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Hesnor Rivera

Publicado por malco en el blog El blog de Malco / El solar de la palabra.. Vistas: 667

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HESNOR RIVERA, Nació en Maracaibo 1928 y murió en Maracaibo . Fue Licenciado en letras( Luz) ,Periodista , profesor Universitario y escritor .utilizo el seudónimo de Diógenes fue un destacado poeta, fundo el grupo Apocalipsis, viaja por tierra a Chile a través de Colombia , Ecuador y Perú en distintos transportes y en diversas condiciones. En Chile inició estudios de filosofía y letras, se vinculó con los poetas de Mandrágora y sus experiencias surrealistas, fue cantante de bolero en El Farallón. Regreso a Maracaibo donde escribió Ciudad y Apocalipsis, emprendió nuevo viaje hacia Colombia donde en la casa de Juan Sánchez Peláez escribió en una sola noche su célebre poema Silvia el 23 de Enero de 1958 (Cuando en Venezuela sucedía un gran acontecimiento) , En el 1955 fundaría el grupo Apocalipsis con jóvenes poetas la mayoría estudiantes del liceo Baralt , que se reunían en el bar. Piel Roja. Llevaron en efecto la renovación de las letras en la ciudad, lo cual significó una ruptura con las tradición poética udonperiana, además ingresa como reportero el diario Panorama, viaja a París, Alemania. En 1964 decide estudiar en LUZ letras, donde al egresar quedo como profesor


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RESPIRACION DE LA MEMORIA
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No siempre suele empezar el tiempo
Por unas hojas húmedas y unas palabras
Recogidas en la soledad de un río inconstante

Y es así como existen caminos
Donde no es posible recordar
Hacia dónde se quiso partir.
Y es así como se anhela a veces
Retener un pedazo de mar
Con que orientarse en medio de la tierra.

Todo podría entenderse alegremente.
Todo podría estar frente a su justa sombra.

Pero en las madrugadas donde hay estrellas todavía
Y en los inmensos parques donde se queda el viento
Como un hombre a quien sólo le resta esperar
No cesan de existir naufragios.
Que reparten espectros de ademanes turbios
En torno del fuego y de la rosa más honda
Por donde ansía respirar la memoria.

Es inevitable entonces estar solo.
Permitir que los sueños remonten la sangre
Y hagan cantar o llorar continuamente
Desde una ventana abierta hacia los árboles
O en una sombra.

Es inevitables sentirse andando lejos.

Hasta que en una tierra
A donde siempre se está llegando tarde
Se abre y caiga el cansancio como una fruta ciega.
Siempre el espacio empieza
Por una lluvia que lo apaga todo


TIMES SQUARE

Recuerdo ahora desde el corazón
Del miedo –desde el terror que logra
Enmudecer como una niebla
De palabras duramente aplicadas
Contra la herida azul de nuestros labios
-recuerdo nuestra larga infancia.

He comprendido tarde ayer mañana
Que sólo los rufianes –los sacrosantos
Rufianes aman construir
El misterio de las grandes ciudades.

El resto son esas manos solas

-la solapa semejante a las alas
Del hielo del viejo violinista
Que se ahoga en la luz de Times Square.
En esa multitud y en medio de ella
La indumentaria de la anciana en pena
Que envejeció aquí mismo hace unas horas.

Algunos rostros vuelan a lo largo
Del cielo que comienza a pocos metros
Por encima del odio –algunas bestias
Hacen llover desde su piel con furia
Entre los amantes que se buscan
Sin esperanza alguna en algún parque.

Hemos envejecido sólo en el secreto
De nuestros sueños porque en lo profundo
De ésta y de otras ciudades reconozco
Como a un recuerdo que me llama de lejos
A tu infancia – a tu sombra futura
Lamentable y dulcemente infinita
Como mi infancia y como aquella tierra
Que nos aguarda para que sembremos
Con nuestros huesos nuestro miedo un día.


