Amor y la muerte...

¡Ella lo amaba tanto...! Tanto que murió por él después de responder a cada insulto suyo con un:

- ¡Te amo, mi lindo Señor...!

Se murió en una fría mañana mientras del cielo caían los relámpagos, azotada por la lluvia, besando desde muy lejos la tierra bajo sus pies... Se murió, sin que haya manera de que él lo supiera... Incluso si lo supiese, no derramaría por ella ni una sola lágrima...

Murió bendiciéndolo, su mente extraviada, sus ojos brillaban con el más fuerte anhelo... Su corazón lentamente se detuvo - y mientras se detenía, ella sólo estaba pensando en él...

Cada puñal clavado en su blanco pecho por las palabras en lugar de golpes que ella sabría agradecer con besos, cuidados y atenciones - cada ofensa encontraba cobija en su alma llena de amor... No hubo día ni noche en que no pensase en él... Ninguna mujer, incluso la que dice amar profundamente, jamás se quedaría sin ser querida, hasta siendo odiada, con tanta paciencia, con tanta devoción, hablándole tan dulcemente, con tanta rendición absoluta ante su grandeza y poder, su fuerza y su hombría... Ninguna mujer, ni siquiera la menos orgullosa de todas, ni la más sumisa, podría amarlo así, con tal profundo sentir, viendo en él mucho más que a un hombre...

Ella lo amaba... Antes y después de la muerte... Siempre...

Esa mañana sufrió un accidente... Un carro la atropelló en la calle mientras iba a trabajar para poder estar pronto con su amado, para poder servirle y pertenecerle por completo... Iba caminando, pensándolo, sintiéndolo, sufriéndolo, amándolo... No vio el carro en la esquina... Cruzaba la calle con luz roja...

****

Ya nunca más abrió los ojos... Sangrando, llamaba a su amado Señor, sabiendo que no la puede escuchar... Sabiendo que su amor por él sólo le ganaba su odio y desprecio... Sabiendo que siempre lo va a querer, y en un cierto momento, simplemente dejó de respirar...

Oscuridad eterna es lo que muchos temen, pero ¿quién le teme al amor...?

****

Ella murió. Aun así, vive - cada noche lo visita de nuevo, como un fantasma que se asoma por la puerta cerrada, y besa dulcemente sus ojos, su rostro, su boca, sus manos y sus pies... Besa su hermoso cuerpo dormido, pasando la mano por su cabello largo, y se acuesta junto a él cual alma triste, susurrando estas mismas palabras de siempre:

- ¡Te amo, mi bello Señor...!




-------------------------------------------------


[11/01/2015]

 

Aún con la presencia trágica de la trama, queda en evidencia el profundo vínculo de amor. "¿Quién le teme al amor?. Un placer dejar mi firma en tu excelente prosa. Saludos.

http://www.mundopoesia.com/foros/blogs/joblam.27132/

 

Gracias. Saludos.

 

Muy buena prosa, tanto, que hasta hago mía la tristeza y un coraje que no se puede comprender. Es verdad que hay amores que son tan fuertes, que se hacen masoquistas y también es verdad que hay ciegos, tan ciegos que dan lástima, pues ellos son los fríos muertos

Un abrazo

 

Gracias, saludos.

https://soundcloud.com/aisha-baranowska/el-grito