El viejo Jack

Volvía a casa
una tarde de invierno
y en una esquina,
me esperaba un perro.

Se adivinaba blanco,
bajo ese barro negro.
Éran sus ojos dulces,
largo y espeso el pelo.

Me siguió todo el camino,
subió al departamento
y se metió en la bañera
con un poco de miedo.

Catorce años anduvo,
haciendo buenos recuerdos.
Y, como todos los canes,
él también, está en el Cielo.

 

Expertos en hacer buenos recuerdos. ¡Qué sería de nosotros sin su compañía!

Un encanto tu poema, Luis.

Gracias.

 

Este es en realidad un recuerdo vivo. Porque las buenas compañías están siempre con nosotros.
Grácias. Un beso.
Luis Elissamburu.

 

!Vaya! ya era hora que se le dedicase un poema al amigo del humano, nuestro perro. Abrazos, no dejes de escribir poemas infantiles.

 

Prometo solemnemente no dejar de escribir poemas infantiles. Dios te bendiga.
Luis.

 

Felicitaciones empece leyendo un mensaje tuyo y estoy leyendo desde el primer poema que subiste... Es adictivo lo que escribes je je je pero sobre todo un placer estarlo haciendo

 

mi abuela decía, de los sabios se aprende y se divierte, una poesía, muy imaginativa y bella, gracias por compartir. Odell

 

Grácias por leerme.
Luis

 

Grácias a ti por leer mi obra.
Luis.

 

No se como decirte grácias Julia. Estoy un poco sorprendido y muy contento. Creo no merecer la distinción, pero me gusta mucho igual.
En el Cielo debe haber un ángel con tu nombre.
Luis.

 

Que pena!, lo siento por tu amigo. Lindos versos, te felicito, un abrazo.

 

Entonces yo también te felicito por este premio merecido.
Muchas felicidades Luis.

 

Muy bonito y cariñoso, para esos amigos que nos esperan siempre.

 

Debe ser por eso que los queremos tanto.
Luis Elissamburu.