¡¡DESPEDIDA!!

¡¡DESPEDIDA!!

Voy a despedirte y despedirme
sin sombras, en voz baja
calladamente, disimulada,
voy despedirme sin dejar mi huella
con un gran árbol que podar
en mi ventana.

Voy a ser siempre la misma
peregrina pero esta vez
como las golondrinas
que cambian su rumbo
buscando los vientos cálidos.

Soy mas fuerte de lo que creía
a ésta paloma le han crecido alas
y trasmutó en águila que asimila
las cumbres altas.

Me voy siendo lo que siempre he sido
pero más fuerte que un páramo de flores
soy la fuente que nutre al mar y sus olas
las más violentas, las más audaces y turbulenta
cuyas crestas con el impulso del alma
se alojan allá, en la más alta cumbre
donde aún están las caracola mas antiguas.

Volveré cuando las musas del Parnaso
lo decidan
cuando una nube blanca me busque
en algún renglón de la vida.