Mamá canta en la cocina

En días como hoy,
vuelvo a ser pequeño.
Cincuenta y tres años
no son tantos,
si lo digo, en silencio.

Busco en el jardín,
su flor preferida.
Hablo de ella, con otros,
que, de lejos, muy de lejos,
tal vez, la conocían.

Pero no estoy triste,
porque guardo un secreto.
El día de la madre
carece de calendario
y no tiene vencimiento.

En el Cielo hay un ángel,
una tumba muy prolija.
Alguna lágrima
con su recuerdo
cantando algo en la cocina.

 

Sentidos versos, yo conozco esa nostalgia y esos recuerdos en la dulce memoria de mi padre, mis estrellas.

 

¡Precioso!
un beso y estrellas
Rosario

 

Gratos recuerdos que te acercan a esa dorada niñez. Sí, seguro que en cada aroma, cada sonido de los pucheros aún se oirá su eco. Bello homenaje a tan preciada y cantarina madre.
Dejo estrellas y mi paz.
Vidal

 

Gracias por tu comentario. Dios Bendiga tus sueños.

 

¡Grácias por tu comentario!, no me olvidaré de mis alas.

 

Agradezco tus palabras, mi madre es un poco todas las madres. Quiera Dios que la niñez algún dia nos envuelva el alma para siempre.

 

Qué bonito lo expresas, Luis. Es una bellísima forma de recordarla, con inevitable nostalgia pero con inmenso amor y ternura.

Un placer de lectura. Gracias por compartir tu obra. Gracias por estar aquí.

Un beso.

 

Linda forma de escribir...
Gracias por compartir.
Abrazos y mi admiración.