La grasa de la mentira engorda como homicidas relajados antes de ser atrapados. Los ojos que inspiran silencio maquillados de lirismo, taponan el camino del chota perímetro del confidente, donde toda escapatoria se hace un hueco en los árboles secos. Desde ese lugar donde los mitómanos celebran, custodias, las elites nombran nostalgias a todas las olas que llegan, pioneras, en esas playas dominó, donde el agua rige caminando por el tiempo la vacuna para no pensar. Reservados todos los derechos©
Perdidos lloros del hombre paja combustionan en la militancia entre fósforos ignífugos, la mutilación de llamas en los brazos y en las piernas andamiaje del todo construido de semillas diabólicas. Germina el término de angustia dorando con dulzura, las paperas del indulto. Son sombrías y metálicas las canciones del viento roto. Que traen niñeras volando con caricias de los pétalos prohibidos en la delicia del beso, imantados todos los alfileres, la reconstrución del espantapájaros llamea la voluntad con descansos de frutas y llanto de lirios sedados por el brillo de la locura y drenaje del mundo como si fuera una naranja exprimida. Reservados todos los derechos©
Los péndulos de la muerte eligen el balanceo perdido del equilibrio donde trapecios y cuerdas entrelazadas alimentan dosis de fármacos adulterados. Las campanas tramitan el tanteo, terminando con voces de amarillas miradas, cuando el insulto desenvuelve lo atroz de la maquinaria asesina. Reservados todos los derechos©
Rumbo desconocido arterias vigiladas, en el solar del miedo. Por sargentos desarmados y trastornados. Un vicio derivado por la fatiga mental, del combate. En la talla humana los destinos se entremezclan, por un ansioso delirio. Donde hemos de buscar la virtud para perfeccionar el desaliento de un coro de Abril en dolientes mundos antiguos. Salud dispón tú alergias del recorrido de la roza, que se convierte en el surco del mundo, arañando las preguntas de siempre y las respuestas del viento trayendo una y otra vez las estaciones. Paradas por un vestido caduco renovando, el fogueo de las trémulas lloviznas del dolor. Reservados todos los derechos©
El disfraz del cuerpo, acompaña con disimulo la comedia del ser humano cada piel que se cambia,es como un uniforme recién planchado, de gala. La hipocresía baila como un vals desnudo. En el pavimento de astucias se regalan caminos transitables, cuando el interés manipula toda la llama pudriendo el ente social, clarea una esperanza también podrida. Otra piel. Otra sin oportunidades de otro color.Otra que nos urge ponérnosla, para dignificar a la persona y sostener las cuatro paredes de la celda, donde habita incrédulo el mecedor de la suerte. Reservados todos los derechos©
Nostalgia del marco donde atrapa el riachuelo, las estrías pariendo el lloro tambaleante del ruido, canallas de segundas pieles, en el dolor de muecas yacidas entre algodones de tránsito. Nos piden la paciencia decolorada entre tumultos de higiénicos lazos. Y trinos de hielo, no logran extirpar la locura ni el miedo. Reservados todos los derechos©
El silencio corretea como un avestruz huyendo del desamor. Sobre un tablero de ajedrez. Cautiva la noche se miente carnívora Hurgando en el día su puesta de largo. La premura aniquila la sin razón, como toda madeja de hilo ovillando la urdimbre de solsticios desvistiéndose lentamente, copulando en la inocencia del correo les brotan entonces alas , como arcángeles castrados en suburbios del nuevo cielo. Entonces alguien pregunta ¿ y el demonio, no ha venido a recibiros? cayendo al pozo del delator que traiciona, al agujero de la angustia, que se endurece craneal como cráter del aullido. Y alguien responde, demasiados, competidores. Reservados todos los derechos©
