La vejez 2 - liras

Vejez 2

Yo no tengo inquietud
por las marcas del tiempo en el pellejo,
la eterna juventud
para otros la dejo,
sé que si antes no muero voy a viejo.

No temo al pelo cano,
ni a que se esfume el temple vigoroso,
aquel de joven sano;
seré menos fogoso
pero también, seguro, más juicioso.

A una cosa sí temo,
a que llegue la ingrata senectud
a su momento extremo
y haya decrepitud
con la pérdida horrible de salud;

le temo a los temblores,
a no poder tener quietas las manos,
a vivir de favores
de los que están más sanos
y cuidan por dinero a los ancianos,

y también temo, y mucho,
que mis neuronas, ya fallidas, lleguen
a su último cartucho;
para entonces no jueguen
con mi vida; mi muerte en paz no nieguen.

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Bravo mi querido amigo, unas liras llenas de sentimiento y claro mensaje, un fuerte abrazo

 

Preciosas Liras amigo querido pero déjame decirte que me sacaste una lagrima! Pensé en los ancianos que son maltratados por familiares o por las personas que reciben un sueldo por cuidarlos. Es muy triste cuando esos ancianos sufren malos tratos después que lo dieron todo por sus hijos y sus nietos. Tu poema tan hermoso conmovió mi corazón profundamente. Te dejo un abrazo y Bendiciones todas. Feliz año amigo!

 

Es lastimoso que en la última etapa de nuestra vida se nos pueda maltratar como vemos que sucede por desgracia.
Comprendo bien que te hayan calado tan profundo estos versos, Lourdes, pues sé cuanto respetas y quieres a los abuelos y recuerdo muy bien aquel precisoso poema que hiciste dedicado a tus mayores. Sé que tienes un corazón enorme, amiga.

Te deseo igualmente un Feliz Nuevo Año con un abrazo fuerte.

 

Gracias a ti, Ramón, por proponer este tema en la Tensón. Tu inicio ha sido también excelente y a sí te lo he hecho saber en tu publicación.

Pasa un feliz año nuevo, amigo.

Un abrazo.

 

Felicitaciones, bellos versos para meditar, saludes.

 

Todos seremos viejos un día; pero no hay que temer al pelo cano... al sufrimiento sí. Desde lo veinte que caneo, aunque la piel grasa me libró de más de cuatro arrugas. Pero al final, esperemos llegar, habrá que adoptar el sistema natural de los indios y dejarse morir dulcemente sin batallar lo irremediable.
Te acompaño y comparto de tus letras el mensaje...
...No te chives pero lo que estamos cocinando en estos lares es montar un geriátrico privado a nuestra medida, con cuerpos recios y alegrías contagiosas mientras el cuerpo y el alma aguante... ya somos catorce para esta última inversión, je je.
Un abrazote, Juan, y muchos, muchos años para festejar... empezando por este dos mil quince.

 

Con una sinceridad que traspasa la de estos versos, estimado Juan.
Un saludo y feliz entrada de año, compañero.

 

profundas, nostálgicas y sinceras reflexión sobre esa cruda realidad que muchos ancianos padecen!!
te dejo un abrazo doloroso y emocionado, por tus grandiosos versos!! Feliz 2015, estimado amigo poeta.

 

Gracias de verdad Marco Antonio. Es una satisfacción tu visita y comentario favorable a este trabajo.

Un abrazo y Feliz Año Nuevo.

 

Un esplédido proyecto ese que tan en secreto llevan por ahí, Alonso; te deseo todo el éxito posible en ese loable empeño de tener un retiro gozoso.

Gracias por tu comentario y te deseo también un magnífico año 2015 .

Un abrazo, amigo.

 

El mismo deseo te dirijo, poeta. Gracias por tu comentario, amigo.

Un abrazo

 

Laborioso, gran trabajo, aunque la rima "mucho-cartucho" la veo un poco como calzar un zapato prieto. Pero se merece aplausos sinceros.

 

Cierto es lo que me dices de esa rima, Evano, yo también la encontré en principio algo chocante, la verdad es que me arriesgué con la palabra "mucho" al final de ese heptasílabo y las alternativas de rima no eran demasiadas, pero por otra parte luego pensé que la palabra cartucho, aunque poco lírica, me venía muy bien para lo que quería expresar en esa frase: disparar el último cartucho o quemar el útimo cartucho cuando hablo de la capacidad de las neuronas del cerebro para seguir respondiendo a nuestras espectativas vitales, creo que expresa bastante bien lo que quiero decir ahí; puede ser poco poética la palabra, pero no está cogida con calzador como pareces querer decir, está puesta con toda intencionalidad, eso te lo aseguro.

Gracias de veras por tu comentario, amigo.

Un saludo cordial.

 

Te quedo muy agradecido por tu visita y por tu sentido comentario, amiga mía. Te deseo igualmente un feliz 2015.

Un abrazo.

 

Creo que todos tenemos, querida Ligia, el mismo deseo : que la muerte se retrase todo lo posible...siempre y cuando vivamos la vejez con dignidad y sin demasiados padecimientos, solo los propios de la edad, y que cuando llegue la parca nos lleve, a ser posible, mientras estemos en un plácido sueño.

Gracias de veras amiga por tu paso y comentario.

Un abrazo fuerte.

