Evoco a tu espíritu amada mujer, para que venga a llenar mi tristeza de felicidad y frente a ti te alabare. Con tu amor me puedes cambiar. Líbrame de la soledad, del hastió, de la ausencia de ti. Es una enfermedad El estar contemplando tu espacio vacio. Sebastian Dusalgi
Entre esta copa que refleja mis lágrimas, pureza que sangra desde mi corazón, dime que mi inmolación no fue en vano, dime que todo ha sido una mentira y dame ese amor que me sana, que me libera de toda melancolía. Ya no traspases este corazón que ahora es muy frágil como el cristal de mis pupilas. Amor de mujer que me abraza llena mi alma de ti. Sebastian Dusalgi
Quiero matarte amor y enterrarte entre la belleza lúgubre de un camposanto no volveré a el nunca ni el aroma de las flores en noviembre endulzaran tu esquelético recuerdo sellare con mis besos amargos tus fríos labios para no escuchar un perdóname y me iré jamás volverás a escuchar mis pasos reuniré lo mejor de mi vida dormiré bajo las estrellas y no llamaré tu maldito recuerdo. Sebastian Dusalgi
DISGREGADA MAÑANA. Disgregada mañana que te evaporas en el tiempo, eres la desidia de un sastre. El terreno baldío de un andrajoso vagabundo. La ocultación de reproches que emigran con las aves, catastróficos trastornos desnudos ante el viento. De afectos desarmados ante la frialdad de un sueño. Anfiteatro de diálogos de una sociedad sin linaje. Pabellón donde deambulan los sumisos respiros tímidos del descontento. Alumbras las ciudades con tu ignominia y a los árboles que se bañan entre turbas. Buril que labras sarcasmos entre la ondulante cúspide de un jocoso apariamineto entre el día y la noche.
Con una mirada lasciva desnudo lentamente mi cuerpo, esta noche quiero amarte, te necesito entre mi cuerpo. El calor de tu piel se extiende por todo mi ser, se apodera de mi como un virus. Me recuesto en tu pecho y siento tu respiración, tu nerviosismo por hacerme el amor. Me rodeas con tus brazos y cierro los ojos en un gesto de entrega. Siento un cosquilleo entre mis piernas y un leve gemido exhala mi cuerpo mmmm...sigue no pares, mis labios expresan. Me sostienes por las muñecas, poco a poco sedo ante tus caricias, una corriente eléctrica recorre mi cuerpo un remolino de sensaciones surgen cuando te siento dentro grito de placer , mi cadera se levanta recibiendo la envestida la lujuria se apodera de mi mientras nos unimos por el néctar de nuestros cuerpos. Me quedo así pensándote , idolatrándote mientras serenamente sellas mis labios con beso. Sebastian Dusalgi
Hoy desnudare tu cuerpo con la paciencia de un ángel , beberé de tu sexo gota a gota. Quiero sentir el perfume de tu piel penetrando mis poros, arrancare de ti suspiros, mi vida entrará en la tuya y seremos uno entre la mezcla de nuestros sudores. Tu jugosa selva llorará sobre el cáliz y te enbriagaras con él . No habrá más noches que recordar porque yo habré borrado sus huellas . Serás mi cómplice perpetúa . Sebastian Dusalgi .
Hora crepúscular que cubres de dolor mi isla pectoral penetrante tristeza que me agobia, que me hace sudar sangre. Mis pupilas están muertas, soy un desterrado ,un vagabundo. Las aves me rondan ,portadoras de malos agüeros son. Tu perfume amoroso traspasa mi soledad manteniendo mi respiración, anhelan mi ojos poder verte. En esta misma hora te marchaste sin detenerte, entonces las ilusiones murieron. Mi espacio tiembla, se pierde borrosa tu silueta , ¡ Oh amor mío cuanto te ame ! . Sebastian Dusalgi.
