1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. La piedad del tiempo sobre la vejez
    un estúpido resquemor del silbido
    anunciando el tránsito del amor
    que deja un molde de un grito
    revisado por el dolor que cuartea como el tiempo hace con la madera
    los cuerpos que atraen las sedosas puñaladas de un velo
    recitador,
    imposibles de enumerar
    con el calibre del cañón de la muerte
    anunciar, velocidades en el sigilo
    de la edad.




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  2. Patíbulos para falsos mimos
    bambalina de un disfraz
    cuero de fría mirada, en cautelas
    las sombras que se acuestan
    con insomnio, se levantan en tu lugar.
    Precoces diamantes de brillo blanco
    se sueltan de su collar, como muelas
    de un temprano misterio,
    en una cascada de tiempo sólido
    mordido como pulgares del sueño
    par-impar.




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  3. El insomnio de los besos
    pleamar de los cobijos
    mediadores del silencio
    un candil encendido,
    en la obesa noche
    densa como niebla atrapada en un vaso.
    Que no se bebe se huele,
    como lubricados ojos nocturnos,
    y legañosas riberas del candor
    irrealidades templanza azur
    del miércoles, en pedregosas y rancias
    caricias de pinceles que mutilan
    arrugas en los sueños.



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    A MARISOL PÉREZ le gusta esto.
  4. Mi nostalgia es la piel
    del corazón, cuando rota
    se seca y la lepra la desprende,
    como jirones del sol, anunciando
    que se hunde en la línea del sentimiento.
    Un esqueleto de desidia
    que hiere la juventud de la edad.
    Exprimiendo náuseas como orillas
    del dolor palpitando trozos de mar
    en lo sucio, mueren vigilantes, de soles donde su haz hace cabriolas
    en la irradiación del beso poniéndose
    moreno como lluvia de hielo
    en la desierta mirada del ocaso.



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  5. Gajos de luna mezquina
    de impermeable silencio
    de auspicios involuntarios
    tracto en vagones destino
    lanzaderas del giro orbital
    meneos del malva rayando
    los días que nacen bajo el sino
    lunar
    mareas en aullidos, caricias
    en las orillas del infierno masticado
    por sirenas mudas,
    ataduras del punto de fuga, mordiendo el visillo de los oídos
    que en opacidades múltiples del ruido,
    taladran alondras el místico
    orgullo silenciado.




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  6. Hilaridad
    trémula cantata del sueño
    parva alegoría des maquillando
    la mentira, sinuosa serpiente del miedo contagiando sirocos del nacimiento.
    Vuelves tras los pasos y descubres
    el nardo del dolor floreciendo
    en la oscura tenencia, clamor irreal
    de una abstracta juventud que te guía
    impopular por meridianos con
    temperaturas oscilantes y que te obligan añil del cielo rugoso a
    palidecer con otoños de sol crispado
    en la fiebre de tu mundo.





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  7. La suerte del comediante
    se despega de las manos
    como lo hace la tacita de té
    del hombre con temblores
    de Parkinson.
    Ya no saben los trucos
    intemporales,
    palidecer en cánticos de luna rota
    la altiva esperanza se arrodilla
    ante la miseria para disfrutar
    de una sobremesa de humilde
    retrato y de drama mundano.




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    A Francisco Iván Pazualdo le gusta esto.
  8. El mundo cautivo
    por la mirada del cosmonauta
    el delirio de pertenencia
    marea visceral del planeta con peineta, arde los ojos con mimosa
    preñez mientras cuenta los pasos
    en el camino caudal del mimo
    en transgresión.
    Dice tibieza en la tersura
    del dolor cuando eclipsa
    mandatos del ser.
    Desde ahí arriba la batuta diseña melodías de armónica insurrección
    en el universo palpita la quijada
    del todo en flamencos atriles
    del desagüe de la existencia.