ROSARIO A LOS CORRUPTOS

Cuando uno ha nacido en medio de una dictadura ya antigua
Y creció entre gentes poseídas por la ferrea voluntad
De volverse monstruosamente ricas a como dé lugar
Hay que preguntarse ¿es que vas a morir alma de dios
Pobre diablo creyendo todavía en las volteretas mágicas
Del azar y en su combinaciónes de payaso de aldea?

Es ahora cuando te percatas de que por andar leyendo
En la relación cambiante de los seres y las cosas
Los libros que jamás se escribieron no aprendiste a contar.
No te diste cuenta de la red de arquitecturas aéreas
Que tejían con sus dedos de virgen las delicadas computadoras
Ni de las apasionadas maneras con que los banqueros
Hablan sobre saldos y cámaras de compensación y encajes
Para referirse no a la moral del oro de sus maquinaciones
Alquímicas sino a las garras de la ruina cada vez
Más siniestra que le comen el corazón y el hígado
A los bienaventurados perdidos en los pliegues de tu propia miseria.

Es ahora cuando te percatas de que tu memoria
Está llena de animales que desaparecieron. De doncellas
Con alas de tela transparente aniquiladas por la lepra
Del llanto mientras esperaban al héroe que se debatía
Contra los fantasmas de los primeros diluvios.

Perdiste el tiempo consultando la letra menudita
Que está al pie de la página de cada piedra. De cada
Puerta doméstica concebida para asentar historias
De padres y de hijos que jamás se conocen y de novias
Que recitan cántigas para los desafueron del forastero sin alma.
Consultando en fin los índices de las hojas y las flores del árbol
Por entre cuyas ramas asoman sus cabezas los astros.

Entre tanto la ciudad ya había amamantado a otros héroes.
Por tus ciudades nativas ya Rosario –por ejemplo-
Exihibía la noche artificial de sus ojos y su cabellera
De bailarina gitana mientras improvisaba la gestas
En forma de almanaque de los caballeros corruptos.


Si tú te entretenías y habías envejecido tratando
De descifrar la significación de las manchas de petróleo
En tu pantalones de caqui ¿cómo podías aspirar
A comprender el brillo heroico de las uñas de Rosario
Más enceguecedor que el de los diamantes robados?
¿Cómo pretendías comprender la dimensión patriótica
Del jet set y las batallas libradas en sus arenas
Por la pobre Leonor –la heroína abroquelada en sus trajes
Del color del dólar? ¿Ni la demencia impagable
Con que rubricó sus mejores hazañas la princesa Carmen
-la loca de la líbido caída? ¿Ni los trabajos
Y las penas del escudero negro doblegado sobre el peso creciente
De su patrimonio estimado justo en un ciento de millones sonantes?

Y ahora resulta que además de haber sido estafado
Corres el mortificante riesgo de que se te declare culpable
-de que se te maldiga para siempre si es que intentas
Levantar el dedo de la acusación contra los ladrones
De la mesa redonda- la misma de firmar falsos créditos.
Pagos y comisiones por obras y diligencias públicas ni siquiera
Iniciadas. Viáticos por viajes que jamás se emprendieron.
Jubilaciones copiosas por enfermedades y defunciones apócrifas.

Todo esto te ocurre y te seguirá fatalmente ocurriendo
Por haber nacido como naciste. Por haber crecido por obra
Y gracia del azar y de la providencia todavía amados.
Y sobre todo por que envejeciste y estás a punto de morirte
Sin haber comprendido la embriaguez sagrada de los hippies.
Ni el estructuralismo ni la semiótica ni los trucos
Horripilantes de la alienación y la sociedad de consumo.
Ni las encuestas ni la cultura de masas y el feminismo y los blue jeans.

Ahora no es que debas resignarte pero al menos tendrás
Que morderte la lengua mientras ves a la heroína Rosario y sus huestes
Fabricarse estatuas por haber convertido –mediante técnicas
Contables extraídas de los modernos arcanos- a la formas
Más vulgares del crimen en modelos de honradez sin soslayos
-en paradigma invulnerable de honorabilidad ciudadana
Incluido el fabuloda prodigio de transformar en algo útil
La locura ajena poniédola al servicio de la esta perfecta.

