El patio de mis recuerdos...

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Extraño, el roce de mi pie sobre la arcilla blanda y fría como jalea de mora, el abrazo de mis brazos cruzados en el pecho, atajando el frio. Extraño la paz de la tarde en el pantano, el lugar más inhóspito del patio, la acequia que lo atravesaba con su zanja mojada y llena de ranas saltonas y chiquitas. El cidral y la platanera con su guardián, un gusano gordo con cachos que nos hacía estremecer de miedo y asco. El monte con plantas de hojas grandes que servían de paraguas y la huerta de cebollas y coles que los vecinos venían a comprar.
Los cercos de guadua a lado y lado del patio de la casa de mi abuela que nos dejaban ver lo que pasaba en los otros, desde una privilegiada vista. Los hijos del marmolero, nuestro vecino, jugar en su patio lleno de lozas de bóvedas y pedazos de santos; eran blancos como el mármol y raros en sus juegos…El terror curioso que sentíamos cuando empujábamos la puerta de su ramada con un chamizo a través del cerco para ver un ángel sin ojos ni manos que el marmolero nunca acabó de hacer. Nuestros gritos de espanto que hacía salir a la abuela rezongando, camándula en mano y en la otra un bastón para espantar el intruso que se pasó de patio…
Echo de menos correr por sus esquinas como lo hice una y mil veces, detrás de los sueños, escapando de la última pesadilla, perseguida por los muertos, escondida de las brujas y los duendes…sobretodo de la “Llorona Loca” que buscaba niños para reponer el que se le murió… nada que el rosario de mi abuela Clara no pudiera conjurar.
Extraño verme en las gotas de lluvia que chorreaban por las ramas del brevo, el temblor de mis piernas al subirme en su follaje con el gato de ojos tristes de mi abuela, que se pasó a vivir ahí tiempo después. Los gritos de mi tía para que bajara a tomar chocolate con arepa caliente y no seguir allí, como un mico, igual que los muchachos…es que las niñas bonitas debían comportarse y no vivir subidas en los árboles que era de muy mal ver… siempre decía.

Sobre todo, extraño el roce de mi pie descalzo sobre la arcilla.

Ldc-zza-alzahara 20 de abril de 2014

 

Dulces recuerdos de infancia, yo recuerdo el chocolate espeso que hacia mi abuela, me gustó esta lleno de melancolia, saludos

 

Uffff amiga cuántos recuerdos me trajiste.Hay escenas parecidas que vivì pero al contrario .No las extraño pues fueron dìas sin gloria.Mejor me quedo aquì.Felicidades a tu btillante pluma.Te dejo todo mi cariño.Abrazos y estrellas...

 

Agradecida por tu visita amigo poeta
El chocolate es un influjo grato para recordar
un abrazo a la distancia

 

Una prosa viva y fantástica, como cuando es uno un niño. ¡Quién pudiera volver! Me encantó, haber pasado y saludarla, compañera.

 

Recordar lo bueno y lo malo de la infancia,
ahora al ser adulto todo lo vemos tras otra luz
pero a fin de cuentas,
siempre sera muy grato recordar aquellos tiempos.
siempre nuestra infancia será algo que añoraremos
algo que no regresará,
pero que dejo honda huella en nosotros.

Gracias Amiga por compartir.

Un buen relato apreciada Poeta.​

 

Gracias a ti querida Eliza, por venir hasta mi ventana
un abrazo grande para ti

 

Lo has dicho querido poeta, quien pudiera devolver el tiempo...
gracias por tu amable comentario
te dejo un abrazo grande

 

Muchas gracias apreciado amigo, siempre es bonito lo que dejas en mi ventana
te dejo un abrazote pleno de cariño

 

Vuestra prosa tiene una sensibilidad infinita plasmando los bellos recuerdos de vuestra niñez, plasmada con cariño, delicadeza y exquisitez, impregnada con maravillosas imágenes de esa época. Hermosisimo relato poeta Ladulcec, saludos para usted

 

Hermosa y fresca evocación de bellos tiempos idos que llenaron dulcemente una parte importante del recuerdo.
Una visión cristalina y delicada que nos ubica en el tiempo y lugar a través del mágico trazo de tu pluma.
Bello en verdad. Limpia y envolvente manera de plasmar los recuerdos en lineas que cautivan y atrapan, haciéndonos pasar el umbral de los tiempos a través de la imaginación.
Estrellas y mis respetos con afecto, poeta.

