/Abrázame//

Espero por ti
por tu risa que se abre como una flor
tus miradas que se hacen largas,
y se llenan de silencios.

Mi poema nace en tu rostro
en esa zona de luz que son tus ojos,
mi sueño en las noches solitarias
cuando tu boca se hace madrugada
y tus manos crecen sobre mi vientre.

Te sueño en mis brazos,
cuento las horas que se mecen como
espigas sobre el reloj de la mesa,
y ruego para que nunca terminen de doblarse.

Abrázame, no me sueltes
quiero estar contigo, que me hables al oído
como una caricia que arrulle mi tiempo
juntos, compartiendo nuestra propia soledad.

Y aunque no lleguemos a caminar la vida
tomados de las manos,
vivamos ese momento que nos sorprenda
como una manera de amor que no existe,
como ese lugar nuestro,
en el que siempre anhelamos estar.

Ana Mercedes Villalobos


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