Perdiste el tiempo y en este instante en que ves a la nación
Dando brincos como un pájaro al que acaban de robarle las alas
Tendrás que poner a tono con la època al menos
Lo que te resta de muerte bebiendo a grandes sorbos
Las porquerías exigidas por la sobrevivencia si es que quieres
Asistir a la epifanía de los brujos del porvenir inmediato.

PRESENTE INDEFINIDO

Te encontraré ayer tarde
Seguramente Tú te hayas perdido
Ahora el porvenir contemplando
El vuelo del águila dorada.
Tú habrás estado siempre
Inmóvil en el centro del día
De aquel año lejano
En que nos separamos sin darnos
Cuenta –siquiera
Percatarnos allí mismo
De lo que ocurriá y todavía ocurre.
De lo que aún perseguimos
Hollando la arena de un tiempo
Malgastado miserablemente
Por saborear los más vivos instantes
De una existencia
Que no transitamos nunca.
El pasado por simple puede
Que exista pero sólo
Como un área y una atmósfera
Donde apenas crece la espera.
Donde cada quien es el mártir
De sus propias alucinaciones
Y declina y conjuga los hechos
Según el giro de sus hábitos
-según la controversia
De sus delicadas memorias
Siempre creadas y sobrealimentadas
Con sustancias fantásticas
Para que se multipliquen
Con voracidades indigenas.
Volveré a verte
Y será de nuevo ayer.
Y te he perdido porque ahora
Es mañana.Y es allí justamente
En ese bosque de los insomnios donde
Las palabras intercambian las frondas
De sus significados absurdos
Donde pierden su brillo
Y se bifurcan las sendas
De los astros del comienzo.
Donde los recuerdos cobran
Las apariencias de las profecías
Sobre el final de los combates
Entre el amor y la muerte.
Es allí justamente donde estamos.
Donde nuestros desengaños
Son simples como el pasado
Que de pronto se volverá de espaldas
Para que podamos
Hace mucho encontrarnos.

Futuro pluscuamperfecto

El futuro no existe.
Lo ínventaron los gramáticos
Que padecieron más hambres
Durante su permanencia
Por lo común muy larga
Bajo la superficie del mundo.
El futuro sólo existe
Cuando le quita el puesto
Al pasado vivido muchas veces
Pero que desconocemos
Casi siempre a diario.
Por eso
Nada puedo prometerte
Visión mía –sombra amada
Que encontré y perdí tantas veces.
Que contemplé días tras días a fondo
Pero en el laberito de las
Noches más clara.
Por eso
Todo cuanto te digo lo invento
A expensas de mi propia
Destrucción propiciada ahora
Y a cada instante por los sentidos
Cuando se interfiere
Y se entredesgarran – cuando luchan
Por beber en el ánfora
Del más bello desorden.
Si alcanzo a recordar el tiempo
De nuestra vida próxima
Resulta que en realidad somos otros.
Dos desconocidos que simpatizan
Desoladamente, y se tocan
Hasta el extravío
En el traspatio
De una soledad que nos borra
Furiosamente los rostros.
Es entonces cuando tú me llamas
Con el nombre de cualquier objeto.
Y me dices fuego noctámbulo –navío
Para un solo viaje. Pájaro
De las alas impropias. Signo
De la intemperie sombría.
El futuro no existe.
Lo inventamos nosotros
Sin siquiera conocer
La O por lo redondo
Pero conociéndonos a tientas
Siempre con el hambre o con la sed
De los sentidos revueltos
-conociendonos en fin o apenas
El infinito y el tiempo
Cosas tan prácticas como
Donde los nombres se apagan
Donde desaparecen de pronto
Más libre que los pedazos
Las palabras para reaparecer
De nuestro amor siempre nuevo.




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