El blog de Valen_Tina

La Ciudad de Arnal Ballester​

Camina de noche,
sin luz.
Guarda en el bolsillo una mentira,
esa que dice que Dios existe y
que ayuda al que madruga.
Las calles de la ciudad están dormidas.
Alguien enciende una bombilla
e ilumina todas las ventanas.
Una pareja regresa a casa cogida de la mano.
Otra,
llora en la calle desconsolada.
Las estrellas tiritan lejos de la luna,
anda solitaria con forma
de gajo de naranja.
Pisadas sobre la hierba mojada,
apenas dejan huellas.
Casi todos duermen,
se respira calma.​

Valen_Tina

Azul montserrat en las contraventanas.​

Nubes y cosas que pasan.​

Buganvillas rosadas en las rejas de hierro forjado.​

Chimenea respingona con cuadros de papel de amate.​

Musgo en las tejas que miran el norte​

por donde asoma la luna llena.​

Sueños colgados en el balcón y​

golondrinas en los aleros.​

Tu mirada ondeando en el tejado​

como rosa de los vientos.​

Alguien apuntando en su cuaderno cien veces​

Te quiero.




​

Valen_Tina

​

Quedamos enredados entre las sábanas.
Olvidamos sacar a volar las cometas.
No creo en los milagros pero si existen,
seguro que se parecen a ti.
Eres tan necesario como esa lluvia deseada
que crea el humus
en la superficie de los bosques
que no se han quemado.
Lluvia y calor que fabrica y desentierra setas
en pinares ciegos.
Eres sorprendente,
como un Arco Iris a principios de noviembre,
como el espejo de la entrada
que siempre nos acompaña,
como los poemas
que limpian el aire y reconfortan el alma.
Y todo , para justificar y explicar la manera
de empezar a besarnos
cuando se nos acaban las palabras.​

Valen_Tina

Brilla el sol.
Se evaporan las penas
como nubes
en tazas de colores.
Una sonrisa trepa
por una espalda
despertando sueños
de hojalata en un sofá.
Mientras,
alguien inventa la mañana.
Yo me voy para casa.
El sol casi se durmió en el horizonte.




Valen_Tina