edelabarra 19 de Noviembre de 2010
Duro relato, querida Julia, la frustración de una vida, çque no se reconoce a sí misma como útil, cuando en realidad sí lo ha sido;
a veces uno mismo no sabe lo útiles que han sido esos años (tal vez para los demás como bien dices), encerrado entre papeles y expedientes;
un abrazo,
Eduardo.