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El hombre invisible (para Lesmo)

Publicado por E.Fdez.Castro en el blog El blog de E.Fdez.Castro. Vistas: 729

IMG-20230414-WA0009.jpg Óleo del gran pintor Xavier Lemos Godoy de Vigo.

El hombre externo no tiene importancia,
el alma, sin embargo, hasta el extremo.
Mientras dormimos somos inconscientes
del físico, mas sí del otro nuestro.
Pues el ser invisible es más real,
sin él, sería inútil nuestro cuerpo.
Si bien, imperceptible a los sentidos,
se halla todo el físico, por dentro;
un cuerpo idéntico a la hermosa luz:
el alma, en el astral revestimiento.
Si alguna mano tienes amputada
seguirás percibiendo tú tal miembro
por existir, astral e imperceptible,
de cada parte física del cuerpo.
Un corazón astral tras el somático,
sin el que nunca latiría el nuestro.
Igualmente los huesos y los nervios,
la vista y el oído astral y el seso.
Son órganos de luces y energías,
exactas copias todas son del cuerpo.
No digas ciego o manco estoy pues nunca,
padecerás tales impedimentos;
tus ojos y tus manos son etéreos
si todavía están, y son de hecho.
Jamás debes pensar que los ocultos
son dañados por físicos enfermos,
para impedir que tales energías
fluyan en partes físicas del cuerpo.
Eléctricas corrientes circulando
a través de los cables con acero:
existe el cable por los electrones
y no los electrones para el hierro.
Talmente el cuerpo está para su alma
pero no vive el alma para el cuerpo.
No obstante deberá haber condiciones
para que el alma esté de hecho dentro.
Si lo invisible no estuviese atado
por mar caminaríamos y cielo
y al cabo del paseo en los lugares
podríamos estar ya de regreso.
Miradas sensoriales más directas
que sus homólogas del cuerpo nuestro;
cuando ha desarrollado la consciencia
celeste, podrá oír y ver, aquello
que los oídos ni los ojos pueden,
también percibirá el olor más bueno,
mas allá del alcance de lo físico,
podrá paladear sabores nuevos,
así mismo tendrá también alcance
y reconocerá tocando objetos.
Ser grande o mucho más pequeño incluso
según su soberano entendimiento.

Para mi amigo Salvador (Lesmo)
y corregido, magistralmente, por él.

Basado en el capítulo 43, La resurrección de Sri Yukteswar, del libro, Autobiografía de un Yogui, de Sri Paramahansa Yogananda.
Castro. 6 de marzo del 2018.​
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