Fiebre

Fiebre

La noche avanza como un perro hambriento
por las calles del mundo y sus baldosas,
los enseres, los bártulos, las cosas,
reposan en un seco abatimiento.

Mis ojos son un pórtico en el viento
por donde marchan sombras onerosas,
me ciñen mil espinas de mil rosas,
la fiebre me obnubila el pensamiento.

Sólo tú calmarás mi destemplanza,
sólo tú secarás mi frente entera
del sudor que resbala sin sosiego.

Tú que eres una llama de esperanza,
la crepitante, la chirriante hoguera,
apagarás mi fuego con tu fuego.











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Hola alex:
Como ya nos tiene acostombrada tu plum a (o tu PC), intenso y disfrutable soneto.
Un abrazo: Miguel

 

Excelente soneto afiebrado, estimado Alex,
tiene mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

:::sorpresa1:::Hola amigo Migue. Como siempre es un honor recibir tu visita. Muchas gracias por tan amables palabras.:::sorpresa1:::

 

:::sorpresa1:::Hola maestro Eduardo. Muchas gracias por pasar a revisar estos humildes versos. Le mando un fuerte abrazo.:::sorpresa1:::

 

Muy bonito soneto, Álex, en donde resaltas que el amor puede más que la siempre indeseada fiebre.

Un abrazo.

JL

 

:::sorpresa1:::Hola amigo José Luis. Muchas gracias por tu lectura a este humilde soneto y tus gentiles palabras. Saludos.:::sorpresa1:::