?
    A Bernardo de Valbuena le gusta esto.