 

Mil gracias y bien venido poeta a mi patio, grato leer su comentario
un abrazo grande le llega

 

Blue un honor su comentario que recibo con humildad, muchas gracias por su tiempo
un abrazo grande desde la querendona

 

Pues yo no fui un niño bonito
porque siempre estaba lleno de barro y me subía a los árboles
y hasta una vez con la rueda de un carro viejo casi me destrozo una rodilla, todavía tengo la cicatriz.
También jugaba con las muñecas de mi hermana
y se las rompía, me encantaba arrancarles la cabeza, y eso con siete años jejejej
Un beso, tu relato es una maravilla, te dejo reputación.

 

Ahhh ahora comprendo porque de tus letras ese diablillo te venía desde niño! Yo tenía un hermano con la misma maña, pero se las veía conmigo....
Gracias querido amigocho por entrar en mi patio, siempre es grato recordar
te va un abrazo grande

 

Vengo a disfrutar un rato de tu patio mi querida dulce. Qué bello. Me encantó. Besos con cariño. Saludos.

 

Esos entornos de la vida que no se olvidan. Me hiciste viajar a los míos mientras leía los tuyos, qué bello haber realizado dos viajes al mismo tiempo. Un gusto pasar a leer tu maravillosa prosa. Un abrazo cordial.

 

Ah con mucho gusto a mi patio puedes entrar querida poetisa, gracias por estar por aquí
abrazos grandes para ti

 

Que bonito Nancyta que se tengan esos recuerdos que ahora apreciamos desde el corazón, que bueno hacerte recordar.
te va un gran abrazo

 

Que bellos recuredos amiga es tan bello poder recordar aquellos recuerdos de nuestra infancia y poder atesorarlos en nuestr corazon con añoranza .felicitaciones amiga

mary mura

 

Gracias por venir apreciada Marycita, recordar es vivir dicen por ahí, y he disfrutado escribiendo estas travesuras, agradecida con tu visita, saludos con cariño

 

DULCE me encanto tu prosa tiene el poder de atrapar al lector el paisaje se parece al de mis abuelos me encanto !besos!

 

Gracias poeta vecinito, nuestros paisajes se parecen, por algo somos hermanos
agradecida de tu pasadita
te va un abrazo

 

Que hermosos recuerdos los que te trae esa bella infancia y que con ellos haces recordar a uno algo de la nuestra, me vino un grato recuerdo cuando jugaba a los encantados con un gran grupo de amigos, ya como a los 11 aňos y los tiempos de lluvia cuando mi mamá nos hacía gorditas de masa y atole, que gratos recuerdos, de verdad que disfruté y viajé junto contigo a la infancia, recibe un cálido saludo de Slma Soňadora y reputación a tan bonitas letras
bonito inicio de semana

 

Ahh que bonito lo que expresas, imagino esas gorditas de masa y atole no se que es pero se lee una delicia...gracias por asomarte a este patio de recuerdos mi bella niña.
te abrazo grande y buenas noches

 

Ahh la masa está hecha del maíz con que hacen las tortillas
y saben riquisimas , gracias a ti por traer los buenos recuerdos de tu infancia y recordar algo de la mía
Abrazos

 

Bello escrito nos compartes acerca de tus recuerdos.
Creo que todos guardamos recuerdos en el corazón.
Me hiciste recordar mi niñez y se conmovió mi corazón.

Un abrazo,

Lourdes

 

que lindo es recordar.

 

Creo firmemente que tenemos que tener ese cordón sin cortar el de la inocencia, el asombro y disfrutar de las cosas sencillas de la vida, esas vivencias de la niñez nos dan esa fortuna
Gracias mi querida Lou por venir y te abrazo gratamente

 

Gracias Laureano por venir por este patio del recuerdo,
abracito