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  9. El filamento de una bombilla
    después de un cólico
    por la indigesta comilona de pasta,
    aparece irónicamente en mi visión como un muelle de espagueti dentro del cristal alumbrando la cocina, como una sala de máquinas a la que una biela agarra con fuerza las cabezas de dos peones del ajedrez humano.
    Esa bombilla que luce su espagueti cocido va electrificando las luces que la bohemia ameniza en sus sobremesas de la Itálica y mediterránea siesta del mar.
    Los cordones de unos zapatos que tienen gafas de lentes de sal
    y el ámbar de los semáforos
    iluminan la miel que suda
    gotas de Afrodita,
    mientras atamos los espaguetis con doble nudo, listos para caminar
    la avenida de la fiebre.


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  10. Arlequinadas sospechas
    del hambre insultando los estómagos,
    preludios de incoloras banderas
    de angustia no se merecen
    la pesca del surco en raíles
    de cortijos, amparados en la ira
    que de la noche abierta en los
    puentes amanecen disturbios
    entre sangre de hermanos.
    Espías en los zapatos
    miradas de ausencias repiten
    como loros dados cuerda
    el mensaje de la autoridad.
    Esnifa una raya de sal
    la dorada cuando oculta su espalda.





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    A ti y a LIBRA8 les gusta esto.
  11. La enajenación del silencio
    arbitra péndulos en cavidades
    como moluscos engañados por
    el limón del beso.
    Antojos en paladares
    exquisitas melodías del ciego vendaje
    que el mutismo dibuja en paredes
    auscultadas por el timbre avisando
    preludios de inaniciones,
    soplos de vítores tangenciales y
    fisonomías de la nada construida
    en crisoles de felicidad.





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    A MARISOL PÉREZ le gusta esto.
  12. Estuario de miedos
    la vida nos llena de tiempo,
    rabiosas caricias del día después
    virtualizan regencias exámines.
    Que dudan de su alternancia
    en praderas frenéticas
    invadiendo la fertilidad
    de los sueños.
    Ya vigilias de acordes
    doran el frenesí donde
    los desacuerdos raspan las cuerdas
    del contrabajo, que en su contratiempo
    dulcifica el suero de la música
    embriagando los momentos
    de leche y canela.






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  13. Mil pétalos rosados acarician
    las calaveras, es su sangre coagulada
    en forma de pétalo volviendo
    al cauce del río que durante
    ocho décadas mantuvo vivas
    las esperanzas del riego cauteloso
    de sus riberas orillando sentimientos
    de comunes y solidarias misiones.
    Cuando se encuentran esas mareas
    íntimas desembocando evocadoras
    en los estuarios, las vidas encuentran
    sus ceniceros descubriendo sus restos disgregándose en la última de sus
    mentiras pellizcos de verdad recreando átomos de veracidades
    construyendo geografías de mundos
    elásticos que en cada cadáver mutila el recreo que el tiempo ampara.




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    A MARISOL PÉREZ y Abrahám Emilio les gusta esto.
  14. Los andamios de hielo crean
    nostalgias de frías relaciones
    construir desde cero la muralla
    del corazón para que no te lo vuelvan
    a romper.
    Es la medición del tensor que tienta
    murmullos en las jaulas del amor.
    Algo renegado del planchazo
    cuando nos tiramos a la piscina.
    Y no hay agua.
    ¿Cómo amar sin correr riesgos?
    ¿Cómo rozarse sin sentir?
    ¿Cómo buscar la cicatriz antes de la
    herida?





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  15. Candela en la honda mirada
    a la inmensidad del horizonte
    quemando los restos del día.
    Otoño en los corazones que palpitan
    con más velocidad
    esta estación broncea los
    paisajes madurando como manzanas
    al sol la edad del momento tardío.
    El goteo del tiempo mantiene vivo
    al paciente planeta, ¿Cuántos usos tienen los horarios de los que envejecemos sin pareja?
    Las soledades tienen un mismo
    hormiguero, donde cada hormiga
    deserta del ente social, y va por libre
    en la credulidad de su entorno, porque es una frontera imposible
    de alcanzar.
    Una segunda mirada al horizonte
    guía la angustia de la incomunicación
    los ojos proyectan el anhelo
    la audición hace tiempo que escucha frecuencias manipuladas
    por intereses globales.
    Otra tercera mirada al horizonte,
    y ya sabes que desde la isla donde estás inconexo no se puede transmitir tu S.O.S
    Tan solo te queda tu mirada.




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