tus pequeños senos, son el sueño que despierta en mí mis masturbados sentimientos. tus pequeños senos de cereza se rehúsan a que los besen mis labios enfermizos, a que los toquen mis calenturientas ansias. Adoro de tus pequeños senos la manera que tienen de ignorarme negándome acurruco por la noche. tus pequeños senos son mi desesperación son el pastel que no he podido devorar. tus pequeños senos me hacen suspirar y con su enigmática lactosa me quiero yo embriagar. tus pequeños senos no tiene otro igual ven a mi ya nena que te quiero deshojar y a tus tiernos senos los quiero cabalgar. Sebastian Dusalgi
La golondrina se aleja de mi mano , tranquila alma mía sabes que no hay perdón la hemos engañado nuestro tallo de su corazón Ella ha arrancado mañana morirá olvidado . El nido yace entre dolores despreciarla fue nuestra maldición ahora sufre y llora aquella que tanto cariño nos rendía Hoy nos la arrebata el viento como hoja seca y entre paso y paso caemos entre el ocaso propio de la desgracia somos suspiros abandonados Sebastian dusalgi
Bastantes son los brazos que existen en el mundo, pero cuantos existen tan vacíos. me pregunto ¿ por que ? los brazos viene en pares será casualidad o gusto del creador cuantos manos existen pero cuantas vacías con el puño cerrado en la avaricia, cuantos ojos existen pero si ninguno mira si se esconde la mirada tierna cargada de afecto tras la mirada sombría y fiera, cargada de envidia y de rencor. cuantas bocas existen sin expresar amor sin decir te quiero, marginadas en el odio abiertas para maldecir cuanta belleza existe en el mundo y nadie la ve, por que no lo se. Sebastian Dusalgi
No se si estas vivo o muerto sueño que por la noche te enredas en mi esqueleto no se si existes o solo eres un espejismo que saludas a mi cuerpo enfermizo no se quien eres tu que por la noche me cantas acurrucando mis pesadillas sobre los pétalos de una negra flor su polen es somnífero a mi alma no se quien eres tú espectro de la noche que me miras entre las sombras y susurras a mi oídos los cantos de Asmodeo no se que eres tú masacro fantasma no se si vives o mueres y bailas entre mi sexo dormido no se quien eres tu pues tampoco se que soy yo. Sebastian Dusalgi
el sapo escudriña el misterio duerme la cigarra en su mortero calcina esta la pepita en el fogón eructa la mosca su canto de candor es la gruta eterna morada de asmon cuchilla ciega sobre la piel herida que emana un guirnalda sombría besa la rana el sonido de la campana sobre la torre que declina su manada es un anfiteatro de paladines el mirar del fantasma en un cañaveral inundado de perversidad sin la necesidad de una eternidad es que sufre el moso trayendo la sardina dulcemente bañada en harina tras la cortina del pañuelo lóbrego peinándose en una orilla con una flor en la coronilla sabio desconsuelo del encuentro que canta y baila sobre su paladar Máscara con mascada ahorcada muere la tuna y y se clava la daga sobre el paso de un piojo arropado sueña que sueña, ríe que llora la sobremesa, muerta tiesa Sebastian Dusalgi
Eras una mañana de mayo, un blanco perfume de rosa primera, pasajera ilusión que tembló en mi pecho, tarde llena de melancolía. Pasé por tus olas y tu viento me arrastro fui presa de tu sol, aturdido y ciego te amé como a nadie. Los sueños emergieron como la palmera y tu corazón fue una flor de naranjo. Pero fui un estúpido y en una tarde de tantas ahogue al amor, el ramaje del hastío creció y todo fue ceniza. Perdona la mentira que cegó a la luna… Aun te amo Sebastian Dusalgi
Tus ojos verdes un instante de cielo mares sin tiempo. Dentro de tu ser la mujer que seduce sueños despiertos. Si no te tengo mis manos locas sufren el alma muere. Nuestro romance en el recuerdo sufre es el olvido. Nuestros detalles ahogados en lágrimas dolor que surge. Mi lecho solo no tiene tu música sufre la vida. Sebastian Dusalgi
Las estrellas del cielo plateado señor de la noche la lluvia cae lentamente besando la cascada de Luz Desde mi ventana observo Una libélula que le habla al Sol La brisa del mar acaricia mi piel suave algodón tejido por la abeja La vieja casucha de la esquina donde lanzo sueños de pájaro azul mientras mi gata ronronea feliz La oruga entre las alas de la mariposa El viento sopla sobre los árboles Arbóreos suspiros del cántico humano Los sueños son solo eso… sueños Esculpidos y calcinados en una telaraña. Sebastian Dusalgi
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