Zumbido

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ZUMBIDO



Os espero donde sobran las palabras,
porque el silencio aún es voz;
lo que fuera la calle ancha,
con la distancia se estrecha,
y siempre es el ancla
la esencia que queda...,
residuo y calor.

Se inclina la tienda
que cede al árbol;
su manos son ramas
de hojas resecas
que llueven del cielo,
hacia un suelo cama
de la casa en que muero,
pero no sucumbió.


La oveja que veja a la abeja,
ni es abeja ni oveja,
es una vieja
de oreja pendeja.

Las ovejas están siempre hablando,
parece que hablen,
y si paran, rumian rumiando
las cinco vocales.

Y una abeja en el camino,
a la oveja la insultó,
con el canino de los cristos,
que en el risco estaba yo.

Ya la oveja no se inmuta,
estate quieto abejorrón;
yo balaba como oveja,
tu zumbabas el rejón.

Y al pararse, la saliva
me salía por las cejas;
la manada putativa,
disgregada se calló.​

 

Hola Orfe...Siempre es grato toparse con sus líneas y bueno ya sabe que soy admiradora de sus letras....

Saludos ....!

 

Muchas gracias por tu visita Dark, un abrazo

 

Entre un signo de lealtad:

Y tu disertar... es cierto que pueden las orejas zumbar.

Como siempre, profundas y buenas pinceladas Orfelunio.

Tiempo sin leerte. Un abrazo.

 

En otros escritores mandan las metáforas, las tuyas son subsidiarias de las aliteraciones que son el hilo conductor de las libres asociaciones en que se convierten tus poemas, buscando siempre un argumento que no llega.

 

Las metáforas hay que saber utilizarlas, aplicándolas donde proceda. A veces doy en el clavo, y en otras el clavo se retuerce... Lo difícil para el lector es enderezar el clavo, y descubrirme. Un abrazo