Compartir fruto

Tengo un hermoso melocotonero, y esta primavera se cubrió de miles de flores.

¡Olía maravilloso! Era fácil soñar con tan buena cosecha. Pero una helada tardía congeló muchas de ellas, que no pudieron ser polinizadas.

Mis amigas las abejas acudieron presurosas al baile del néctar, e hicieron los honores de bailar con las generosas flores que se lucían para la ocasión.

La magia del baile culminaba al hacer el amor ante mis calladas niñas, que testigos fieles fueron del milagro de la polinización o mágica comunión de belleza y arte…

Aún cuajaron bastantes para augurar su rico sabor. Pero un fuerte viento desparramó por el suelo muchos de los verdes frutos.

Los que quedaban en el árbol siguieron creciendo y engordando coloreándose al sol de mi atónita mirada que ansiaba algún día poder comerlos. Pero no contaba con los pájaros, que como yo tenían el mismo gusto y pretensión con tan ansiada fruta.

Picotearon a placer uno a uno, comiendo en bandada con autentica avaricia. Obligándome a fabricar un espantapájaros a mí semejanza, con camisa, pantalón, botas y sombrero de paja.

Colgué cintas de colores,espejos y hasta una red que le cubría al completo. Jejeje. Más que un árbol parecía un florero en la distancia…

Estaba más tranquilo deleitándome al sentir los que ya auguraban un exquisito olor. Pero ese suculento aroma atrajo por igual a la mosca de la fruta, que no conoce el miedo, y sin dudar picó también a placer propio.

Mucha de la fruta que yo soñaba, ahora estaba en la barriga de mis avarientos socios. Pero, aunque parezca mentira,pude probarlos y repartir con mis amigos y familia.

¡Ah, estaban deliciosos! Al menos lo suficiente para soñar con ellos la próxima primavera…



MORALEJA

Quizás la felicidad se consiga al compartir, pues no es la cantidad lo que alimenta si no la calidad, que es lo que agrada al paladar al fin de cuentas…

Porque si por evitar el robo, los enmascaramos en venenos,
nosotros mismos pereceremos…

 

Debo admitir que desde que vi ese fruto en el privado que me me enviaste me tento , no sabía de tu poema , pero como siempre voy en tu busca , mira que joyita me encontré... Ves porque te digo ángel? eres un amor y siempre nos dejas pensando con tus reflexiones , definitivamente yo, como tú humilde alumna he aprendido mucho de ti , ya no me estreso por pequeñeses y voy aprendiendo a compartir y dejar en libertad aquello que amo, no es fácil porque el ser humano es egoísta por naturaleza... Pero la vida nos da madurez emocional y nos moldea con la experiencia ... Gracias por estas letras que me alimentan el alma y me dejan un buen sabor en la boca con ese fruto tentador!! Estrellitas y mi cariño eterno.

 

Un relato naturalista rápido. Buen relato, aunque hay una frase mal: "o mágica comunión de belleza y arte". Está muy mal expresada, sería más bien: o (de) la mágica comunión de belleza y arte. Un saludo de Samuel.

 

Hermoso relato amigo Vidal. Viva la fruta ecológica y el cultivo natural, que nos acerca a la naturaleza, nos hace crecer fuertes y sanos, aunque compartamos con algún que otro gusano(también natural) y algún pajarillo. La fruta perfecta, sin picaduras ni gusanos no sabe a nada. Los seres humanos al olvidarnos que somos parte de la naturaleza y que debemos ser afines con ella
nos envenenamos con falsas apariencias y acabamos pudriéndonos en nuestra propia miseria.
Excelente moraleja la que nos dejas, excelente forma de desarrollar el relato y excelente belleza la de tus letras.
Besazos amigo querido.

 

Sí amiga tienes razón, el durazno o melocotón es tentador y exquisito si cedes a su tentación de disolverlo en tu boca...¡Umnnn! Placer de los dioses terrestres, jejeje. Me honras siempre en demasía con tus halagadores comentarios, haces de lo normal algo extraordinario. En realidad la luna se vé bella pero brillan aún más las superestrellas...
Tu cariño es alimento asiduo a mi espíritu. GRACIAS...¡Sigue volando!
Vidal

 

Vidal
la belleza de compartir otorga satisfacciones al alma.
Tu prosa profunda nos deja un mensaje para la vida, creo que es como dices, el secreto es aprender a compartir...
el sábado pasado fui a cosechar naranjas, le dí gracias a Dios porque los árboles estaban tan cargados, que las ramas vencidas se ofrecían al alcance de mi mano para la cosecha...coseché bastantes, pero de pronto vi una que pendía reluciente en una rama que con la brisa parecía decirme "ven", me acerqué y la vi a la naranja con su color intenso, grande, provocativa y me dije "esta me la como ahorita" ... la tomé en la mano y enseguida quise abrirla, y qué crees? estaba toda agusanada. Te cuento esto porque claro, hay que compartir, en todos los ámbitos
de la existencia.
Me encantó leerte
Repuntuación y cariños
Ana

 

... también semillas somos... y como frutos de la vida pasamos todos... Me encantó su prosa Vidal, excelente. Muchas gracias

Un abrazo

 

Hola Samuel, gracias por dedicarme este tiempito en leerme. Un placer compartir. Saludos...
Vidal

 

Sí Isabelita, la agricultura natural, la más fiable y sostenible a la vez que respetuosa con el medio ambiente. Romper la biodiversidad, es romper el equilibrio natural que asegura la vida en la Tierra. Hoy tristemente se abusa del monocultivo y eso produce unos efectos devastadores con el entorno y la salud pública. Al pronto es negocio, luego deja de ser rentable, para pasar a ser ruinoso. Pero ya para entonces el daño está hecho. Gracias amiga por implicarte. Es un verdadero lujo tenerte como amiga...
Te abrazo en tu sincera mirada...
Vidal

 

Amada Ana. Dicen, que hay más felicidad en dar que en recibir. Y creo que es totalmente cierto. Ver la cara de felicidad de un niño cuando te ofrece lo que tiene o improvisa, para curarte, quererte o como agradecimiento por algo es sorprendente.
Yo te ofrezco el amor que siento y eso me hace feliz, más no debo juzgar si te va a gustar o no, si lo vas a entender o no, pues son los prejuicios los que borran e impiden que se manifieste la magia de la espontaneidad. Sí, sin duda amar debe ser espontaneo, nunca premeditado. ¿Que valor tiene que me contestes a la pregunta: Me amas? Cuando lo pregunto es porque no lo percibo en mí. Luego tan solo amanece cuando el sol o la Tierra incide con tu mirada, no antes ni despues...
Bueno mi niña que me voy de paseo al rio contigo, jejeje. Ha sido grato estar en tu retina. ¡Tu decides! ¿Me llevas?
Pues vamos, sigamos caminando. Ahora te pasearía entre mis naranjos...¡Umnnn! Deliciosas aún en verano. ¡Estas invitada!
Te beso por el camino a tu mirada.
Vidal

 

Si Rosaela semillas somos de amor y si nos sembramos en los demás podemos germinar, y crecer y fructificar trás polinizarnos. Somos flores de amor, y en esencia el aliento de Dios...
Gracias amiga por enriquecer esta prosa con tu generosa presencia...
Mi paz te comparto.
Vidal