Iba de camino a casa

Iba de camino a casa
bajo la tarde morena,
ronzaba el suelo de arena
en lo que cargando un asa
creí pisar una pasa,
sin querer pisé la rosa
que le llevaba a mi esposa;
después de arreglarla un poco
a la sombra de su croco,
dijo que estaba preciosa.




​

 

[FONT=&quot] ​

[FONT=&quot]Bella e innovadora décima amigo, con un toque de humor que me alegra el día.
[FONT=&quot]Es un placer conocer tus letras
[FONT=&quot]Un abrazo grande

 

Correcta espinela, estimado Daniel,
tiene mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra

 

Igualmente es un placer conocer tus escritos, los disfruto; gracias por tus palabras y pasarte.

Un abrazo tan grande.

 

Antonio, acojo el apto de mi poema; y claro que puedes permitírtelo, lo guardo en la experiencia y agradezco la sinceridad con la mente más abierta que puedo.




Me dispongo a detallar la cuestión referente a la coherencia del contenido con previa aclaración del cual.

Lo primero es que el tiempo está inspirado de las jornadas de recogida de la aceituna, que cabe entre los meses de otoño más o menos. Lo segundo: el espacio está inspirado en la imagen que me ofrecía mi pueblo –Villarino de los Aires– cuando, años ha, participaba de estas labores junto a mi familia de cognación y alguno más. Recuerdo el sonido especial cuando se hacen pasos por el camino de arena que conduce a los olivos patrimonio de mi abuelo y de mi abuela, la oscuridad que va tiñendo el día conforme se acaban las horas, los canastos pesarosos llenos de aceitunas, la jardinera de la casa y la casa de mis abuelos. Y todo esto lo recuerdo solamente por la razón de que es la única actividad en la que nos juntabamos la familia bastante al completo para trabajar juntos; aunque acaeciese el frío en nuestras pieles.
A esto se le suma la imaginación poética como la trama principal de la décima. Por ejemplo: la creación de un personaje literario, que es la esposa a la que llevo una rosa con la caracterización de que le gustan los crocos; o, por ejemplo: la rosa que piso creyendo que es una pasa (probablemente no ocurriese exactamente así, pero seguramente algo parecido sí porque la mente me llevó rápidamente a eso).



Ahora dispongo a vista de todos los apoyos de la congruencia.

Verso acerca del viaje de vuelta a casa de mis abuelos, en mi pueblo, ya oscureciéndose el cielo, “Iba de camino a casa/ bajo la tarde morena” (versos primero y segundo), por un camino arenoso que hay durante gran parte del trayecto y que suena a cada paso, “ronzaba el suelo de arena” (verso tercero), tras varear los olivos de su huerto y recolectar las aceitunas que caen de estos para llevar de a dos cada canasto que las contiene, ‘cargando un asa’ (en el cuarto verso); entonces, noto como si pisara una pasa –propias de la época y que se ven en varios huertos por los que se regresa hasta llegar a la casa–, ‘iba de camino a casa en lo que cargando un asa creí pisar una pasa’ (en el primero, cuarto y quinto versos), pero miro y me doy cuenta de que piso una rosa, “sin querer pisé la rosa” (verso sexto), una rosa –que aún se encuentran en meses de otoño si su floración es tardía y/o prolongada– que he cogido antes de algún rosal ajeno de los que aparecen por los lados del camino en otros huertos, ‘la rosa que le llevaba a mi esposa’ (en el sexto y séptimo versos).
Se produce un avance del lapso temporal en el que, ya en casa, adecento los pétalos de la rosa, estropeados por el pisotón pretérito, antes de que llegue mi esposa ficticia, ‘arreglarla un poco (la rosa)’ (en el octavo verso), en una jardinera que tiene la casa en la parte de atrás donde está su flor favorita, ‘su croco’ (en el octavo verso), ante los últimos rayos de sol que proporcionan una ligera sombra, “a la sombra de su croco” (verso noveno), y, para terminar, me dice lo bonita que está la rosa, bien porque se la he dado yo, “dijo que estaba preciosa” (verso décimo), bien porque la he recompuesto para ella, ‘después de arreglarla dijo que estaba preciosa’ (en el octavo y décimo versos), bien porque le gusta, ‘estaba preciosa’ (en el décimo verso).



Saludo de cordialidad.

 

Bien, gracias, estimado Eduardo León.

Saludo cordialmente.

 

Jocosa décima con la que me deleité. Tendría que decir que a la luz de la disposición conceptual de la espinela, esta se aleja un poco de ella por no conservar la pausa y cambio de ritmo en su verso cuarto; con todo y ello demuestras gran habilidad en su confección, pero especialmente mucha agudeza.

 

Una décima muy original, con un cierto punto de humor. Está muy bien la historia que cuentas como aclaración de lo que te dijo Antonio, con ella se entiende mucho mejor esta linda décima. Muy grato pasar por tus letras. Un fuerte abrazo.

 

Gracia. Es cierto: describo esta historia y dejo la pausa para el final, también jugando con los dáctilos, que son más a principio y fin de la décima; esto para enfatizar sobre lo que quiero destacar, lejos en detalles de la intrahistoria.

Son luz entre mi humildad tus halagos. Un abrazo.

 

Sí, supongo que la explicación ayudará a entender el propósito de afinar tales sucesos. Agradezco de veras tu comentario dispuesto, lo aprecio. Es un placer recibirte; mi gran abrazo.

 

muy hermosos versos y con bellas imágenes, pues en el amor el detalle será especial..Saludos

 

Muchas gracias. Eso es lo que creo, me alegro de que hayas pasado. ¡Saludo!

 

El detalle de este acto
es mas que suficiente
para entender lo que siente
quien lo describe exacto.
Belleza y detalle.
Saludos

 

Citerior ipso facto
el detalle contingente
a decir obediente
fue pacto.

¡Gracias, gracias!; saludos.

 

Bellos tus versos Daniel, un gusto leerte por primera vez.
Saludos cordiales para ti

 

Gracias!; un gusto que lo hicieras. Saludos muy iguales.

 

Una sonrisa para estos bellos versos que nos regalas con humor, saludos cordiales.

 

Amigo eso es AMOR. Estrellas, saludos y abrazos de tu amigo A.G.

 

¡Ah!, muchas gracias digo por ti. Cordialidad.

 

Latidos de gracia. Los abrazos te devuelvo entre saludos.

 

ya extrañaba leerte, te me pierdes, pero me reencontré con esto que es muy significativo, saludos

 

Ya... Estoy lleno de cosas del tiempo. Gracias por reencontrarme con un recuerdo del que di mis letras.