LA PARTIDA DE UN POETA

A la memoria del poeta nicaragüense, Silvio Saenz.

LA PARTIDA DE UN POETA

El alma de un poeta,
partió ayer con Caronte.
Va transitando el Hades,
hacia las profundidades
clandestinas de lo eterno;
ese sitio al que tememos
por ser desconocido,
por no saber qué hemos de encontrar,
a lo largo de aquel trecho.

Mas, ¡es un hecho!

¿Andurriales y edenes?
¿Quizás!
Nadie ha regresado
para decirnos
¿qué hay allá?

Ayer, cavilé mucho.
Mis sentires se remontaron,
a los momentos felices.
Y hoy que has partido
a los brazos del Señor,
mi lápiz derrama su tinta negra
sobre el papiro mío que gime,
que sangra,
que llora amargamente de dolor.

Y me queda la nostalgia,
y me embriaga -desde ya-
la añoranza
de tu magistral versar.

Donde quiera que hoy estés,
tu voz se alzará libre y soberana,
por las huestes del cielo inmenso,
donde verás a los "devas"
que te solicitarán tus versos,
para hacerle los coros
al amo del universo.

¡No! Poeta... ¡No has muerto!

Estás gozando allá arriba
entre el perfume que esparcen
los lirios y jazmines;
entre las notas sacras
que están soltando las arpas
de los Querubines;
con el viento suave
que besa tu rostro y desprende,
las hojas verdecinas de laureles
que se posan en tu testa
y te coronan ¡oh poeta!

Serás siempre recordado,
primo, colega y amigo,
por quienes como vos,
hemos amado las letras.

Katia N. Barillas
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