 

Retratas de manera transparente, y empleando una forma poética que a mí me resulta muy complicada, esos temores que van ligados a la inevitable vejez. Yo estoy a mitad del camino, apenas pienso en ello, pero me parece muy sincera tu actitud y muy íntimo el mensaje que quieres transmitir con tus versos. Ojalá lleguemos a viejo siendo amigos, tendría de ese modo la indiscutible garantía, o al menos la oportunidad, de seguir aprendiendo de tu pluma.
Un abrazo infinito.

 

La combinación de versos endecasílabos y heptasílabos, Elhi, a mi mismo me resulta ardua y más si hay que ponerlos en un orden determinado y con una rima también establecida de esa forma, pero yo los encuentro, una vez terminadas las estrofas, con una cadencia muy melódica en el recitado.
En cuanto al contenido, si he conseguido transmitir esa sensación de temor ante la vejez decrépita, que sí que lo tengo, (el temor, no la vejez aun, por fortuna) me doy por más que satisfecho.

Te acompaño por completo en ese deseo con el que terminas tu sentido comentario, amigo.

Un abrazo grande.

 

Plantarás un árbol sabiendo que no verás sus frutos... Se hace difícil comenzar cosas nuevas cuando el tiempo, y las fuerzas, te limitan. Y pierdes la independencia. Es jodida la vejez, Juan. Ya hoy día, que no soy tan viejo, muchas cosas que hacía con naturalidad me cuestan (hachar un árbol, por ejemplo), y pienso: ¿que haré en diez años? Lo de las neuronas, claro, es un asunto embromado...: ¿seguiremos escribiendo poesía de acá a diez años? Ya se verá...
te dejo algunas anotaciones abajo
abrazo
Jorge

1. Pondría una coma al final de este verso.
2. Hay un problema en este verso: la relativa temporal que comienza con «cuando» no corresponde con «temo», es decir que el temor es presente. La preposición «de» arreglaría la cosa, «temo de cuando...», pero te arruina la métrica. Te dejo la inquietud.

 

Yo siempres he sido amigo de hacer trabajos de cierta dureza; en unos huertos que heredó la familia trabajaba con el azadón hasta quedar extenuado; ahora que ya no voy por allá con tanta frecuencia mato el gusanillo cuidando plantas y limpiando maleza cercana a mi casa, en los momentos en los que mi trabajo me deja tiempo libre para ese hoby, o sea que sigo dándole uso al azodón, pero, ¡oye, tienes razón!, ya no es lo mismo que hace unos pocos años atrás; ahora, si me esfuerce algo más de la cuenta, al día siguiente me levanto que parece que me molieron a palos. Por cierto, no sabía que además de tus aficiones nauticas tuvieses también que hacer de leñador allí en la isla. Yo, más que el uso del hacha de la que hablas, tengo una especie de machete afilado (sí, como los que usan los cortadores de caña de azucar) con el que corto arbustos del tipo "tartaguero" que crecen como diablos por aquí y hay que tenerlos controlados para que no crezcan demasiado y se expandan.

En cuanto a lo de hacer poesía dentro de diez años, te diré que hace poco vi un documental sobre el ajedrez en el que decían que, en los centros de mayores, se está poniendo como actividad el aprendizaje de ese juego; se ha demostrado que tiene un extraordinario poder para conservar la actividad neuronal; creo que recomiendan también hacer crucigramas, por ejemplo. Yo creo que componer poemas es un desafío mental que nos ayudará también a mantener la mente viva más tiempo. ¡ojalá sea así!


Por último decirte que estoy de acuerdo en ambos apuntes, Jorge; en el número 1 : la coma ya está puesta; en el número 2 : esa falta de concordancia en la estrofa que me señalas creo que la he solucionado con unos pequeños cambios en la redacción gramatical de la estrofa que incluye el cambio de lugar de los dos puntos, entre otras actuaciones; creo que, tal como ha quedado, sigo diciendo lo mismo pero de otra manera. No sé qué te parecerá.

Gracias por las sugerencia en todo caso.

Abrazo

 

Yo también pensé en la puntuación, pero... ¿Qué opinas de cambiar el «cuando» por «a que» y terminar la estrofa con «;»?

Tengo unos álamos carolinos en el terreno, al fondo; de vez en cuando el viento voltea uno y tengo que trozarlo. Tengo una sierra eléctrica (¡qué invento maravilloso!) pero el cable no llega a ese lugar. Además hago de leñador, sí, pero mayormente con la sierra. Tenemos una salamandra (estufa de leña).

 

Pues vuelvo a darte la razón; creo que esa es la mejor solución : quitaré los dos puntos al final del primer verso cambiándolos por una coma y suprimiré el "cuando" al comienzo del verso siguiente sutituyéndolo por ese "a que" que me propones y que creo que ha resultado ser la mejor opción.

Te vuelvo a gradecer mucho la sugerencia, Jorge.

 

Llegar es lo importante
y buena señal es poder contarlo,
al ser o no brillante
el caso es afrontarlo
y más queriendo del todo aceptarlo.

Buena inspiración nos dejas en estas liras querido amigo Juan Ramón,
donde lo importante es llegar a ella. Te felicito por tu bonito y acertado
trabajo. Ha sido un placer poder pasar a leerte.
Besos y un abrazo. Tere

 

Esta parte que cito Juan, me resulta muy sentida y por demás cercana, ya que, he visto muchas de estas situaciones porque existe detrás un abandono de aquellos a los que les diste tus mejores juventudes. A mi si me encantan y disfruto esta alternancia de versos de arte menor y mayor por lo musical que resulta su efecto final.
Un fuerte abrazo Juan.