¡¡GRACIAS!!

¡¡GRACIAS!!

Sin pensarlo demasiado
fui subiendo la escarpada
con el sol en toda la espalda,
con otro sol en la mirada.

Me impregné de un arrebol embellecido,
la ilusión pendía en mi retina
la lluvia en colores sin mojarme
y un beso como flor en mis mejillas.

Me impregné de una dulce melodía
me arroparon a plena luz del día,
fui subiendo la escarpada
con el sol que a mi espalda entibiaba.

Sin pensarlo fui bajando la escarpada
con todo el sol acariciando mi cara,
fueron luces que traía en la mirada
fueron mis fresias y su aroma
quienes jamás me abandonaban.

Me impregné del verdor de la montaña
resistiéndome al viento que empujaba
una pena que al olvido ya viajaba;
así amé el espacio en mis silencios
la ternura que proviene del alma
y me atreví a mirar el cielo
para dar las gracias.-