Cuando me sonríes

muy bueno.

 

Divinidad espléndida de arte maravilloso.

 

Se alboroza el rocío al mirarte,
¡ay! se me evapora el sentir,
dibujando nubes de ensueño
cual reflejo de tu sonrisa…
¡Al amanecer para mí!

Letras con mucha calidad literaria, has logrado un poema muy bonito.
Un saludo.​

 

Maravilloso es recibir y degustar tu caricia al leerme.
Besosssss.
Vidal

 

Se me ha quedado la sonrisa pegada a tus versos, como ese amanecer que seduce y se prolonga en el espacio-tiempo.

Abrazos

Palmira

 

Me premias o cuando menos, me siento premiado al sentir tu preciada compañía.
TODOS, tenemos pérdidas. TODOS, soñamos con paraisos cercanos al alma.
A veces la existencia es uno de ellos si somos conscientes de vivir y participar en ellos al lado de nuestros seres más intimos.
SOMOS reflejos de sueños y como tales un día nos desvanecemos, pero a la vez, si echamos raices al sembrarnos, volvemos a florecer de nuevo.
Yó, siento ser la flor de mis raices y pienso que tú también lo has de sentir. Luego, las raices son el soporte de nuestros sueños al florecer por ellos.
Por "ellos y ellas" raices hermosas que soportan nuestros tallos en el amor de su savia "viva" ¡Hemos de vivir!
Mil gracias PALMIRA, por acompañarme en estas letras dedicadas a mi querido padre, que en amor vive y descansa en mi corazón...
Que la paz te inunde alegría.
Vidal

 

Ha sido la casualidad o la causalidad que llegara hasta este poema, y que en un instante compartiéramos paraísos cercanos al alma, raíces y brotes.

Gracias a ti, por la riqueza con la que fertilizas esas flores que te/nos nacen.

 

Tú siembras y tú recoges, luego la sincronicidad hace el resto.
Es ley en el universo: ¡Pedid y se os dará!
El universo es como una virtual pizarra.
Y las estrellas son generosas enviando sus mágicos destellos...
¡Felices momentos PALMIRA!
Vidal