La manta de la mañana no cubre aun los tobillos de la nocturnidad, éstos siguen andando la oscura pista de los márgenes del río interno, claudicando ante las bisectrices de la corriente, que inunda la paralizada imagen de los cursos de lirios y girasoles. En asideros de nombres sin rostro. El pañal de la luna brilla fluorescente en el migrar de la jauría casi pre ambular la prisa decora con horizontes cristalinos, el amanecer cuando la sosegada paciencia pinta los cerebros del espectador comulgando en la preñez, un sigiloso destino no buscado, ni elegido. Reservados todos los derechos©
Vi mustias sonrisas hibernando en el hojaldre del tiempo. Sus decapadas alturas, lloraban entre pisos, la región de los nudos donde habita la dulzura perdida. En ese ojal de las chaquetas, se adornan con sus flores hilvanadas en la diplomática velada, hastiada de sin sabores, procreando una proximidad de llana locura vegetal, inflada por el encuentro de los egos, boxeamos contra palabras irónicas, golpes bajos a la línea de flotación que sólo encuentran malicia y vergüenza. Aunque el destino fabrique marionetas enredadas en sus hilos nunca dejarán de volar raso los grajos dibujando cabriolas y mareas en el cielo con olas que bautizadas llegan a resolver la mística del dolor ajeno. Reservados todos los derechos©
Manicomios de astucia, hilvanan torpezas, de aullidos carenciales, di mercurio desayunando en las terrazas de la noche, la verbalización del río desangrándose en la silla como un tajo, pestañea, casi convirtiéndose en un ojo lagrimando la pereza del sonido, que procrea en los avisperos de buhardillas alicatadas con la música y sus trucos. Reservados todos los derechos©
Un disfraz de mecedor, cantina en la hoz rasgando el neopreno del insulto cabizbajo, el mullido preambular del bocado se entumece de dolor por la amnesia recorriendo la galería del ilustrador de imágenes, casi te me vas antes del tiempo Segregado por el insomnio de la culpabilidad, con cercos de añejos y dados truco, amparándose en las leyendas del delirio casi mudo duermo la sumisión del chota. Avalando la pereza de la huida. Antes de quemar los disfraces del copulador, vivo la lejanía del recodo donde la farola estropeada hace en intermitencias la ayuda de iluminar el último recorrido del orador. Del castrador al chivato el surco del giro, maquilla aduanero el morbo entumecido de la rueda. Reservados todos los derechos©
El lienzo de mi vida, aún está en talleres, dibujado por alumnos. Una temática, del desnudo surrealista y metafóricamente del ser humano. Quizás la levedad del aullido, de la gran incógnita, cuando uno se encuentra consigo mismo y empieza a construir alrededor de sí los muros del corazón que tiene más grietas que el muro. Donde alguien dejó un grafiti. Un pellizco de arte, en una pared que demolerán seguro. Reservados todos los derechos©
Yace imberbe la adolescencia, parentesiada en la mesa del tiempo, crápulas del cielo hibernando en los adioses cicatrizados en el rostro, que erosiona sin permiso, el haz del rumbo. Pioneros del ruido, añascando sucios recodos del patíbulo, para adolecer implorando perdón, un perdón que se hincha como un pez globo con el veneno del que ya no volverás a recibir nada más que silencio lo demás son posturas de farsas monoblocks, alzando la lepra de los edificios, cuarteándose, como pergaminos amarillentos, donde la luz preña los silos de simiente cuando los luceros procrean con el malva de los pétalos abiertos en terrazas nocturnas, donde el abismo clarea la historia del viento. Reservados todos los derechos©
Las grietas del viento coloreando la amnesia en segmentos del dolor, construyen un mecano de astucia aunque endeble. La mirada mira analgésica llena de vicio, un sonido sin sombra, capitulando, en el resorte del ímpetu. Llana acumula diversión la resaca del miedo, cobrándose, la papiroflexia del mundo, antes de que arda, el recuerdo de los culpables. Reservados todos los derechos©
Infartos del sur, cabalgan en el tiempo preñándose de vacío, cuando los silencios mutilan el deseo. Ahí, no querría estar yo pronunciando la delicia del compás altamente culpable. Los candados en la lengua, cremallera de los labios que encajan anónimos, privaciones de la común deserción, aullando múltiple la incógnita de tu frecuencia. Reservados todos los derechos©