¡¡PARA MI HIJA LUCIA!!

2017

Para Lu. Viniste para acompañarme porque mis latidos revestían un dolor con agudeza, dificultándome el respiro. Y tu presencia reactivó mi energía y en solo días comencé a superar lo que dolía. Allí estabas , entre el olor de los quirófanos y los pasillos blancos.
Revolviste los álbumes que tú misma desbarataste cuando eras niña, y te tomaste el tiempo de poner todo en su lugar.
Mi memoria se detuvo, en aquellos días en que no querías nacer. Cuatro veces me mandaron de vuelta con ese –“ señora no es momento, no hay dilatación”- hasta que viniste a este mundo
Envuelta en blanco batista, te acomodaron entre mis brazos, aún olías a metálico, con tus ojos claros y tu cara redonda.
Y crecías, volviendo a mi memoria, cuando aún estabas en el nido, y yo preparaba la llegada.
Con flores que rodeaban al pino, mis manos en la tierra removiendo su humedad plantando.
Lo que fueran “alegrías del hogar, de color sangre” y los macetones repletos de las mismas.
Y crecías mientras yo jugaba a la mamá. Rescatando cada momento en fotos que fui guardando,
Lo que tú juntaste prolijamente para recordar. El vestido de comunión que cosí con esmero.
Y crecías tu adolescencias con todos los permisos. Te di la llave de todos los caminos y tu libre albedrio hizo el resto. Tu carrera de fotógrafa y un sinfín de esperanzas que en ti se movían.
Viniste a acompañarme con un regalo en tu vientre y una voz me dijo no es el momento de irte,
Y las fuerzas aparecieron y empecé a escucharte.
¡ mamá tenis que vivir en esta realidad! ¡Necesitas un abrazo cálido que te contenga! ¡ tenes que empezar a vivir.
Solo escuché que no vivo realidades, que mi mundo es una burbuja de fantasías de las cuales nada espero.
Hoy te fuiste con un montón de cosas mías, los afectos y la libertad de seguir tu vida, y todos esos amigos que recogiste convirtiéndolas en tu propia familia.
Y estoy aquí, recordando mis propias palabras,¡ Nada es lo que parece Ser! ¡ Y somos lo que ignoramos