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¡¡EL SUEÑO DE LOS OTROS!! SEGUNDA PARTE DE LA GUÍA PARA LA SALUD.DR. PERONA.-

Publicado por catia-love en el blog ¡¡EL BLOG DE CATIA-LOVE!! -. Vistas: 363

El Sueño de los otros, comparte nuevamente, la segunda parte de
La Guía para la Salud del Dr. Francisco José Perona. Médico educador en hábitos que fortalecen la salud.-
Espero puedan aprovechar esta oportunidad, para mejorar nuestra calidad de vida.

La salud y el conocimiento son herramientas de liberación.

El contar con herramientas para la autogestión de nuestra salud es un derecho.

Aplicarlas es nuestro deber y se relaciona con el amor que tenemos para con nosotros mismos y para con la vida.

La persona sana tiende a consumir menos.
Menos comida.
Menos fármacos.
Menos productos cosméticos o de higiene corporal.
La salud plena nos lleva a ahorrar dinero,
a necesitar menos, a ser más libres.
Pero todo eso...no es negocio.
Aprendiendo a gestionar nuestra libertad, nuestros vacíos.
Dejamos de tapar los huecos con comida,
alcohol, obligaciones, trabajo,
vínculos adictivos, tecnología, adicciones.
Evitamos llenar los silencios con palabras.
Nos permitimos Ser.
Un cuerpo sano es Naturalmente bello.
Para vernos bien.
También va por el Lado de la salud.
Salud que aflora desde adentro hacia afuera.
Sin necesidad de productos de
cosmética ni tratamientos externos.
Si queremos paz en el mundo,
debemos comenzar por paz
en nuestro cuerpo.
Dándole lo que necesita
en materia de descanso,
ejercicio cotidiano,
priorizando lo que lo nutre y depura.
Evitando lo que lo irrita, inflama e intoxica.
Podemos dar lo que tenemos,
expandir lo que somos,
transmitir lo que vivimos.
Muchas veces postergamos el cuidarnos o el ocuparnos de nuestra salud por cuidar de un familiar o por ocuparnos de nuestros hijos.
La mejor forma de ayudar a nuestra familia y a la sociedad es estando bien nosotros.

“Es que quiero lo mejor para mis hijos y mi familia”

Un hijo con una mamá feliz
y un papá feliz,
Es un niño feliz.
Si tenemos sobrepeso, estamos cansados, padeciendo dolores articulares o enfermedades, nuestra capacidad de ayudar se ve disminuida.
El servicio es maravilloso y le da sentido y entusiasmo a nuestras vidas.

Ese servicio debe ser desde la integridad, desde la salud, desde el bienestar.

Todos los grandes maestros de la historia como Jesús o el Buda primero se ocuparon de integrarse, de sanar su cuerpo, mente y emociones.
Desde esa integridad cada paso que dieron en la vida fue un acto de servicio que trascendió los milenios.
Es por eso que cuantas más responsabilidades tengamos, mayor debe ser nuestro compromiso para con nosotros mismos.
Poniendo atención en nuestro alimento, en el ejercicio cotidiano, en atender el estado de nuestra mente y de nuestras emociones.

En la medida que nos ocupamos de nosotros, podemos tomar responsabilidad por la vida de otros.
No podemos dar lo que no tenemos.
No podemos transmitir lo que no tenemos integrado en nuestras propias vidas.

“Ama a tu prójimo como a tí mismo”.

Es preferible compartir e invertir menos tiempo en el servicio, pero de mayor calidad, desde una mayor integración, salud y plenitud.
Así nuestra sola presencia consciente y amorosa es transformadora.
Mucha gente es buena y servicial para con los otros.

El desafío es integrarlo con ser buenos y atentos para con nosotros mismos.
Para con nuestras necesidades básicas de alimentación saludable, ejercicio y relajación cotidiana.
Para con nuestras necesidades más profundas de búsqueda de paz, sentido y propósito de vida.
Queremos paz mental
y equilibrio emocional.
Empecemos por generar
Paz en nuestro cuerpo
y equilibrio en nuestra fisiología.

