Absurda vanidad

Vanidad que te extiendes en alud
emitiendo patético reflejo.
Consumido en su hueso y su pellejo
un anciano se pudre en senectud.

Fuera, lejos, arroja su inquietud
mirándose nostálgico al espejo;
se dice para si: “no soy tan viejo,
solo un ser de olvidada juventud”.

La imagen, sin recato, aquí le engaña;
y no espeja, en rigor, la realidad
de la Muerte que en vida le acompaña.

Y muéstrale, afilada su guadaña,
la ruta de dudosa eternidad
que es la recta final de esa campaña.

 

Excelente soneto, Epimeteo, con un contenido genial.
Me ha gustado mucho y te daría reputación pero el sistema aún no me deja.
Mis estrellas, amigo.

 

Amigo lo tuyo es maestria, no se que mas decir que no hayan dicho los demas Epimeteo, un fuerte abrazo desde Catalunya.

 

Excelente soneto, Maestro. Espero no se enfade conmigo por lo de maestro, pero es que si recuerda usted bien, así lo llamé desde el principio, desde que leí su primer verso. Es un poema bellísimo, con mucho gusto poético y mucha maestría.

Un abrazo

 

Un soneto magnífico, Epimeteo, con ese tono filosófico y reflexivo que imprimes a tus poemas cuando tratas de temas tan trascendentes, cuando la de la guadaña aparece asomando su negra figura por algún verso...

Todas las estrellas que encuentre por ahí arriba te de dejo, poeta.

Abrazo.

 

Sublime poema, qué manera tan mágica de ir tejiendo cada verso, cada rima.

 

Excelente soneto, estimado Epimeteo,
lo has desarrollado muy bien y rematado mejor,
sólo que nos deja sin esperanzas,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Amigo Epimeteo

no hay duda de la facilidad que
tiene al realizar tus bellos sonetos
y una prueba de la calidad de ellos
es este que nos regalas.

todo un honor dejar mi huella
al paso por tus letras.

​

 

No me gustaría pecar de descortés, pero ruego a todos me perdonéis pues no he contestado antes porque he estado fuera de mi lugar habitual.
Recibid pues mi agradecimiento a vuestra cortesía.
Un saludo cordial a todos.

 

Maese Epimeteo:

Quizás en su comentario ulterior Eduardo se refiera
a eso de que no existe ningún mañana;
a mi ver, creo que lo que debemos realmente
valorar quienes somos seres de olvidada juventud
es el hoy y siempre todavía, parafraseando
a un celebérrimo poeta español cuya obra
admiro, especialmente aquella que asume
aires biosóficos.
Hay que disfrutar de este hoy hasta las heces,
vivir cada instante como si fuera el postrero.
Felicitaciones por este excelente trabajo,
y adjunto aquí mis respetos para contigo.

 

Perfecto en forma y contenido y merecedor de estrellas, como todo lo propio de tu creación.
Como sabes, por mi temática, el último terceto no lo comparto, mas si nos identificamos con el físico es una realidad irrefutable.
Un fraternal abrazo.
Castro.