Un cuerpo tóxico y desequilibrado,
genera pensamientos tóxicos
e inestabilidad emocional.
La calidad de nuestro alimento condiciona la calidad de nuestro pensamiento y de nuestras
emociones.

La comida es una fuente de salud primero,
y una fuente de placer en segundo lugar.


Desde esta concepción es fácil seleccionar qué alimentos son adecuados y cuáles no.
Recuperar el sentido común.

Ningún animal en la naturaleza
modifica sus alimentos mediante cocción.
Volvamos a lo natural.


A medida que comenzamos a sentirnos mejor, aprovechemos ese bienestar y esa energía
para profundizar en una forma de vida cada vez más saludable, cada vez más plena.
Frecuentemente hacemos lo contrario, hago cualquiera, total, ya me siento mejor.
La mente adictiva siempre quiere poner un palo en la rueda, siempre está buscando una buena excusa para hacernos retroceder.

Ningún alimento puede darnos más placer que el sentirnos enérgicos, sanos, libres de todo dolor.

Mucha gente es buena y servicial para con los otros.
El desafío es integrarlo con ser buenos y atentos para con nosotros mismos.
Para con nuestras necesidades básicas
de alimentación saludable, ejercicio y relajación cotidiana.
Para con nuestras necesidades más profundas de búsqueda de paz, sentido y propósito de vida.

A medida que el cuerpo físico va sanando, el paso siguiente es trabajar nuestro propósito de vida.


Buscar dedicarnos a algo que nos permita vivir, que sea bueno para nosotros y bueno para los demás.

Si varias horas al día nos dedicamos a una actividad que saque lo mejor de nosotros y que a la vez sea inspirador para otros, nuestra vida se llena de entusiasmo y de vitalidad.

Ese amor por la vida nos lleva a elegir todo aquello que potencie la vida, todo lo que expanda nuestra capacidad de dar y de recibir amor.

Esto último es por lejos una de las mayores fuentes de salud.
A medida que el cuerpo se equilibra, la mente se agudiza, las emociones se alinean, nuestro espíritu nos muestra por dónde avanzar.
Vamos reconociendo nuestros dones y capacidades.
Comenzamos a darnos cada vez más y a recibir sus hermosos frutos.
Damos mucho, recibimos mucho, la vida se vuelve maravillosa.

Fortalecer nuestra red vincular.
Compartir con otros desde el corazón.
Estableciendo relaciones que nos enriquezcan.
Vínculos que nos inviten continuamente a dar un paso más hacia la salud y hacia la plenitud.
Donde lo que nos une no es el apego sino el estar cada día mejor, más realizados y felices.
Abrirnos a compartir.
A espacios nuevos, gente nueva, vínculos nuevos.
Trascender lo conocido, lo que nos es cómodo y seguro.
Aventurarnos a la vida.
Evitando juzgar.
Buscando amar a las personas y a las situaciones tal como son.
En última instancia todos estamos buscando amar y ser amados.
Cargar con aquello que ya no es para nosotros es una de las principales causas de enfermedad.

La salud y la plenitud o la enfermedad y la insatisfacción dependen de las pequeñas decisiones que tomamos a diario.

Lo limitante de nuestro nivel de salud y consciencia es el sentirnos merecedores:
De expresar lo que sentimos.
De pedir ayuda cuando nos vemos sobrepasados.
De poner un límite cuando ya no podemos más con algo.
De delegar aquello que no es indispensable que hagamos y nos consume demasiada energía.
De incorporar a nuestra vida todo aquello que fortalezca nuestra salud y expanda nuestro nivel de consciencia.

Que este escrito sea una guía práctica para incorporar y sostener en el día a día todos aquellos hábitos que fortalezcan su salud y
generen plenitud en todos los niveles del Ser.


Muchas gracias por escuchar el ¡¡Sueño de los otros!!
Muchas gracias al Dr. Francisco José Perona y ojalá que esto cambie un poco nuestra calidad de vida.

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